Las mujeres del Mercury 13 y los peligros de reinventar la historia

Por Daniel Marín, el 11 junio, 2018. Categoría(s): Astronáutica • Cine • NASA ✎ 77

En 1958 una recién nacida NASA comenzó a buscar candidatos a astronauta para el proyecto Mercury. El Sputnik soviético había cogido a los Estados Unidos por sorpresa un año antes, pero ese fiasco no se volvería a repetir. La administración Eisenhower creó la NASA con el objetivo específico de poner el primer hombre en el espacio y recuperar así el prestigio de EEUU. Y sí, la palabra ‘hombre’ no es aquí sinónimo de ‘ser humano’, sino que, efectivamente, uno de los requisitos para entrar en el selecto grupo de los candidatos a astronauta era ser de sexo masculino. Cierto es que este criterio no aparecía recogido en las directrices de la NASA. No hacía falta. Todo el mundo lo daba por sentado. Solo los pilotos varones podían acumular el mínimo de 1.500 horas de vuelo en aviones militares de altas prestaciones que pedía la NASA.

Jerrie Cobb frente una cápsula Mercury en un reportaje de la revista LIFE (LIFE).
Jerrie Cobb frente una cápsula Mercury en un reportaje de la revista LIFE (Wikipedia).

La primera mujer estadounidense en el espacio, Sally Ride, no volaría hasta 1983, más de dos décadas después de crearse la NASA y el programa Mercury (Valentina Tereshkova fue la primera mujer en órbita en 1963). Pero Ride no fue la primera mujer de EEUU que intentó llegar al espacio. Entre 1959 y 1962 existió un grupo de mujeres conocido de forma informal como «Mercury 13» que probaron los límites de la sociedad de la época en cuanto a igualdad de derechos se refiere. Lamentablemente, nunca tuvieron ninguna oportunidad real de alcanzar la órbita.

La historia de las mujeres del Mercury 13 está íntimamente ligada a la de dos personas que, por supuesto, eran hombres: Donald Flickinger y Randolph Lovelace. Flickinger era médico y general de la fuerza aérea (USAF) con una carrera de película (durante la Segunda Guerra Mundial llegó a saltar en paracaídas sobre el Himalaya para ayudar a un grupo de pilotos). Había sido un pionero en el incipiente campo de la medicina espacial y fue uno de los responsables de la selección los astronautas del Mercury. Por su parte, Randolph Lovelace también había trabajado como médico a cargo del Mercury y junto con su tío, había fundado el Instituto Lovelace de Albuquerque, una institución privada centrada en estudios médicos relacionados con la aviación. Lovelace también había tenido una vida movidita. En la Segunda Guerra Mundial llegó a saltar en paracaídas desde casi trece kilómetros de altura. Quedó inconsciente al abrirse el paracaídas y sufrió congelaciones en ambas manos al caerse los guantes a gran altura.

William Randolph Lovelace II (1907–1965) (NASA).
William Randolph Lovelace II (1907–1965) (NASA).

Flickinger y Lovelace estaban interesados en saber si las mujeres podrían superar las mismas pruebas físicas a las que habían sido sometidos los astronautas del Mercury. Les movía la simple curiosidad científica y el interés estratégico y militar del país. Los dos habían llevado a cabo estudios médicos en mujeres pilotos y querían averiguar si existía algún límite fisiológico que impedía a las mujeres alcanzar el espacio. Se rumoreaba que la Unión Soviética iba a poner una mujer en el espacio y, aunque la Casa Blanca no parecía estar preocupada por el asunto, querían que el país fuese capaz de responder a este desafío lo más rápidamente posible. Al fin y al cabo, marginar a la mitad de la población no parece una buena idea si tu objetivo es ganar a los soviéticos a toda costa.

Flickinger fue el representante de la USAF en el Comité Asesor de Ciencias de la Vida de Lovelace, encargado de establecer los estrictos –y a veces surrealistas— criterios médicos de selección del proyecto Mercury y fue además el encargado del estudio de medicina espacial en el ARDC (Air Research and Development Command) de la USAF. Como resultado de su interés por el comportamiento del organismo femenino en microgravedad creó el programa WISE (Women in Space Earnest), también conocido como WISS (Women In Space Soonest), aunque él lo llamaba simplemente «Programa de las Chicas Astronautas». WISE, como la mayor parte de programas militares de la época, era secreto y estaba dirigido por el ARDC, pero primero había que encontrar candidatas adecuadas. En septiembre de 1959 Flickinger se topó con la primera, la piloto Geraldyn M. ‘Jerrie’ Cobb, que terminaría por convertirse en la espina dorsal del programa Mercury 13. Cobb trabajaba para la empresa Aero Design y era una piloto con una experiencia de miles de horas de vuelo, aunque ninguna en aviones a reacción. Flickinger quería que Cobb fuese la primera mujer en entrenarse en el programa WISE, pero a finales de 1959 la USAF se enteró de las intenciones de Flickinger y canceló el programa de manera fulminante, probablemente temerosa de que el asunto llegase a la opinión pública.

Jerrie Cobb.
Jerrie Cobb.

La decisión de los militares tuvo que ver con un asunto en el que estuvo implicada la piloto Ruth Nichols. Nichols, nacida en 1901, era por entonces una leyenda de la aviación en Estados Unidos que, a título personal, se sometió a varias de las pruebas por las que pasaron los astronautas del Mercury en el centro WADC (Wright Air Development Center) de la USAF. Nichols superó las pruebas sin complicaciones, pero el problema vino cuando la prensa se enteró. La USAF tuvo que negar que estuviese entrenando a mujeres para el puesto de astronauta, lo que era cierto, y como consecuencia de la polémica los militares quisieron desmarcarse del programa personal de Flickinger. Nichols moriría prematuramente en 1960. Es importante recalcar que WISE no pasó de ser un pequeño programa militar de la USAF que no tuvo ningún tipo de relación con la NASA, la única agencia civil a cargo del proyecto Mercury. Oficialmente la NASA nunca supo de la existencia de WISE.

Al mismo tiempo, la piloto Betty Skelton acaparó a las portadas, literalmente, como candidata a astronauta para el proyecto Mercury. Skelton saltó a la fama en febrero de 1960 gracias a un artículo de la revista Look en la que aparecía vistiendo un traje de presión al lado de la cápsula Mercury. Skelton también pasó por algunas pruebas similares a las que habían pasado los astronautas varones y se fotografió con ellos en numerosas ocasiones. El entrenamiento de Skelton había surgido como una iniciativa de la revista Look. La NASA pensó que era una buena idea como campaña de relaciones públicas para promocionar el proyecto Mercury, pero, en cualquier caso, lo cierto es que Betty Skelton se convirtió en la primera mujer que de forma oficial realizó un entrenamiento parcial como astronauta para la NASA. No obstante, se trató de un proyecto puntual resultado de una propuesta privada. Paradójicamente, Skelton ni siquiera llegaría a formar parte de las Mercury 13.

Skelton
Betty Skelton en la portada de Look.

Debido a la negativa de la USAF, Flickinger decidió contactar con su amigo Lovelace para continuar el programa WISE por su cuenta, ahora de forma privada, en las instalaciones Fundación Lovelace. Por supuesto, Jerrie Cobb sería la primera mujer en formar parte de este nuevo estudio y el 14 de febrero de 1960 llegó a la fundación con el objetivo de someterse a la primera batería de pruebas. Las pruebas médicas habían sido divididas en tres fases e iban desde todo tipo de análisis médicos hasta tests de inteligencia y psicológicos (otras pruebas más específicas, como la de permanencia en tanques de aislamiento, solo se ofrecieron a algunas candidatas). La tercera y última fase debía tener lugar con la ayuda de la armada, ya que requería el empleo de aviones militares a reacción, pero Flickinger y Lovelace decidieron que ya irían sorteando los obstáculos sobre la marcha. La prioridad era reclutar más candidatas. El nuevo programa recibió el nombre de Mujeres en el Espacio (Women in Space). Se buscaron nuevas candidatas recomendadas por Cobb, un grupo que en una primera fase estaría formado por Frances Bera, Marian Petty, Geraldine Sloan, Jane White, Marilyn Link, Barbara Erickson y Betty Skelton. Este grupo no llegó a reunirse nunca y no todas pasarían las pruebas de la Fundación Lovelace.

Mientras tanto, Cobb superó todas las pruebas de la primera fase y a continuación logró usar las instalaciones MASTIF de la NASA. Bajo el nombre de MASTIF (Multiple Axis Space Test Inertia Facility) se escondía una réplica de la cápsula Mercury que podía girar con total libertad en todos los ejes para poner a prueba la capacidad de orientación y el equilibrio de los astronautas. Las aptitudes de Cobb a los mandos de MASTIF, un auténtico potro de torturas, sorprendieron al personal de la NASA, pero seguía siendo un experimento extraoficial. En agosto de 1960 Lovelace hizo público los resultados de las pruebas de la primera fase de Cobb y declaró que «es posible que las mujeres estén mejor preparadas que los hombres para ir al espacio». En plena histeria asociada con la Guerra Fría y la conquista del espacio las declaraciones de Lovelace atrajeron la atención de muchos medios. Cobb se hizo famosa de la noche a la mañana y apareció en periódicos y programas de televisión como la «primera astronauta americana», a pesar de que obviamente no formaba parte de ningún programa de la NASA. Llegó a protagonizar un reportaje fotográfico en la revista Life —por aquella época el summum de ser famoso— parecido al de Skelton en el que aparecía junto a cápsulas y otros equipos del proyecto Mercury. A raíz de su recién adquirida fama, en mayo de 1961 el administrador de la NASA James Webb decidió contratarla como asesora, un puesto que no tenía nada que ver con su situación de astronauta potencial.

La Fundación Lovelace no tenía dinero para sufragar un programa de esta magnitud, así que apeló a la conocida piloto Jacqueline Cochran y a su marido millonario, Floyd Odlum. La pareja aceptó financiar la aventura de Lovelace y en 1961 se invitó formalmente a 24 mujeres a participar en las pruebas, incluidas varias de las propuestas por Cobb. De todas ellas, 19 se sometieron a las pruebas de la Fase I, pero solo 12 aprobaron. Este grupo, junto con Cobb, serían las conocidas como Mercury 13, aunque recordemos que no existía ninguna vinculación formal entre el programa privado de Lovelace y el proyecto Mercury de la NASA. Las trece mujeres serían Jerrie Cobb, Mary Wallace Funk, Myrtle Cagle, Sarah Gorelick, Jane Hart, Jean Hixson, Rhea Woltman, Gene Nora Stumbough, Irene Leverton Jerri Truhill Bernice Steadman y las gemelas Jan Dietrich y Marion Dietrich.

sas
Cobb durante una de las pruebas MASTIF.

Jerrie Cobb era sin dudas la más famosa y la portavoz informal del grupo, aunque nunca llegaron a coincidir todas al mismo tiempo. Jane Hart, con 41 años, era la mayor y, además de una experimentada piloto, era madre de nueve hijos. Funk, con solo 23 años, era la más joven. Entre ellas se llamaban FLATS (Fellow Lady Astronaut Trainees), un término acuñado por Cobb. Cobb fue la primera en superar las pruebas de la fase tres, pero, de forma inesperada, en septiembre de 1961 la armada decidió retirar el permiso para llevar a cabo las pruebas con sus aviones a reacción en la Escuela Naval de Medicina de la Aviación de Pensacola (Florida). En aquel momento no lo sabían, pero el rechazo frontal de los militares supuso la cancelación de facto del programa. Lovelace apeló una vez más a la fama de Jackie Cochran para que presionase en Washington con el fin de permitir la continuación del programa. No lo consiguió, pero sí logró que varios altos cargos de la armada se dirigieran a la NASA para saber si estaban interesados en continuar con el programa. La agencia respondió negativamente. Sin ningún apoyo externo, la armada no cambió de opinión y mantuvo el veto al entrenamiento de mujeres.

Pero si los militares o la NASA creían que las Mercury 13 se iban a rendir, se equivocaban. Aprovechando su fama, Cobb inició una gira por Washington que la llevó a reunirse con políticos y personas influyentes de todo tipo. Como resultado, se creó un comité en el Congreso para analizar su caso. La audiencia pública se celebró en julio de 1961 y duró dos días. Del grupo del Mercury 13 declararon Cobb y Hart, pero también asistieron otros personajes famosos como Cochran y, especialmente, los astronautas Scott Carpenter y John Glenn, además de George Low, un alto directivo de la NASA. Los astronautas se mostraron en contra de incorporar mujeres al programa espacial, al igual que, de forma sorprendente, Cochran. Y ese fue el punto final del programa Mercury 13. El resultado del comité no sorprendió a nadie. De hecho, lo sorprendente fue que el asunto llegase tan lejos a pesar de las objeciones de los militares y la NASA. Cada una de las pilotos siguió con sus vidas, ajenas a la NASA, hasta que en 1999 la astronauta Eileen Collins invitó a diez de ellas para que fueran testigos de su segundo lanzamiento, la primera misión del transbordador espacial con una comandante. Coincidiendo con el lanzamiento la NASA les hizo un pequeño, pero más que merecido homenaje.

Gene Nora Jessen, Wally Funk, Jerrie Cobb, Jerri Truhill, Sarah Rutley, Myrtle Cagle and Bernice Steadma
Las Mercury 13 se reúnen para ver el lanzamiento de la STS-93 en 1999. De izqda. a decha.: Gene Nora Jessen, Wally Funk, Jerrie Cobb, Jerri Truhill, Sarah Rutley, Myrtle Cagle and Bernice Steadman (NASA).

La reciente aparición del documental Mercury 13 de Netflix ha vuelto a poner sobre la mesa la olvidada historia de estas pioneras. El documental es de una factura impecable y es muy recomendable. Cuenta con la participación de varias de las FLATS y narra una historia de injusticia y discriminación con la que es imposible no sentir empatía, pero contiene varios errores y omisiones bastante graves. Tras ver el documental uno tiene la impresión de que las Mercury 13 estuvieron a punto de volar al espacio y que solo una cancelación de última hora lo evitó. Y no es verdad. Como hemos explicado, el programa Mercury 13 era una iniciativa privada ajena a la NASA y al Pentágono que nunca tuvo un apoyo formal del gobierno. Las trece mujeres nunca fueron candidatas a astronauta ni recibieron el entrenamiento necesario para ello (porque les fue negado, sí, pero el caso es que no lo recibieron). El documental transmite la idea de que el programa fue cancelado porque Glenn, Carpenter y otros —que se presentan como los malos de la película— eran unos machistas que echaron por tierra los esfuerzos de Lovelace.

Y sí, es cierto que Glenn y Carpenter, como la mayor parte de pilotos militares de la época, eran machistas, pero en realidad el programa nunca salió adelante porque era la sociedad en su conjunto la que era machista, no solo unos pocos individuos. Las mujeres del Mercury 13 no tuvieron ninguna posibilidad de viajar al espacio. Ni siquiera tras el vuelo sorpresa de Valentina Tereshkova en 1963 la NASA mostró un interés serio por reclutar mujeres para el programa espacial —aunque hubo ciertos movimientos muy tímidos—. La falta de plazas en misiones espaciales después del Apolo hizo que la agencia no se plantease seleccionar mujeres hasta bien entrados los años 70. Las primeras astronautas de la NASA serían reclutadas en 1978 como parte de la octava selección de la agencia. Todas volarían en el transbordador espacial.

El póster de Mercury 13 de Netflix (Netflix).
El póster de Mercury 13 de Netflix (Netflix).

Hubiese sido interesante que, además de las supervivientes del Mercury 13, los creadores del documental hubiesen entrevistado a Tereshkova. No en vano fue la primera mujer en el espacio y algo tiene que decir sobre el tema. En definitiva, el documental nos muestra unas mujeres tremendamente capaces y valientes que decidieron enfrentarse a las barreras sociales de su época. Su historia es lo bastante interesante como para que no sea necesario exagerar los hechos.



77 Comentarios

  1. «No dejes que la realidad te arruine una buena historia».

    Es como el vuelo 1380 de Southwest Airlines de hace unos meses, como aficionado a la aviación reconozco que la comandante (mujer) hizo muy buen trabajo, pero la prensa ha exagerado los datos e indicado datos incorrectos (la prensa no especializada me refiero) en lo ocurrido con tal de compararlo con el vuelo 1549 de US Airways y dar a entender que a la comandante se le reconoce poco su mérito por ser mujer.

    Existe una tendencia absurda a señalar la figura del hombre como causante único de las injusticias sufridas por la mujer y a la mujer como sujeto único que ha sufrido el machismo. No pueden existir grises.

  2. Mostrar 3 HOMBRES como causantes de que no fueran mujeres al espacio es bastante más claro que mostrar la sociedad y su cultura en aquel momento como causa importante de esa situación, así como otros factores.

    1. «Claro» no, sino «cómodo». Las cosas simples y claras al público para que no se atreva a preguntar por qué el sistema del que el actual hereda tenía sus fallos y sombras. Es mejor decir que «casi» siempre se hacen bien las cosas, y si no, fue culpa de un individuo o suceso puntual, puro maniqueísmo: el mal como una mala hierba. ¿Cómo vender si no, que se vive en el mejor sistema posible desde siempre?

  3. De acuerdo plenamente con tu conclusión: la «historia es lo bastante interesante como para que no sea necesario exagerar los hechos».
    Es más, yo siempre me he preguntado: ¿por qué la camarada Valentina fue la primera mujer en el espacio de forma tan por sorpresa en 1963?; ¿no fue una consecuencia del espionaje soviético de esos planes del Mercury 13 en 1960?. La URSS se fundamentaba en la propaganda y mostrar que en el «paraíso soviético» las mujeres podían, tanto como los hombres, alcanzar el espacio era un enorme campanazo: un logro más en la carrera espacial.
    Lamentablemente, esta nueva moda feminista está aquí para quedarse. No sólo por la idiotez esa del «Consejo de ministras y ministros» (el rebuzneo y rebuznea se extiende y extiendu). Seguro que vemos muchísimas más revisiones de muchísimos otros hechos en los medios. Yo, que he vivido desde sus inicios el revisionismo nacionalista catalán, os aviso que esto otro de lo feministoide va para largo y nos dará muchas alegrías antes de que nos demos cuenta de sus miserias.

    1. Lamentablemente, no sólo demuestras pedantería y mal gusto poniendo tus «conocimientos» de «físico» al lado del nombre (como si a los demás nos importará, o te tengamos más en cuenta, si eres físico o charcutero), no he visto a ningún comentarista hacer tal cosa. Destapas aquí una ideología cutre considerando el feminismo una «moda», cuando la lucha feminista tiene muchos años.

      «El paraíso soviético», como tú lo llamas, hizo una carrera espacial espectacular y se adelantó a tus queridos capitalistas en múltiples ocasiones con hitos que son parte de la historia, mal que te pese. Esto sólo 15 o 20 años después de contribuir de forma definitiva a la derrota de la peste nazi (un concurso sin el cual jamás habríais vencido) y levantando un país arrasado.

      En mi opinión, un comentario lamentable el tuyo, porque lo del Consejo de Ministras y/o Ministros y eso de «feministoide» parece sacado del editorial de ABC o de COPE y dudo que tenga nada que ver con el presente artículo (ni con tus avezados y cacareados conocimientos de «física»).

      1. No quiero polemizar (este no es lugar), pero un cosa es que un aficionado como Antonio dé sus opiniones frente a asuntos sociales y sobre terceros que están en los medios y otro muy diferente es que tu le critiques a él personalmente porque no coincide con tu ideología. Con ello te describes…

        1. Lo que seguro es que éste no es el lugar para venir a comentar lo del Consejo de Ministros o Ministras. Para esas cosas tenéis foroches y otras páginas donde los de vuestras ideas podéis despacharos a gusto.

          Si estoy en mi derecho comentar que me parece una pedantería supina venir aquí presumiendo de estudios o cualificaciones que sólo conciernen al interesado.

          1. SB,hazte un favor y deja de poner en evidencia tus mermadas capacidades intelectuales como haces cada vez que tienes ocasion.

      2. ¡¡Qué paciencia he de tener contigo Santiago Balea (alias SB)!!. ¿Sólo tú estás bendecido por el espíritu santísimo de internet para cambiar tu nick?. Yo, hace seis u ocho, años firmaba como «Un físico» y luego cambié por mi nombre real Antonio; pero para que la gente no se perdiera se me ocurrió lo de ligar ambos nicks en este Antonio (AKA «Un físico»), (donde el AKA singifica «antes conocido como»). Por cierto que aquí firma un Antonio a secas que no soy yo.
        Santiago, ya verás cómo esto de ministras y ministros esconde unas serie de miserias que pronto o tarde serán reveladas. En esto estoy totalmente seguro. (Similarmente, el nacional-pujolismo ha escondido durante 30 años las corruptelas del «3 per cent»).

      3. Quien venció y salvó a los Rusos de los Nazis fueron el invierno ruso y las fábricas americanas, quienes hicieron llegar por Siberia a los Rusos millones de vehículos, miles de aviones y millones de toneladas en provisiones. Y sin los Rusos américa se los habría merendado igualmente. Como se merendó a los Japos sin ayuda de los Rusos.

        1. FJVA tienes que leer algo de historia, de no saer por rusia, EEUU no hubiera sido nada en Europa.

          Mucha pena la gente que no sabe leer.

          Del «fisico», nada que decir, demuestra el solo su misogismo (entre multitud de otros comentarios desafortunados)

          Mis disculpas por ensuciar yo tambien un poco mas una excelente entrada de Daniel.

          1. Mi respuesta íva dirigida a este comentario : «Esto sólo 15 o 20 años después de contribuir de forma definitiva a la derrota de la peste nazi (un concurso sin el cual jamás habríais vencido) y levantando un país arrasado»
            Por supuesto que Rusia contribuyó a la derrota del régimen Nazi, pero sin Rusia habría tardado mas tiempo pero habría sido derrotado igualmente. Sin embargo pienso que sin EEUU posiblemente los Nazis no habrían sido derrotados. Bajo mi punto de vista, lo que más contribuyó a ganar la segunda guerra
            mundial fué la apabullante maquinaria de fabricación americana, por cierto en la que trabajaron millones de mujeres. Y por supuesto los cientos de miles de personas que trabajaron en el proyecto Manhattan.

          2. FJVA: El grueso de la ayuda en equipo de Estados Unidos a la Unión Sovíética, llegó luego de la batalla de Stalingrado. En esa batalla, al día de hoy la más sangrienta en la historia de la humanidad, Alemania tuvo un millón de bajas. A partir de ahí, la rendición de Alemania sólo era cuestión de tiempo. Por lo tanto, tu suposición de que sin EEUU los nazis no hubieran sido derrotados es incorrecta. Eso sin contar que los voluntarios (o no tanto) de Italia, Finlandia, España y otros que peleaban en el ejército nazi lo hacían en el frente oriental y no en el occidental. Y que desde que empezó la invasión a la Unión Soviética, siempre fueron muchísimos más las tropas nazis que pelearon en el frente oriental que en el occidental. Si quieres cifras exactas con sus respectivas fuentes, busca algún post donde escriba Anon 1 y pídeselas

        2. Lamentablemente no recuerdo el nombre de un post que hace un tiempo escribió Daniel. En el había un debate interesantísimo, lleno de datos y menciones bibliográficas, entre Hilario Gómez y Anon 1, acerca de cuánto influyó la ayuda occidental a la Unión Soviética y cúanto era mito. Si alguno de quienes lea este comentario lo sabe y puede colocar el enlace, ilustraría bastante al respecto

          1. Gracias Pelau. Efectivamente, ese era el post. Tampoco recordaba que había más de 100 comentarios antes de ese debate

        3. FJVA: No sé si pretendes repetir una mentira (o, como mucho, una medio verdad) mil veces hasta que parezca cierto. La»ayuda norteamericana» a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas fue anecdótica en comparación con el esfuerzo de guerra desplegado y que causó derrotas definitivas a la carroña nazi, muy diligentes y eficaces contra ancianos mujeres y niños pero que, mal que te pese, sucumbieron ante el puño de hierro soviético. Te han hablado de Stalingrado, donde todo un ejército alemán (el de Von Paulus) capituló, pero también está Kursk, la mayor batalla de tanques de la historia y que vació las capacidades nazis de forma notable. El frente soviético «desangró» las posibilidades militares de Alemania. Y, por cierto, nadie niega que el invierno ruso ayudó.

          Si revisas la entrada antigua, sus comentarios, que ha puesto como enlace Pelau, verás que se dan datos en los que se comprueba que hay mucho de propaganda y poco de real en la influencia de la ayuda noteamericana a la URSS (pese a los denodados esfuerzos de algunos comentaristas de negar lo evidente, incluso falseando datos), pero las victorias de la Unión Soviética sobre las hordas nazis SI cambiaron definitivamete el curso de la guerra. Sólo dejo una pregunta en el aire: Qué habría pasado en Normandía si los nazis hubieran mantenido intacto el poderío que anuló la URSS en acciones como Stalingrado o Kursk??

          Me ratifico en lo dicho: La URSS tiene un mérito asombroso por haber sido capaz de levantar un pais arrasado, y sólo 15 o 20 años después estaba tratando de tú a tú (también en materia espacial) a una potencia hegemónica como Estados Unidos que no sabe lo que es la guerra en territorio propio desde la Guerra de Secesión. Me gusta pensar que ese empeño y ese éxito nace también de un ideario político (lleno de aciertos y defectos) con puño de hierro que comparto en muchos de sus puntos como alternativa al capitalismo, aunque entiendo que haya quien no le guste esta lectura. Pero no acepto que se falte a la realidad negando unos hechos históricos que admiten poca discusión.

      4. SB:
        A mí me gustó lo de «sexador de pollos» (más que «charcutero»).

        Pensaba que yo era el único que era consciente de la problemática vital de los sexadores de pollos, pero veo que no es así.

        Antonio (AKA «Un físico»):
        Si miras fijamente al revisionismo nacionalista catalán, el revisionismo nacionalista catalán te devuelve la mirada.

        1. Jejejé, Martínez el Facha, tremendo oficio el de sexador de pollos,… Dije lo de «charcutero» por no repetirme. Podría haber dicho «luthier» y habría valido.

          Un saludo!

    2. En realidad Korolev y Kamanin como Donald Flickinger y Randolph Lovelace tenían motivaciones científicas más que feministas o paritarias. Y como eran los líderes del esfuerzo espacial soviético, impusierón su visión hasta la muerte de Kolorev en 1966; a partir de ahí, el uso de la imagen de la mujer en el espacio pasó a ser similar en EE.UU. y la URSS (https://danielmarin.naukas.com/2017/02/11/las-cosmonautas-olvidadas/).

      Para ellos la mujer tenía que viajar al espacio junto al hombre para poder colonizarlo; ya que los científicos soviéticos desde el principio planificarón colonias espaciales, estaciones espaciales y naves interplanetarias como algo real (inspirados por Tsiolkovsky), no ciencia ficción. A diferencia de los más modestos objetivos estadounidenses hasta el Apollo, con un programa espacial totalmente heredero de los conocimientos y aspiraciones espaciales alemanas, incluso con importante presencia de personal nacionalizado. No buscando como la URSS, mantener la tradición de cohetes y aspiraciones espaciales autóctona como el legado del RNII de 1933-1946, al que le sumarón los conocimientos alemanes tras la guerra mundial, a cuyos técnicos capturados no retuvierón y mandarón más tarde de vuelta Alemania (revelando estos la existencia y ubicación del primer cosmódromo soviético en Kapustin Yar a los británicos y estadounidenses). De ahí la iniciativa total soviética inicial y posteriormente parcial (Sputnik, Vostok, Voskhod, Lunik, Molniya, Venera, Vega, Marsnik, Phobos, Salyut o Mir).

      Si científicos estadounidenses de la talla de Robert Goddard (muerto en 1945) hubieran sido la base y la autoridad del programa espacial estadounidense, EE.UU. podría haber llevado la iniciativa en la etapa total de la carrera espacial. Incluso hubiera evitado las iniciales luchas y reparto de recursos entre marina, ejército y fuerza aérea por liderar el esfuerzo espacial.

      1. Este tipo de comentarios son los que merecen la pena leer y que además complementan el magnífico artículo de Daniel Marín.

        Gracias GM y por supuesto a Daniel.

        Las peleas que tienen a veces son graciosas pero cansan un poquito.

    3. Lo de Valentina Tereshkova no es ningún plan de «espionaje», sino la realidad de la Unión Soviética. Hombres y mujeres eran iguales en derechos y obligaciones, y no había motivo para creer que Estados Unidos quisiese competir respecto a la igualdad, porque no lo pretendían. Ya ves qué decidieron los militares, y ni los espías soviéticos, ni nadie tenía motivos para dudar de ese tipo de acciones.

      Tampoco la URSS intentó nunca emplear la propaganda del «paraíso» (eran ateos), sino demostrar que se podía vivir con una ideología y una sociología más avanzada.

      1. YAG, esta entrada va de «los peligros de reinventar la historia». Hablo de «paraíso soviético», en plan irónico: tu «ideología y sociología más avanzada» queda retratada en la wiki (en la página de El_libro_negro_del_comunismo ) puesto que pone que la URSS, el propio estado soviético, asesinó a 20 millones de sus propios conciudadanos. ¡Qué genios ideológicos!, ¡qué sociología máááás avanzada!. YAG, no blanqueemos la historia de la NASA; tampoco la de la URSS.
        Acepto que no hubo espionaje porque Dani dice que todo se hizo público en 1960. Pero sigo pensando que lo de Valentina fue un pasito más en toda aquella ingeniería propagandística (en el marco de la guerra fría) que fue, tanto para la URSS como para los USA, la carrera espacial.

        1. Los crimenes genocidas de los que hablas fueron condenados por el propio Estado soviético tras la muerte de Stalin en 1953 (desestalinización), así que ese argumento debería dejar de ser utilizado como espada de Damocles contra la URSS constantemente (hubo Unión Soviética durante otros 31 años más). Además se pueden visitar los Gulags desde 1960, cuando fueron disueltos oficialmente, como memoria de lo que pasó.

          Y que yo sepa España no ha hecho nada por recuperar la memoria o juzgar los crímenes de los campos franquístas entre 1936-1947 (https://es.wikipedia.org/wiki/Campos_de_concentraci%C3%B3n_franquistas), hoy en su mayoría campos de tiro militares o pueblos de nueva construcción, lo que dificulta las exhumaciones, su recuperación y reconocimiento por parte de la sociedad. O por el otro lado, el terror de la SIM republicana y las checas (https://es.wikipedia.org/wiki/Checa_(Espa%C3%B1a)), hoy bien tapadas bajo tierra. Todo escudado por una ley de amnistía hoy vigente que protege a los criminales supervivientes de ambos bandos.

          Así como en EE.UU. no se ha procesado a los culpables de crímenes raciales y criminalizado los barracones de esclavos operativos hasta entrado el siglo veinte, previos a la abolición de las leyes raciales de los Estados en los que se ubicaban.
          Ni tampoco la retención, maltrato y muertes en los campos de concentración para ciudadanos japoneses (https://es.wikipedia.org/wiki/Campos_de_concentraci%C3%B3n_para_japoneses_en_los_Estados_Unidos), alemanes (en su mayoría nacionalizados estadounidenses y por tanto compatriotas de sus captores) durante la Segunda Guerra Mundial.

          Por no hablar de otros muchos países como Sudáfrica donde criminales del Apartheid (1948-1991) tienen vidas relajadas actualmente.

          Así que, «el que esté libre de pecado…»

          Al menos la URSS reconocía sus propios crímenes e incluso los juzgaba. Todo un plus dentro de todas las naciones asesinas del mundo.

          1. Hoy estás en forma, me han gustado especialmente tus comentarios.

            Y eso de «todas las naciones asesinas del mundo» me ha llegado al corazón; es poesía pura.
            Ha estimulado mi lado oscuro (y soy unidimensional).

            Creo que todas las naciones han sido asesinas o imperialistas cuando los vientos les han sido favorables, en un momento u otro de la historia.

            Como un coro infantil cantando «We Are the World», los miembros de la ONU, dispuestos en círculo y cogidos de las manos, podrían cantar «We Are the Killer Nations of the World» en sustitución de la novena sinfonía de B.

            El que esté libre de pecado, que tire la primera pied…¡Ay, bruto!

        2. Pero esta entrada no va sobre Valentina. Va sobre el machismo imperante en el faro del mundo libre. Y como la historia siempre la escriben los ganadores, ahí está el documental que omite lo que le parece y que tilda de machistas a tres hombres, no a una sociedad. Si eso no es adocenar… Que baje Gagarin y lo vea.

        3. ¿En qué he «reinventado la historia»? Valentina Tereshkova existió, el objetivo de la propaganda soviética era convencer de que su sistema era más avanzado ideológica y sociológicamente (el sucesor del capitalismo, concretamente), y la igualdad de las personas y en este caso concreto entre sexos les venía como anillo al dedo para ese fin, era una medalla que podían colgarse legítimamente.

          Lo que critico con mi anterior comentario es el radicalismo de hablar mal de la Unión Soviética cuando no viene a cuento, por el hecho de que se exponga un defecto del propio bando. A mí no se me caen los anillos por decir, por ejemplo, que el V2 o el Apollo fueron grandes avances, aunque no los hayan realizado gente de mi cuerda política (y en el caso del V2, gente que me repugna).

          Y hablando de «reinventar la historia», respecto a «El libro negro del comunismo», solamente decir que me parece muy injusto cargar la responsabilidad histórica de la guerra civil de 1917 sobre quienes no gobernaban, y más cuando el Zar y en general la nobleza no fueron de los primeros gobiernos feudales en caer, sino de los últimos, y su insistencia en conservar el poder es claramente cuestionable. El principal responsable de lo que pasa en una sociedad es siempre quien gobierna.

  4. Muy interesante esta entrada, como siempre Daniel.

    Off Topic: Ya que hablamos de historia, y ya que haz hecho maravillosas ucronías espaciales, como las de la Unión Soviética:

    http://danielmarin.blogspot.com/2011/12/una-realidad-espacial-alternativa-y-si.html?m=1

    http://danielmarin.blogspot.com/2012/09/una-realidad-espacial-alternativa-2-y.html?m=1

    Y ya que el otro día cayó un pequeño meteorito sobre África, me parece un tema de actualidad…me gustaría plantearte esta ucronía basada en el incidente de Tunguska…

    Mi punto de partida sería que el meteorito cae sobre una de las 4 ciudades más importantes de la época, Londres, Nueva York, Berlín o Moscú (incluso podría caer en dos a la vez, al romperse en dos partes) destruyendola completamentamente…esto pasaría en 1908, y rompería la línea de la historia que conocemos…no habría ni primera ni segunda guerra Mundial, quizás ni URSS, etc y despertaría a la Humanidad su miedo y curiosidad por el espacio…Muchos de los científicos pioneros espaciales ya vivían o estaban a punto de nacer, el conocimiento estaba ahí para ser explotado…

    ¿Mi pregunta sería cómo hubiera evolucionado el mundo y en especial su vertiente espacial desde ese punto hasta nuestros días?

    Bueno te dejo la idea Daniel, por si te animas 😉
    saludos

  5. Genial artículo Daniel, muchas gracias!

    Tengo una idea que hay una película q toca el tema, pero desde una perpectiva más de comedia con tintes de drama social, que algo serio, si mal no recuerdo, contrataban azafatas más que pilotos.
    Por otro lado me entero acá que hay un documental sobre esto, a ponerlo en la lista de watchable.

    Saludos.

  6. Me divirtio mucho la opinion de las autoridades rusas luego de unas anomalias en el retorno de una soyuz con dos mujeres y un hombre (o tres mujeres?) creo que hace diez años. La declaracion explicaba que en las misiones espaciales podian ocurrir accidentes si habia mujeres a cargo ja ja.
    A donde fue a parar el feminismo sovietico en la Rusia actual?

    1. La sociedad rusa ha sido siempre y es, MUY machista (y eso que los demás no estamos nada exentos). A la URSS se le ha de reconocer que hizo una labor tremenda para que sus mujeres fuesen formadas en cualquier disciplina, pero el «techo de cristal» en la URSS era incluso más sangrante que en occidente. En cuanto al programa espacial se refiere, coño, ellos al menos lo intentaron… el ejemplo de Tereshkova, ahí quedará, pero como comentas… hoy en día, poco queda de ese espíritu.

    2. La Unión Soviética fue el primer país en tener ley de divorcio y también el primero donde el aborto fue legal. Se proclamó la igualdad de los sexos “el amor tiene que ser tan transparente como un vaso de agua”. Al momento de triunfar la revolución, no existía ningún otro lugar en el planeta donde las mujeres tuvieran más derechos. Recordemos que en los países occidentales en esa época las mujeres ni siquiera tenían derecho a voto. Menos que menos integrar un gabinete. Incluso en el primer momento, hubo personajes femeninos prominentes, como Alejandra Kollontai, quien estaba al frente del Comisariado del Pueblo de Asuntos Sociales. Y planteó temas feministas que tardaron varias décadas en hacerlo en Occidente. Claro que en un país, cúpula dirigencial y sociedad no siempre van en el mismo sentido ni tienen la misma velocidad. La sociedad, mayoritariamente campesina e imbuída de valores rurales, que acababa de dejar atrás una monarquía despótica imbuída de valores feudales, no era tan avanzada. Entonces luego de los primeros años, se impuso Stalin, que ocasionó un retroceso en muchos aspectos sociales. No dudando para ello en asesinar a varios de los padres de la Revolución, como por ejemplo Kamenev, Sinoviev, Trotsky o Bujarin. Alejandra Kollontai, por suerte era embajadora (primer mujer en la era moderna en tener ese cargo) y se salvó de las purgas. Y no sigo porque me alejaría del tema originario.

  7. Como de costumbre, un excelente artículo. Eso sí, yo vi el documental y en ningún momento saqué esa conclusión que dices que parece insinuar, de que estuvieron a punto de volar. En mi opinión, en todo momento estaba claro que aquello era una iniciativa totalmente privada y bastante «clandestina», y que fuera de ella todos estaban en contra.

  8. Por muchas vueltas que se de la realidad es la realidad, no hubo mujeres astronautas en ese momento porque la sociedad USA de entonces, todo ha mejorado, era profundamente machista, y el papel de la mujer era ser la Doris Day del Hogar, y esta creencia, politica, tambien estaba en la Nasa, si se añade la rivalidad y celos entre los astronautas varones por saber quien tendria mas cuota de fama, y pasta, queda todo aclarado.

    El tiempo ha dejado claro que una mujer puede ser igual de buena, o mala, astronauta que un hombre. como en todo.

    Felicidades por el Blog.

    1. No sólo eso: también se decía que sólo se permitieron en el transbordador espacial, literalmente, porque había «un baño con puerta». No hace falta recordar como se hacían las necesidades en las cápsulas Apollo…

  9. Eso de la igualdad de derechos está muy bien. ¿Para cuándo la «igualdad de deberes»?

    Por ejemplo, ¿para cuándo el servicio militar obligatorio para mujeres también (y de la misma duración que los varones)? (En los países que lo tengan=

    ¿Para cuándo la misma pena por el mismo delito?

  10. Joder, y los que reescriben la historia son los demás, menudo artículo lleno de tonterías, al final va a resultar que las únicas pruebas físicas en las que una mujer puede hacerlo mejor que un hombre son las que realizan los astronautas.

    La única razón para que los picapedreros, pilotos de fórmula 1, de moto, astronautas, pilotos de combate, etc… sean hombres es que tienen más resistencia que las mujeres.

    Que a estas alturas haya que estar diciendo estas cosas (y encima seguramente tendré que aguantar que me llamen machista) es un indicador claro del grado de soplapollez en que hemos caído como sociedad.

    Aquí está la explicación, obvia, salvo que tengas prejuicios de «geranio» a favor de las mujeres inducidos por ser un cobarde o por estar subvencionado:

    https://www.quora.com/Do-women-make-better-fighter-pilots-than-men-Is-there-any-truth-to-this-or-is-it-an-urban-legend

    LAS PERSONAS ALTAS SOPORTAN PEOR LAS FUERZAS G DEBIDO A QUE TIENEN MAYOR DISTANCIA ENTRE EL CORAZÓN Y EL CEREBRO.

    La ideología de «geranio» que es pura reescritura de la historia, puro «ministerio del tiempo» tiene el cerebro peligrosamente lejos del corazón y muy cerca de la cartera.

    «So, physically speaking, women don’t have an advantage, short people do. It just so happens that women are on average shorter than men, so there’s a potential advantage for women.»

    Es decir, a igual estatura un hombre soporta mejor las pruebas para ser astronauta que una mujer, cosa que sabe cualquiera salvo que haya vivido en una urna de «geranio» toda su vida.

    1. Gracias por tu comentario tan educado. Ahora corre a la NASA y se lo cuentas a ellos para que echen a todas las mujeres que tienen de astronautas. Se les debe haber pasado leer ese enlace donde lo explica todo. ¡Rápido!

      1. Bien apuntado, Daniel!

        En el terreno que conozco, el de la navegación, pasaba algo parecido. Había algún cavernario que sostenía que las mujeres no podrían aguantar la dureza de la mar, no sólo trabajando, sino en largas travesías en solitario. Desde Ane Davison, primera mujer en cruzar el Atlántico a vela en 1952, se han sucedido otras muchas que han demostrado igual valía, igual coraje, igual arrojo que el más machote…: Elena Pakholchilk, Florence Artaud, Ana Caspir, Alessandri Sensini y tantas otras que forman parte de tripulaciones en la que el sexo es anécdota.

        Ahora que llega el verano al hemisferio Norte empezaremos con los chárter y un año más constataré que las habilidades y la torpeza no conocen de sexo. Categorizar las posibilidades de las personas por su género es tremendamente injusto y fruto de la misoginia de algunos frustrados con ideologías medievales que bien estaría madurasen… No es ya feminismo, es justicia y razón.

        Da pena leer a algunos que no son sino reflejo de esta sociedad, así nos luce el pelo.

  11. Recuerdo haber leído un artículo en este blog donde se aseguraba que las mujeres toleraban peor la radiación del espacio y que su tejido mamario era propenso a desarrollar células cancerígenas. Supongo que existirán más limitaciones fisiológicas . Aunque ser mujer supone la ventaja de pesar menos y de requerir menor cantidad de alimento para sobrevivir.

    Señores, las mujeres deben ir al espacio para asegurar la reproducción de la especie humana en las futuras colonias.

    Sea como fuere, me aburre estudiar la historia desde la perspectiva de género (feminismo de tercer ola). Sólo se consigue entrar en polémicas absurdas y en una dinámica victimista-sentimentaloide.

    Mujeres en el espacio sí, feminismo espacial NO.

  12. Un anacronismo es un error que resulta de situar una persona o cosa en un periodo de tiempo que no se corresponde con el que le es propio.

    Yo creo que los anacronismos históricos referentes a usos, costumbres y actitudes del pasado analizado con «ojos» actuales son un gran error que parece que se está haciendo muy frecuente en esta época.

  13. A ver, esto es muy sencillo: había unas pruebas a superar, y había personas que, aparentemente, podrían haberlas superado de haberles permitido hacerlo. Y no se les permitió hacerlo por ninguna otra razón que por el hecho de ser mujeres. Eso es machismo, y quien no lo vea es simplemente porque no lo quiere ver. No hay más.

    1. Por fin! Gracias!..Alguien q dice lo justo y necesario sin necesidad de agregar nada mas…estaba leyendo la nota y el foro y perdiendo la esperanza en la humanidad…Enredándose en comentarios sobre comunismo, sobre si es exagerado o yéndose del tema q toca el documental, como buscando justificación siempre, cosa q estoy acostumbrada…Sinceramente no importa si fue la sociedad o la nasa, o ambas..no las dejaron progresar x ser mujeres…y se perdieron posibles avances x egoísmo, celosía y creerse superiores….solo eso…

  14. En un punto estoy un poco de acuerdo que lo de haber enviado a Valentina en las primeras misiones tuvo algo que ver con lo de dar una imagen de cuan progresista se pretendía mostrar la URSS.
    Más tarde no hubo una mayor proliferación de tripulantes mujeres soviéticas.
    No sigo las estadísticas, por lo que me puedo estar equivocado de cabo a rabo, pero actualmente parece ser más habitual el envío de mujeres a ISS por parte de EEUU y otros países que Rusia. Algo a chequear.
    Finalmente, entiendo que cuando EEUU buscaba para las misiones pilotos masculinos no
    solo sería porque que tenían más horas tripulando jets, sino también porque eran pilotos
    militares, mucho de los cuales habían tenido misiones de combate en Corea. Y esto último implica una prueba de estrés que no es fácil de simular y que daba un poco más de predicción
    de cómo podría actuar el piloto en situación complejas. Eran los primeros vuelos y no había
    certeza de casi nada.

    Un saludo.

    1. Basicamente por número de mujeres al espacio está así:

      1 – EE.UU.: con alrededor de 46 astronautas desde 1983 a la actualidad.

      2 – URSS/Rusia: 4 desde 1963 a la actualidad.

      Luego tenemos al resto de potencias espaciales, con al menos una diferencia de 2 con la URSS/Rusia:

      3 – China: 2.
      3 – Japón: 2.
      3 – Canadá: 2.
      4 – Reino Unido: 1.
      4 – Francia: 1.
      4 – Italia: 1.
      4 – Corea del Sur: 1.

      Y el resto de países con astronautas nacionales hasta la fecha, pero sin mujeres:

      5 – India: 0 (1*).
      (5- Irán: 0 (1*).)
      6 – Kazajistán: 0#.
      6- Ucrania: 0#.
      7 – España: 0.
      7- Alemania: 0.
      7- Brasil: 0.
      7- Afganistán: 0.
      7- Siria: 0.
      7- Polonia: 0.
      7- Rumanía: 0.
      7- Checoslovaquia/Rep. Checa y Eslovaquia: 0.
      7- Cuba: 0.
      7- Hungría: 0.
      7- Israel: 0.
      7- Malasia: 0.
      7- Méjico: 0.
      7- Mongolia: 0.
      7- Arabia Saudí: 0.
      7- Sudáfrica: 0.
      7- Vietnam: 0.

      * Se podrían contar a una iraní y a una india, situadas dentro de las estadounidenses. Pero, como para adquirir la nacionalidad estadounidense se renuncia a la propia; las contaríamos por su patria actual.

      # Aunque pudieran contribuir en el programa espacial soviético, Tereshkova y Savitskaya eran de la RSFS de Rusia ambas.

      Por lo tanto, EE.UU. es el que más ha hecho en este campo, pero la URSS y Rusia después; por encima de toda Europa y Asia con bastante diferencia.

      1. A ver si nuestro nuevo gobierno, con ministro-astronauta incluido, demuestra que España sigue formando parte de la ESA y la ISS de forma relevante, así como le da un toque igualitario a este empuje; porque no faltan mujeres piloto capaces en el Ejército del Aire de España o profesionales excepcionales en el CESEDEN e INTA con suficientes horas de vuelo y forma física para las pruebas de la ESA.

  15. Muy interesante historia, la ignoraba por completo. Pero lejos, lo que más sorprende son los comentarios del público. No logro entender porqué algunos se enrollan tanto por la «liberación de la mujer». Acá en Chile por estos días estamos viviendo una auténtica revolución en ese sentido. Y yo creo que a los hombres les es muy conveniente: ahora ellas toman la iniciativa y te invitan a salir, jajaja. Una maravilla.

    Respecto de la astronáutica: no pensarán que es vida explorar el espacio sin la compañía de una linda chica.

  16. Buenas a todos, perdón por el off-topic:
    Alguien tiene información actualizada de Oppy?? Daniel, se podrá hacer una mini entrada contando que esperanzas hay de sobrevivencia? Por lo que vi en twiiter, tiene un futuro bastente negro… 😉

  17. La foto de Jerrie Cobb frente a la capsula Mecury es mas que interesante.
    Muchas veces se comparó el viaje a la Luna del programa Apollo con el cruce del Atlántico por Colon.
    Pero esto no le va la saga, la verdad es que ver esa cápsula para ir al espacio mete miedo, un sarcófago egipcio no debe ser mucho mas chico.
    Hay que tener cojones (u ovarios) para meterse ahi adentro sabiendo además que ese minúsculo habitáculo (casi experimental) te separa de la muerte, sin contar que debajo tenes un cohete poco probado con decenas de toneladas de combustible.
    Por otro lado la foto es idéntica a cualquier publicidad de la época, parece una chica promocionando la Mercury como si fuese un auto, detergente o pañales.

  18. Habiendo visto el mismo documental me quedó perfectamente claro no sólo que era una iniciativa privada sin posiblidad alguna, lo dicen en el mismo documental, sino que también queda claro que el machismo era generalizado especialmente en toda la sociedad y hasta en Cochran, no me dio la impresión de que estuviese muuuuy distorsionado.
    Sí falla, tal vez, en no dejar en claro el contexto natural de aquella época, es decir, no existía posibilidad alguna para una mujer de tomar decisiones, ni siquiera dirigir un hogar ni ser profesional en muchas áreas.
    Los tiempos cambiaron y a veces hay que tomarse más trabajo en ver la historia en contexto.

  19. A veces me pregunto si tendría algo que ver que no las hubiera hasta la época de la lanzadera lo que decían las hermanas de Marge Simpson de niñas en un episodio de los Simpson, que no hubo mujeres astronauta porque distraerían a los hombres astronauta.

    No digo que fuera a pasar, solamente que seguro que más de uno debió de pensar algo así.

Deja un comentario

Por Daniel Marín, publicado el 11 junio, 2018
Categoría(s): Astronáutica • Cine • NASA