El primer vuelo orbital del Electron inaugura la era de los microlanzadores

Por Daniel Marín, el 22 enero, 2018. Categoría(s): Astronáutica • Cohetes ✎ 67

La empresa Rocket Lab lanzó el 21 de enero de 2018 a las 01:43 UTC su pequeño lanzador Electron desde la península de Mahia, en Nueva Zelanda. Era solo el segundo lanzamiento de este vector, pero a pesar de todo logró situar tres cubesats estadounidenses en una órbita polar de 300 x 500 kilómetros de altura. Evidentemente, no es la primera vez que un cohete de combustible líquido desarrollado con capital privado alcanza la órbita, ya que ese logro lo consiguió el Falcon 1 de SpaceX en 2008. Pero, a diferencia de 2008, actualmente existen numerosas compañías por todo el mundo que están desarrollando microlanzadores similares o muy parecidos —en España tenemos a PLD Space, por ejemplo—, por lo que el lanzamiento con éxito del Electron abre una nueva carrera por ver quién se hace con la mayor parte del pastel de este suculento mercado. En la próxima década está previsto que sean lanzados unos 3.500 satélites de pequeño tamaño (entre 1 y 100 kg), lo que significa unos dos mil millones de dólares de beneficios para las empresas de lanzadores espaciales.

Primer lanzamiento orbital del Electron (Rocket Lab).
Primer lanzamiento orbital del Electron (Rocket Lab).

El primer lanzamiento del Electron, que fue bautizado con mucho ingenio como It’s a test, tuvo lugar en mayo del año pasado y no pudo alcanzar la órbita. En esta segunda ocasión el vehículo Still Testing lo consiguió después de nada menos que cinco intentos de lanzamiento frustrados que se sucedieron uno tras otro desde el pasado 9 de diciembre. El Electron se ha convertido en el primer cohete de combustible líquido que alcanza la órbita con tanques de combustible hechos íntegramente de materiales compuestos y el primero que dispone de motores fabricados por impresión 3D y alimentados por bombas eléctricas. Estas son algunas de las características novedosas que ha incluido la empresa Rocket Lab con el fin de abaratar los costes y conseguir que cada lanzamiento salga por solo cinco millones de dólares (el Falcon 1 costaba unos 8 millones de dólares antes de que fuera retirado).

Emblema de la misión (Rocket Lab).
Emblema de la misión (Rocket Lab).
El Electron en la rampa con sus tanques de materiales compuestos de carbono de color negro (Rocket Lab).
El Electron en la rampa con sus tanques de materiales compuestos de carbono de color negro (Rocket Lab).

El Electron tiene 17 metros de longitud y 1,2 metros de diámetro, siendo capaz de situar 225 kg en una órbita baja de 300 kilómetros de altura y 45º de inclinación o 100 kg en una órbita polar heliosíncrona de 500 kilómetros de altura. Con menos de trece toneladas al lanzamiento es probablemente el cohete de combustible líquido más ligero que ha alcanzado la órbita. Si SpaceX tiene a Elon Musk, Rocket Lab tiene a Peter Beck, un ingeniero neozelandés que fundó la empresa en 2008 y fijó su sede en Auckland. No obstante, en 2013 Beck trasladó la sede de Rocket Lab de Nueva Zelanda a Estados Unidos para tener menos trabas con las leyes y los clientes estadounidenses, así que técnicamente estamos hablando de una compañía y un cohete norteamericanos, no neozelandeses. Sea como sea, sí que es la primera vez que un cohete lanzado desde Nueva Zelanda consigue llegar a la órbita baja.

La 'octaweb' del Electron con 9 motores Rutheford (Rocket Lab).
La ‘octaweb’ del Electron con 9 motores Rutheford (Rocket Lab).
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Cohete Electron (Rocket Lab).
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Disposición de los nueve motores de la primera etapa (Rocket Lab).

El Electron se parece mucho a una versión reducida del Falcon 9. Al igual que el lanzador de SpaceX, dispone de nueve motores en la primera etapa y uno en la segunda, todos ellos a base de queroseno y oxígeno líquido, aunque obviamente los motores Rutherford del Electron son mucho más pequeños que los Merlin del Falcon 9. Rocket Lab ha recibido unos 150 millones de dólares de financiación de varios inversores privados, incluyendo Lockheed Martin. Es una pequeña suma en este negocio, aunque comparado con el dinero que manejan muchos de sus competidores es una auténtica fortuna.

En los próximos meses y años Rocket Lab va a estar muy ocupada lanzando todo tipo de cargas, como por ejemplo la sonda Moon Express del Google Lunar X Prize y varios satélites de la NASA (gracias a un contrato firmado en 2015). La empresa ha anunciado su intención de efectuar un lanzamiento al mes y ya tiene preparados cinco vehículos. Ahora, como siempre, viene lo más difícil: demostrar que son capaces de rentabilizar este éxito inicial. Muchas empresas repartidas por todo el mundo les siguen muy de cerca.



67 Comentarios

  1. Daniel muchas gracias, leí el artículo hace unos días pero hasta hoy no he tenido banda ancha para ver el vídeo.
    Mis felicitaciones a Rocket Lab.

    Coincido con los parecidos con las emisiones de SpaceX, porque pintan el cohete de negro que si no … y la barra lateral de la situación de la misión me parece acertada (algo que SpaceX puede adaptar, poniendo a la derecha para que no se diga que es una copia).

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