Las ráfagas rápidas de radio y las velas láser alienígenas

Por Daniel Marín, el 25 marzo, 2017. Categoría(s): Astronáutica • Astronomía ✎ 45

Las ráfagas rápidas de radio (FRB, Fast Radio Bursts) son el tema misterioso de moda en astrofísica. Todo indica que estas cortas y potentes emisiones de radio proceden de fenómenos naturales que tienen lugar fuera de nuestra galaxia, como por ejemplo colisiones de estrellas de neutrones o emisiones de magnetares. Pero recientemente los investigadores Manasvi Lingam y Abraham Loeb han propuesto que podríamos estar ante una demostración de tecnología alienígena. En concreto, las FRBs serían los haces encargados de propulsar naves extraterrestres. Ni que decir tiene, la noticia ha corrido como la pólvora en los medios, ¿pero qué tiene de cierta?

¿Son las FRB haces máser de civilizaciones alienígenas? (M. Weiss/CfA).
¿Son las FRB haces máser de civilizaciones alienígenas? (M. Weiss/CfA).

Empecemos por lo obvio. El artículo de Lingam y Loeb no demuestra que las FRB sean de origen alienígena. La inmensa mayoría de expertos sigue pensando que las FRB son un fenómeno relacionado con estrellas de neutrones y/o agujeros negros. Por lo tanto, la hipótesis de Lingam y Loeb se trata de un simple Gedankenexperiment, un «¿y si?» planteado en formato de paper científico (y, sin duda, si los autores hubieran sido otros casi nadie se habría hecho eco del asunto). Pero no por ello es menos sugerente. La clave de la hipótesis es la siguiente. Cuando uno analiza el espectro de una FRB nos damos cuenta de que la frecuencia óptima para impulsar una vela de luz es parecida a las frecuencias de las diecisiete FRBs descubiertas hasta la fecha.

Por otro lado, el espectro de emisión de las FRB tiene un ancho de unos pocos gigahertzios, lo que es extraño en una fuente natural (aunque ni mucho menos imposible). Además, la elevada intensidad de las señales, combinada con su lejanía, requiere un fenómeno capaz de focalizar la energía en haces que cubran una pequeña zona del cielo. ¿Y qué hay más focalizado que un haz máser? Recordemos que una vela espacial es una nave espacial que usa la presión de radiación de los fotones para acelerar. Si la vela usa la luz de una estrella o el Sol se le denomina vela solar. Si usamos una fuente de luz artificial, o sea, un láser o máser, entonces se les llama velas láser o de luz (este último término es más correcto en tanto en cuanto una vela láser puede ser propulsada por un máser en vez de un láser, un artilugio que emite en la región de microondas del espectro).

Haciendo números Lingam y Loeb llegan a la conclusión de que, si efectivamente se trata de una señal alienígena que usa la luz de una estrella como el Sol, el emisor debe tener cerca de dos veces el tamaño de la Tierra (!). Las velas de luz se caracterizan por emplear máseres o láseres de dimensiones descomunales, pero ciertamente esto supera cualquier previsión. Pero como obviamente nadie sabe de qué son capaces los extraterrestres, mejor no discutir. El caso es que, dejando a un lado su descomunal tamaño, este emisor podría ser refrigerado empleando simplemente agua, así que parece que no viola ninguna ley física fundamental. Ahora bien, las FRB son conocidas por su corta duración. ¿Por qué iba una civilización alienígena a usar un haz tan breve? La respuesta es que no lo usa. El haz es constante, pero solo lo vemos cuando apunta hacia la Tierra. Si asumimos que la vela gira en órbita alrededor del emisor, este tendrá que girar para iluminarla y acelerarla, de ahí la corta duración de las FRBs.

Conociendo la potencia del haz se puede estimar la masa de la vela, que debe rondar el millón de toneladas. Una cifra monstruosa. Llama la atención el que esta masa sea comparable a la de una vela láser tripulada —por humanos— capaz de cruzar el espacio interestelar durante siglos (las llamadas ‘naves-mundo’). Y ya metidos en faena, a partir de estos datos y el número de FRBs descubiertas Lingam y Loeb se lanzan a estimar el número de civilizaciones capaces de desarrollar propulsión de velas láser y llegan a la conclusión de que su número debe ser inferior a diez mil para una galaxia similar a la nuestra. Por tanto, en la Vía Láctea debería producirse una FRB cada pocos siglos. Naturalmente es posible que existan muchas otras civilizaciones que se dediquen a lanzar velas de luz de menor tamaño y que todavía no hayamos detectado debido a la poca luminosidad de su señal.

Lingam y Loeb son conscientes de que su hipótesis presenta varios problemas —por decir algo— sobre los cuales la mayoría de medios ha pasado de puntillas. Si realmente las FRB son máseres que propulsan velas láser, ¿por qué iba a usar una civilización una emisión de banda ancha centrada en 1 GHz en vez de una emisión monocromática, una solución tecnológica mucho más eficiente? Además, la hipótesis de las velas de luz solo es válida para aquellas FRBs que se repiten en el tiempo, pero hasta ahora solo hemos descubierto una FRB de este tipo.

Afortunadamente, es posible saber si la hipótesis de Lingam y Loeb es cierta. La vela de luz, situada entre el emisor y nosotros, debería dejar un patrón de difracción en la señal de la FRB. Ni que decir tiene, si encontramos algo así estaríamos ante el mayor descubrimiento científico de la historia y deberíamos ponernos a construir velas de luz cuanto antes. ¿Por qué? Pues porque sabríamos que funcionan y al menos otras diecisiete civilizaciones tecnológicas situadas en distintas galaxias las usan.

Referencias:



45 Comentarios

  1. Si se puede hacer eso con velas laser o maser voy ha contruir una para irme de esta galaxia lleno de porqueria iluminatis,masones,nazis,contaminacion,justin beiber,pato donald trump,grises,reptilianos,cristo gay,etc. adios XD!!!.

  2. Mi consulta es; de las diecisiete FRBs descubiertas hasta la fecha, cuantas son reincidentes o presentan un patrón? que motive el pensar que son artificiales?
    Saludos.

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Por Daniel Marín, publicado el 25 marzo, 2017
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