El nuevo proyecto ruso de satélite nuclear de guerra electrónica

Por Daniel Marín, el 6 septiembre, 2016. Categoría(s): Astronáutica • Rusia ✎ 115

Rusia lleva desde 2009 intentando desarrollar un nuevo reactor nuclear para misiones espaciales basándose en la amplia experiencia con los reactores Buk y Topaz de los años 70 y 80. Desde un principio ha sido un programa en busca de una función. Originalmente se habló de naves a la Luna o a Marte, pero en vista de que este plan era un pelín ambicioso se decidió cambiarlo por un remolcador nuclear capaz de transportar satélites desde órbitas bajas a órbitas más elevadas. En todos estos casos la energía del reactor se usaría para hacer funcionar motores iónicos o de plasma —de altísimo rendimiento (Isp)— a base de xenón.

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Posible diseño del satélite de guerra electrónica de KB Arsenal (Izvestia).

Pero después de años y años de retrasos y promesas incumplidas, el proyecto de remolcador nuclear orbital tampoco ha visto la luz a pesar de noticias recurrentes sobre el tema cada pocos años. Sin embargo, ahora la empresa KB Arsenal ha propuesto un nuevo programa para usar el reactor nuclear espacial —conocido como YaEU (Yádernaia Energuetícheskaia Ustanovka) por sus siglas en ruso—. En vista de que hasta la fecha los proyectos civiles no han despertado demasiado interés del gobierno, Arsenal propone usar el reactor en un novedoso programa de satélite militar de guerra electrónica.

Este satélite contaría con una enorme antena desplegable capaz de dirigir señales de alta potencia en el espectro de radio y microondas contra blancos en el espacio y en tierra. Estas señales de guerra electrónica crearían tantas interferencias que inutilizarían total o parcialmente los objetivos. Cuanto más elevada sea la potencia de la señal de interferencia, mayor será su valor militar, de ahí que se haya decidido usar un reactor en vez de paneles solares para esta tarea. Es de suponer que durante la mayor parte del tiempo el satélite podría usarse de forma pasiva para tareas de inteligencia electrónica.

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Remolcador nuclear de 2009 propuesto por la empresa RKK Energía (RKK Energía).
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Proyecto de sonda interplanetaria con un reactor nuclear (Roscosmos).
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Plan de vuelo tripulado a Marte usando naves con reactores nucleares (Roscosmos).

Estos satélites nucleares de guerra electrónica estarían situados en órbita geoestacionaria u órbitas altamente elípticas de tipo Mólniya. KB Arsenal usaría un módulo energético y propulsivo con el reactor denominado TEM (Trasnportno-Energuetícheski Modul) que viene en dos tipos, de 30 y 50 kilovatios de potencia eléctrica respectivamente (como comparación, la potencia de los paneles solares de la ISS es de 110 kilovatios).

En los años 70 y 80 KB Arsenal fue la oficina de diseño encargada de diseñar y construir los satélites US-A (17F16) equipados con reactores Buk (BES-5) que alimentaban las antenas de radar destinadas a la localización de las flotas de portaaviones estadounidenses. La constelación de satélites US-A, denominada Legenda, protagonizó varios accidentes. En 1978 el satélite US-A Kosmos 954 se desintegró en la atmósfera sobre Canadá, contaminando un área de cien kilómetros cuadrados con los residuos del reactor BES-5 nº 58. En 1982 el Kosmos 1402 se quemó en la atmósfera con el reactor Buk nº 70 sobre el Atlántico sur. Estos incidentes obligaron a introducir un sistema para situar los reactores en una órbita muy alta tras finalizar la misión. En 1987 KB Arsenal lanzó otros dos satélites experimentales dotados de reactores Topaz 1 mejorados. Entre 1970 y 1988 la Unión Soviética lanzó al espacio un total 32 reactores nucleares (no debemos confundir los reactores nucleares, que funcionan gracias al calor liberado por la fisión nuclear, con los generadores de radioisótopos o RTGs, basados en el calor generado por la desintegración de un isótopo radiactivo: los reactores ofrecen potencias muy superiores a las de los RTGs).

A finales del siglo XX KB Arsenal trabajó en el proyecto Plazma 2010 para desarrollar una plataforma multiuso dotada de un reactor nuclear con una potencia de hasta 100 kilovatios. En 2009 nació el actual proyecto de crear un reactor nuclear espacial de nueva generación con una potencia de un megavatio, un proyecto que sería oficialmente aprobado en 2010. En 2012 se finalizó el diseño básico del reactor. Las distintas prioridades de Roscosmos y Rosatom, sumadas a la falta de misiones adecuadas y una escasa financiación han sido los factores principales del retraso.

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Diseño del reactor nuclear espacial (Rosatom).

El módulo TEM, con una masa de 20,3 toneladas, se puede emplear en remolcadores espaciales o u otros satélites como este proyecto de Arsenal. Roscosmos planeó el primer lanzamiento de un reactor prototipo para 2018 y el primer satélite experimental equipado con el mismo para 2025, pero nada indica que estas cifras sean realistas. Por contra, KB Arsenal promete poner en órbita el primer TEM, con una potencia bastante inferior a la de un megavatio, antes de 2020.

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Módulo TEM para remolcadores nucleares según el diseño final de Roscosmos y Rosatom (RKK Energía).

El nuevo tipo de satélite de KB Arsenal cuenta con una desventaja enorme: solo puede ser empleado en tiempo de guerra, ya que interferir las comunicaciones de satélites enemigos podría ser interpretado como un acto de agresión hostil. Obviamente, su papel sería más disuasivo que otra cosa, un síntoma adicional de la nueva Guerra Fría que nos ha tocado vivir. ¿Tendrá mejor suerte el satélite militar nuclear que el remolcador nuclear civil?

Referencias:

  • http://izvestia.ru/news/629623


115 Comentarios

  1. Este tipo de satelite posiblemente este pensado para contrarrestrar la proliferacion del uso de drones militares, que dependen mucho del tema comunicacion y del GPS.

  2. Me parece patético que se justifique cobrar esa burrada por ver un artículo que debería estar al alcance de todos para avanzar en el pensamiento científico.La cultura no puede ser gratis, habrase visto éstos rojos…Es como el tema de los museos públicos, que son de pago la gran mayoría.Claro que según los LET deberían pasar a manos privadas,por supuesto.
    Centrándome en el tema del post, como decía Stewie, rublos no faltarán para cualquier proyecto que sirva para asegurar la existencia de Rusia como país independiente no sometido al Imperio.
    Con el desarrollo de los vehículos hipersónicos en los ICBM ya está dando un gran paso.
    Me gustó mucho la entrada de Daniel sobre cómo sería un hipotético lanzamiento de un ICBM ruso. Con los pocos datos que hay sobre éstos vehículos hipersónicos, ¿ se podría atrever a explicarnos un poco de la física que rodea a éste tipo de lanzamientos y reentradas?
    Muchas gracias Daniel por tu blog.
    Un saludo a todos,en especial a Stewie con el que estoy de acuerdo en muchos temas.

    1. Creo que la gente deberia hablar sobre cosas que conoce, de lo contrario no vamos a ningún sitio.
      A ver, un autor puede publicar un artículo en revistas cientificas que son públicas y /o gratuitas (algunas on line como PLOS=Public Library of Science ) o enviarlas a revistas privadas como Science (de la Sociedad Americana para el avance de la Ciencia ) o Nature (de Mcmillan press).
      Cada revista tiene un «índice de impacto» que refleja su categoria desde hace 100 años; es así como torear en Villabajo o en las Ventas de Madrid para que me entiendas.
      Si trabajas para la ESa o la NASA en misiones importantes publicas en ina de estas, una vez concluido el estudio.Déjate de «estos rojos2 y chorradas similares porque rusos, chinos y cualquiera que pueda publica en esas revistas, antes que en las gratis o en las de su pais.
      Espero que esta explicacion termine con estos debates sin sentido.
      Saludos a los seguidores del blog.

      1. Como no se va a ningún sitio es justificando que algo debe ser como es ahora simplemente porque así es como se hace ahora. Que a los científicos que trabajan con dinero público les permitan publicar en revistas privativas no es en absoluto justificación de que así es como deben hacerse las cosas. Eso es un razonamiento circular.

        Si todos los ciudadanos hemos pagado esa investigación, qué menos que todos los ciudadanos podamos tener acceso a ella. Eso por sí sólo justificaría que se publicara con libre acceso toda investigación pública. Pero es que, además, cuantas menos restricciones se pongan al acceso al conocimiento, más frutos dará ese conocimiento. Un ejemplo de hace poco: http://www.nature.com/nature/journal/v533/n7602_supp/full/533S60a.html

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Por Daniel Marín, publicado el 6 septiembre, 2016
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