Proyecto Argo: una nave tripulada rusa alrededor de Venus y Marte en 2022

Por Daniel Marín, el 26 abril, 2016. Categoría(s): Astronáutica • Marte • Rusia • Sistema Solar • Venus ✎ 128

El año pasado comentábamos una curiosa iniciativa rusa para enviar una nave tripulada alrededor de Marte y Venus en 2021 aprovechando una inusual y muy favorable ventana de lanzamiento. En los últimos meses el proyecto ha evolucionado y ahora se llama Argo, aunque los cambios no afectan al nombre únicamente.

sasa
Argo, una nave tripulada rusa para sobrevolar Marte y Venus.

El plan inicial pasaba por el empleo de una nave europea ATV fuertemente modificada con una cápsula SA Soyuz en su interior (!) que sería situada en una órbita de escape gracias a cuatro etapas Briz-M acopladas entre sí. Este esquema resultaba muy poco realista, así que el equipo liderado por Aleksandr Khokhlov ha realizado algunas modificaciones. La nave Argo seguirá estando basada en el ATV europeo, pero incorporará equipos rusos en mayor o menor medida dependiendo del grado de colaboración con la ESA. En la parte frontal Argo dispondría de un nodo parecido al futuro módulo ruso Prichal del segmento ruso de la ISS, así como una variante del módulo panorámico Cupola.

El plan actual sería el siguiente: primero se lanzaría la nave Argo sin tripulación mediante un Protón-M en una órbita baja terrestre. La ESA podría aportar un Ariane 5 para este lanzamiento, en cuyo caso no sería necesario desarrollar una nueva cofia de cinco metros de diámetro para el Protón. Un mes después se lanzaría una etapa superior —se barajan varios diseños— con combustible que se acoplaría en órbita a la Argo. En los dos o cuatro meses siguientes despegarían dos cargueros adicionales que llenarían los depósitos de esta etapa superior. Luego despegaría una nave Soyuz modificada para vuelos interplanetarios con dos cosmonautas a bordo. Por último, una etapa criogénica KVTK sería puesta en órbita por un Angará A5 desde Vostochni (desde una rampa que todavía no se ha construido).

Módulos de la nave Argo en órbita terrestre.
Partes de la nave Argo en órbita terrestre.
Dimensiones de Argo.
Dimensiones de Argo.
adad
Detalle de la parte frontal de Argo.

Argo dejaría la órbita terrestre entre el 17 y el 23 noviembre de 2021 y el 4 de abril de 2022 sobrevolaría Venus. La órbita de Argo se modificaría de tal forma tras el sobrevuelo que el 12 de octubre de ese mismo año pasaría también por Marte. La pareja de cosmonautas serían los primeros seres humanos en viajar más allá de la órbita lunar y visitar dos planetas, aunque sea desde la órbita. Las vistas de Venus y Marte desde la Cupola prometen ser alucinantes, aunque el espectáculo duraría unas pocas horas en cada sobrevuelo. La misión podría desplegar una sonda de pequeño tamaño en ambos planetas si el presupuesto lo permite. El regreso de la tripulación a la Tierra tendría lugar el 27 de junio de 2023 tras haber pasado 600 días en el espacio, todo un récord. La nave Soyuz debería tener una cápsula con un escudo térmico reforzado para permitir reentradas atmosféricas a 11 km/s, así como un equipo de comunicaciones mejorado y un sistema de control de temperatura mejorado para soportar las distintas condiciones térmicas que se dan en la órbita de Marte y en la de Venus.

asas
Configuración de lanzamiento de Argo.
sas
Argo sobrevolando Venus.

En los Estados Unidos también surgió hace tres años un proyecto muy parecido llamado Inspiration Mars apadrinado por el millonario y turista espacial Dennis Tito, pero ha caído casi en el olvido en medio de la total indiferencia de la NASA. El proyecto Argo no tiene por ahora ninguna posibilidad de salir adelante, en tanto en cuanto necesita de la colaboración de la ESA para suministrar un ATV modificado —una nave que ya no se fabrica— y otros elementos de la misión. El clima político actual tampoco favorece precisamente una misión espacial ruso-europea, y menos aún una que debe estar lista en cinco años. No obstante, como alimento para la imaginación es ciertamente sugerente.

Un emblema de la misión.
Un emblema de la misión.

Referencias:

  • https://boomstarter.ru/projects/28945/proekt_pilotiruemoy_missii_po_oblyotu_venery_i_marsa/


128 Comentarios

  1. Y aunque este proyecto no saliera adelante, que otras opciones existen para aprovechar igualmente esa ventana de lanzamiento? En segundo lugar, hay ya algún plan de Roscosmos para explorar Marte o Venus en los próximos 5/7 años mediante sonda/rover aparte de ExoMars? espana

  2. Para los que dicen que la ISS NO orbita dentro del campo magnético de la Tierra:

    Gráfico que muestra la extensión de la magnetosfera terrestre y la situación de las órbitas más habituales:

    https://es.wikipedia.org/wiki/Magnet%C3%B3sfera_de_la_Tierra#/media/File:Van_Allen_Radiation_Belt_Model_shown_with_2_VA_Probes.jpg

    Y por supuesto el propio artículo:

    https://es.wikipedia.org/wiki/Magnet%C3%B3sfera_de_la_Tierra

    Donde puede leerse:

    «La forma de la magnetósfera está definida por la intensidad del viento solar, y la intensidad del campo magnético, por tanto tiene mucha variabilidad. Si no existiese viento solar, las líneas magnéticas de la tierra se expandirían sin límite (teóricamente hasta el infinito). Pero bajo la presión del viento solar, la magnetósfera es muy comprimida. Allí donde termina se denomina «magnetopausa», y en la dirección del sol está aproximadamente a unos cien mil kilómetros de la superficie. Sin embargo, en la dirección contraria al sol, se expande muchísimo, hasta cerca a un millón de kilómetros,6 por lo que esa frontera forma una figura en forma de elipsoide»

    Pero claro, la ISS no está dentro del campo magnético de la Tierra… 😉

    1. Yo creo que te has metido en una discusión absurda con el campo magnético de la Tierra y demás cuando lo realmente importante es que el Curiosity midió la radiación en su trayecto hacia Marte y los resultados dijeron que eran cantidades de radiación asumibles por cualquier astronauta (que no volviera a salir al espacio, claro)

      1. Lo del campo magnético es absurdo… Impresionante.

        Bueno, pregúntale a Antonio en qué se basa para decir que la ISS NO está protegida por el campo magnético de la Tierra. Porque a parte de trolear y decir simplezas no ha aportado ni un solo dato que apoye su afirmación.

        Sobre los rayos cósmicos, te remito a las palabras de Daniel que he puesto mas abajo:

        «La mayoría de rayos cósmicos también son protones (90%) y partículas alfa (8%), pero aproximadamente un 2% son núcleos pesados. Como veremos, ese 2% resulta especialmente problemático de cara a los vuelos espaciales tripulados. Eso sí, el número de rayos cósmicos por unidad de tiempo -es decir, el flujo- es muy inferior al del viento solar o los protones de los SPE, lo que minimiza enormemente su peligrosidad. Afortunadamente, un gran número de rayos cósmicos son desviados por los campos magnéticos del Sol y de la Tierra.»

        Un 2% de núcleos pesados. Eso puede parecer poco, pero es una exposición permanente y en cualquier momento puedes sufrir una «embestida» de cualquier fuente cósmica. Si hay tormenta solar, puedes estar protegido de esos nucleos, pero si no la hay, no. Y que unas mediciones en UNA misión hayan dado resultados tolerables no significa que eso vaya a ser así siempre.

        TODOS LOS ESPECIALISTAS están de acuerdo en la necesidad de dotar a las naves tripuladas interplanetarias de sistemas de protección radiológica activos y pasivos. TODOS, ya sean de la NASA, de la ESA o de Roscosmos.

        Personalmente creo mas en su palabra que en las afirmaciones sin fundamento de Antonio.

    2. «Para los que dicen que la ISS NO orbita dentro del campo magnético de la Tierra»

      ¿Ahora discutes contigo mismo? ¿Oyes voces en tu cabeza?

        1. MIENTES. YO NUNCA HE DICHO ESO.

          Y el que ha dado datos he sido yo, y muy simples; medida de radiación en un viaje a Marte y medida de radiación en la ISS. Tú te has limitado a dar opiniones. Una simple división permite hasta a un niño de cinco años ver que lo que he dicho es cierto, que la radiación en el espacio interplanetario es aproximadamente el doble que en la ISS, lo cual significa que la única protección que tiene la ISS es cuando la Tierra tapa el Sol, algo que pasa (¡sorpresa!) justo la mitad del tiempo.

          1. Repito aquí TEXTUALMENTE lo que tú has dicho más arriba:

            » La ISS no está protegida por el campo magnético de la Tierra. La única protección es el efecto pantalla del propio planeta al tapar el Sol, nada más.»

            Lamentablemente para tí, aquí los comentarios no pueden editarse.

  3. Otro powerpoint-project más. Sinceramente, estoy seguro de que con la tecnología actual se puede hacer una misión así, pero también estoy seguro de que sería una misión suicida. Siempre lo digo, el problema no es la nave en sí, el problema es que ante cualquier problema crítico, tipo Apolo 13 por ejemplo, la Tierra, no está ahí abajo para que puedas subirte a una Soyuz y bajar. Y cuanto más tiempo dure un viaje más probabilidades hay de que se desarrolle un problema serio.

    1. Exacto. Ese es el gran problema. Aún suponiendo que solventemos el problema de la protección radiológica (algo que se hará antes o después) y que dispongamos de sistemas de propulsión que recorten los vuelos de meses a semanas (y que permitan abortar una misión en cualquier momento y regresar a Tierra), las naves tripuladas deberán llevar, sí o sí, un completo sistema de medicina y cirugía espacial, ya con robots, ya con médicos, y toda una «clínica» a bordo para poder enfrentarse a cualquier problema.

      Y lo mismo vale para averías técnicas: se quiera o no, será necesario disponer de piezas de repuesto y sistemas redundantes. Es por eso que en algunas propuestas de los 60 y 70 de misiones tripuladas a Marte se pensaba en enviar dos naves por seguridad.

      y por favor, que nadie vuelva a hablar de los viajes marítimos del período XVI-XIX. Al menos mientras un astronauta no pueda meterse, como Ripley, en un módulo de escape y salir zumbando de la nave nodriza.

      1. Pues yo creo que si se pueden comparar ambas empresas Hilario por el hecho de afrontar lo desconocido y con recursos limitados aparte de lo difícil de un retorno en caso de problemas. emprender esta aventura seria muy dificultosa pero ahora tenemos la ventaja de que si sabemos adónde vamos, el entorno y lo que nos encontraremos en el trayecto las dificultades están ahí y no son insalvables solo Hase falta disposición y recurso

  4. Para nuestro experto en radiación espacial, el inefable ANTONIO:

    Veamos lo que decía en este blog Daniel en una de sus excelentes entradas allá por marzo de 2011:

    danielmarin.naukas.com/2011/03/23/la-radiacion-en-el-espacio/

    «Todos los astronautas reciben importantes dosis de radiación durante el transcurso de un vuelo espacial. Aunque no constituye un obstáculo importante para misiones de corta duración, la radiación se convierte en un inmenso problema si queremos vivir en el espacio de forma indefinida o viajar por el Sistema Solar. De hecho, para muchos es el problema de la exploración espacial por excelencia (…) La radiación ionizante a la que se ve sometido un astronauta tiene tres orígenes posibles: el Sol, los rayos cósmicos y los cinturones de radiación terrestres. Repasemos brevemente las características de cada fuente de radiación espacial.»

    «El Sol: (…) El problema es que el Sol escupe de vez en cuando grandes cantidades de partículas altamente energéticas. Estas “tormentas solares” reciben el nombre de Sucesos de Partículas Solares o SPE (Solar Particle Events) (…) Los efectos de un SPE en el cuerpo humano son mucho peores que los ocasionados por el viento solar. Y mucho. Digamos que no te gustaría estar en el espacio exterior sin protección durante un suceso así, a no ser que quieras ser irradiado con dosis potencialmente letales (1-4 Sv). Por fortuna, los SPE son muy raros.»

    «Rayos Cósmicos: Dotados de un nombre misterioso, los rayos cósmicos o GCR (Galactic Cosmic Rays) son partículas que se originan en los rincones más exóticos de nuestra galaxia. La mayoría fueron creados hace millones de años por alguna explosión de supernova o en el disco de acreción de un agujero negro y han recorrido miles de años luz antes de llegar a nuestro Sistema Solar.

    A diferencia del viento solar, sus energías son muy variables, pero lo que nos interesa es que pueden alcanzar hasta 10 GeV por nucleón, entre diez y veinte veces más que un protón emitido por el Sol. Esto significa que algunas partículas se mueven casi a la velocidad de la luz. La mayoría de rayos cósmicos también son protones (90%) y partículas alfa (8%), pero aproximadamente un 2% son núcleos pesados. Como veremos, ese 2% resulta especialmente problemático de cara a los vuelos espaciales tripulados. Eso sí, el número de rayos cósmicos por unidad de tiempo -es decir, el flujo- es muy inferior al del viento solar o los protones de los SPE, lo que minimiza enormemente su peligrosidad. Afortunadamente, un gran número de rayos cósmicos son desviados por los campos magnéticos del Sol y de la Tierra.

    Cinturones de radiación: Estrictamente hablando, los cinturones no son una “fuente” de radiación propiamente dicha, ya que están formados por partículas energéticas atrapadas en el campo magnético de nuestro planeta. El origen de estas partículas son los rayos cósmicos o el viento solar (…) En principio basta con mantenerse en órbitas por debajo de los 500 kilómetros de altura si queremos evitar los efectos de los cinturones de radiación. Lamentablemente, el campo magnético de nuestro planeta presenta una distorsión que permite la penetración de los protones del cinturón de radiación a alturas inferiores sobre una región situada frente a las costas de Brasil (35º S y 35º O). Esta región recibe el apropiado nombre de “Anomalía del Atlántico Sur” (SAA, South Atlantic Anomaly) y afecta a todas las misiones espaciales tripuladas cuya inclinación orbital sea superior a los 30º, como es el caso de la estación espacial internacional (ISS). La mayor parte de la radiación recibida por los tripulantes de la ISS se debe a esta anomalía.

    (…) Si nos limitamos a las misiones en órbita baja terrestre (LEO), el campo magnético de la Tierra nos protegerá de los SPE y los rayos cósmicos, pero deberemos sufrir los efectos de los cinturones de radiación. Por el contrario, las misiones fuera de la Tierra deberán resistir el envite de los SPE y rayos cósmicos. Durante el mínimo de actividad solar las probabilidades de sufrir un SPE son mínimas, pero a cambio disminuye la intensidad del campo magnético solar y se dobla el número de rayos cósmicos que llegan al interior del interior del Sistema Solar.

    La gran mayoría de astronautas ha viajado a la órbita baja terrestre (LEO), donde predominan los efectos debidos a los cinturones de radiación. Las dosis en LEO dependen por tanto de la actividad solar. Dentro de la ISS suelen mantenerse en el rango de 0,4-1,1 mSv al día, incluyendo los efectos del blindaje. Las expediciones de larga duración permanecen seis meses en órbita, así que la dosis equivalente alcanza valores de 70-500 mSv al año.

    ¿Y esto es mucho o poco? Pues digamos que es bastante. La legislación en EEUU y otros países como España limita en 50 mSv la dosis anual máxima que puede recibir un trabajador en un ambiente sometido a radiación, aunque normalmente no se suelen superar los 2 mSv/año en estos puestos de trabajo (…)

    ¿Cómo defendernos de la radiación?: Aunque suene a perogrullo, la mejor defensa es realizar vuelos espaciales de corta duración. Esta sencilla técnica permitió limitar la dosis recibida por los astronautas de las misiones Apolo a pesar de que viajaron fuera de la protección de los cinturones de radiación. Las probabilidades de que tenga lugar un SPE en una misión de unos pocos días es mínima. Es lo que se denomina “protección estadística”.

    No obstante, en el caso de una misión a Marte no nos queda más remedio que lidiar con estos inconvenientes. A no ser que utilicemos métodos de propulsión revolucionarios, la duración de un viaje al planeta rojo es lo suficientemente larga como para sufrir fácilmente uno o dos SPE durante el transcurso de la misión. Por si fuera poco, los rayos cósmicos -prácticamente insignificantes en los vuelos orbitales- cobran una enorme relevancia en estas misiones interplanetarias de larga duración (…) es obvio que una nave marciana debería estar dotada de un “refugio” especial para proteger a los astronautas de los SPE (…) el empleo de varias capas de polietileno (hidrocarburo rico en hidrógeno) y agua se cree que es la mejor forma de proteger a los tripulantes de una nave, al menos en el caso de los SPE. Otra opción sería incluir un blindaje activo mediante campos magnéticos o electrostáticos. Sin embargo, este sistema consume mucha energía, haciendo necesario el empleo de reactores nucleares o gigantescos paneles solares. Además, tampoco ofrece una protección total contra los núcleos pesados más energéticos.

    Sin blindajes activos, la dosis de radiación en un viaje a Marte sería de uno o dos sievert como mínimo, claramente por encima de los límites actuales de la NASA.»

    —-

    Pero bueno, todo esto son disquisiciones teóricas, ¿verdad, Antonio? Al fin y al cabo, todo el mundo sabe que la ISS no está protegida por el campo magnético de la Tierra…

      1. ¡¡Qué perra con las medidas de radiación de la CURIOSITY!!
        Por favor, que hasta los mismos responsables de esas tomas de datos se han mostrado CAUTOS.

        Los datos están en:

        C. Zeitlin et al.: «Measurements of Energetic Particle Radiation in Transit to Mars on the Mars Science Laboratory». Science 340, 31 de mayo de 2013.

        Y resumiendo dicen:

        «Los resultados han servido para deducir que la dosis equivalente que recibiría un astronauta solo durante el viaje de ida y vuelta, sin contar la estancia y con los blindajes antirradiación y sistemas de propulsión actuales, sería de unos 0,66 sievert (Sv). El tiempo en la superficie marciana podría aumentar considerablemente esta cifra.

        La dosis equivalente mide el efecto de las radiaciones sobre los tejidos biológicos, y la exposición prolongada a dosis de 1 Sv se asocia con un aumento del 5% en el riesgo de padecer un cáncer mortal, según diversos estudios. De hecho las agencias espaciales proponen que las tripulaciones no superen ese valor.

        Por comparar, la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP) y la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) recomiendan no superar una dosis de 0,1 Sv al año en las instalaciones terrestres. Los tripulantes de la Estación Espacial Internacional, por ejemplo, también lo cumplen.

        “Dejamos a otros la valoración sobre qué niveles de riesgo son aceptables en las misiones tripuladas”, comenta a SINC el autor principal del estudio, Cary Zeitlin, del Southwest Research Institute (EEUU), que subraya: “El trabajo de nuestro equipo es tomar las mejores medidas posibles para que las personas que tengan que tomar las decisiones dispongan de una información muy precisa”.

        Lo que sí destaca el científico son las dos formas de radiación que supondrán un riesgo para la salud en los largos viajes espaciales: la dosis baja pero constante de rayos cósmicos galácticos (GCR) y la posible exposición súbita a las partículas energéticas solares (SEP) procedentes de una llamarada del Sol.

        “Un evento SEP podría causar grandes problemas en una misión a Marte, pero estadísticamente es algo poco probable, además de que las naves espaciales para estos viajes contarían con un ‘refugio frente a la tormenta’, un pequeño habitáculo bien blindado donde la gente pudiera cobijarse”, señala Zeitlin.

        “Por otra parte, el daño biológico de la exposición a los iones pesados de los GCR ​​todavía no se conoce bien, por lo que es difícil protegerse de este tipo de partículas –añade–. Por tanto, yo diría que estos rayos cósmicos galácticos suponen el problema más grande”.

        Respecto a las formas de protegerse frente a la radiación, el investigador recuerda los tres métodos que se aplican en la Tierra: “A las personas que trabajan en instalaciones terrestres con fuentes de radiación se les enseña que hay tres puntos clave: maximizar la distancia a la fuente, poner un blindaje protector entre medias y reducir al mínimo el tiempo de exposición”.

        ¿Viajes más cortos?

        Según Zeitlin, la primera medida no tiene sentido en el espacio porque la fuente está en todas partes, y el blindaje ayuda solo un poco, por lo que minimizar el tiempo de exposición es lo que realmente ayudaría: “Esto significa que lo mejor sería desarrollar sistemas de propulsión más rápidos para hacer el viaje más corto”.

        Los científicos también proponen e investigan el desarrollo de contramedidas frente a la radiación, como medicamentos o suplementos nutricionales que los tripulantes pudieran tomar durante el largo viaje.

        agenciasinc.es/Noticias/Curiosity-revela-que-los-exploradores-de-Marte-absorberian-altas-dosis-de-radiacion

        Pero vamos, que las palabras del CIENTÍFICO RESPONSABLE DEL ANÁLISIS DE LOS DATOS DE RADIACIÓN DEL CURIOSITY no valen para nada ¿verdad? ¡¡Claro!! Porque va en contra de vuestras fantasías y vuestros sueños. Que la realidad no nos los estropee.

        Os pongáis como os pongáis, hay una evidencia científica INCONTESTABLE: los rayos cósmicos suponen un problema para los vuelos espaciales tripulados de larga duración. Sólo hay una forma e resolverlo: viajes más rápidos y contramedidas activas.

        Esto es lo que hay.

        1. Sigues obcecado. Después del viaje también ha medido sobre la superficie de Marte y ahí las dosis son similares a las que se miden en la ISS.

          Y las dosis permitidas en astronautas son superiores a lo que apuntas, para un astronauta varón en la madurez son 2.5 sievert. Mucho más que lo medido por el curiosity.

          Esa es la realidad, los datos reales. Y hay que ceñirse a ellos.

          1. Lo que tú digas, gran científico:

            «Los astronautas sometidos a radiación espacial pueden sufrir daños cerebrales»
            efe.com/efe/america/tecnologia/los-astronautas-sometidos-a-radiacion-espacial-pueden-sufrir-danos-cerebrales/20000036-2601382

            «La radiación cósmica, uno de los grandes peligros de la exploración espacial» (informe de Consejo Nacional de Investigación de EEUU)
            elmundo.es/elmundo/2006/10/26/ciencia/1161874887.html

            El gran dilema de una misión tripulada a Marte: la radiación»
            Los datos del estudio revelaron que la dosis de GCR es equivalente a someterse a un escáner de cuerpo entero en un hospital cada cinco días.
            http://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/05/130531_salud_radiacion_marte_tripulado_gtg

            «Influencia de la actividad solar en las misiones espaciales»
            iac.es/gabinete/difus/ciencia/soltierra/3.htm

            «Ratas expuestas a dadiación cósmica avisan de los riesgos de ir a Marte»
            scientificamerican.com/espanol/noticias/ratas-expuestas-a-radiacion-cosmica-avisan-de-los-riesgos-de-ir-a-marte/

            En fin… La bibliografía, tanto científica como divulgativa es ABRUMADORA. ¿No te la crees? Es tu problema

            Pero nada, podéis segur obcecados agarrándoos a una mala interpretación de los datos de una sonda marciana que NO incluye los datos de radiación en la superficie en un vuelo que no sufrió ninguna tormenta solar ni a lo peor de la eadiación cósmica. Y esompese a lo dicho por el propio encargado del análisis de datos.

            De verdad, ¿tenéis ALGUNA idea de lo que supone enfrentarse a una irradiación equivalente a un escáner médico completo cada cinco días? Porque eso sería lo que se recibiría continuamente durante TODO el viaje: el equivalente a 36 sesiones de escaner en un viaje de 180 días… Y si todo va bien y no hay tormentas solares ni erupciones gamma.

            Pero nada, oye: esos científicos son unos ignorantes ¡Qué sabrán ellos!!

            No dudo que lleguemos a Marte y mas allá. Llevo cuarenta años esperando ver esa misión, desde que era un crío. Como lector y escritor de ciencia ficción ya he hecho esos viajes. No me cabe duda de que mi hijo y mis nietos verán al hombre viajar a Marte, a alguna luna de Júpiter y a Saturno. Pero lo harán en naves RÁPIDAS movidas por motores de plasma o de antimateria y dotadas de la última tecnología de protección radiológica.
            Pero hoy por hoy no es posible.

  5. Hoy por hoy, no veo ningún beneficio en los viajes tripulados para la humanidad ni para nuestro entorno. Al contrario, con una astronáutica al servicio del capital y de los militares, el tener sicarios ahí arriba me da mala espina.
    La relación con el espacio exterior debería estar controlada democráticamente por todos los habitantes de la Tierra.

    1. fisvi eso que tu dices también lo decía mucha gente hace siglos quienes no estaban de acuerdo con los viajes de exploración oceanicos lo veían innecesario y muy peligroso y que mejor era aprovechar esos recursos para mejorar el entorno de la viaja patria. pero ya tu salves lo que la historia se encargó de responderle a los que pensaban así como tu piensas

      1. Yo si estoy de acuerdo con los viajes de exploración espaciales. Además creo que son un patrimonio de la humanidad que no debe quedar en manos privadas ni de ejércitos de países no democráticos.

      2. En cuanto a si deben ser tripulados esos viajes de exploración, creo que nos falta mucho para hacerlos seguros y útiles. Me parece triste que un astronauta arriesgue su vida para hacer más rico a un multimillonario o para que un dictador tenga aún más poder.

        1. Ya la están arriesgando en la ISS, y además para nada o casi nada. Sinceramente, para ver crecer lechugas en ingravidez, mejor que los manden a explorar Marte. Y un humano tiene muchíiiiiiisima ventaja con respecto a un robot. Un ejemplo muy sencillo: la velocidad media de la Curiosity es de 30 metros por hora.

          1. Ya, y dime:
            ¿Cuánto oxígeno consume el Curiosity?
            ¿Cuánta agua?
            ¿Cuánta comida?
            ¿Cuántas horas necesita dormir?
            ¿Se pone enfermo el Curiosity?
            ¿Cuánto tiempo puede estar expuesto a la radiación en superficie?
            ¿Se cabrea con sus compañeros?
            ¿Echa de menos a su familia?
            ¿Necesita volver a la nave para cambiarse los pañales?
            ¿Tiene miedo?

            Responde.

            El Curiosity no es nada comparado con los robots semiinteligentes que mandaremos a Marte o a otros mundos en un par de décadas o tres. No necesitarán una constante supervisión desde Tierra, explorarán siguiendo su programa y su iniciativa.

            Ese es el futuro. No os engañéis. La presencia humana en el espacio profundo será anecdótica. Por cada humano habrá cien robots.

          2. «¿Cuánto oxígeno consume el Curiosity?
            ¿Cuánta agua?
            ¿Cuánta comida?
            ¿Cuántas horas necesita dormir?
            ¿Se pone enfermo el Curiosity?
            ¿Cuánto tiempo puede estar expuesto a la radiación en superficie?
            ¿Se cabrea con sus compañeros?
            ¿Echa de menos a su familia?
            ¿Necesita volver a la nave para cambiarse los pañales?
            ¿Tiene miedo?»

            ¿Y por qué no mandamos una piedra? No necesita electricidad, es cien mil millones de veces más barata, no se desgasta, … TODO SON VENTAJAS.

          3. Antonio, la brillantez de tu refutación de mi comentario me deja sin palabras.

            Lo reconozco: eres un genio. Tus aportaciones al conocimiento científico humano no tienen parangón.

            Tienes mi admirado y genuflexo respeto.

          4. Aquí el único mentiroso es un fulano (tú) que dice (tras haberlo escrito y que está ahí arriba para que lo lea todo el mundo que:

            » La ISS no está protegida por el campo magnético de la Tierra. La única protección es el efecto pantalla del propio planeta al tapar el Sol, nada más.»

            ESO LO HAS ESCRITO TÚ. Por más que ahora quieras negarlo.

            Has metido la pata, te has equivocado ¿Qué problema tienes en reconocerlo?

          5. Eso no es lo que has citado multitud de vez en este hilo, puto mentiroso. Paso de seguir alimentando a un trol.

  6. Buenas de nuevo, me gustaría apuntar algo sobre el parecido entre los grandes viajes oceánicos de los siglos XV al XIX y los viajes espaciales (tripulados o no). Pienso que ese paralelismo está muy bien traido porque, aunque los navegantes de la antiguedad disfrutaban del aire libre y no estaban encerrados, se enfrentaban a problemas propios de la época y realmente graves para su»misión», creo que fue Antonio el que más arriba ponía un ejemplo muy bien traido, al que podríamos añadír otros. Cada medio en cada época tiene sus peligros y para el éxito de una empresa expedicionaria son proporcionalmente igual de graves, repito, cada uno en su contexto.

    No hay más que volver a visualizar uno de los mejores capítulos de Karl Sagan en su serie «Cosmos»: «Historias de viajeros», lo recomiendo vivamente a todos los aficionados, habla de los navegantes holandeses y sus herederos: los que algún día navegarán hacia las estrellas…

    1. Bueno, Santiago, eso es ya una cuestión de momento subjetiva. Insisto en que yo veo mas similitud entre la tripulación de un submarino nuclear en patrulla o en misión de combate y la de una astronave interplanetaria que entre esta y la de una fragata de finales del siglo XVIII en misión científica por el Pacífico. Tanto los del submarino como los de la astronave estarán dependiendo de unos suministros limitados, sometidos a un continuo estres sabiéndose aislados de cualquier ayuda y dependiendo totalmente de la tecnología para seguir vivos.

      A mi me gusta mucho «Star Trek», pero ello no me impide reconocer que esta y otras series han contribuído a que la gente tenga una visión deformada de lo que es un viaje espacial☺

  7. Definitivamente a estos rusos lo que les falta en dinero les sobra en powerponismo
    esperemos que se pueda hacer reilada pero me párese que quedara en la historia como
    otro sueño no logrado

  8. ¿Pero es que no veis que todas estas propuestas de vuelos tripulados a Venus, a Marte, y similares solo son chorradas?. De los mas de 500 astronautas vivos no quedan ni media docena que hayan estado a mas de 0,3 millones de Km (La luna) en viajes de 10 dias, el resto solo sube a 400 Km. y luego baja, eso si con reavituallamientos frecuentes y cuando falla alguno saltan las alarmas.
    Que misiones interplanetarias de 500 a 600 dias son una entelequia; no hay nada desarrollado de mantenimiento de sistemas biológicos cerrados y autosuficientes.
    Que no tienen ninguna finalidad científica .
    China tiene entre manos desarrollos de cohetes medios y pesados que le llevará unos lustros dominar, Rusia se financia de vuelos para otros y posee un programa espacial raquítico (casi sin sondas ni satélites científicos ),EE UU se mueve en el desconcierto y los demás son comparsas.

Deja un comentario

Por Daniel Marín, publicado el 26 abril, 2016
Categoría(s): Astronáutica • Marte • Rusia • Sistema Solar • Venus