Cómo aterrizar en Europa o el largo camino para explorar la luna de Júpiter más fascinante

Por Daniel Marín, el 29 febrero, 2016. Categoría(s): Astronáutica • ESA • Júpiter • NASA • Rusia • Sistema Solar ✎ 37

En algún momento de este siglo una sonda se aterrizará sobre la superficie de Europa, la cuarta luna más grande de Júpiter. Debajo de una corteza de hielo de varios kilómetros de espesor nos espera un océano global que probablemente sea el lugar del sistema solar más favorable para la vida después de nuestro planeta. ¿Pero cómo llegar hasta la superficie de esta lejana luna? Aunque parezca increíble, ya se han diseñado los primeros vehículos capaces de explorar este mundo a ras de suelo. Un adelanto: no será fácil.

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Sonda rusa Laplace aterrizando en Europa (Roscosmos).

La casualidad cósmica ha querido que aterrizar en Europa sea comparable a descender sobre la Luna en términos energéticos. Ambos cuerpos tienen una aceleración gravitatoria superficial muy similar: 1,314 m/s2 para el caso de Europa y 1,62 m/s2 en el caso de la Luna (o lo que es lo mismo, el 13,4% de la gravedad terrestre). Además, los dos mundos carecen totalmente de una atmósfera digna de tal nombre. Esto significa que, si queremos aterrizar de forma más o menos suave, deberemos frenar nuestra velocidad hasta la superficie mediante el uso de cohetes. No resulta extraño por tanto que los problemas a los que debe hacer frente una misión de aterrizaje en Europa sean muy similares a los de una sonda lunar.

Pero las similitudes terminan aquí. Una sonda para la superficie de Europa se debe enfrentar a varios desafíos particulares. El primero es la radiación. Europa se encuentra bañada por un flujo continuo de partículas cargadas atrapadas por la monstruosa magnetosfera de Júpiter. A pesar de que las dosis de radiación son considerablemente inferiores a las que se encuentran en la órbita de la volcánica luna Ío, son lo suficientemente altas como para matar en cuestión de días a un ser humano que no esté protegido adecuadamente. Para que nos hagamos una idea, la dosis a la que está sometido un satélite en órbita geoestacionaria ronda el medio millón de rads en quince años de misión, mientras que en un orbitador alrededor de Europa alcanzará unos tres millones de rads en nueve años. Es decir, nos veremos obligados a usar componentes resistentes a la radiación y/o a usar un blindaje adecuado para los componentes electrónicos, lo que se traduce en un mayor peso de la sonda. Afortunadamente, una sonda recibirá menos radiación en la superficie que en órbita, ya que la propia masa de la luna actuará como escudo contra las partículas de la magnetosfera. Por ejemplo, para una misión de un par de meses la dosis recibida por una sonda de superficie puede ser inferior a los cien mil rads.

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Dosis de radiación recibidas por un orbitador (azul) y una sonda de superficie en Europa (NASA).

La siguiente dificultad tiene que ver con la temperatura. Mientras que la Luna experimenta unos cambios térmicos que oscilan entre los 100º C y los -180º C, en la gélida Europa nos encontramos un rango que va desde los -160º C a los -220º C. Una ventaja, eso sí, es que los contrastes térmicos son más llevaderos que en la Luna. Nuestro satélite sufre un caluroso día de dos semanas seguido de una fría noche con una duración similar, pero Europa gira alrededor de su eje cada 3,5 días, también denominados ‘eurosoles’. Por cierto, es lo mismo que tarda en dar una vuelta alrededor de Júpiter, ya que su rotación está sincronizada y siempre muestra la misma cara hacia el gigante joviano. Si no queremos que nuestra nave se congele —especialmente determinados componentes como los paneles solares— deberemos emplear un material aislante adecuado y algún tipo de sistema de calefacción, bien eléctrico o a base de algún isótopo radiactivo, como los RHUs de plutonio-238 que emplea la NASA en varias sondas (Cassini, Opportunity, Curiosity, etc.).

Aterrizar aquí no será fácil (NASA).
Aterrizar aquí no será fácil (NASA).

Y ya que hablamos de plutonio, otro problema que deberemos resolver será la energía. Si queremos usar paneles solares, más baratos, no podemos olvidarnos de que Júpiter se encuentra cinco veces más lejos del Sol que la Tierra, por lo que los paneles solares deberán ser mucho más grandes para generar la misma potencia eléctrica que en nuestro planeta (por no hablar del problema de cómo afectan las bajas temperaturas a los paneles). El uso de generadores de radioisótopos (RTGs) es una buena opción, pero teniendo en cuenta su alto coste, para una primera misión a la superficie que efectúe un reconocimiento inicial lo mejor es que lleve baterías convencionales.

Algunas especies químicas presentes en la superficie de Europa (NASA).

¿Esto es todo? Pues no. Además de todos estos factores debemos añadir el impacto de la distancia a la que se encuentra Júpiter en las comunicaciones —lo que obliga al empleo de antenas de mayor tamaño si no disponemos de otra nave que retransmita los datos desde la órbita— y los estrictos protocolos de descontaminación a los que debe someterse la sonda para evitar llevar a algún microorganismo terrestre como polizón a bordo. Y es que una sonda que aterrice en Europa está clasificada como Categoría IV de acuerdo con la Oficina de Protección Planetaria de la NASA, solo superada por una misión de retorno de muestras a la Tierra procedentes de Marte, Encélado o la propia Europa (misiones de Categoría V).

Thera Macula, uno de los posibles lugares de aterrizaje para una sonda a Europa (NASA).

Bien, ¿entonces cómo podemos llegar a Europa? El primer paso, alcanzar Júpiter, es similar al de cualquier otra misión que quiera orbitar alrededor del gigante joviano. Primero deberemos llegar hasta el planeta gigante y situarnos en órbita, un proceso que puede requerir entre dos —trayectoria directa— y cinco años —usando asistencias gravitatorias con otros planetas—, dependiendo de la masa de nuestra nave y el vehículo lanzador. Una vez en órbita de Júpiter viene lo interesante.

Empecemos por la forma más simple de alcanzar la superficie de Europa, que no es otra que prescindir de cualquier sistema de frenado —o reducirlo al mínimo— y pegarnos un castañazo padre. Ni que decir tiene, esta técnica tiene la ventaja de de la extrema sencillez, pero a cambio la carga científica que podemos transportar es muy limitada. Este tipo de sondas se denominan ‘impactadores cinéticos’ por motivos evidentes y, dependiendo del grado de frenado, deben sobrevivir a un choque con la superficie de entre diez mil y cinco mil g. Es decir, estamos hablando de velocidades de ‘aterrizaje’ por encima de los 1000 km/h.

Ejemplo de penetrador para Europa o Ganímedes diseñado por la empresa británica SSL (SSL).
Ejemplo de penetrador para Europa o Ganímedes diseñado por la empresa británica SSL (SSL).

Un ejemplo de este tipo de naves es el penetrador —el nombre lo dice todo— CLEP propuesto por la ESA para viajar a bordo de la próxima sonda de la NASA que estudiará Europa desde la órbita. Como en la mayoría de diseños de penetradores, la parte frontal de la sonda se introduciría en la superficie para analizarla mientras la sección trasera se quedaría atrás para retransmitir los datos. Otro concepto todavía más curioso es JMI (Jovian Moon Impactor), una sonda cinética de la NASA con forma esférica que, con una masa de 59 kg (5 kg de instrumentos), sería capaz de funcionar durante dos o tres eurosoles.

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Penetrador europeo CLEP propuesto en 2015 (ESA).
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Concepto de sonda cinética de la NASA JMI (Jovian Moon Impactor).

Está claro que las sondas cinéticas son bastante limitadas, aunque están bien como complemento de alguna misión orbital. Para analizar en detalle la superficie europana necesitamos descender más suavemente, pero claro, el combustible significa masa y la masa en las misiones espaciales es más preciada que el oro (literalmente). Una solución de compromiso es la que llevaron a cabo los soviéticos con las sondas lunares Ye-6M (Luna 9 y Luna 13), que no es otra que llegar a la superficie con una velocidad reducida pero distinta de cero. Este tipo de ‘aterrizadores bruscos’ (rough landers) tiene la ventaja adicional de que no precisan de un sistema de guiado y navegación avanzado para aterrizar y tampoco es necesario conocer la zona de descenso con una gran resolución. No es sorprendente que algunas de las propuestas de este tipo recuerden a las sondas Ye-6 y también hagan uso de airbags para frenar el impacto final.

En 2005 la NASA estudió esta tecnología para usarla en la sonda nuclear JIMO del Proyecto Prometeo. En este caso la sonda —apodada Europa Pathfinder por el uso de airbags como la sonda marciana homónima— tenía una masa total de 221 kg (8,3 kg de carga útil) e incluía un cohete de combustible sólido Star 17 para el frenado inicial. Tres airbags se inflarían antes del impacto con la superficie para proteger a la sonda, que tendría una misión primaria de apenas un eurosol. Europa Pathfinder podría sobrevivir un impacto de hasta 600 g y tendría forma de disco, como la sonda marciana Beagle 2.

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Sonda Europa Pathfinder de ‘aterrizaje brusco’ del proyecto JIMO (NASA).

Pero si queremos estudiar en detalle Europa deberemos llevar instrumentos avanzados como espectrómetros de masas de alta resolución, sistemas de recogida de muestras, cámaras y demás parafernalia. Y si además ya conocemos la zona precisa en la que queremos aterrizar gracias a imágenes en alta definición desde la órbita, es evidente que la única alternativa es un ‘aterrizador suave’. Una posibilidad es emplear un sistema parecido al sky crane del gran rover marciano Curiosity, pero con un tamaño significativamente más reducido. La NASA estudió en 2005 para JIMO una sonda de estas características denominada ESSP (Europa Surface Science Package). La sonda, de 350 kg, debía frenar hasta los diez metros de altura y luego caer libremente, sufriendo un impacto no superior a los 40 g. Esta técnica presenta la ventaja de que el sistema de propulsión está situado en la parte superior de la nave y no interfiere con el descenso de la sonda.

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Sonda de la NASA de aterrizaje ‘casi’ suave para Europa de 2005 con el sistema de propulsión en la parte superior (NASA).

Para ir un paso más allá tenemos que posarnos delicadamente en la superficie (a menos de 4 km/h). Aparte de los estudios de 2005 de JIMO, la primera propuesta realista de sonda de este tipo específicamente diseñada para Europa fue la misión Cadmus de la NASA.

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Sonda Cadmus de aterrizaje suave en Europa (NASA).
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Instrumentos de Cadmus (NASA).

Concebida en 2005 a partir de los estudios para la misión JIMO, Cadmus era una sonda avanzada de 559 kg (con 19 kg de instrumentos) parecida a sondas marcianas como la Phoenix. La misión debía incluir dos sondas de aterrizaje gemelas que serían enviadas a Europa conjuntamente y que compartirían la misma etapa de frenado inicial de combustible líquido. La masa de la sonda al despegue sería de 3622 kg, es decir, equiparable a la de cualquier orbitador o sonda ‘de verdad’.

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Configuración de lanzamiento de Cadmus (NASA).

Es posible que el aspecto de Cadmus le suene a más de uno, ya que a partir de este concepto el JPL de la NASA desarrollaría la misión ELM (Europa Lander Mission) de 2012, una sonda desechada en favor del orbitador Europa Clipper actualmente en desarrollo. ELM estaba dividida en dos partes, una sección orbital con una cámara para cartografiar Europa y con el combustible para la inserción orbital alrededor de Júpiter y Europa por un lado, y la sección de aterrizaje propiamente dicha por otro. La sonda permanecería primero un mes en órbita de Europa fotografiando la superficie mediante la cámara de alta resolución para identificar posibles lugares de aterrizaje.

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Propuesta ELM de sonda de aterrizaje a Europa (NASA).

Posteriormente utilizaría un motor de combustible sólido para frenar la velocidad orbital de 1,4 km/s y descender hasta la superficie. La sonda caería libremente hasta los 4 kilómetros de altura hasta alcanzar una velocidad de unos 300 km/h, momento en el cual se encenderían nueve propulsores de hidrazina. En la fase final de aterrizaje se emplearía un radar láser LIDAR para identificar posibles obstáculos y permitir un aterrizaje de precisión en una zona de 10 x 10 metros. La velocidad final de descenso sería de unos 2 km/h como máximo. ELM sería capaz de estudiar la superficie de Europa durante uno o dos meses usando un brazo robot y un taladro para analizar muestras de hasta 30 centímetros de profundidad. Para garantizar un suministro eléctrico estable estaría equipada con dos generadores de radioisótopos de tipo Stirling (ASRG, un tipo de RTG cancelado hace algún tiempo por la NASA).

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Sonda ELM (NASA).
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Sonda ELM (NASA).
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Secuencia de descenso de ELM sobre Europa (NASA).

La misión ELM es hasta la fecha el proyecto de misión de superficie más avanzado, pero no es el único. Otro concepto de misión similar fue Europa-S/L, un proyecto de 2006 desarrollado por la agencia espacial alemana DLR. La misión consistía en un orbitador y una sonda de aterrizaje suave que serían lanzados conjuntamente y emplearían dos etapas de propulsión solar eléctrica (SEP) con motores iónicos. La sonda de aterrizaje tendría una masa de 375 kg en la superficie e incluiría 50 kg de instrumentos.

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Concepto de sonda a Europa del DLR de 2006 (DLR).
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Aterrizador y orbitador para Europa de 2006 (DLR).

En 2007 la agencia espacial rusa Roscosmos se subió al carro con una sonda a Europa que utilizaba el diseño de la malograda misión marciana Fobos-Grunt. La sonda, que hubiera podido formar parte de una misión orbital internacional más ambiciosa, debía tener una masa en la superficie de entre 5 y 15 kg, con unos 2 kg de carga útil. Se propuso añadir a esta nave un par de penetradores diseñados en el Reino Unido para complementar el retorno científico que impactarían a 1100 km/h contra la corteza de hielo de la luna.

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Sonda rusa para el estudio de Europa de 2007 (Roscosmos).
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Diseño original de la sonda rusa para el estudio de Europa (NASA).
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Carga útil del penetrador de diseño británico (SSL).
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Elementos del penetrador británico (SSL).

Un año más tarde, en 2008, nacería la ambiciosa misión EJSM (Europa Jupiter System Mission), que debía estar formada por el orbitador de la NASA JEO (Jupiter Europa Orbiter) para estudiar Europa y la sonda JGO (Jupiter Ganymede Orbiter) de la ESA, centrada en Ganímedes, la mayor luna de Júpiter. La agencia espacial japonesa JAXA se ofreció a participar con un orbitador para analizar la magentosfera joviana y Roscosmos pulió su propuesta de sonda de aterrizaje en Europa para incluirla a bordo de la misión JGO o como nave independiente. En principio la NASA no iba a incluir ninguna sonda de aterrizaje junto con JEO, aunque el JPL estudió varios conceptos, como es el caso de la sonda Endurance de 500 kg.

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Propuesta de sonda Endurance que debía viajar con la sonda JEO (NASA).

La misión EJSM fue bautizada como Laplace por la ESA, de ahí que a veces esta sonda rusa también se denomine así. Roscosmos estudió varias configuraciones de misiones con un orbitador y una sonda de aterrizaje independiente o consistente únicamente en un vehículo de aterrizaje. En la mayoría de casos se optó por añadir una etapa de propulsión SEP para reducir el tiempo de viaje hasta Júpiter. La misión EJSM sería cancelada tras la retirada unilateral de la NASA, que decidió olvidarse de JEO por culpa de su elevado coste. Pero la ESA seguiría en solitario con JGO, rebautizada en 2011 como JUICE (Jupiter Icy Moon Explorer) y  como resultado la misión rusa se metaforseó en una sonda de aterrizaje para Ganímedes, aunque tampoco saldría adelante.

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Diseño original de la sonda rusa para Europa o Ganímedes (Roscosmos).
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Fases de la misión rusa Laplace a Europa (IKI/Roscosmos).
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Sonda rusa Laplace para el estudio de Europa (Roscosmos/NPO Lávochkin).
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Configuración de Laplace con un orbitador (parte superior), la sonda de aterrizaje y una etapa SEP. Concepto de 2009 (IKI/Roscosmos).
Como vemos, los proyectos de sondas para estudiar la superficie de Europa se han sucedido en las últimas décadas de forma recurrente, pero sin que ninguna llegase a concretarse. Recientemente la NASA ha vuelto a considerar seriamente la posibilidad de desarrollar una misión de este tipo, aunque solo sea porque el Congreso estadounidense se ha empeñado en que salga adelante.
Por supuesto, todos estos diseños se corresponden a misiones iniciales de exploración. Si alguno imaginaba sondas con taladros capaces de perforar kilómetros de hielo con submarinos que exploren el océano interno de Europa —y la presencia de posibles europanos—, me temo que tendrá que esperar muuucho más. Pero no vale la pena desanimarse, porque ahora sabemos que una sonda que se limite a excavar unos pocos centímetros de la superficie sería capaz de determinar con un enorme grado de precisión las características y composición del océano. Por lo tanto, y aunque es muy posible que nunca veamos una sonda submarino navegar por Europa, al menos sabremos cómo es el océano de este fascinante satélite de Júpiter.
Nos quedan décadas para ver algo así (NASA).
Nos quedan décadas para ver algo así (NASA).

Referencias:

  • http://www.lpi.usra.edu/opag/Oct2011/lander_forum_presentations/Cooke.LanderForum.pdf
  • http://www.lpi.usra.edu/opag/europa2012/ES_2012_Report_D_Lander.pdf
  • http://www.tsgc.utexas.edu/archive/design/europa/
  • http://www.iki.rssi.ru/conf/2009elw/presentations/presentations_pdf/session7/Gowen_ELW.pdf
  • https://solarsystem.nasa.gov/docs/4_15RAGER.pdf
  • http://meetingorganizer.copernicus.org/EPSC2009/EPSC2009-615-1.pdf
  • http://www.lpi.usra.edu/meetings/lpsc2005/pdf/2197.pdf
  • http://www.mssl.ucl.ac.uk/planetary/missions/Cosmic_Vision_EJSM_Penetrators_DOI.pdf


37 Comentarios

  1. Tremendo post Daniel! Ojalá una misión de este tipo fuera internacional.
    Tengo una oregunta, ¿Qué pasó con el motor VASIMIR? ¿Ya murió? O sigue pendiente
    Saludos desde México!

    1. Creo que lo del VASIMR es un gran bluf. Sus requerimientos de energía para ser realmente una alternativa para abrir el Sistema Solar a vuelos de alta velocidad son descomunales. Siempre están diciendo que están a punto de probar el motor en el espacio (ISS) y nunca llega el momento.

      Hay propuestas de motores iónicos mucho más viables.

      1. con BNTR y HIPEP sería la caña para hacer esos viajes

        Y creo (reitero «creo») que el BNTR se podría sustituir por un reducido fusor de deuterio que generara neutrones (consumiendo energía, evidentemente) para fisionar residuos nucleares (puestos en derredor suyo) que ahora se desechan sin capacidad de fisionar por sí mismos…

    2. El VASIRM es un tipo de motores no un motor y los modelos tienen problemas muy serios perdiendo energía con calor.
      NO está maduro. Ni el más maduro lo está de forma aceptable y le falta mucho para que tenga un rendimiento aceptable si puede llegar a tener.

      No es un bluf pero no llega a la talla tampoco. Pero tampoco… LO es cuando creen tener uno viable y decente porque le falta mucho. No lo es porque no es mal camino creo pero le falta mucho, mucho. Dicen que lo solucionarán hacia finales del 2017 más o menos pero… (creo que han de disipar el calor, y pasar parte de la energía a una aceleración del plasma por laser que aumente el rendimiento) Claro que no se puede comparar a un iónico u otros eléctricos por la variación que tiene de empuje . Pero como dicen necesita una energía eléctrica muy grande para lo que da. ero funcionar funciona por eso digo que no es un bluf pero no da la talla

      Recuerdo que el Vasirm es un motor iónico con superconductores y luego uno magnetodinámico por superconducción en tándem que se calienta un porrón perdiendo energía por calor a porrón.

      pregunté por email a Ad-astra rocket, me dijeron que estaban intentando crear un motor comercial con el modelo que tenían y estaban al tanto de tecnologías para hacer otros modelos (hasta 200mega wattios se supone que puede escalar) la aceleración por laser, el devolver energía, evitar pérdidas, evitar que se caliente, , materiales, etc Pero ahora estaban por el motor comercial con ese modelo (y eso sí puede ser un bluf)

      Pero yo que se, parece un proyecto y bueno creo pero lejano y aún le falta mucho para que esté maduro.

      El problema que se caliente y pierda así es por diseño y creo que es por lo de la tesis doctoral de franklin chan diaz sobre motores de aceleración de plasma y «fusión nuclear» de hecho usa una ICQ para la segunda aceleración. Reitero es como un proyecto de otra cosa que tal vez no llegue y tal como está pues… Diría que pensaba meter hidrógeno y conseguir fusión en salida aunque con gasto enorme de energía para mejorar el empuje pero la cosa se ha quedado en lo que se ha quedado (y luego está en incorporar laser para acelerar el plasma)

      La NASA lo ha financiado así que no puede ser un bluf el proyecto que no son tontos. Sí el modelo que se tiene ahora si se pretende explotar tal cual

      Bueno ya se verá… Han escrito artículos proponiendo una asistencia gravitatoria solar para misiones a Wuropa pero también eléctrica mediante paneles solares porque al acercarse al SOl también se recibiría más energía solar y el VASIRM puede modificar el empuje terriblemente según la energía eléctrica disponible

      Separo motor Vasirm (un tipo de motores que pueden ser muy diferentes) del modelo actual de vasirm que sí deja que desear. Y luego está que falta mucha tecnología y solucionar muchos problemas para que sea lo que defienden.

      Y perdón

      1. Interesante comentario, sr. Suzudo.
        Es una lástima que la eficacia de los VASIMR dependa de tal manera del aporte energético, pues como principio de sistema de propulsión uniría alto Isp con aceleraciones realmente dignas.
        Un saludo.

  2. Concuerdo con el comentario de arriba, una mision conjunta internacional podria disponer de suficientes fondos como para un orbitador, una sonda e incluso mas! Es una empresa ambiciosa, pero de salir adelante seria un avance grandioso en la exploracion espacial. Excelente blog Dani.!

  3. Los dibujos de conceptos son arte, los modelos 3d me parecen insípidos.Si por lo menos se continuará dibujando, los powerpoint nos dejarían buenos fondos de pantalla.

  4. Siempre me he preguntado (y lo mismo es una tontería) si el hacer dos lanzamientos, uno con la sonda y gran cantidad de equipos y combustible para aterrizar suavemente, y otra con un remolcador genérico para salir de órbita terrestre y entrar en la órbita del objeto deseado es realmente tan caro o tan complejo como para que sea viable.

      1. Si, esos mapas de Delta-V me los conozco y algunos he usado en el Kerbal, por eso lo de usar 2 lanzamientos. Con el primero lanzas la sonda y con el segundo un módulo con todo el combustible y motores necesarios para salir de órbita baja y entrar en órbita en otro planeta, con lo que el peso que te ahorras en combustible el primer lanzamiento lo puedes usar para mejor blindaje, mejores antenas, más baterías/paneles solares, etc.

        Mi pregunta es si ese gasto extra del lanzador, más maniobras de acoplamiento, complejidad mayor en algunos componentes, etc. pudiera llegar a compensar en algunos casos.

        1. En mi modesta opinión compensaría siempre para misiones que requieran mucho Delta-V o para misiones caras tipo Flagship. Y si quieres puedes ahorrarte el remolcador en el segundo vuelo y usar una etapa superior adaptada (uno de los usos propuestos para la etapa superior ACES en desarrollo). La carga en ese caso es el propio combustible de la etapa, que una vez acoplada en LEO con la sonda, puede proporcionar un Delta-V enorme, prescindiendo de remolcadores, motores ionicos y paneles solares o reactores nucleares, que es peso, dinero y complicaciones. El coste de un cohete «vacío» extra no llegaría al 10% del coste de una misión Flagship, así que yo tampoco me explico porqué no se usa esta arquitectura.

        2. Creo que no compensaria, la velocidad optima de maniobra es la misma para cualquier objeto, lo unico que cambia es la masa del objeto, mayor masa, mayor energia para alcanzar la velocidad
          la unica alternativa y mas costosa a 100 años vista seria poner en un punto lagrange un plataforma de aceleracion para cargas, como una especie de cañon electromagnetico en orbita eso o un astillero espacial
          Bueno es solo otro punto de vista un poco fantasioso

  5. Estoy de acuerdo con Silfo, en mi escuela preparatoria teníamos un libro ya viejo de física con una pintura de la VOYAGER, en plena órbita jovial, en la portada (una joya). Igual sufrí cuando quitaron a Al-juarismi de las nuevas ediciones del álgebra de baldor (la primera vez que ví la nueva edición resulto un libro irreconocible para mí).

    Un saludos también desde México.

    P.D: Perdón por el OFF TOPIC.

  6. Hola Daniel, y enhorabuena por el blog.

    Una pregunta: ¿Con la tecnología actual, sería factible un «rendez-vous» en órbita joviana o europeana, de modo que se pudiera enviar la sonda por un lado, y un cohete aterrizador por otro? Obviamente, sería un proceso robótico, por el desfase de comunicaciones. Son dos lanzamientos en lugar de uno, pero creo que a la larga es más provechoso el modelo de múltiples lanzamientos con vectores «pequeños» que depender de superlanzadores que o bien no existen, o bien no cumplen con las necesidades de misiones ambiciosas

    Saludos

  7. Y con un taladro de 30 cms de verdad se va a poder hacer ciencia de la buena?? me temo que hasta que no empecemos con los puertos espaciales o bases lunares estas misiones seran un poco «desperdicio» siempre estamos limitados por la masa/dinero es como que te envien a un almacen de servidores de google de tecnico y solo lleves unos destornilladores del bazar chino, menos es nada pero a veces es un poco ridiculo montar un tinglado enorme de coheteria para que al final llegue «con suerte» un cacharro de 500 kgs con algunos instrumentos que siempre se quedan cortos.
    Debo tener mucha hambre de descubrimientos espaciales… Saludos a todos desde Barcelona y sigue con tu magnífica labor de divulgación Daniel.

  8. «No intenten descensos en Europa» decía el legado en 2010 (Odisea Dos) En realidad es un fascinante mundo, ojalá se haga realidad la exploración de esta luna de Júpiter.

    1. ALL THESE WORLDS ARE YOURS
      EXCEPT EUROPA
      DO NOT LAND THERE.

      Que bien pinta esa misión. ¿Es una Flagship, no?. Lástima que puede que no veamos el minisubmarino nuclear explorando el océano subterráneo de Europa.

  9. Esperemos por lo menos que la misión sea aprobada con aterrizador. Ojala se compruebe en un 100% que Europa tiene un océano de agua salada encapsulado en un carcaza de varios kilómetros de grosor. ¿Que pasaría si al cavar se consiguen con vestigios de vida? Creo que esto aceleraría las cosas respecto a penetrar el duro hielo para llegar a dicho océano y desplegar un ROV para explorarlo. Aspiro y espero que cuando ello ocurra, tendremos mucha mas experiencia con la exploración submarina.

  10. Cuando leo penetradores, sondas cinéticas, etc. Me pregunto si no hay otra forma de explorar una luna, con grandes probabilidades de exitencia de vida, que hacerlo a bombazo limpio.

    1. Ups, a mi se me acaba de ocurrir mandar con la sonda de robot submarino una «pequeña» bombita nuclear. La detonas, y justo despues va el submarin, me imagino que antes de que el frio del espacio vuelva a congelar la superficie, habria tiempo para que el submarino bajase… Seria un buen espectáculo para ver.

  11. Tremenda entrada, como siempre! Y ya que esta entrada va de sondas espaciales, ahora un OFFTOPIC!!!
    Tengo entendido que las naves espaciales utilizan sus cámaras para guiarse por el cosmos observando la posición de algunas estrellas como un navegante mira las estrellas en el firmamento. Por otra parte según la teoría de la relatividad especial y según los experimentos nos demuestran, sabemos que la luz se curva durante su viaje por el cosmos al pasar cerca de cuerpos masivos que curvan el tejido espacio-tiempo. Pues bien, mi duda es que si imaginamos una nave interplanetaria o intergaláctica, sus referencias en el punto A no van a ser las mismas que en un punto B ya que la posición de esas estrellas va a «variar» para el observador por que su luz va a ser curvada. ¿Cómo se soluciona esto? ¿Se tiene en cuenta? ¿Es despreciable?
    Un saludo y gracias.

    1. Buenas. Las referencias del punto A y el punto B van a ser distintas, pero porque la nave se ha movido por el espacio, lo mismo que con un desplazamiento en mar o en tierra. El fenómeno de lente gravitatoria de la Relatividad General es notable sólo al pasar muy cerca de un elemento muy masivo (las imágenes «fantasma» como esta –> http://astronomynow.com/2015/03/05/distant-supernova-split-four-ways-by-gravitational-lens/ <— pasan constantemente en las observaciones del Hubble, pero no son la norma para TODO el campo visual del telescopio).
      Supongo que para cuando nos enfrentemos al problema de orientar un tiro hacia otra estrella, tendremos mapas lo suficientemente exactos (misión Gaia de la ESA, por ejemplo) para no cometer errores de lentes gravitacionales.

      Si me he equivocado en algo que me corrijan. Y aprovecho para dejar otro off-topic;

      Un amigo mío tiene acceso a oxígeno líquido en su laboratorio y yo quiero "upgradear" mis cohetes de azucar+Kno3 a algo superior…. Hora de invocar una lluvia de ideas el en foro. Saca el Kerbal que hay en tí y dime que harías tú con LOX 🙂

      1. Pues si los tienes MUY cuadrados… creo que Von Braun le dio bien a la combinacion alcohol-LOX, como muchos otros pioneros de la cohetería, por las bondades de su combustión. Ahora bien… estas seguro de querer dar el salto? Los propelentes líquidos son harina de otro costal, y con LOX son, encima, criogénicos… incluso un motor alimentado por presión es un cacharro como para tenerle mucho respeto.

        1. Si, lo cierto es que el LOX me da bastante respeto, pero quiero hacer algo mejor que los habituales de azucar+kno3, pues cuando llegan a cierto tamaño, ya de por sí me da un poco de cosica fabricar depende de qué bicho.
          Mi idea era hacer un cohete híbrido usando cera o grasa como combustible; que es solo carbono e hidrógeno, pero en una forma que no se incendia con facilidad ni desprende vapores inflamables como el keroseno, la gasolina o el alcohol. Aparte veo más sencillo fabricar un cohete híbrido a uno con ambos propelentes líquidos, y más seguro que un gran petardo sólido con vete a saber qué oxidante… pero me ha pillado a contrapié y por eso buscaba ideas por si alguien ha hecho, o conoce a alguien que haya intentado, hacer algo con LOX.

          1. Bueno, un híbrido es bien cierto que es mas seguro. Desde luego que es mas simple, y mas fácil de asegurar si falla.
            En ese caso supongo que el combustible que buscas es el que mejor puedas trabajar, dado que los motores híbridos son muy sensibles al grano y acabado superficial del cilindro de combustible. ¿Parafina quizás? Puedes verterla líquida sin que queden burbujas, y el acabado superficial es bastante uniforme. El caucho y tal suena bien (usar neumáticos viejos parece muy barato), pero es un infierno de trabajarlo…

            …dijo sin haber construido un motor cohete nunca. No te tomes mis palabras como verdad absoluta! Hay foros angloparlantes por ahí en los que sí q hay gente q ha construido cacharros de estos.

      2. «LOX + Alcohol»

        «Yo hice un cohete de 1m, pero todavía no lo he lanzado.
        Alguna idea para carga útil?

        Saludos.

        PD: El alcohol no puro, el que contiene agua se auto refrigera y puedes hacer un motor menos resistente»

          1. Ah, lamento la confusión, también use candy, y las toberas las hago de materiales cerámicos, aunque pese mas resiste a la erosión,
            Para lo de aislar el LOX leí por ahí que con un tanque de acero de tipo balón y lo recubres con fibra de vidrio y epoxi.
            Mi correo es Jonathan_Sarabia@protonmail.ch por si quieres compartir información sobre los candy.
            Saludos

  12. Ola, una vez más sería deseable aunar esfuerzos para poder hacer realidad una expedición robótica a Europa. Algunos imaginábamos una sonda capaz de convertirse en submarino (como proponía el astrónomo norteamericano Steven Squyres) para sumergirse en ese océano, pero veo en este artículo que la cosa no es tan fácil, habrá que ir dando pequeños pasos, entre todos a ser posible, para conocer este satélite que activa nuestra imaginación, guardián quizá de algunas respuestas sobre si la vida es posible en otros sitios lejos de nuestra irrepetible Tierra… Pero proyectos de esta envergadura deberían ser cosa de todos…

  13. Creo que la solución mejor de las planteadas por Daniel es un lander con airbags. Los penetradores no me acabo de creer que puedan funcionar después ende tal impacto.
    Tendremos listo un SLS para enviar la europa clipper? O tendremos que hacer carambolas entre planetas para llegar y esperar cinco años? Valdría de algo hacer ouija e invocar al señor Von Baun?

  14. Voy a hacer una pregunta tonta, aviso. No tengo ninguna formación técnica relevante, sólo algo de afición. A ver quién me puede dar una respuesta:

    ¿Hay alguna manera de convertir la radiación gamma en electricidad, al igual que se hace con la luz visible? ¿A alguien se le ocurre si habría alguna forma de conseguir extraer energía de la radiación que rodea Europa o, aún más potente, Ío? En otro orden de cosas, ¿alguien sabe qué problemas y novedades hay con el proyecto del amplificador de energía de (creo) Carlo Rubbia?

    Con la mayor sencillez que podáis, por favor, que mi bagaje técnico es limitado, aunque tengo buena voluntad y siempre puedo buscar en Google.

    Gracias.

  15. y esos cien mil rads superficiales en dos meses que como radiaciones son lo suficientemente altas para matar en cuestión de días a un ser humano ¿no atraviesan la capa gruesa de hielo matando los unicelulares microbianos procariotas o lo que allí hubiese? ¿no quedaría todo en moléculas orgánicas de biodiversidad tipo tolinas que no alcanzan la organización de orgánulo o celular misma careciendo de esa propiedad substancia que llamamos Vida en un Ser Biótico?

    1. Sin vida local no se les puede denominar alienígenas a los océanos globales de Europa y Encelado, así como en Titán abunda el nitrógeno pero a temperaturas para superconductores y solo nosotros aislados con algún temo que viole la termodinámica consabida, soportando lo que no soportariamos en Antártica y las inmediaciones del lago Vostock (sí, la cultura Occidental germánico-romana es impresentable a una civilización extraterrestre avanzada que no tiene porque encontrarse en la edad de su hierro, ni siquiera defenderiamos a nuestra especie frente a una agresión ET, ni nos saldria lo «patriótico» frente a ello y solo la conservación individual del Dr. Mann en Interstellar).

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Por Daniel Marín, publicado el 29 febrero, 2016
Categoría(s): Astronáutica • ESA • Júpiter • NASA • Rusia • Sistema Solar