El Congreso quiere obligar a la NASA a aterrizar en Europa, ¿pero es posible?

Por Daniel Marín, el 29 diciembre, 2015. Categoría(s): Astronáutica • ESA • Júpiter • NASA • Sistema Solar ✎ 47

La próxima misión de la NASA a Europa, la luna de Júpiter, tendrá una sonda que aterrice en su superficie. No, no es una recomendación de la comunidad científica, sino un mandato oficial del Congreso de los Estados Unidos. Tras conocerse esta noticia, la red se llenó de mensajes de alegría y satisfacción por lo que a todas luces es un hecho positivo. ¿Pero lo es?¿Realmente estamos seguros de lo que significa esta noticia?

La sonda de la NASA para el estudio de Europa (NASA).
Sonda Europa Multi-Flyby Mission (NASA).

Pongámonos en antecedentes. El pasado 16 de diciembre el Congreso de los Estados Unidos aprobó el presupuesto de la NASA para el año fiscal 2016, que ahora alcanza los 19285 millones de dólares, 756 millones más de lo inicialmente solicitado por la administración Obama. Hasta aquí todo bien, a pesar de que la aprobación del presupuesto de la NASA es una especie del juego del gato y el ratón a tres bandas entre la Casa Blanca, el Congreso y el Senado. Pero eso no es lo que nos interesa aquí. Lo importante es que el presupuesto para el año que viene incluye 175 millones de dólares para el desarrollo de la sonda que debe explorar Europa. Esta misión, antes conocida como Europa Clipper y ahora denominada EMFM (Europa Multi-Flyby Mission) hasta que alguien dé con un nombre mejor, comenzó su andadura de forma oficial este año, aunque no despegará hasta 2022 o 2023 a bordo de un cohete SLS.

La obligación de incluir una sonda de aterrizaje ha sido promovida a última hora por el congresista John Culberson, quien está convencido de la tremenda importancia que tiene la exploración Europa, uno de los mundos con mayor potencial de habitabilidad del sistema solar. No cabe duda de que se trata de una opinión compartida por la comunidad científica internacional. Entonces, ¿cuál es el problema?

Pues que viajar a Europa no es sencillo. La NASA lleva décadas intentando desarrollar una misión a este satélite sin éxito a pesar de que se trata de unos de los objetivos científicos prioritarios del sistema solar. La razón es que una misión de este tipo es increíblemente cara. De hecho, EMFM será una misión de tipo Flagship, las más costosas de la agencia con un presupuesto de entre dos mil y tres mil millones de dólares. La NASA intentó el año pasado sacar adelante una misión de bajo coste a Europa por menos de mil millones de dólares, pero fue totalmente imposible. Muchas otras propuestas anteriores, como JEO (Jupiter Europa Orbiter), fueron canceladas por su alto coste. Actualmente se prevé que Europa Clipper -perdón, EMFM- no supere los 2100 millones de dólares, una cifra conseguida solo después de muchos sacrificios y repetidos cambios de diseño (como la sustitución de los RTGs por paneles solares). Y si la misión supera esta cifra corre el riesgo de ser cancelada.

Y aquí es donde entra en juego la sonda de aterrizaje incluida en el presupuesto. Nadie duda que añadir una nave de este tipo es algo positivo, ¿pero a qué precio? Si la nueva sonda dispara el coste de la misión, estaríamos ante el fin de EMFM. Cierto es que el Congreso parece estar dispuesto a financiar este sobrecoste por el momento, pero uno nunca sabe hacia dónde soplarán los vientos cambiantes de la política en los próximos años. Por otro lado, ¿de qué tipo de sonda estamos hablando? Al leer la noticia mucha gente se ha imaginado un aterrizador complejo dotado de múltiples instrumentos que nos va a ayudar a desvelar el misterio de la habitabilidad de Europa. Vamos, algo tal que así:

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Propuesta de sonda de aterrizaje a Europa ELM de 2012 con RTG. Masa total: 900 kg (NASA).

Pero una sonda de estas características queda ciertamente fuera del presupuesto de la misión, por mucho que el Congreso esté decido a soltar el dinero. Además, el conjunto del orbitador más el aterrizador pesado solo podría ser lanzado por el SLS, mientras que la NASA quiere mantener la opción de poder emplear un cohete convencional como el Atlas V en caso necesario (se ve que nadie tiene mucha confianza en que el SLS tenga una vida muy larga). Entonces, ¿cómo sería esta sonda de aterrizaje? Pues me temo que algo mucho más modesto. Vean, vean:

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Propuesta de sonda CLEP de la ESA (ESA).

Y es que la sonda de aterrizaje solo podría tener una masa de 250 kg como máximo si la NASA no quiere verse obligada a rediseñar la misión EMFM (y, créanme, no quiere), aunque esta cifra podría aumentar hasta los 510 kg si se usa el SLS. La nave viajaría a lomos de EMFM y, más que aterrizar, se estrellaría contra la superficie de Europa de forma controlada, ya que simplemente no podría llevar mucho combustible para frenar después de separarse del orbitador.

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Lugar que ocuparía la sonda CLEP de aterrizaje (ESA).

Teniendo en cuenta que la sonda de aterrizaje será un vehículo bastante pequeño, lo gracioso del caso, y esto ha pasado bastante desapercibido, es que la NASA bien podría haber terminado incluyendo una sonda así sin necesidad de que el Congreso le obligase a ello. Efectivamente, hace unos meses la NASA invitó a la ESA a que desarrollase una sonda de aterrizaje que viajaría junto con la EMFM. La agencia europea respondió con dos propuestas, una sonda para estudiar Ío y un pequeño penetrador para Europa conocido como CLEP (CLipper ESA Penetrator).

Nada asegura que la ESA apruebe esta misión, que de entrada podría presentarse como candidata a la cuarta misión de tipo medio de la agencia (M4). En cualquier caso, y tras la decisión del Congreso, todo apunta a que se construirá una sonda muy similar con Europa o sin ella. No obstante, CLEP nos muestra las capacidades y limitaciones que puede tener una sonda de estas características, que incluiría cuatro instrumentos: una cámara (no para fotos panorámicas, sino de las muestras), un conjunto de experimentos para evaluar la habitabilidad de Europa (analizará el pH, conductividad y potencial redox de una gota de hielo de 1 milímetro cúbico), un espectrómetro de masas (para estudiar la muestra calentándola a 900º C) y un sismómetro.

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ELM en la superficie de Europa (NASA).

Pese a todo, Culberson ha declarado que la NASA debería apostar por un aterrizador de grandes dimensiones que aterrice a menos de 5 km/h usando una variante del sistema sky crane del rover marciano Curiosity (!). Como hemos visto, un vehículo así sería muy caro, y casi con toda seguridad superará los mil millones de dólares. Todavía no está muy claro cómo, pero los ingenieros confían en poder desarrollar un aterrizador con sky crane con una masa total de 510 kg, que incluiría una sonda de superficie propiamente dicha de 230 kg (como comparación, la propuesta de sonda de aterrizaje de ELM de 2012 tenía una masa de entre 700 y 900 kg).

¿Y por qué es importante aterrizar en Europa? No se trata de excavar un túnel hasta el hipotético océano que existe bajo la corteza de hielo, algo que queda fuera del alcance de nuestra tecnología. No hace falta llegar a tanto, porque si, como creen algunos investigadores, la corteza está conectada con el océano interno, podemos estudiar directamente la composición y propiedades del mismo analizando las sustancias que se hallan en la superficie.

En definitiva, enviar una sonda de aterrizaje a Europa dentro del marco de la misión EMFM es posible, pero siempre y cuando sea un vehículo pequeño y relativamente simple. Que nadie se espere la Alexéi Leónov.



47 Comentarios

  1. Lo que sucede es que es muy posible que exista vida en Europa y no quieren que nadie se les adelante.
    Que le pregunten a JAXA como se hace para traer muestras con una sonda baratita.

    1. Hombre… Traer muestras de Europa, mmm me parece que hay que superar un pozo gravitacional un «poco» más grande que en un satélite, así que me parece que eso sí que está fuera del alcance de la tecnología.

  2. Alguien deberia armarse de valor y ponerles los puntos sobres las ies al Congreso y decirles que si quieren hacer descender un objeto en Europa necesitaran dar mucho dinero para lograrlo.

  3. WTF : esto me suena a una maniobra para incrementar el costo de la misión y que algún contratista de la nasa se veneficiar o solo la ignorancia de los congresistas …. me temo lo segundo 🙁

  4. El falcon heavy serviria como alternativa al sls en este caso?

    Offtopic:
    Y por curiosidad, conoceis alguna infografia o ilustracion con la mayoria de los cohetes mas usuales juntitos y ordenados? Para poner en contexto por que me empiezo a perder y ya no se cual es mas potente si un falcon 9 un zenit un proton,un soyuz o un delta o un atlas… Y como meta a los chinos ya si que me pierdo del todo.

  5. A mi sigue asombrando que en otros lugares del mundo los viejos politicos se sienten a hablar sobre que logro cientifico debe alcanzar su pais. Algo como: a esta bien, que tal si nuestro pais envia un robot a investigar una luna alieniega donde podria haber vida? Y exijo q tenga un aterrizador!. Aunque sea por motivos talvez frivolos, pero se hace. En cambio aqui el mejor telescopio del pais, fue un donativo a una ong, :(.

  6. «Aterrizaremos en Europa antes del final de la década, no porque sea fácil… Si no porque es difícil»

    Ale, pasado el momento Kennedy ¿qué van a hacer, imponer unas características al aterrizador? ¿En serio? ¿Sin tener ni puta idea? Bua… A mí me huele que esto es para crear una inutilísima comisión de estudio y seguimiento para que unos cuantos chupen del bote y poder decir que están trabajando dúramente para que EEUU recupere el protagonismo en el espacio y de paso colocar un contratista amiguete y seguir chupano más del bote…

  7. Algunas opciones «locas» que a lo mejor le sirven a la NASA:

    – usar un viejo Rover modificado para aterrizar y ahorrar costes: siempre tienen otra copia igual a la enviada a Marte, ya saben…
    – hablar con Elon Musk, que seguro que se le ocurre algo mucho más barato que a la NASA
    – pedirle ayuda monetaria a Facebook-Google-Microsoft: seguro que estarían encantados de poner sus logos en el aterrizador!
    – usar Crowdfunding: Kisckstarter sería un buen comienzo
    – pedirle money a los saudies, que quieren iniciar su propia NASA, y seguro estarían contentos de algún tipo de «traspaso de tecnología». Esta sería la opción políticamente incorrecta.

    Muy feliz nuevo año para todos!!! 🙂

  8. La política de EEUU es un cotolengo. Viendo uno la política de Hispanistán uno se cree ya curado de espantos. Qué va. Ni a la suela del zapato de esta tropa de anormales. No me extraña que Putin y sus mariachis brillen con luz propia y deslumbren.

    Lo primero que me pregunto es, ¿¿para qué cojones quieren una grúa espacial?? ¿No se supone que la superficie es sólida como una roca -menudas temperaturas-? Ah, debe ser por miedo a que los retrocohetes puedan derrretir el suelo (sí, sería una cagada). Pero oiga, para una gravedad de juja como la de Europa no hacen falta propulsores espectaculares.

    Yo el problema que le veo al «todo vale» a la hora de divulgar las cosas sin molestarse en crear una base de gente verdaderamente involucrada, es como a los experimentos con gaseosa de fabricar clases medias de consumidores desclasados, que después tan pronto pintan chungas se te escoran para donde no deben esperando que les saquen las castañas del fuego los que acaban por incendiar todo (a su beneficio, naturalmente). El magufismo político es infinitamente peor que el otro. En realidad es lo mismo aplicado a campos diferentes.

    Bueno, total va a llegar Trump con las rebajas. Roscosmos ya ha renunciado a poner nada en la Luna antes de 2030, así que campo libre para los chinos…

  9. Lo que está por ver ahora es la aportación Europea (ESA), que creo queda en el aire.
    Ahora que el aterrizador-impactador puede que sea más complejo, ¿querrá-podrá Europa correr con el gasto? , ¿estará dispuesto EE.UU. a que le quiten el protagonismo de la que puede ser la parte más mediática de la misión?
    Saludos

  10. Será que me le levantado hoy o conspiranoica o maquiavélica pero… a ver si no estamos ante un proyecto que vaya a «morir de éxito».

    Vamos, que los políticos USA, lo aprueban (¡y que no falte de na’ oiga!) sabiendo desde ya que la juerga saldrá por un pastizal que no van a pagar ni hasta las cejas de kalimotxo…

  11. «sustancias que se hayan en la superficie», creo que es incorrecto. Seria «sustancias que se hallan en la superficie» de hallar, o «sustancias que haya en la superficie» de haber.

      1. Buenas. El Delta-V para ir a Europa o Encelado es muy similar, y de hecho es inferior para alcanzar una órbita baja en Encélado, que en Europa. La única dificultad tecnológica extra es que se requiere RTG sí o sí.

  12. A mí me parecen demenciales viajes que se programen para lanzamientos en la década de los años veite, que lleguen a su destino alrededor de 2030 y que los frutos se obtengan próximos a 2040, a Júpiter o Saturno. ¿Quién puede entusiasmarse con tal perspectiva? Muchos en esa época estarán «criando malvas».
    No solo no me convence la perspectiva desde un punto de vista personal, sino que me extrañaría mucho que los lanzamientos actuales estén optimizados económicamente. Ni veo propósito serio de innovación, «ni de Agamenón ni de su porquero» (es un dicho).
    ¿No se economiza en tiempo, en dinero y en rendimiento científico, cuánto mayor sea, la nave, el equipo científico y los artefactos e instrumental explorador, que se envíen, aunque resulten más caras? No nos acordamos ya de la exitosa Cassini-Huygens, en su momento, la más pesada emviada al espacio.
    Otra cuestión, ¿esería posible montar varias fases, lanzadas individualmente, y acopladas en órbita terrestre, para una una expedición de mayor calado? ¿No existe ningún proyecto en este sentido?

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Por Daniel Marín, publicado el 29 diciembre, 2015
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