Recordando al ‘gusano’ de la NASA

Por Daniel Marín, el 15 septiembre, 2015. Categoría(s): Astronáutica • NASA • Shuttle ✎ 41

No es un tema del que se suela hablar mucho, pero entre 1975 y 1992 la NASA usó un emblema completamente distinto al que se usa hoy en día (y que también es el logo original de la agencia). Para meternos en materia, y como una imagen vale más que mil palabras, este que ves a continuación es el emblema tradicional de la NASA que todos conocemos:

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Y este otro es el que estuvo vigente en los años ochenta:

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Si por un casual no te acuerdas de este último logotipo, enhorabuena, porque eres joven o muy joven. El anguloso y minimalista diseño de este emblema le hizo ganarse el apelativo de ‘el gusano’ (the worm) dentro de la agencia espacial. Por diversos motivos que nunca han estado del todo claros, la mayor parte de trabajadores de la NASA odiaban al gusano con todas sus fuerzas. Sin embargo, toda una generación -entre la que me incluyo- creció con el gusano como único emblema de la agencia espacial más conocida del mundo.

El emblema tradicional de la NASA se creó en 1959, cuando la por entonces NACA fue ascendida más allá de los cielos hasta convertirse en la NASA. El logo fue creado por James Modarelli, empleado del Centro de Investigación Lewis, a partir del sello de la NASA según la moda de la época. Para que nos entendamos, el sello oficial era un elemento formal y más bien decorativo, mientras que el nuevo logo debía convertirse en el símbolo de andar por casa de la agencia. Por entonces el asunto del marketing y el branding todavía estaban en pañales, pero ya imaginan por dónde iba la cosa.

Sello oficial de la NASA (NASA).
Sello oficial de la NASA (NASA).

De acuerdo con Modarelli, el círculo azul del nuevo logo representaba un planeta -supongo que la Tierra, pero no se especifica-, mientras que las estrellas son un símbolo del espacio -obvio- y alrededor del centro aparece un satélite trazando una órbita. El elemento más extraño es el símbolo de color rojo, que no es otra cosa que un diseño de ala hipersónica (se añadió para darle un toque de color al conjunto y para recordar de paso las raíces aeronáuticas de la NASA).

Este logotipo oficial se convirtió también en la marca de la agencia espacial y fue el emblema que emplearon todos los astronautas de las misiones Mercury, Gémini y Apolo. Como resultado, todo el planeta asoció el símbolo de la NASA con la agencia y, más genéricamente, con la exploración espacial. El éxito del logo de la NASA era la envidia de cualquier marca comercial. Pero, como es sabido, todas las marcas suelen reinventarse cada cierto tiempo -cosas del branding-, y la NASA no iba a ser menos. En 1974 el gobierno federal acometió un cambio de imagen de todas las agencias a nivel nacional y Richard Danne y Bruce Blackburn, dos diseñadores fundadores de la empresa Danne and Blackburn de Nueva York, respondieron a la llamada del gobierno creando un nuevo logo para la NASA más acorde con los tiempos -o el zeitgeist, que dirían los alemanes-.

La tripulación de la misión Apolo-Soyuz (ASTP) de 1975 parte a la rampa con el gusano en las escafandras (NASA).
La tripulación de la misión Apolo-Soyuz (ASTP) de 1975 parte a la rampa con el gusano en las escafandras. Fueron los primeros astronautas en usar el nuevo logotipo (NASA).

El nuevo logo era increíblemente sencillo. Frente a la riqueza de elementos del antiguo emblema, que había pasado a ser conocido como ‘la albóndiga’ (the meatball) de forma cariñosa, el logotipo de Danne y Blackburn era simplista a más no poder. Para ser justos, lo cierto es que el nuevo logo era mucho más fácil de identificar e imprimir a pequeñas escalas. Por contra, la albóndiga era difícil de reproducir -por entonces no había impresoras láser- y apenas era legible si se representaba en pequeño tamaño. Además, el gusano tenía un toque futurista -hoy sería retrofuturista- muy propio de la época, mientras que la albóndiga era considerada por muchos diseñadores como un símbolo un pelín viejuno y, por qué no decirlo, bastante hortera.

El Columbia aterriza tras su primera misión (STS-1) en 1981 con el gusano en el fuselaje (NASA).
El Columbia aterriza tras su primera misión (STS-1) en 1981 con el gusano en el fuselaje (NASA).
El gusano en el ala del Discovery (STS-26) (NASA).
El gusano en el ala del Discovery (STS-26) (NASA).
John Young y Bob Crippen (STS-1) con el gusano (NASA).
John Young y Bob Crippen (STS-1) con el gusano (NASA).
La tripulación de la STS-8 Challenger con el gusano (NASA).
La tripulación de la STS-8 Challenger con el gusano (NASA).

Y como solo puede haber un símbolo oficial, contra todo pronóstico el gusano se impuso a la albóndiga. A partir de 1975 toda la documentación de la NASA y los equipos físicos de la agencia aparecerían con el gusano por todos lados, principalmente en color negro, rojo y gris. La misión Apolo-Soyuz (ASTP) sería el primer vuelo tripulado de la agencia -y el único de una nave Apolo- en el que la tripulación tendría el símbolo del gusano orgullosamente estampado en el hombro derecho de su escafandra espacial. Todos los transbordadores espaciales partirían al espacio en su primer vuelo con el gusano claramente visible (en el caso del Columbia el logo solo aparecía en las puertas de la bodega de carga, mientras que en los demás orbitadores hacía también acto de presencia en el ala derecha), así como todo tipo de satélites y sondas espaciales, como por ejemplo el telescopio espacial Hubble.

El  gusano en el adaptador entre la sonda Galileo y la etapa IUS (NASA).
El gusano en el adaptador entre la sonda Galileo y la etapa IUS (NASA).

Pero el gusano nunca fue bien recibido por el personal de la agencia. Neil Armstrong llevaba la albóndiga en su traje cuando puso el pie en el Mar de la Tranquilidad. La albóndiga representaba lo mejor de lo que era capaz la NASA, mientras que el gusano era para muchos un símbolo anodino carente de alma. Los astronautas eran uno de los colectivos dentro de la agencia que más se opusieron al gusano y de hecho, tras unas pocas misiones las tripulaciones de los transbordadores recuperarían la querida albóndiga en sus trajes de vuelo, junto al gusano oficial, eso sí.

En la STS-7 Challenger Sally Ride recuperaba la albóndiga para los trajes de vuelo (NASA).
En la STS-7 Challenger Sally Ride recuperaba la albóndiga para los trajes de vuelo (NASA).

Entre aquellos que odiaban profundamente al gusano estaba Dan Goldin, que se convertiría en administrador de la NASA en 1992. Una de las primeras medidas de Goldin como nuevo administrador fue precisamente aniquilar al vil gusano -así lo llamaba él- y sustituirlo nuevamente por la albóndiga. A partir de ese momento se desató un proceso de ‘desgusanización’ sistemático mediante el cual la albóndiga se adueñaría nuevamente de los fuselajes de los transbordadores espaciales y todos los bienes de la NASA (con excepción del por entonces ya retirado transbordador Enterprise y otras piezas de museo). El gusano desapareció para no volver, aunque evidentemente no fue posible retirarlo del Hubble y otros satélites ya en órbita (para malestar infinito de Goldin).

El Enterprise (izquierda) con el gusano y el Discovery con la albóndiga. Dos filosofías de diseño frente a frente (NASA).
El Enterprise (izquierda) con el gusano y el Discovery con la albóndiga. Dos filosofías de diseño frente a frente (NASA).
La albóndiga se adueñó de los transbordadores a partir de 1992 (NASA).
La albóndiga se adueñó de los transbordadores a partir de 1992 (NASA).

¿Y por qué recordamos todo esto? Pues porque dos entusiastas del diseño, Jesse Reed y Hamish Smyth, han creado una iniciativa en Kickstarter para resucitar en formato físico el manual de empleo del logo del gusano de la NASA (el manual original puedes descargarlo aquí) que ha vuelto a poner este logotipo en el punto de mira. La iniciativa ha sido un enorme éxito y en el momento de escribir estas líneas ya sobrepasan los 700 000 dólares recaudados, lo que no está nada mal.

Sé que no soy objetivo, porque para mí el gusano es un símbolo que asocio directamente con mi niñez, pero nunca he entendido la animadversión hacia este logotipo. La albóndiga es ciertamente más bonita, pero el gusano era mucho más directo y apropiado para determinadas ocasiones. Precisamente el otro día me acordé del gusano al ver Atrapa la bandera (película de animación muy recomendable para espaciotrastornados de todas las edades, por cierto). En la realidad alternativa de esta película los dos símbolos conviven pacíficamente, así que me pregunto si sería posible resucitar al gusano, o al menos rehabilitarlo de cara a las nuevas generaciones. Al fin y al cabo, si la albóndiga representa a la época dorada del Apolo, el gusano es el símbolo de la no menos importante era del transbordador espacial.

El gusano sigue vivo en el telescopio espacial Hubble (NASA).
El gusano sigue vivo en el telescopio espacial Hubble (NASA).

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41 Comentarios

  1. Para los que les guste, si se busca en Internet es muy fácil encontrar el tipo de letra del gusano como «Nasalization», por ejemplo.

    También crecí con ese logo -estaba incluso en juguetes- y coincido que representaba esperanza de futuro una vez dejada atrás la época de los Apolo, con los transbordadores y misiones como las Voyager y las Viking. Esperanzas que los recortes y la explosión del Challenger en 1986 echaron abajo.

  2. El logo del gusano me parece mucho más moderno, minimalista, atemporal… Creo que tenía mucha fuerza y esa geometría tan pura me transmitía en la niñez una sensación de precisión y elegancia, me recordaba las matemáticas, las órbitas… no se…
    Por cierto Daniel, he descubierto hace una semana tu blog porque a mi hijo de tres años le apasionan los planetas y curiosamente caí por aquí buscándole fotos del Apolo 11. Me he propuesto como objetivo este verano leer todas tus entradas, llevo una semana que no paro, estoy enganchado.
    Magnifico trabajo. Felicidades!!!

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Por Daniel Marín, publicado el 15 septiembre, 2015
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