En los años 70 las sondas Viking se convirtieron en los primeros artefactos humanos en buscar vida en Marte. Y hasta la fecha han sido los únicos. Hoy en día seguimos sin saber si existe vida en Marte, pero esta situación podría cambiar con la misión de bajo coste Icebreaker Life.
Icebreaker Life, anteriormente conocida como Icebreaker o Icebreaker 2, (‘rompehielos’ en inglés) nació en 2006, pero sería en 2012 cuando el concepto cobraría fuerza a raíz de la cancelación del Mars Decadal Program de la NASA. Ese año surgieron nuevas propuestas de misiones sencillas para el estudio de Marte, incluyendo Icebreaker y la Ice Dragon de SpaceX. Icebreaker tiene como objetivo averiguar de una vez por todas si existe o no vida en Marte y, en caso de no hallarla, investigar si pudo existir en el pasado. Para ahorrar costes, Icebreaker sería una copia casi idéntica de la sonda Phoenix que en 2008 aterrizó en las regiones polares de Marte (a su vez derivada de la Mars Surveyor 2001). Al igual que su predecesora, Icebreaker Life también aterrizaría cerca del polo norte de Marte (por encima de la latitud 68º norte). La misión Phoenix descubrió que, como se sospechaba por los datos de la Mars Odyssey, en las zonas boreales del planeta rojo abunda el hielo a pocos centímetros de la superficie. Como su nombre indica, el objetivo de Icebreaker Life sería excavar la capa de hielo hasta un metro de profundidad como mínimo para intentar descubrir la presencia de vida. A esta profundidad las posibles formas de vida marcianas estarían protegidas de la radiación procedente del Sol y los rayos cósmicos gracias al hielo.
El taladro de la sonda recogería muestras de entre medio metro y hasta cinco metros de profundidad en varias ocasiones. Icebreaker Life contaría con un paquete de instrumentos capaces de detectar materia orgánica en concentraciones del orden de unas pocas partes por millón (ppm). Recordemos que por ahora ninguna misión ha logrado descubrir la elusiva materia orgánica en Marte. Ni siquiera Curiosity, con sus complejos y avanzados instrumentos, ha sido capaz de detectarla. En parte la culpa de este ‘no descubrimiento’ es de los percloratos, un tipo de sales tremendamente abundantes en el suelo de Marte que precisamente fueron detectadas por primera vez por la sonda Phoenix.
El descubrimiento de percloratos supuso un cambio de paradigma en el estudio de Marte. En su momento los resultados de los experimentos de las Viking para buscar vida fueron bastante confusos e incluso algunos investigadores declararon haber encontrado indicios de la presencia de microorganismos marcianos. La razón, ahora lo sabemos, eran las reacciones químicas provocadas por los percloratos. Este tipo de sales son minoritarias en los suelos terrestres, pero en Marte son extremadamente abundantes. Curiosamente, nadie fue capaz de prever que estaban presentes en tales cantidades, de ahí los anómalos resultados de las Viking.
El experimento principal de Icebreaker Life sería SOLID (Signs of Life Detector), capaz de detectar microorganismos, moléculas orgánicas complejas y biomarcadores simples que estaría situado en la cubierta de la nave. La sonda contaría también con varias cámaras para fotografiar los alrededores y las muestras recogidas por el taladro en detalle, incluyendo una copia de la cámara SSI (Surface Stereo Imager) de Phoenix. Además, la sonda contaría con un espectrómetro de masas láser para buscar moléculas orgánicas simples, un instrumento similar al WCL (Wet Chemistry Laboratory) de la Phoenix para medir el pH y la cantidad de sales, así como un espectrómetro APXS.
La región del polo norte de Marte pudo albergar agua líquida hace tan sólo cinco o diez millones de años -una época geológicamente muy reciente- gracias a los fuertes cambios climáticos que ha sufrido el planeta rojo a lo largo de su historia por culpa del cambio en la inclinación del eje de rotación. No en vano, se cree que la oblicuidad de Marte puede alcanzar hasta 45º – 60º a lo largo del tiempo según el modelo teórico que usemos. Debido a la presencia de hielo y, posiblemente, de agua líquida (una disolución de agua con percloratos puede tener una temperatura de fusión de unos -70º C), Icebreaker Life sería por tanto una misión de Categoría IVc de acuerdo con la clasificación internacional para protección contra la contaminación biológica de cuerpos del Sistema Solar. Es decir, debería ser esterilizada con sumo cuidado antes del lanzamiento, un proceso que sin duda aumentaría el coste de la misión.
Alimentada por paneles solares, Icebreaker Life tendrá una vida útil de unos pocos meses antes de que las duras condiciones del otoño marciano acaben con la misión. La sonda ha sido propuesta dentro del programa Discovery de misiones de bajo coste de la NASA, con 2018 como fecha de lanzamiento inicial. No obstante, y por motivos de presupuesto, la NASA no decidirá hasta 2015 si aprueba una misión Discovery adicional durante está década. Lo cierto es que Icebreaker Life tiene muy pocas posibilidades de ser aprobada. La NASA ya lanzará en 2016 una sonda basada en la Phoenix denominada InSight (destinada al estudio geológico de Marte) y en 2020 un rover dedicado a buscar evidencias presentes y pasadas de vida en Marte. No obstante, la carga útil de Icebreaker Life podría terminar siendo parte de alguna futura misión al planeta rojo.
Referencias:
- Christopher McKay et al, The Icebreaker Life Mission to Mars: A Search for Biomolecular Evidence for Life, Astrobiology, 2013.
- http://ntrs.nasa.gov/archive/nasa/casi.ntrs.nasa.gov/20110015928.pdf
- http://marssociety.org.au/sites/default/files/library/AMEC2012-Willson-abstract-1.pdf
- http://www.lpi.usra.edu/meetings/marsconcepts2012/pdf/4091.pdf
- http://robotics.estec.esa.int/i-SAIRAS/isairas2012/Papers/Session%209B/09B_01_glass.pdf
Este pie de foto precisa un cambio.
Un prototipo del taladro Icebreaker en las pruebas realizadas durante Antártida (NASA).
Hecho 😉
Esperemos que sí salga adelante, y que lo veamos, claro.
Yo no creo que encuentren gran cosa, pero una misión baratilla por si suena la flauta, el trombón y la orquesta entera tampoco está mal.
Ojo que si la misión la mandan los de la ESA y encuentran vida, tendremos que esperar unos 12 meses a que venza el derecho de propiedad de la misión y nos lo avisen 😉
No estoy de acuerdo con la frase:
«Icebreaker tiene como objetivo averiguar de una vez por todas si existe o no vida en Marte»
De una vez por todas será cuando se taladre el suelo hasta un km de profundidad, se taladre el hielo hasta otro km, se busque vida hasta debajo de las piedras literalmente jeje. La pregunta ya casi no es si hay vida en Marte, que todo indica que no, aunque hay que asegurarse, la pregunta ahora es si ha habido vida en Marte.
Es (me parece) muy buena idea llevar varias sondas de bajo coste inspiradas en la Phoenix, todas con diferente misión, y a diferentes lugares. Digo, son baratas, no?
Unas dudas sobre la perforación.
Evidentemente (supongo) en seco, entonces como se refrigera la corona de corte y se evacua el detritus producido???
Como se recupera el testigo de dentro de la batería de sondeo si es roca (pienso en la perforación de los cinco metros, más o menos), o si sale roca se para el sondeo???
De cuanto son las maniobras de sondeo??
Que velocidades de rotación están previstas??
Si la perforación es más profunda de la sarta inicial de sondeo, como se insertan las barras necesarias para continuar???
Un montón de dudas, un vídeo explicativo seria la ost…..
Bueno un saludo y gracias por compartir información
Santi
No tengo mucha idea del tema de las prospecciones, pero viendo los esquemas que hay en las imágenes del artículo, te puedo resolver una, el taladro puede excavar en roca y hielo, sin necesidad de parar el sondeo.
Si alguien sabe más sobre el tema que nos ilumine por favor 😉
Bueno, además de lo que comentó Txemary, estuve leyendo las referencias, y sólo la primera arroja un poco de luz sobre el asunto.
Por cierto, las últimas dos referencias, que llevan al mismo PDF, me dan «no disponible», y una búsqueda en Google de ese PDF me dio resultado nulo.
En el PDF de la primera referencia hay una tabla (Science Traceability Matrix) de cuyo primer objetivo (GOAL I C1: determinar si la vida alguna vez surgió en Marte) he seleccionado los siguientes datos:
Perforación de 2,5 cm de diámetro y 4 m de profundidad a un ritmo de hasta 1 m/sol (1 metro por día marciano).
O sea que la perforación es lenta (cada maniobra de sondeo insumiría un mínimo de 4 o 5 días marcianos) y el gélido entorno marciano proporciona refrigeración de sobra para el taladro.
Recolección de muestras subterráneas (a distintas profundidades desde 0 a 4 m), de superficie (tomadas de la pila de detritus que el taladro va expulsando a medida que perfora), y aéreas (pequeñas partículas tomadas de la nube de polvo que el taladro va expulsando).
O sea que la perforación es en seco, sin duda. Hay más datos pero no aportan nada significativo a tus preguntas, Santi.
Saludos.
Busca en Google el paper «The Icebreaker Life Mission to Mars: A Search for Biomolecular Evidence for Life» de Christopher McKay et al. Allí te lo explica con pelos y señales. Añado la referencia al post, que se me pasó.
Como dato, pudiste comentar que el instrumento SOLID está desarrollado en España, en el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA) de Torrejón de Ardoz. Espero francamente que ese aparatito se envíe en alguna futura misión ahora que Icebreaker ha perdido la batalla frente a Lucy y Psyche. Un saludo!
Cuando escribí el artículo desconocía ese dato, Edu. Gracias por el aporte.
Imagino que en la cabeza de todos está montar el taladro en un rover , aunque para esta misión lo ideal sería un globo dirigible. Amen de la facilidad para trasladase cuando se acerque el invierno o recargar electricidad con los paneles mas eficientemente a gran altura, podría portar pequeñas «bombas» y analizar los cráteres dejados por las explosiones.
¿Es posible instalar un microscopio en el espacio como para destinarlo en una mision interplanetaria?
No sé que tipo de microscopio tienes en mente, pero, por ejemplo, el rover marciano Curiosity tiene uno: MAHLI (MArs Hand Lens Imager).
https://danielmarin.naukas.com/2011/11/19/curiosity-el-robot-marciano-mas-complejo-de-la-historia/
Pensaba en un microscopio que pueda observar directamente de las muestras a posibles microorganismos que puedan rondar el suelo o el subsuelo marciano, inclusive del «aire» marciano. Que se puedan realizar microscopias opticas y electronicas.
La preparación de las muestras para microscopía es compleja, hay que hacer tinciones en el microscopio óptico, cubrir con metales en el caso del electrónico de barrido, o fijar y cortar con microtomo en el electrónico de transmisión. No se si se ha conseguido automatizar esos procesos. Si fuera una lupa binocular se pone la muestra y se enfoca directamente, pero con la lupa no ves bacterias.
¡Gracias por la información! Sin duda detectar vida por ese mecanismo que en la tierra parece tan trivial seria un gran desafio en el espacio. Aunque tengo la disyuntiva si es mejor o mas facil extraer muestras de suelo o de aire para analizarlas en la tierra, o hacerlo de modo remoto en marte.
Saludos.
Siempre será mejor traer las muestras a la Tierra donde pueden analizarse con los mejores equipos y distintos laboratorios, pero un viaje de ida y vuelta encarece mucho la misión.
De hecho, SOLID no es un microscopio, es un inmunoensayo. Si hay biomarcadores, estos se unirán a los anticuerpos. De ser así, otro anticuerpo marcado con fluorescencia se unirá por encima (inmunoensayo «sandwich») y al ser excitado mediante un láser brillará. Esto se puede detectar con una sencilla cámara CCD. Si hay brillo, hay biomarcador. Además, sabríamos concretamente cuál. La sonda hubiera llevado 16 chips con anticuerpos para 300 biomarcadores diferentes cada uno. Entre otros, ATP o la perclorato reductasa.