Gliese 581d y Gliese 581g, los planetas fantasma

Por Daniel Marín, el 11 julio, 2014. Categoría(s): Astronomía • Exoplanetas • Sondasespaciales ✎ 15

Hace cuatro años el descubrimiento del exoplaneta Gliese 581g causó una auténtica conmoción. Ahí teníamos, a 22 años luz de distancia, lo que parecía ser la primera exotierra detectada por la humanidad. Los científicos y aficionados se apresuraron a especular sobre el clima y las características que tendría este ‘gemelo’ de la Tierra descubierto por el equipo del astrónomo Steven Vogt. Pero ese mismo año aparecieron las primeras grietas en el muro del entusiasmo generado por Gliese 581g cuando el astrónomo suizo Francesco Pepe cuestionó los datos obtenidos por Vogt. Según Pepe, Gliese 581g no existía. Y dicho y hecho. En septiembre de 2011 se confirmó el fallecimiento de la que podría haber sido la primera exotierra, para mayor escarnio y vergüenza de Vogt. Desde entonces, el planeta figura en todas las bases de datos como ‘pendiente de confirmar’, pero lo cierto es que nadie daba un céntimo por él.

gliese581g
Recreación artística de la superficie de Gliese 581d (Dan Durda).

Una pena, sí, pero al menos teníamos a Gliese 581d, una supertierra situada en la parte exterior de la zona habitable (o ligeramente fuera de ella según otros modelos) que pronto pasó a ser uno de los candidatos a exoplanetas habitables más prometedores de entre todos los que conocíamos. Y así estaban las cosas hasta que el pasado 3 de julio un equipo de astrónomos liderados por Paul Robertson publicó un artículo en Science sobre las últimas observaciones de la estrella Gliese 581. Y los resultados son demoledores. El equipo de Robertson no sólo no ha encontrado señales de Gliese 581g, sino que ha llegado a la conclusión de que Gliese 581d también es un espejismo.

En efecto, la estrella Gliese 581 presenta una actividad estelar mayor de la calculada que, si no se tiene correctamente en cuenta a la hora de hacer los cálculos, puede hacernos creer que existe Gliese 581d y, de paso, Gliese 581g. Resumiendo, lo que pensábamos que eran planetas en realidad son manchas estelares que cruzan la superficie de la estrella. Las buenas noticias son que Robertson ha confirmado con un grado de seguridad aún mayor la existencia del resto de planetas del sistema, por lo que Gliese 581b, 581c y 581e siguen vivitos y coleando.

Pero, ¿cómo puede ser que dos planetas desaparezcan así de repente? ¿Tan volubles son los científicos? Lo primero que debemos recordar es que la mayoría de exoplanetas han sido detectados por los métodos del tránsito o de la velocidad radial. A diferencia de lo que mucha gente pudiera pensar, en ambos casos no ‘vemos’ el planeta directamente, simplemente inferimos su presencia a partir de una serie de datos. En el caso de Gliese 581d y 581g, los dos fueron descubiertos por el método de la velocidad radial, que se basa en medir la velocidad de la estrella respecto al observador. Esta velocidad calculada partir del efecto Doppler revela que la estrella se bambolea con respecto a un centro de masas común, un movimiento que se debe a la presencia de uno o varios planetas a su alrededor. O sea, que lo que vemos en realidad es algo similar a la gráfica siguiente:

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El problema es que esta curva de velocidades puede estar contaminada por varias fuentes de errores y una de las más importantes es la actividad de la propia estrella. Si el astro posee muchas manchas estelares, éstas son capaces de afectar al espectro de velocidades obtenido y los astrónomos pueden deducir incorrectamente que existe un planeta cuando en realidad no hay ninguno. Este parece haber sido el caso de Gliese 581, que, según Robertson, gira sobre su eje con un periodo de 130 días y tiene varios grupos de manchas estelares de cierto tamaño. ¿Y cuáles son los periodos de traslación calculados para Gliese 581g y 581d? Pues precisamente 33 y 65 días respectivamente. O sea, la mitad y la cuarta parte de 130 días. ¿Casualidad? No, más bien manchas. Estelares, eso sí.

¿Podemos dar por perdidos a esta pareja de planetas potencialmente habitables? Evidentemente, después de lo que ha pasado no sería muy prudente ser demasiado categórico en un sentido o en otro, pero digamos que la cosa pinta muy mal. La moraleja del asunto es que no debemos dejarnos llevar por lo que creemos saber sobre la mayoría de exoplanetas ya descubiertos. Porque en realidad lo que sabemos con certeza es muy poco.

Referencias:



15 Comentarios

  1. Que lástima perder a dos planetas de esas características, pero a la vez que bueno que se puede poco a poco tener una depuración de los datos… datos mas depurados = mejores modelos.
    Excelente información como de costumbre Daniel. Éxitos!

  2. El tema es que la duda debe también extenderse a otros exoplanetas con pocas pruebas. Muchas veces los grupos entran en una suerte de competencia y/o exitismo que los llevar a apresurar definiciones o exagerar conclusiones para anunciar planetas innovadores (y ni hablar de la meca de los habitables) que les provean éxito.
    Ni hablar de divulgadores que son más exitistas todavía. En eso un reconocimiento a la mesura de Daniel, quien presenta las distintas opciones probables sin caer en la burda inversión de presentar los deseos por realidad.

  3. El campo de la ciencia en general y la astronomía en particular sufre la plaga del «medallismo», de querer colgarse la medalla de un descubrimiento importante antes de que lo haga otro que sabes que también está investigando el tema, y con las prisas para que no les pasen por delante se saltan muchas de las etapas de que debería seguir cualquier equipo de investigación serio, planetando y descartando explicaciones alternativas, analizando los datos mil veces si hace falta antes de darlos por bueno, y en defintiva, ser meticuloso.

    Cosas como esta, la del famoso «eco» de la inflacción cósmica recientemente proclamado a los 4 vientos y ahora envuetlo en dudas o los famosos Neutrinos más rápidos que la luz son solo algunos ejemplos de correr sin mirar todas las opciones. Y esto hace mucho daño.

    1. Bueno, los científicos son humanos, cometen errores, verifican 1000 veces pero la escurridiza falla aparece en la vez 1001… y casi siempre de la mano de otros.

      La ciencia es una empresa impulsada por seres de carne y hueso, y como tales tienen sus sesgos, apresuramientos y triunfalismos… especialmente cuando hay asignaciones o patrocinios de por medio, y ni hablar cuando de por medio hay un Nobel.

      Todo eso es normal en cualquier actividad humana. También lo es en el ámbito científico, donde estas «noticias bomba» son mayormente inofensivas pues son tomadas con las debidas pinzas. El método científico es autocorrectivo, tarde o temprano termina encarrilando a las ovejas negras.

      El daño, que no afecta a La Ciencia como tal pero sí mancha su reputación, ocurre fuera de los círculos científicos, donde persiste la errónea noción de que La Ciencia, ese «automatismo mágico», jamás debería fallar.

      El ciudadano de a pie no termina de entender cómo funciona el método científico, por tanto no termina de entender que los «fallos» son tan buenos como los «aciertos» en el progreso científico.

      La opinión pública busca «verdades absolutas», se toma todo a la tremenda, desconfía de las «fluctuaciones», siente aversión a las «relatividades», y las «incertidumbres» le provocan pánico.

      El cóctel explosivo está servido… y los medios NO llegan al recate precisamente, por el contrario, suelen hacerse un picnic con estas «noticias bomba» exponiéndolas fuera del debido contexto y sin el menor sentido de sensata proporción.

      He ahí los verdaderos protagonistas de este fenómeno esquizo-histérico: los «periodistas», que no los científicos.

      Esos abnegados sabuesos de «la verdad» ponen a rodar una bola de nieve sin siquiera comprenderla y cuando ésta se estrella ¿de quién es la culpa? No de ellos, por supuesto, su sagrado oficio es «informar» de manera «imparcial».

      Ejemplo típico:
      http://sites.bio.indiana.edu/~gest/cartoon.gif

      Por eso, no me cansaré de repetirlo: Mil gracias, Daniel, por ser un divulgador con todas la letras, infatigable sin jamás perder un ápice de calidad, tan ameno como riguroso, tan especulador como escéptico, tan entusiasta como ecuánime. Eureka es un faro de lucidez y su rol sociocultural es invaluable.

      Saludos.

      PD: ni por un momento olvido que también hay periodistas con todas la letras, lástima que son minoría.

      1. Cuando hablo de daño me estoy refiriendo precisamente de cara a la opinón pública, que genera una desconfianza peligrosa y dañina. Y es trabajo de los científicos no caer, en la medida que se puede, en esos errores que comentas, fruto de las prisas y presiones. De los periodistas, que tienden a olvidar la palabra «podría» para que todo sea más impactante, no espero nada.

        1. Casualmente estaba yo redactando mi anterior comentario cuando vi el tuyo, más breve pero en sintonía con el mío. Para mantener la continuidad del tema me pareció oportuno postear el mío a continuación del tuyo, a modo de profundización, que no corrección, pues obviamente estamos de acuerdo.

          Aprovecho la ocasión para salar un poco el brazo científico de la balanza, que me quedó demasiado «limpio» a causa de enfatizar mi enojo en el brazo mediático.

          Tu hablas de «medallismo» y me parece acertado. Yo hablaría también de «vedettismo», que siempre existió, pero antes de internet era menos evidente, más «académico», más «a puertas cerradas».

          En cambio hoy todo está mediatizado. Casi cualquier paper de autor desconocido puede tener «sus 5 minutos de fama» instantáneamente. Con tamaña presión la competencia se ha encarnizado, lo cual tiene sus pros y sus contras.

          Las contras están a la vista y no sé si podrían evitarse, creo que llegaron para quedarse. Pero, a ver, ¿es tan malo que la ciencia se haya «enculebronado»?

          Creo que ha ganado «humanidad» en el sentido que los científicos ya no lucen como oráculos en sus torres de marfil. Opino que eso es bueno (e incluso divertido, si se me perdona pecar de prosaico)… siempre y cuando se sepa cómo funciona la ciencia en última instancia.

          Ahí está el asunto, y pasa por educar a la opinión pública para que también lo vea así, que sepa asimilar los vaivenes del «culebrón» en su justo contexto y proporción.

          La divulgación de calidad es fundamental para que el ciudadano de a pie entienda que la ciencia avanza en promedio, pero mientras tanto puede haber retrocesos, pues en ciencia la última palabra nunca está dicha.

          Saludos.

  4. Por eso las premisas de la investigación científica son tan importantes seguirlas como si fueran los 10 mandamientos. 1-Busca la verdad donde quiera que ella te lleve; 2-Cuestiona Todo, incluso tus propias conclusiones; 3-Pon a prueba tus propias ideas; 4- Permite que otros obtengan los mismos resultados, y si es por otros caminos, mejor!

    Algunas de las que se me ocurren extraídas de la Nueva Serie Cosmos (homenaje a Carl Sagan). Así que me parece positivo que estas correcciones sucedan, porque aunque un científico puede equivocarse, otros pueden poner a pruebas sus conclusiones y llegar a la verdad que se persigue, y todos ganamos así.

    Saludos.

  5. Hay una conclusión clara: muchos de los planetas descubiertos por el método de velocidad radial, no son reales. A la espera de la nueva generación de telescopios, la prudencia se debe de imponer.

  6. ¿En caso que un planeta (o sistema planetario), sea detectado tanto por el método del tránsito como por el de velocidad radial, se podría dar por confirmada la existencia? O sólo la observación directa puede confirmarlos sin lugar a dudas?

    Saludos y una vez mas, felicitaciones por el Blog!

  7. No deja de ser notable, no obstante, que Gliese 581 tenga una actividad magnética tan acusada con un periodo de rotación tan extremadamente lento. 130 días es una enormidad comparado con los 27 días de la rotación ecuatorial solar y más si tenemos en cuenta su menor radio. Es algo que confirma la elevada edad de esa estrella (más de 7000 millones de años). Pienso que cabría esperar que su actividad se hubiese moderado mucho a estas alturas.

  8. Buenas noches y perdón por el fiera de tópico, pero ¿SE sabe o sospecha porque este año la agencia china tarda tanto en salir de su letargo ?. Gracias.

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Por Daniel Marín, publicado el 11 julio, 2014
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