Actualmente China es una de las dos naciones del planeta Tierra con capacidad para mandar seres humanos a la órbita baja gracias a las naves tripuladas Shenzhou. El programa Shenzhou o Proyecto 921 se remonta a 1992, cuando el país estaba inmerso en un esfuerzo de modernización sin precedentes. Pero veinte años antes el gigante asiático intentó sin éxito desarrollar un programa espacial tripulado que hoy ha sido olvidado. Su nombre, Proyecto 714.
El vuelo de Gagarin no pasó desapercibido para los encargados del incipiente programa espacial chino. Entre 1961 y 1964 el padre del esfuerzo espacial del gigante asiático, el mítico Qian Xuesen (a veces escrito como Hsue-Shen Tsien), organizó una serie de encuentros y congresos para trazar las líneas maestras relativas a la construcción de una nave tripulada autóctona. El 19 de julio de 1964 China lanzó el cohete sonda T-7AS-1 con varios especímenes biológicos, incluyendo cuatro ratas, hasta 70 kilómetros de altura. Dos años después, el 15 de julio de 1966 el programa espacial chino superó otro hito al lanzar el primer perro espacial dentro del cohete sonda T-7AS-2. El perro, conocido como Xiao Bao, no alcanzó la órbita, pero supuso todo un fenómeno mediático en el país. Trece días más tarde le seguiría otro animal, la perrita Shan Shan.
En 1968 se creó el Instituto de Medicina Espacial cerca de Pekín, una señal inequívoca de que el país se tomaba en serio la idea de mandar un astronauta al espacio. En octubre de 1970 la Fuerza Aérea comenzó una preselección de candidatos a futuros astronautas a instancias de Qian Xuesen. El 15 de marzo de 1971 fueron seleccionados veinte pilotos de un millar de candidatos originales, un número similar a la primera selección de cosmonautas soviéticos. Los veinte candidatos pronto se quedaron en diecinueve cuando uno de ellos decidió abandonar el grupo por motivos desconocidos. Los futuros astronautas chinos continuaron con su entrenamiento intensivo. Sus nombres eran Liu Zhongyi, Meng Senlin, Dong Xiaohai, Fang Guojun, Ma Zizhong, Lu Xianxiao, Wang Fuhe, Wang Zhiyue, Yu Guilin, Wang Fuquan, Wang Quanbo, Wang Rongsen, Liu Chongfu, Li Shichang, Hu Zhanzi, Chai Hongliang, Du Jincheng, Zhang Ruxiang y Shao Zhijiang.
El 24 de abril de 1970 China se convirtió al fin en una potencia espacial al lanzar su primer satélite artificial, el Dongfang Hong 1 (东方红一号, ‘el este es rojo’). Justo un año después se llevó a cabo una reunión en el hotel Jingxi de Pekín con más de cuatrocientos especialistas que representaban a ochenta organizaciones que formaban parte del programa espacial chino. Como resultado de la reunión nació el Proyecto 714 para poner un hombre en el espacio. El número del proyecto hacía referencia al año -1971- y al mes -abril en el que fue formalmente aprobado por las autoridades chinas.
El Proyecto 714 tenía como único objetivo crear una nave tripulada china que sería bautizada como Shuguang (曙光, ‘amanecer’ en mandarín), también conocida como Shuguang-1. Para los ingenieros chinos el Proyecto 714 suponía un desafío tecnológico y logístico prácticamente insuperable. Uno de los principales escollos con los que se enfrentaban era la falta de un lanzador adecuado. China carecía de un cohete similar al Vostok o al Soyuz soviético, así que solamente podría lanzar una nave con una masa muy pequeña. Se pensó lanzar una cápsula de reducidas dimensiones como la Mercury norteamericana, pero pronto se desechó esta propuesta por otra más compleja. Curiosamente, la referencia para el diseño de la Shuguang sería la nave estadounidense biplaza Gémini, de tan solo 3850 kg.
El ingeniero encargado del diseño de la Shuguang sería Tu Shancheng, un antiguo graduado de la Universidad de Cornell en EEUU. Al igual que la Gémini, la Shuguang estaría dividida en dos secciones: una cápsula dotada de escudo térmico con un módulo de servicio acoplado a su parte trasera. A diferencia de la Gémini, la Shuguang sería una nave monoplaza para compensar el retraso en la tecnología aeroespacial china, que requería del uso de sistemas de mayor peso y tamaño. Aún así, la Shuguang sería menos pesada que la Gémini. Reentraría en la atmósfera terrestre de forma balística sobre Sichuan sometiendo a su astronauta a una aceleración fortísima que podría alcanzar los 11 g.
El proyecto nunca avanzó lo suficiente para poder disponer de un diseño definitivo, así que no sabemos la autonomía del vehículo o las posibles misiones en las que sería usado. Sin embargo, sí sabemos que el satélite espía FSW (Fanhui Shi Weixing) dotado de una cápsula recuperable se construyó con un diseño basado en la Shuguang. El primer lanzamiento exitoso de un FSW tendría lugar en 1975, así que es de esperar que, de haber seguido adelante, la primera Shuguang tripulada no habría sido lanzada antes de finales de los años 70.
El 14 de mayo de 1971 el propio Mao aprobaría el desarrollo de la nave Shuguang. De acuerdo con varias fuentes, Fang Guojun debería haberse convertido en el primer astronauta chino a bordo de una Shuguang, treinta años antes de que Yang Liwei orbitase la Tierra en la Shenzhou 5. El programa Shuguang parecía imparable, pero los azares del destino quisieron que fuese cancelado de forma abrupta por culpa de un culebrón político ajeno al programa espacial. En septiembre de 1971 el ministro de defensa Lin Biao orquestó un golpe de estado contra Mao Zedong. El intento de hacerse con el poder se saldó en fracaso y Biao huyó precipitadamente a bordo de un avión Trident 1-E a la Unión Soviética. El avión, sin llevar el combustible necesario para una travesía de estas características, se estrelló en Mongolia Interior. En el accidente murieron Lin Biao y sus acompañantes.
Para desgracia del programa espacial chino, Lin Biao había estado a cargo del Proyecto 714. Tras su muerte, todos los proyectos en los que había estado involucrado Biao pasaron a ser sospechosos. Para colmo, el plan de golpe de estado, bautizado como Proyecto 571, fue confundido por algunos con el programa tripulado chino. A comienzos de 1972 Mao dio por cancelado el Proyecto 714 y paralizó el desarrollo de la nave Shuguang, aunque, como hemos visto, su tecnología fue usada en el programa FSW. Las dificultades económicas por las que atravesaba la China de entonces no hicieron mucho por ayudar a un programa que muchos consideraban demasiado caro y ambicioso.
Los miembros del cuerpo de cosmonautas fueron devueltos a sus respectivas unidades militares, con la orden de no decir una palabra a nadie de la existencia del programa. Nunca abandonaron la esperanza de que algún día alguien los llamase para viajar al espacio. Durante las tres décadas siguientes Fang Guojun mantuvo su peso por debajo de los 78 kg reglamentarios por si algún día las autoridades del país cambiaban de idea. Y lo hicieron, pero por desgracia para Guojun el primer astronauta chino sería Yang Liwei.
Interesante, todos los dias se aprende algo nuevo de historia.
No hubiera imaginado que las pretensiones espaciales de China hubieran comenzado tan temprano en la época de Mao.
Muchas gracias!
Cuando lei sobre este proyecto en Encyclopedia Astronautica me recuerdo la película de james Bond «You Only Live Twice» de los años 60, donde los productores de la película creían que la capsula Soyuz se parecería a una Gemini rusificada.
Buenas,
¿Se sabe desde qué año tienen los chinos lanzadores propios?
Saludos.
Lo tienes en el artículo. Y en la Wikipedia. Y en la Encyclopaedia Astronautica. Y en mi libro «Astronáutica, el camino a las estrellas», que se vende en Amazon… Buscar uno mismo la información no hace daño.
Busca «cohetes Larga Marcha» y en concreto «CZ-1».
Todos los países se dotaron con lanzadores porque les era imprescindible para su política nuclear. Verás que existe una clara correlación con disponer de armas nucleares y lanzadores espaciales. La excepción es el Reino Unido por motivos fáciles de adivinar, aunque también hicieron sus pinitos a finales de los 60 -les era muy caro. No es difícil reconvertir un lanzador balístico intercontinental en un vector orbital, con la ventaja de situar satélites en el espacio.
El primer país más allá de EEUU y la URSS fue Francia (1965), metida con De Gaulle en pleno con sus bombitas tous azimuts. Es una risa tener armas nucleares si no tienes misiles para lanzárselas a la cabeza de la quienes te amenazan.
El primer misil balístico de China se probó (con éxito) a finales de los 60, entró oficialmente en servicio en 1966. En 1967 ya tenían misiles capaces de ser lanzados desde submarinos. Unos años después, los EEUU reconocían a la China comunista toda la legitimidad en detrimento de sus aliados de toda la vida, Taiwán (oficialmente la China-no-comunista).
Hacia 1969 ya tenían listos vectores orbitales. El primer satélite chino fue lanzado en 1970.
Gracias de nuevo por enseñarnos estas cosas. Una vez más nos demuestra que da igual que no tengas dinero o lanzadera, con tesón se va pasito a pasito y al final se consigue. China lo hubiera hecho, estoy seguro. Maldita política, es mala hasta en una dictadura jajaja.
Y quizás hubiera mantenido viva la carrera espacial picando a los EEUU como la «nueva Rusia». Sería interesante como alternativa histórica de estas que tanto te gustan, Daniel. ¿Qué opinas? Con la dualidad China-EEUU ¿estaríamos ya en Marte?
Tampcoo hay que vivir en los mundos de Yuppi, sino hay dinero no consigues nada en absoluto. Y de hecho actualmente a China dinero no le falta precisamente.
No es cuestión de «dinero» precisamente, principalmente en economías totalmente estatizadas y planificadas como lo eran la URSS y la China pre-Xiaoping. Si un país tiene personal cualificado para diseñar los cohetes y la base industrial para construir los componentes, lo puede hacer. La China de entonces tenía pocos ingenieros y técnicos especializados en el área (y fue un enorme golpe de suerte que EEUU permitiera a Tsien volver a China, sin él el programa espacial chino se hubiera retrasado muchísimo), y la base industrial era insuficiente. El Gran Salto Adelante y la Revolución Cultural solo empeoraron las cosas, eliminando a personas de gran formación, paralizando el desarrollo de la industria y disminuyendo la producción agrícola.
A ver al final son dos caras de la misma moneda. Lo que cuenta al final, la última «moneda» son las horas de trabajo, en occidente esas horas tienen equivalencia en dinero, en las economías como la China de los 70 y la URRS, era algo más complejo de calcular en términos «occidentales» pero al final, las guerras als ganan las horas de trabajo bien empleadas…
yo también me acordé de la película de Bond al ver el vehículo espía FSW con la cápsula recuperable.
Pero la quinta foto, la que muestra la FSW en posición vertical me ha traído a la memoria los «Daleks» de «Dr. Who». Mirad, mirad:
http://merchandise.thedoctorwhosite.co.uk/wp-content/uploads/dalek-fx-single-6.jpg
Hay que ver el parecido que tenían sus trajes espaciales con los del proyecto del transbordador espacial norteamericano =O _O=Uu
En realidad se parece a los trajes del proyecto Apollo, solo que naranja.
El traje mas bien parece el traje de vuelo de los Transbordadores Espaciales. China debería darle un chance de volar a Fang Guojun en una Shezhou hacia la Tiangong 1 o 2. Así rompería el record de John Glenn y China podría decir que ha lanzado al ser humano mas anciano en el espacio. Por supuesto, se podría realizar una serie de experimentos con Guojun de manera de poder justificarlo. Ohjala pudiera haber una manera de hacerle llegar esta petición a los altos responsables del programa espacial tripulado chino.
El pobre hombre se lo merece. Los avatares políticos le robaron el sueño de toda una vida. Y sería un record muy vistoso para China.
Parafraseando a rseferino (que recuerda la película You Only Live Twice), la deuda que China tiene con Guojun podría saldarse como en la película Space Cowboys (sin tanto «glamour» estilo Clint Eastwood, claro está).
El lúcido Arthur C. Clarke tenía muy claro que el gigante asiático estaba despertando. En su novela 2010 Odisea Dos (de 1982) son los chinos quienes llegan primero a la luna joviana Europa. ¿Y cómo se llamaba la nave? Tsien. ¡Obvio! 🙂
Sin dudas sería interesante, pero si hay algún problema con la Shenzhou y esta tiene que hacer una reentrada balística, será que un señor de más de 80 años (no pude encontrar la edad actual de Fang Guojun) sobreviviría las fuertes aceleraciones? John Glenn no corría este riesgo, una vez que el Shuttle era una nave alada muy suave en la reentrada.
Oh, le quitas el gusto a la vida, hombre 🙂
Tienes razón, por supuesto. Pero resulta que Glenn YA HIZO sus buenas cabalgatas espaciales. Como dice el refrán, que le quiten lo bailado.
En cambio, Guojun NO tuvo oportunidad. Y algo me dice que él estaría dispuesto a correr cualquier riesgo. El temple de estos hombres es así.
¿Qué podría perder? ¿Cuánto tiempo y qué calidad de vida le quedan? Si le das a elegir, estoy seguro que prefiere la inmortalidad histórica a una muerte patética y anónima en una cama de hospital.
Dudo mucho que los responsables del programa espacial chino compartan mi opinión. Pero, ¿quién sabe? Después de todo, las víctimas de los shuttles NO son víctimas, son héroes.
Sí, soy un maldito cínico, pero a veces el cinismo y el romanticismo son la misma cosa 🙂
Saludos
Hay un interesante artículo sobre Qian Xuesen, el padre del programa espacial chino, en el blog «La pizarra de Yuri»
http://lapizarradeyuri.blogspot.com/2010/07/qian-xuesen-el-otro-disenador-jefe.html
Como siempre excelente entrada Daniel. Como la historia es infinita (aunque por definición no lo sea), todos los días se aprende algo. Ahora me dieron ganas de saber más acerca del intento de golpe de estado de Lin Biao y su fatídica muerte. ¡Saludos!
Offtopic:
Se me acaba de venir a la cabeza el Tupolev 119 no sé por qué. Mi pregunta es ¿podria tener aplicaciones en el campo aeroespacial?
Por cierto, gran entrada, no sabia que china pensaba en eso ya en esa época…. muy interesante.