Bitácora de Curiosity 33: la edad del lago del cráter Gale

Por Daniel Marín, el 10 diciembre, 2013. Categoría(s): Astronáutica • Curiosity • Marte • Sistema Solar • Sondasespaciales ✎ 13

Aprovechando la reunión anual de la AGU (American Geophysical Union) el equipo científico de Curiosity ha presentado los últimos resultados sobre el análisis de las rocas de la zona de Yellowknife Bay, resultados que también han aparecido en varios artículos del último número de la revista Science. A pesar de lo que uno pueda leer en algunos medios, las conclusiones principales no son en absoluto nuevas y de hecho son similares a las publicadas el pasado marzo. Es decir, ya sabíamos que en el pasado el cráter Gale presentó en su interior un lago de agua líquida con un pH aproximadamente neutro. ¿Cuáles son entonces las novedades?

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Posible extensión del lago del cráter Gale (NASA/JPL).

Pues unas cuantas. La más importante ha sido la determinación de la edad de la roca sedimentaria Cumberland. Empleando el espectrómetro SAM (Sample Analysis at Mars) se ha podido estimar la cantidad de argón-40 presente en la muestra, un isótopo que a su vez procede de la desintegración del potasio-40. De este modo se ha podido calcular que la edad de la roca es de entre 4560 y 3860 millones de años. Lo que viene siendo muy, muy antigua (el sistema solar se formó hace 4560 millones de años). Esta edad no tiene nada que ver con la antigüedad del lago del cráter Gale y, de todas formas, estos números no han pillado por sorpresa a nadie, ya que es más o menos la misma que ofrece la técnica del conteo de cráteres y la predicha por los modelos teóricos. No obstante, se ha comprobado que ahora Curiosity dispone de una potente herramienta para medir la edad de las rocas.

Como suele ocurrir en estos casos, en mi opinión el resultado más importante es el que no se ha publicado. ¿De qué estamos hablando? De la ausencia de materia orgánica. Uno de los objetivos prioritarios de los instrumentos SAM y ChemIn -y de toda la misión- es precisamente la búsqueda e identificación de moléculas orgánicas, pero hasta el momento el equipo científico no ha podido encontrar ninguna. El motivo es doble. Por un lado, los percloratos presentes en el polvo marciano se encargan de oxidar violentamente cualquier sustancia orgánica presente en las muestras que se calientan dentro del horno de SAM. Esta reacción libera ingentes cantidades de dióxido de carbono que sí puede ser medido. Por otro lado, poco después del aterrizaje se descubrió que el instrumento SAM estaba contaminado con sustancias orgánicas que interferían con los análisis.

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Tipos de rocas de la región de Glenelg/Yellowknife Bay (NASA/JPL).
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Interior de la roca Cumberland (NASA/JPL).
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Estimación de la edad del cráter Gale (NASA/JPL).
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Resultado del análisis de SAM de la roca Cumberland (NASA/JPL).

El equipo de Curiosity cree que el problema de la contaminación ya está superado y que el 97% del dióxido de carbono producido en SAM durante el análisis proviene en realidad de moléculas orgánicas, aunque por el momento se ha mostrado incapaz de demostrarlo. Y es que al calentar dentro de SAM muestras de polvo y rocas provenientes de la superficie (y por lo tanto esterilizadas por la radiación hasta el punto de no contener ninguna molécula orgánica compleja) se ha observado una menor emisión de dióxido de carbono, lo que sugiere que el exceso de este gas en las muestras de rocas debe proceder de moléculas orgánicas. El equipo de SAM sigue trabajando para encontrar evidencias de sustancias orgánicas, pero por ahora se muestran elusivas.

Los rayos cósmicos se encargan de desintegrar cualquier materia orgánica presente en la roca hasta profundidades de un metro (aquí es cuando debemos rezar para que el rover ExoMars 2018 logre su objetivo). Pero no hay mal que por bien no venga. Usando esta propiedad de los rayos cósmicos los científicos de Curiosity han analizado mediante SAM los isótopos producidos por el paso de estas partículas para calcular la edad de las rocas más modernas que cubren la región de Yellowknife Bay. La conclusión es que las rocas del fondo del lago quedaron expuestas al exterior hace unos 30-110 millones de años. O sea, hace muy poco en términos geológicos.

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Proceso de exposición de las rocas de Yellowknife Bay (NASA/JPL).

Otros resultados publicados en Science arrojan resultados contrapuestos con respecto a la habitabilidad del cráter Gale. De un lado tenemos que los nuevos análisis muestran que las rocas Cumberland y John Klein de Yellowknfe Bay estuvieron expuestas a un ambiente árido y frío antes de la  formación del lago. Esto puede ser debido a que el Marte primigenio de la era Noeica fue más inhóspito de lo esperado o a que las rocas sedimentarias del lago se formaron después de la era Noeica, en la era Hespérica. De ser cierto este último caso, favorecido por los científicos de Curiosity, estaríamos ante una auténtica novedad que apoyaría la hipótesis de un Marte habitable durante más tiempo de lo esperado.

Sin embargo, el fondo del lago una vez formado fue un lugar potencialmente habitable para varios tipos de microorganismos que pudo perdurar de forma estable, y esto es otra novedad, durante varios millones de años en la era Noeica y/o la Hespérica. El agua del lago, como ya se sabía, gozaba de un pH neutro, una baja concentración de sales y contaba con la presencia de bioelementos básicos como carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo y azufre (CHONPS). Por lo tanto, y como ya se anunció el pasado marzo, podemos decir que Curiosity ha cumplido con el objetivo primario de su misión: demostrar que el cráter Gale fue en el pasado un lugar favorable para la vida tal y como la conocemos.

Junto con los análisis de las rocas se han publicado en Science los resultados del instrumento RAD para la medida de la radiación en la superficie de Marte. Curiosity ha sufrido una dosis de 0,67 milisieverts al día desde agosto de 2012 a junio de 2013, unas dosis relativamente altas que concuerdan con los modelos teóricos y que son inferiores a las experimentadas durante el trayecto hasta el planeta rojo.

Curiosity dejó Yellowknife Bay hace meses y actualmente se dirige a las faldas del Monte Aeolis, pero en el camino se parará en una zona (waypoint 4) que desde la órbita presenta una apariencia similar a Glenelg y Yellowknife Bay. Los científicos esperan que Curiosity llegue a esta zona en menos de dos meses. Sin duda, nuevas sorpresas nos aguardan.

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Yellowknife Bay (izquierda) y waypoint 4 (derecha), próxima parada de Curiosity (NASA/JPL).
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Dosis de radiación en vuelos espaciales. Ir a Marte no es nada fácil (NASA/JPL).
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Durante 300 días Curiosity sólo ha experimentado una tormenta solar (SEP) (NASA/JPL).


13 Comentarios

  1. Aunque me llovieron las críticas cuando lo comenté en post especial por el aniversario del primer año del Curiosity, he que decir que esta entrada de hoy me vuelve a hacer sentir decepcionado con esta misión.

    La misión espacial más importante de las últimas décadas, la más espactacular, la más cara y la más mediática, y seguimos sin ningún resultado verdaderamente importante. Lo único que ha hecho el Curiosity por ahora es confirmar cientos de cosas que ya se sabían o se sospechaban.

    Y encima, según comenta Daniel, uno de sus objetivos principales está comprometido por culpa de una contaminación que no sabemos si va a poder ser eliminada o no.

    Que conste que no es una crítica a la misión en sí misma, que es la más compleja y ambiciosa en décadas. Simplemente es un sentimiento personal porque tenía esperanzas de que se lograsen descubrimientos más espectaculares.

    1. Y luego la gente dice que los robots son más eficaces que los astronautas…

      Lo que podría hacer un buen geólogo en Marte en una semana no lo hacen los todoterrenos en años.

  2. Tú lo has dicho: confirmar. Ya no son teorías ni hipótesis, son hechos, y eso en ciencia marca la diferencia.

    De la Viking sólo se sigue hablando los famosos tests que hizo, más que nada porque se han convertido en un tema casi conspiranoico. De los datos de Curiosity se seguirá hablando décadas.

    Las cosas que más avanzan suelen ser las menos «espectaculares». Pero eso es porque nosotros tenemos unos tics culturales que no nos permiten ver la realidad en su plenitud (bueno, es que seguramente percibir la realidad en su plenitud nos mataría xD).

  3. Odio que los artículos sean de pago ¿es que esta gente no conocer arxiv o similares?

    Me surgen dos dudas ¿cuántas veces puede utilizarse el instrumento que efectúa las pirólisis? ¿es el SAM? ¿cuántas medidas se han hecho y cuántas le quedan? y ¿con el uso no se supone quedaría cada vez más limpio de muestras terrestres?

  4. Malo, malo… la confirmación de lo que ya se sospechaba: un amartizaje expondrá a los astronautas a tal dosis de radiación que podrían desarrollar un cáncer en muy poco tiempo….

    Otro reto para quienes vayan a diseñar la primera misión del hombre a Marte (por si no hubiera pocos ya)…

    1. Ten en cuenta que ésa es la radiación en el exterior, sin traje ni nada. La mayor parte del tiempo los astronautas estarían en la base, probablemente enterrada en la arena, o en un todoterreno presurizado. El resto del tiempo, escaso en comparación, tendrían la protección del traje espacial, no tan buena pero tampoco despreciable.

      La radiación no es un problema tan grande como se piensa: http://www.marssociety.org/home/about/faq#TOC-Q:-What-are-the-dangers-from-radiation-in-transit-and-on-the-surface-of-Mars-

  5. A mi también me esta decepcionando un poco esta misión y más con lo que ha costado. Otro dato altamente preocupante es la radiación como bien dices lo más critico es la dosis recibida durante un trayecto hacia Marte pero después lidia con la también alta dosis en superficie no se tú Daniel pero veo muy complicado una misión tripulada a Marte a no ser claro esta que fuera de solo ida con lo que ello conlleva.

    1. Hombre, si esperabas ver marcianitos verdes, fósiles y paranoias así es normal que te decepciones…

      Pero confirmar cosas es extremadamente importante y necesario. Además no hay que olvidar que aún no ha llegado a dónde se supone que tiene que llegar.

  6. Bueno, debo de ser un optimista irredento porque a mi… la realidad no me decepciona, es más, me emociona «SABER» más, no conocer nuevas hipótesis. Juzgar una misión o un experimiento por lo que no hay, lo que no existe, no es ciencia, es entretenimiento y no es esto.

  7. A mi esta misión, hasta ahora, también me está decepcionando. Entiendo que el vehículo es mucho más complejo y que confirmar es mucho en ciencia, pero me da la sensación de que Curiosity no está haciendo más de lo que ya han hecho los apasionantes Spirit y Oportunity.

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