Las misiones del Burán que nunca fueron (25 años del Burán III)

Por Daniel Marín, el 22 noviembre, 2013. Categoría(s): Astronáutica • Burán • General • Rusia • Sondasespaciales ✎ 12

La misión 1K1 de la nave 1K Burán fue la primera y última del programa. Pero, ¿qué habría pasado si el transbordador espacial soviético no hubiese sido cancelado?¿Qué misiones habría realizado?

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La lanzadera 1K Burán en la rampa.

Debido a su origen militar como contrapeso al shuttle norteamericano, las misiones propuestas al inicio del programa tenían todas ellas un perfil belicoso. En principio se pensó en usar el sistema Burán para lanzar estaciones de combate Skif y Kaskad en su bodega de carga. Las primeras eran estaciones espaciales armadas con láseres mientras que las segundas incorporaban interceptores cinéticos. Su objetivo no era destruir los misiles balísticos estadounidenses, una misión que los analistas soviéticos consideraban imposible, sino las instalaciones equivalentes enemigas situadas en órbita. Cuando el proyecto de las estaciones de combate láser Skif-D aumentó de tamaño y se tomó la decisión de lanzarlas con el cohete Energía, se sugirió que el Burán podría servir para rellenar los tanques de gases de los láseres después de su funcionamiento.

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Una lanzadera del programa Burán se acopla con una estación láser de combate Skif-D (Vadim Lukashevich/www.buran.ru).

Quizás la aplicación militar más estrambótica fue la que preveía usar la lanzadera para poner en órbita hasta diez vehículos de reentrada BOR-4 con cabezas nucleares. Aprovechando la capacidad de maniobra de los cuerpos sustentadores en la alta atmósfera, los BOR-4 podrían esquivar cualquier sistema de intercepción en caso de guerra. Otro uso más realista sugería el empleo del Burán para reparar los satélites espías del Proyecto Sapfir. Incluso se planeó lanzar con el Burán satélites espías Sapfir con un espejo de tres metros.

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Versión del Burán para el despliegue de vehículos BOR-4 con cabezas nucleares (Vadim Likashevich/www.buran.ru).

Salvo por las propuestas de vincular el Burán con los programas Sapfir y Skif-D, lo cierto es que el resto de propuestas nunca tuvieron muchas posibilidades de salir adelante. Ya en los orígenes del programa se intentó buscar una utilidad en las primeras misiones del Burán dentro del programa de la estación espacial Mir, una alternativa ciertamente más realista.

De acuerdo con el programa original planteado en los años 80, se debían haber llevado a cabo diez misiones de prueba con las lanzaderas 1K y 2K antes de considerar operativo el sistema Energía-Burán. Las dos primeras debían ser sin tripulación y en función de los problemas encontrados se plantearía un vuelo tripulado en la tercera. En septiembre de 1988, poco antes de la primera misión del Burán, la fecha de lanzamiento de la segunda misión no tripulada estaba prevista para finales de 1989. La primera misión tripulada tendría lugar un año más tarde, al término de 1990. En 1991 y 1992 se realizarían una y dos misiones tripuladas respectivamente. Las cuatro primeras misiones tripuladas estarían pilotadas por dos cosmonautas solamente por motivos de seguridad. A partir de 1992 entrarían en servicio las lanzaderas 3K, 4K y 5K progresivamente.

Durante las diez misiones de prueba los dos transbordadores 1K y 2K llevarían en su bodega módulos 37KB de Khrúnichev como el que transportó el Burán en su vuelo y cuyo diseño era similar al del módulo Kvant de la Mir. Al igual que en la misión inaugural, durante los primeros vuelos de prueba los módulos transportarían instrumentos para medir los parámetros de vuelo y baterías para complementar las células de combustible. Posteriormente, dos de los módulos 37KB serían transformados en módulos científicos 37KBI para ser acoplados a la estación Mir.

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Módulo 37KB (RKK Energía).
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Módulo 37KB (www.buran.ru).

A principios de 1989 los planes habían cambiado ligeramente. Los cuatro primeros vuelos serían sin tripulación. A finales de 1991 estaba previsto que despegase la lanzadera 2K (los rumores dicen que podría haberse llamado Burya) en su primera misión, la 2K1. Durante dos días orbitaría la Tierra con un módulo 37KB en su bodega, probando el funcionamiento de las células de combustible y los radiadores. En la primera mitad de 1992 la 2K despegaría otra vez en su segunda misión, 2K2. Permanecería durante siete u ocho días en el espacio y se acoplaría automáticamente a la estación Mir antes de regresar a la Tierra. En 1993 tendría lugar la cuarta misión del programa y la segunda del Burán, la 1K2. Durante 15-20 días el Burán permanecería en órbita probando todos los sistemas de la nave. La primera misión tripulada sería la 3K1 en 1994, la primera de la lanzadera 3K.

Para el acoplamiento con la Mir se usaría un nuevo sistema de acoplamiento denominado APAS-89. El módulo Kristall de la Mir había sido lanzado con dos puertos de atraque dotados de este sistema. En las misiones a la Mir, las lanzaderas soviéticas estarían dotadas de un sistema APAS situado sobre un túnel extensible en una esclusa. Cuando los norteamericanos adaptaron el sistema APAS ruso para las misiones del shuttle a la Mir y a la ISS no incluyeron un túnel extensible sobre la esclusa, pero los ingenieros soviéticos optaron por hacerlo así para reducir el riesgo de colisión con la estación.

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Configuración de una lanzadera del programa Burán para misiones a la Mir. Se aprecian los dos brazos robot, la antena del sistema Luch, la esclusa con el sistema APAS y el módulo 37KB (Vadim Lukashevich/www.buran.ru).

El 6 de mayo de 1989 el Consejo de Defensa de la URSS se reunió y decidió revisar a fondo los planes del programa Energía-Burán. Debido al clima de distensión entre las dos superpotencias, el programa y sus objetivos militares ya no eran considerados prioritarios. Al mismo tiempo, las autoridades mostraron su desaprobación por el lento desarrollo del programa y por su poca ambición. Como resultado se decidió paralizar la construcción de las lanzaderas 4K y 5K y reducir las misiones de prueba de diez a cinco. De acuerdo con el nuevo plan, en 1990 sería lanzado el cohete Energía 2L en una misión sin transbordador. La misión probaría el nuevo contenedor de carga lateral que debía aprovechar todo el potencial del cohete gigante. El Energía lanzaría la carga GK-199, consistentes en dos satélites de comunicaciones geoestacionarios propulsados por etapas superiores Blok-DM. De paso, en este lanzamiento se probaría el sistema de recuperación mediante paracaídas de los cuatro bloques de la primera etapa del Energía.

De acuerdo con el nuevo plan, se decidió fusionar los objetivos de las misiones 2K1 y 2K2. Ahora la 2K1 despegaría en diciembre de 1991 sin tripulación y se acoplaría al módulo Kristall, que previamente habría sido recolocado a la parte frontal de la estación. Paradojas del destino, el acoplamiento sería muy similar al que finalmente realizó el Atlantis en 1995 durante la misión STS-71. La tripulación de la Mir pasaría al interior de la cabina de la lanzadera 2K e inspeccionaría sus sistemas durante un día entero. La nave 2K se separaría de la Mir y comenzaría otra etapa de pruebas en solitario. Pocos días después despegaría desde Baikonur una Soyuz dotada de un sistema de acoplamiento APAS-89 y tripulada por dos cosmonautas. La Soyuz TM N101 se acoplaría con la 2K y los dos tripulantes estarían en su interior un día. La Soyuz se separaría y proseguiría rumbo a la Mir mientras la 2K aterrizaba automáticamente.

Esta misión con una Soyuz tenía por objetivo probar las técnicas de rescate de la tripulación en caso de problemas con las lanzaderas del programa. Después del accidente del Challenger, las autoridades soviéticas habían puesto el énfasis en la seguridad -de ahí la insistencia en las misiones no tripuladas-. Durante las misiones tripuladas de las lanzaderas soviéticas la Mir sería usada como refugio en caso de emergencia y estaba previsto tener lista una Soyuz con un sistema APAS para rescatar a los cosmonautas si fuera necesario. Aunque las lanzaderas del programa Burán podían transportar hasta diez cosmonautas, durante las primeras misiones llevarían solamente a dos tripulantes sentados sobre asientos eyectables. De hecho, es muy probable que, de haber volado, nunca hubiese llevado a más de los cuatro cosmonautas de la cubierta superior. Se llegó a construir una Soyuz con el APAS, que volaría como la Soyuz TM-16 en 1993. Eso sí, sin acoplarse a ninguna lanzadera.

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El Burán acoplado con el módulo Kristall de la Mir en la misión 2K1.
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Modelo del módulo Kristall de la Ciudad de las Estrellas de Moscú donde se ven los dos puertos de atraque APAS-89 (Eureka).
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Soyuz TM-16 con el sistema APAS-89.

En 1992 o 1993 sería lanzada la primera misión tripulada, la 3K1. Nunca se llegó a nombrar una tripulación de forma oficial, pero en 1989 todo indicaba que la primera misión tendría a Ígor Volk como comandante y a Alexánder Ivánchenkov como ingeniero de vuelo. Volk, jefe del destacamento LII de los cosmonautas del programa Burán había presionado insistentemente para que la primera misión tuviese a Rimantas Stankevičius en el asiento derecho. Volk y Stankevičius habían acumulado incontables horas de vuelo en los simuladores y en el análogo del Burán, el OK-GLI (BTS-002). Desgraciadamente, Stankevičius murió en 1990 en un accidente aéreo, así que es difícil que Volk se hubiese salido con la suya.

En esta primera misión tripulada la lanzadera 3K se acoplaría con la Mir y acoplaría un módulo científico 37KBI al puerto APAS lateral del módulo Kristall usando uno de los dos brazos robots de la nave. La carga principal de este módulo sería probablemente un telescopio de rayos X. El cuarto vuelo del programa también sería tripulado, pero no estaba claro si lo realizaría la lanzadera 3K -misión 3K2- o la 2K -misión 2K2-.

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Interior de la cabina del OK-GLI. La cabina de una lanzadera tripulada habría sido muy parecida.
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Recreación del Burán acoplado con la Mir (www.buran.ru).
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Pruebas del brazo robot del programa Burán (www.buran.ru).

Para 1991 los planes se habían vuelto a retrasar. La misión 2K1 había sido pospuesta a 1992. En mayo de 1991 se trasladó la lanzadera 2K a la rampa del Área 110 de Baikonur sobre una maqueta del Energía. Pese a la crisis, el programa parecía seguir adelante.

En octubre de 1991 se cambiaron las previsiones una vez más. Después de la 2K1 se lanzaría la misión 2K2 sin tripulación en 1993. Esta misión no se acoplaría con ninguna estación, sino que probaría varias ‘tecnologías biotecnológicas’ asociadas con el proyecto Mir 2. Según el nuevo esquema, el Burán 1K sería la encargada de realizar la primera misión tripulada, la 1K2, aunque también se planteó que fuese la nave 2K en la misión 2K3. Por entonces era más que evidente que la lanzadera 3K no estaría lista para esta misión… o para cualquier otra. En este vuelo, el Burán llevaría en su bodega el módulo base de la Mir 2 (DOS nº 8, actualmente el módulo Zvezdá de la ISS) y lo acoplaría a un puerto lateral de la Mir después de separar el módulo Spektr. Después de varios años de operaciones, la Mir 2 se quedaría con el módulo Priroda -el más nuevo- acoplado a un lateral. Este plan fue conocido por Mir 1.5, ya que fusionaba la construcción de la Mir 2 con la Mir 1.

En 1995 veríamos la misión 2K3 donde se probaría el nuevo módulo biotecnológico 37KBT. Entre 1996 y 2000 se llevarían a cabo dos misiones al año, una con la lanzadera 2K para reemplazar los módulos 37KBT (misiones 2K4, 2K5, 2K6, 2K7 y 2K8) y otra con la Burán 1K para tareas de avituallamiento, recambio de tripulación y de montaje de la estación (misiones 1K3, 1K4, 1K5, 1K6 y 1K7). Se incluirían módulos con tareas específicas, como por ejemplo el 37KBE con paneles solares. El Burán también transportaría elementos de la viga central de 85 metros de la Mir 2.

En cualquier caso, es importante recalcar que nunca se planteó el sistema Burán como sustituto de las naves Soyuz y Progress. Sin una ventaja clara frente a unos sistemas tradicionales y probados, el Burán no tenía demasiado futuro.

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La lanzadera 2K en la rampa en mayo de 1991 para pruebas de integración.
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Proyecto Mir 2 de 1993.
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Asientos eyectables del Burán.
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Asiento eyectable del Burán en un museo de Baikonur (Eureka).
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Cubierta superior del Burán con cuatro asientos para misiones regulares.
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El Burán acoplado a la estación Mir 2 (DOS-8) para llevar módulos 37KB (www.buran.ru).

La URSS desapareció a finales de 1991. Era evidente que Rusia no podría asumir los costes del programa Energía-Burán en solitario, pero durante un año se mantuvo el espejismo de que el proyecto aún tenía salvación. Se intentó atraer a inversores extranjeros e incluso se puso el sistema a disposición de la NASA para cualquier tipo de misiones. Pero todo fue inútil. En 1992 aún se tenía la esperanza de lanzar la tan esperada 2K1 en 1993, pero en mayo de ese año el programa Energía-Burán fue cancelado definitivamente. Nunca hubo un anuncio ni un decreto oficial, pero la financiación se cortó por completo.

Ya en 1992 se había abandonado el plan Mir 1.5 en favor de un proyecto más tradicional. El bloque central de la Mir 2 despegaría usando el cohete Protón y los módulos 37KB serían sustituidos por las naves Progress M2. Como es sabido, en 1993 la Mir 2 terminaría por fusionarse con el proyecto de estación espacial estadounidense para crear la ISS. Es inevitable especular qué habría pasado en una realidad alternativa en la que el sistema Burán habría estado operativo junto al shuttle. ¿Habrían participado ambas naves en la construcción de la ISS? Nunca lo sabremos, pero está claro que ver dos transbordadores espaciales en órbita al mismo tiempo habría sido un espectáculo digno de ver.

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El Burán se acopla con la ISS en una realidad alternativa (Vadim Lukashevich/www.buran.ru).

Referencias:

  • www.buran.ru
  • Mirovaia Pilotiruemaia Kosmonavtika, Yu. Baturin, RTSoft, Moscú 2005.
  • Triumf i Tragedia Energii, B. I. Gubanov, NIER, 1998.
  • Mnogorazovi Orbitalni Korabl Buran, Yuri Semionov, Izdatelstvo MAI, 1997.


12 Comentarios

  1. Daniel, a propósito de aniversarios, tal vez sea mucho pedir, pero me encantaría leer unas líneas tuyas sobre el aniversario 50 del observatorio del cerro Tololo, que se cumplió el 7 de noviembre. Hoy es un observatorio menos relevante, frente a ALMA o el VLT del cerro Paranal, pero fue el primero de Chile y abrió el camino a los muchos que hay ahora.

    Saludos.
    Roberto.

  2. ¿Queréis política-ficción? Por una cifra ***absolutamente*** ridícula, la ESA podría haber financiado de forma crítica todo esto, incluyendo transferencias cruzadas de tecnología y dotarse, así, plum plas, de la noche a la mañana como quien dice, no sólo de tecnología clave, sino de un sistema considerablemente mejor que el americano y perfectamente funcional (sería simplemente bestial ver despegar una lanzadera soviética desde Kourou). ¿Inviable? Políticamente desde luego, pero en el papel, no sólo totalmente viable, sino además altísimamente recomendable dadas las tablas de pérdidas y ganancias.

    Y a saber dónde andaríamos todos ahora.

      1. Todo lo que invirtieron en el Hermes, por ejemplo, lo han tirado a la basura. El 80% de las «colaboraciones» con la NASA, han ido a la basura. El proyecto Galileo, que es una máquina de tragar dineros y hacer pufos (siguen sin devolverle la pasta a China, en Beijing se mean de la risa mientras los intereses corren y ellos ponen sus Buyuyús en órbita). La pasta que necesitaban los rusos es una fracción de la que se mueve en un proyecto así pagado en Occidente (bueno: era), en aquel momento los costes eran abismales en un lado y otro y sí, se podría haber pagado esto con los presupuestos habituales. No te creas que las mariscadas se dan sólo en Hispanistán.

  3. Mr. Euroburro, amén.

    Incluso ahora la sinergia ESA+Roskosmos sería brutal, pero se ha desaprovechado la ocasión del Euro-PPTS en favor del Euro-módulo de servicio de una Orión que ya veremos dónde acaba. En fin, Soyuz en Kourou no está mal; veremos si algún día despegan tripulaciones europeas a la ISS desde allí… el día que haya verdadera voluntad política por hacerlo.

    Saludos,

    C.-

    PS: ¡y lo bonito que sería ver volar al Hermes sobre su Ariane 5! 🙁

    1. 1. Orión? Que Orión? Yo ya empiezo a liarme entre la capsulita mierda de la NASA que es un pozo de dinero sin fondo y la navecita que se movia a golpe de cachivache nuclear.
      2. Yo voto a favir del Daedalus. Aunque ya estarás muy ocupado, Daniel. (no se como puedes llevar este blog, en serio, no imagino entrar en internet aun ponerlo).
      3. Si les explico el Proyecto Orion así a mis compañeros de clase demostraran interés?

  4. Interesante génesis militar del Buran… pero los norteamericanos fueron los primeros en militarizar el espacio con la pulseada que tuvieron en los 60’s con el desarrollo de un LEM de órbita baja capaz de destruir satélites militares soviéticos con lanzamiento de objetos que dañen los paneles solares e incluso los neutralizen con pinturas y otra serie de artimañas que avergonzaron a NASA cuando la USAF le mostró el mockup de los LEM que quería obtener para tal fin…

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Por Daniel Marín, publicado el 22 noviembre, 2013
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