Popovkin sucumbe a la ira del Kremlin

Por Daniel Marín, el 10 octubre, 2013. Categoría(s): Astronáutica • Rusia • sondasesp ✎ 8

Tras varios meses de rumores sobre el asunto, finalmente Vladímir Popovkin ha sido destituido de su cargo como director de la agencia espacial rusa Rocosmos. El Kremlin pidió la cabeza de Popovkin el pasado julio tras el fallo catastrófico de un cohete Protón -fallo que se sumaba a otros sonoros fracasos como la pérdida de la Fobos-Grunt-, así que su destitución era cuestión de tiempo. Su sustituto será el coronel general Oleg Ostapenko, que hasta ahora ejercía como viceministro de defensa.

Oleg Ostapenko: «¡cuidadito con los Protón!» (Russia Today).

Al igual que Popovkin, Ostapenko ha estado a cargo del Cosmódromo de Plesetsk (a diferencia de Baikonur, bajo control militar) y ha sido comandante de las Fuerzas de Defensa Aeroespacial de la Federación Rusa. Popovkin se convierte así en el director de Roscosmos que menos tiempo ha durado en su cargo, con solo 892 días. Su predecesor, Anatoli Pérminov, aguantó 2604 días, mientras que el anterior, Yuri Koptev, logró sobrevivir 4411 días. Veremos si Ostapenko no supera el récord de Popovkin y aguanta un poco más.

Durante el mandato de Popovkin Roscosmos ha sufrido la mayor tasa de fallos de lanzadores espaciales en mucho, mucho tiempo (8 lanzamientos fallidos de un total de 72, o sea, un 11,11 % de fracasos). Pero los mentideros del Kremlin señalan que Popovkin ha sido destituido no tanto para servir como cabeza de turco por los fracasos espaciales rusos -que también-, sino por su oposición a la reestructuración del complejo aeroespacial del país. Desde hace más de tres años, el gobierno ruso pretende unificar las empresas del sector en una serie de conglomerados industriales al estilo de la reforma que se llevó a cabo en el sector aeronáutico. Pero el pasado julio el Kremlin decidió ir aún más allá y agrupar casi todas las empresas espaciales en una sola corporación denominada ORKK (Corporación Espacial y de Cohetes Unificada / Объединенной ракетно-космической корпорации). Bajo el paraguas de ORKK quedarían empresas tales como RKK Energía (constructora de las naves Soyuz y Progress), Khrúnichev (fabricante del cohete Protón y de módulos a la ISS), NPO Lávochkin (fabricante de satélites y sondas espaciales rusas), TsSKB Progress (donde se construyen los cohetes Soyuz), ISS Reshetniov (constructora de satélites), NPO Energomash (fabricante de motores y actualmente bajo control de Energía) o KBKhA (fabricante de motores), entre otras.

Tal y como se piensa llevar a cabo, la introducción de la ORKK traerá consigo una clara pérdida de poder para Roscosmos, ya que muchas de las empresas arriba mencionadas estaban integradas parcial o totalmente en la agencia espacial. En principio Roscosmos seguirá siendo la agencia que dicte la política espacial de Rusia, mientras que la ORKK debería jugar el papel de un simple contratista general. En principio. No obstante, ORKK será un conglomerado tan monstruoso que podrá imponer fácilmente sus prioridades -políticas y económicas- a las de Roscosmos. Precisamente este era el motivo de desacuerdo entre Popovkin y el vicepremier Dmitri Rogozin, el ‘padre intelectual’ de la creación de la ORKK. Popovkin opinaba -en mi modesta opinión con razón- que la creación de la ORKK supondrá una fragmentación intolerable en la dirección del esfuerzo espacial ruso. De hecho, el pasado junio Popovkin sugirió a Putin reconvertir Roscosmos en una corporación estatal al estilo de Rosatom y evitar así la creación de la ORKK. Huelga decir que el pulso lo ganó Rogozin.

Y eso por no hablar de las trifulcas internas que traerá consigo una unificación a semejante escala. La tentación de usar las empresas más pequeñas dentro de la corporación como ‘escudos’ ante los posibles recortes -o intentar hundir productos de compañías otrora rivales- es demasiado grande. Es posible que el sector aeroespacial ruso necesite una unificación parcial si quiere sobrevivir, pero agrupar todas las compañías en la ORKK tiene más bien la pinta de ser un suicidio espacial en toda regla.



8 Comentarios

  1. Estoy de acuerdo con tu postura. Y encima tenía que ser ahora que el programa espacial ruso tiene cierto riesgo por cosas nuevas como el angará o el nuevo cosmodromo (aunque ahora que lo pienso, retirarán el proton en unos añitos, eso es una ventaja economica). En epoca de crisis, toca apretarse los huevos, y me imagino que la idea viene de eso.
    De todos modos como ya señalaste en entradas anteriores opino que empresas como khrunichev (fabricantes de proton) entre otros que necesitan un relevo en su junta directiva.

  2. Yo no estoy de acuerdo con Daniel. Si la experiencia de la OAK (la corporación aeronáutica) sirve como antecedente, entonces la ORKK aumentará la eficiencia del sector espacial. Como lo describes, en el caso de la OAK, algunas industrias muy tradicionales como MiG y Tupolev salieron perdiendo y tuvieron proyectos cancelados, mientras otras (Sukhoi y la planta Irkut) se beneficiaron, pero es natural considerando que proyectos como el Tu-334 no tenían mucho futuro realmente, mientras que el SSJ y el MS-21 parecen tener. El programa espacial ruso tiene redundancias que hay que eliminar (como las desnecesarias competencias entre Khrunichev y Energiya), pero es el camino a seguir, simplemente no hay presupuesto para todos los proyectos. El sector aeroespacial es hoy tan complejo que a nivel mundial quedan poquísimas corporaciones, es una evolución natural.

    1. Pase lo que pase, el que va a sufrir las consecuencias serán los empleados que al unir todo en uno sobrarán. Así ocurre siempre con las fusiones y todo tipo de uniones. Esperemos que este no sea el caso.

    2. El problema, tal como lo veo yo, es que ORKK competirá directamente con Roscosmos a la hora de decidir las prioridades del programa espacial ruso. OAK no puede hacer los mismo porque los militares tienen demasiado peso en el gobierno, un peso que Roscosmos no tiene. Ese es mi temor.

    3. Jon, mano de obra especializada es un bien escaso en Rusia, y no creo que haya despidos masivos. Cuando se creó OAK eso no sucedió, es más, plantas que estaban prácticamente sin producción (como NAPO en Novosibirsk) fueron remodeladas, contrataron personal y están en plena actividad.
      Daniel, sí, es bien posible que eso suceda. En unos años empezaremos a ver los resultados. Yo por ahora soy moderadamente optimista.

  3. Tiene sus pro y sus contra la idea de fusionar en una sola corporación las diferentes empresas del sector espacial ruso, por un lado, si sale como el ensayo de la industria aeronáutica magnífico, péro temo que con esto roscosmos pierda influencia, veremos…

  4. Tiene pinta de una fusión (o más bien absorción) forzada para beneficio de RKK Energia, que se quedaría en monopolio y además dictando la política espacial a Roscosmos.

    Tal y como están las cosas veo unas cuantas cosas en el aire. ¿Qué pasará con los nuevos lanzadores? ¿será el fin de Angará?

  5. «Comandante de las Fuerzas de Defensa Aeroespacial» Joer, quién pudiera poner algo así en su curriculum!

    No sé, en mi opinión, este tipo de politiqueos y reorganizaciones no son ni buenas ni malas en sí mismas. Lo importante cuando se llega a estos niveles es que exista una persona a la cabeza con el suficiente empuje como para darle una dirección y unos objetivos claros a la industria.

    Sin ese tipo de personas, los planes se retrasan, los objetivos no se cumplen, no se convence a los poltícios, etc. Da igual que sea una industria centralizada o descentralizada.

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Por Daniel Marín, publicado el 10 octubre, 2013
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