Un año de Curiosity en Marte

Por Daniel Marín, el 6 agosto, 2013. Categoría(s): Astronáutica • Curiosity • MSL • NASA • sondasesp ✎ 22

El 6 de agosto de 2012 a las 05:17 UTC el Mars Science Laboratory, más conocido como Curiosity, aterrizó de forma impecable en el cráter Gale de Marte. Nunca antes una sonda tan grande y compleja había alcanzado la superficie del planeta rojo. La complicada secuencia de entrada, descenso y aterrizaje -los famosos ‘siete minutos de terror’- fue un rotundo éxito y, contra todo pronóstico, la osada maniobra Sky Crane para depositar el rover en la superficie funcionó a la perfección. Millones de personas se maravillaron en todo el mundo ante tal proeza tecnológica. La NASA lo había logrado una vez más. Ahora la humanidad tenía a su disposición un auténtico laboratorio móvil de casi una tonelada con propulsión nuclear capaz de pulverizar rocas a distancia mediante un rayo láser. Y lo más increíble es que por vez primera pudimos ver el descenso casi como si estuviéramos allí:

El vídeo de la cámara MARDI le deja a uno sin aliento. ¡Un aterrizaje en otro planeta! No es una simulación ni una recreación artística, sino la verdadera perspectiva en primera persona de un viajero de la Tierra que llega a otro mundo. Un año después, lo más destacable es sin duda el perfecto desarrollo de la misión. Dejando aparte un pequeño problema con el experimento español REMS y un incidente menor con uno de los ordenadores, todos los sistemas e instrumentos del rover han funcionado impecablemente. Curiosity ha cumplido todos los objetivos primarios de la misión, incluyendo un análisis detallado de muestras de roca mediante difracción de rayos X por el instrumento CheMin (nunca antes realizado en Marte). O lo que es lo mismo, todo un mission success según los criterios internos de la NASA. Gracias a los análisis de las muestras de las rocas John Klein y Cumberland de la región de Glenelg, Curiosity ha confirmado la existencia de minerales arcillosos (filosilicatos) que se formaron en presencia de agua líquida. Aunque estos minerales ya se habían detectado previamente desde la órbita y, con mayor ambigüedad, con el rover Opportunity, Curiosity los ha caracterizado con todo detalle. La presencia de agua en el pasado marciano no es ninguna novedad, pero sí lo es que -al menos en el cráter Gale- ese agua tuviese un pH neutro. Efectivamente, gracias a Curiosity ahora podemos decir con la cabeza bien alta que Marte fue habitable -que no es lo mismo que habitado– en el pasado.

Autorretrato de Curiosity en Yellowknife Bay (JPL/NASA).
Primera imagen de Curiosity desde Marte (JPL/NASA).
Primer análisis de rocas por difracción de rayos X en Marte (JPL/NASA).
Zona Yellowknife Bay en el cráter Gale (JPL/NASA/Damien Bouic).
Principales descubrimientos de Curiosity hasta la decha (JPL/NASA).

Tras recorrer más de un kilómetro por la superficie, Curiosity ha revelado que el agua líquida también dejó su huella en el suelo del cráter Gale esculpiendo las rocas a su paso. Una corriente continua de al menos medio metro de profundidad fluyó en una o varias ocasiones en el pasado. Este resultado ya se esperaba tras ver las imágenes del cráter Gale desde la órbita, pero – y como Spirit nos enseñó en el caso del cráter Gusev-, en Marte no se puede dar nada por sentado. Otro gran descubrimiento de Curiosity ha sido en realidad un ‘no descubrimiento’. Y es que el instrumento SAM ha sido incapaz de encontrar rastro alguno del misterioso metano marciano, que, recordemos, podría estar vinculado con procesos biológicos o volcánicos. Este mismo instrumento ha medido con gran precisión la proporción entre los isótopos del argón atmosférico, confirmando que la atmósfera marciana era más densa en el pasado.

Rocas esculpidas por el agua en el cráter Gale (JPL/NASA).
Distancia recorrida por Curiosity en un año (JPL/NASA).
La roca John Klein en Yellowknife Bay (JPL/NASA).
Agujero creado por el taladro de Curiosity en la roca Cumberland junto a los pequeños agujeros creados por el láser ChemCam (JPL/NASA).
Polvo de la roca Cumberland (JPL/NASA).

Por su parte, el instrumento RAD ha medido también por primera vez la dosis de radiación que sufriría un astronauta en una misión a Marte. Los resultados son, como se esperaba, malos. O dicho de otra forma, la radiación sigue siendo uno de los principales escollos para un viaje tripulado al planeta rojo.

Habrá quien piense que estos resultados no son lo suficientemente espectaculares, pero, y dejando a un lado que a Curiosity aún le quedan muchas aventuras por delante, debemos tener en cuenta las limitaciones de la sonda. En palabras de John Grotzinger, el científico principal de la misión, no habrá un ‘momento Eureka’ para Curiosity (una pena por lo que respecta a este blog). Es decir, es poco probable que se produzca un descubrimiento clave que cambie de golpe nuestra visión de Marte. Más bien se limitará a mejorar las observaciones realizadas por otras sondas e instrumentos, lo que por supuesto no es poco. Y es que Curiosity no puede detectar vida microbiana ni ver fósiles microscópicos. Aún en el caso de que las rocas del cráter Gale estuvieran repletas de bacterias -algo poco probable-, Curiosity no podría detectarlas. Es cierto que en este tiempo el rover no se ha movido mucho. Ha pasado la mayor parte del año analizando rocas en la zona de Glenelg, donde ha llevado a cabo los descubrimientos arriba mencionados. Pero si no se ha movido es precisamente porque la zona merecía la pena. Ahora Curiosity debe recorrer varios kilómetros hasta llegar a las faldas del Monte Aeolis para estudiar los minerales que eran el objetivo primario de la misión antes del aterrizaje.


Las faldas del Monte Aeolis, el próximo objetivo de Curiosity (JPL/NASA).

Las ruedas de Curiosity (JPL/NASA/Damien Bouic).
Curiosity en Marte (JPL/NASA).

Un año después Curiosity se ha confirmado como un éxito rotundo para la NASA y ha ayudado a impulsar el programa de exploración de Marte, que estaba pasando por una situación crítica. Cuando el rover aterrizó el pasado agosto todo indicaba que sería el último vehículo de la NASA en explorar el planeta rojo en más de una década. Espoleada por el éxito mediático de Curiosity, la agencia espacial estadounidense ha decidido lanzar en 2020 una especie Curiosity 2.0, esta vez para buscar directamente indicios de vida. Hace un año Curiosity nos maravilló a todos haciendo realidad lo imposible. ¿Qué maravillas aguardan en el cráter Gale a ser descubiertas por este emisario de la humanidad? Pronto lo sabremos.

Vídeo de celebración del primer año de Curiosity en Marte:
Un año en Marte desde el punto de vista de Curiosity:


22 Comentarios

  1. No me canso de ver los videos del descenso y los de su labor en la superficie, son espectaculares.

    ¡¡¡¡¡ FELIZ CUMPLEAÑOS !!!!!!

  2. El vídeo del descenso es más que espectacular , es como si uno estuviera allí en el rover descendiendo y contando los minutos para llegar a la superficie ,es algo irreal ver al escudo térmico desapareciendo en la distancia !!! Dios ¿ Por todavía no estamos allí ?

  3. Una pregunta, ¿cual es la «esperanza de vida» de Curiosity?
    Año arriba año abajo, porque Opportunity ha multiplicado por 40 la suya, aunque se que es un caso muy particular.
    ¿Se puede hacer una estimación o depende exclusivamente del desgaste por el polvo y la radiación?
    Gracias

    1. Los rovers Spirit y Opportunity se alimentaban mediante energía solar, aún así uno de ellos sigue en activo. Yo creo que el Curiosity, que va con energía nuclear, puede durar todo el tiempo que se quiera. A no ser, claro está, que ocurra algún fallo mecánico catastrófico, que le caiga encima un meteorito o que vuelque…^^

      Respecto al sonido del vídeo del descenso, imagino que es un montaje, ¿no? ¿O es que también lleva micrófonos para grabar sonidos?

      Saludetes y magnífica entrada Daniel!!

    2. La misión Curiosity durará 1 año marciano (1,88 años terrestres), pero su fuente de energía durará bastante más (mínimo 14 años), así que salvo fallos gordos habrá Curiosity para largo.

      Un saludo!

    3. @Parrilla84 no tengo ni idea, pero creo que el material medianamente radiactivo que porta con el paso de los años dejará de disipar tanta energia hasta que el vehiculo no pueda disponer de la potencia suficiente como para seguir funcionando.
      La pregunta que lanzo yo, es si no se les habia pasado por la cabeza a la NASA llevar en el spirit o el opportunity una maldita brocha de pintar para autolimpiarse los modulos fotovoltaicos, que tengo entendido que estan ya de polvo y «m» hasta arriba.

    4. Creo que no pensaron en lo de la brocha hasta que no vieron los paneles solares cubiertos de polvo… pero claro ya era tarde. Creo recordar que hubo una ocasión en la que tuvieron la suerte de que un «dust devil» le pasara por encima a uno de los rovers limpiando un poco los paneles.

    5. Parece que ExoMars também terá o mesmo problema e aquelas rodinhas pequenas que deixaram o spirit atolado na areia.AS rodas devem ser maiores e mais largas e os painéis moveis para se desvensilhar da poeira.

    6. @Jon el RTG de Curiosity es de Pu238 que deja de emitir el 0,8% de calor cada año, por lo que el Plutonio no es un problema. Otra cosa es lo que dure el resto de materiales del RTG, que por ejemplo en el caso de las Voyager se han degradado a 2 o 3 veces el ritmo del Pu238, pero en principio Curiosity va a tener pilas para rato.
      Mi pregunta iba más bien enfocada a los lubricantes, las ruedas, la electrónica, etc. Sobre cuanto podría durar con las diferencias de temperatura, el polvo y la radiación y sin un mecánico a la vista.
      Saludos

    7. Según los estudios de la NASA, las partes más susceptibles de fallo son las partes móviles (ruedas y brazo robot, seguidas de los componentes electrónicos más delicados (ordenadores). Nadie sabe cuánto puede durar, pero obviamente todo depende del transcurso de la misión. El RTG no es un problema. Siendo optimistas quizás pueda aguantar quince años, pero también podría durar menos que Spirit. Quién sabe.

    8. Daniel perdona. ¿Tenemos que creernos que la NASA manda esto a Marte sin ningún instrumento que pueda verificar que existe vida en el planeta?. Así, sin anestesia ni nada. Saludos.
      Agüimense

  4. Ola, abundando un poco en el interesante debate sobre los resultados hasta ahora del trabajo del robot y dejando claro q en mi opinión es un acierto q esté alli,traigo a escena el sobresalto q nos dio John Grotzinger, uno de los máximos responsables de la misión, cuando dijo a finales de Noviembre del año pasado lo de «un descubrimiento que pasará a los libros de historia» … Pareció como que habían descubierto «algo»; al parecer se interpretaron mal sus palabras. Ahora parece que hay más mesura en las declaraciones de técnicos y responsables…

    1. Bueno, ya está superado el golpe del aterrizaje, en sentido literal además, que se cargó uno de los sensores de velocidad del viento, lo cual hace que las medidas en ese aspecto tengan mayor margen de error, pero sigan siendo válidas y mucho mas precisas que cualquier otro sistema de aproximar la velocidad del viento en Marte. Por lo demás ahí está tomando medidas…

  5. El descenso es lo más espectacular que se ha visto nunca en el espacio exterior.

    Debe ser todo un orgullo para la NASA conseguir que una misión tan complicada como esta esté funcionando tan bien, prácticamente sin fallos. Y también que esté logrando los objetivos científicos propuestos inicialmente.

    Espero que el Curiosity también sirva como acicate para el herido orgullo de los rusos.

Deja un comentario