NASA, cómo hemos cambiado

Por Daniel Marín, el 31 julio, 2013. Categoría(s): Astronáutica • NASA • sondasesp ✎ 46

El pasado 29 de julio la NASA cumplió 55 añitos. La agencia espacial con el presupuesto más abultado del planeta llega a esta etapa de su vida sin saber muy bien qué hacer con su futuro. Pero las cosas eran muy distintas en plena efervescencia del programa Apolo, cuando la gente soñaba a lo grande. Literalmente. Sólo hay que echar un vistazo a la siguiente imagen para ver los asombrosos planes que la agencia norteamericana tenía previsto llevar a cabo hace cuarenta años:

Sí, leen bien. ¡Vuelos tripulados a MarteEstaciones espaciales de cien personas!¡Laboratorios tripulados en órbita lunar! ¿Quién da más? Hoy en día todo esto nos parece ciencia ficción, pero en 1969 la NASA tenía otra visión del asunto. El futuro de la humanidad en el espacio era rutilante y en pocas décadas nuestra especie se expandiría por el Sistema Solar como quien no quiere la cosa. Entonces, ¿qué ha pasado?¿Por qué a estas alturas no tenemos bases en la Luna ni ningún ser humano ha pisado Marte? La respuesta la sabemos todos: la Guerra Fría. La NASA nació en 1958 con un único cometido, que no era otro que poner un hombre en el espacio antes que los soviéticos y evitar así otro bochornoso momento Sputnik. A pesar de ser un objetivo claramente definido y contar con muchos medios, la NASA fracasó estrepitosamente. Cuando Gagarin alcanzó el espacio el 12 de abril de 1961, el prestigio de la recién nacida agencia espacial se hizo añicos. Había que buscar un objetivo aún más espectacular para demostrar la superioridad tecnológica norteamericana frente a la URSS y fue entonces cuando llegó Kennedy con su famoso discurso. ¡Vayamos la Luna! Y a la Luna fuimos…

La carrera lunar terminó en julio de 1969 cuando la tripulación del Apolo 11 regresó sana y salva a la Tierra. A partir de ese momento el programa Apolo estaba muerto, sólo que aún no lo sabía. El objetivo político de la NASA -vencer a la Unión Soviética en la carrera por la Luna- se había logrado. En el apogeo de su gloria, mientras el administrador de la NASA Thomas Paine jugaba con fantasiosos planes de misiones a Marte y gigantescas estaciones espaciales, la triste verdad era que la NASA había perdido su razón de ser. Hoy en día nos lamentamos del futuro perdido, de todo lo que pudo ser y no fue. Y es lógico, pero mientras nos quejamos no nos damos cuenta de que lo extraordinario no fue la cancelación de todos esos grandiosos proyectos, sino que el programa Apolo llegase a ser una realidad.


Grandiosa visión de exploración del Sistema Solar de la NASA en 1970 (NASA).

Justo cuando Armstrong ponía el pie en el Mar de la Tranquilidad, la administración Nixon se estaba planteando seriamente cancelar todo el programa tripulado -Apolo y Skylab (o AAP, como se le llamaba entonces)- y ya si eso lanzar una misión conjunta con los soviéticos a mediados de la década de los 70. ¿Después? Ya se vería. La NASA se usaría otra vez como lo que siempre fue: un instrumento político en manos de políticos. Si finalmente Nixon dio marcha atrás y aprobó la construcción del transbordador espacial fue, una vez más, por culpa de la Guerra Fría. Hubiese quedado muy feo eso de no tener un programa espacial tripulado mientras los soviéticos mandaban a sus cosmonautas allá arriba de forma rutinaria.

Por supuesto las cosas podrían haber sido distintas. Si la Unión Soviética hubiese lanzado primero una misión tripulada alrededor de la Luna antes que el Apolo 8 o si el accidente del Apolo 13 hubiese tenido lugar durante el Apolo 11, por poner un par de ejemplos, la historia habría seguido otro curso. Y, efectivamente, en algunos de esos universos alternativos habríamos visto un ser humano pisando Marte en los años 80 o 90. Pero, aunque esas historias alternativas sean posibles, no son nada probables. De hecho, el propio programa Apolo estuvo a punto de ser cancelado en varias ocasiones ante la -aparente- falta de competencia por parte de los soviéticos y por culpa de su alto coste.

Una pareja de naves marcianas propulsadas por cohetes nucleares NERVA se dirige a Marte (NASA).

55 años más tarde la NASA y sigue sin saber qué hacer con su programa tripulado. Mejor dicho, y por primera vez en su historia, podríamos decir que la NASA carece de un programa tripulado técnicamente hablando. A diferencia de Nixon, a Obama no le tembló el pulso a la hora cancelar el Programa Constelación y retirar el transbordador espacial sin tener un sustituto listo. Esta vez no había soviéticos a los que enfrentarse. Además de la iniciativa privada, actualmente la NASA se lo juega todo a la carta del cohete SLS y la nave Orión. Una apuesta que quizás sea demasiado arriesgada.

55 años después la gran paradoja de la NASA es que el programa tripulado continúa siendo su razón de ser, pero también es el gran quebradero de cabeza de la agencia. Y sin embargo el gran éxito de la NASA no radica en sus misiones tripuladas, sino en su programa de naves automáticas. Una legión de sondas y observatorios espaciales escudriñan el cielo como nunca antes en la historia de la humanidad. Puede que no tengamos un hombre en Marte, pero ahora mismo tenemos dos robots en activo estudiando la superficie del planeta rojo.

Visto lo visto, es normal que muchos piensen que lo mejor que puede hacer la NASA es olvidarse de las misiones tripuladas y centrarse en la exploración automática del Universo. No estoy de acuerdo. El programa científico de la NASA también hunde sus raíces en la Guerra Fría. Sin Unión Soviética no habríamos tenido Apolo, pero tampoco Mariner, ni Viking, ni Voyager. No, nada de flotas de sondas espaciales. Al menos, no en esas cantidades y en esos plazos. Las misiones con astronautas atrapan el interés del público de forma única y no es cierto que el dinero del programa tripulado pueda trasvasarse al programa no tripulado fácilmente. Los que creen que sin misiones tripuladas veremos un incremento de proyectos automáticos sólo tienen que ver lo que ha ocurrido en los últimos años. La NASA ha cancelado el transbordador y el Programa Constelación y sin embargo el programa científico de la agencia roza en la actualidad mínimos históricos de financiación.
Aquellos científicos que piensan que su misión automática es infinitamente más valiosa que un astronauta haciendo el mono en el espacio se equivocan. A los políticos su preciosa misión y sus preciosos datos les importan aún menos que los proyectos tripulados. Es decir, nada de nada. Lo hemos visto una y otra vez en las agencias espaciales de todo el mundo: son los programas tripulados los que tiran de la clase política y crean el ambiente necesario para que exista un programa científico digno de tal nombre (y sí, por si alguien se lo pregunta, Europa y Japón tienen programas tripulados, lo que no tienen son naves propias). Y lo estamos viendo una vez más en el caso de China, que hasta hace unos años carecía de un programa espacial científico importante y que ahora tiene varios proyectos de sondas y satélites científicos, gracias en gran parte al impulso presupuestario y político generado por las misiones tripuladas. Si por los políticos fuera, las únicas misiones científicas que recibirían financiación serían aquellas con una aplicación práctica directa, como son los satélites para la observación de la Tierra y, apurando mucho, el Sol.
Presupuesto de la NASA ajustado a la inflación (línea verde). Se nota el bulto del Apolo y vemos que la mayor parte de la financiación del programa tuvo lugar en el espacio de pocos años (NASA).
Este gráfico nos suena más. Es el gasto de la NASA como porcentaje del presupuesto federal. Definitivamente, la NASA ya no interesa a los políticos estadounidenses (NASA).
Fracción del presupuesto de la NASA destinada a las misiones tripuladas. Frente a la creencia común, en los últimos años siempre ha rondado el 50% (NASA).
Volviendo a la NASA, la agencia se encuentra hoy paralizada por el ‘síndrome Apolo’. Es decir, el temor de que cualquier aventura espacial más allá de la Tierra sea simplemente demasiado cara para poder asumirla. El error de este planteamiento es pensar que el programa Apolo fue extremadamente caro, cuando en realidad no lo fue. Sí, como lo oyen, no me he vuelto loco. Apolo costó en total unos 130 mil millones de dólares (en dólares de 2009), una cifra enorme, pero inferior -¡inferior!- al coste del programa del transbordador espacial, que supera con creces los 170 mil millones de dólares (si sumamos la ISS, el coste total supera los doscientos mil millones de dólares). Cierto es que el programa del transbordador se extendió durante tres décadas, mientras que Apolo duró menos de 15 años. Pero la parte más importante del presupuesto se la llevaron los gastos fijos -instalaciones, personal, mantenimiento, etc.-, gastos que en el caso del Apolo apenas hubo tiempo para amortizarlos. Eventualmente, y si le hubiéramos dado una o dos décadas más, una misión de tipo Apolo habría tenido un coste no excesivamente superior a la de un lanzamiento del shuttle. La NASA recibió la mayor parte del presupuesto del Apolo en apenas cuatro años. Un programa de financiación más racional permitiría asumir un presupuesto final similar con un moderado aumento del dinero destinado a la NASA cada año. Si no vamos a Marte no es porque no haya dinero -que lo hay para lo que interesa-, sino porque no hay voluntad política. Punto. Hoy, 55 años después de nacer, la NASA se enfrenta al presupuesto más bajo en dos décadas. Una vez más, la agencia espacial no está entre las prioridades de los políticos norteamericanos. Lamentablemente.


46 Comentarios

  1. Hombre, Dani, me parece injusto que digas que la NASA carece de programa tripulado propio, pero luego digas que Europa sí lo tiene…pero sin naves. Yo creo que los dos están en la misma situación, con Astronautas pero sin vehículos.

    En todo lo demás, estoy totalmente de acuerdo. Creo que la NASA ahora mismo es un pollo sin cabeza. No tienen ni idea de cuál va a ser el siguiente paso importante en el espacio, no saben si es más importante ir a la Luna, a Marte, a un asteroide o quedarse en LEO. No saben si es mejor la exploración pública o la privada, no saben si esto va a traer algún día beneficio económico o no. Son como un boxeador que de repente se queda sólo en el ring…¿qué hago?

    Pero no creo que están acabados, ni mucho menos. Tarde o temprano los chinos o los rusos van a indicarle a todo el mundo el camino a seguir. Llegarán a la Luna y se quedarán en ella de forma permanente y entonces la NASA encontrará por fin una justificación/objetivo para volver a poner en marcha esa fantástica maquinaria que poseen.

  2. Nasa nació con objetivos politicos en lugar de cientificos o tecnologicos como la ESA o la NASDA/JAXA por lo que en una epoca como la actual es logico que se encuentre como se encuentre.
    El problema radica que salvo contadas excepciones todos los presidentes gustan de ser promotores de grandes proyectos pero no continuadores de los de los demas, por lo que al final todo se acaba cancelando si no se consolida en una presidencia.
    Supongo que tarde o temprano la NASA debe reconvertirse en un organismo parecido a las agencias europeas y japonesas y dejar las aventuras fantasiosas a la iniciativa privada que es lo que siempre le ha funcionado bien a los EE.UU.
    Es mucho mas barato y viable contratar a una empresa privada (por ej. spacex u orbital) un viaje a Marte con todo lo que eso supone que intentarlo internamente.

  3. El análisis es muy acertado. Ahora bien, yo apuntaría algo.

    Al margen de la NASA, en Estados Unidos ha habido y hay ciencia espacial. Antes de crearse esta agencia, antes de la II guerra Mundial y de traer cohetes A4 de Alemania, Robert Goddard hizo volar cohetes con combustible líquido, y se crearon laboratorios para investigar la tecnología de los cohetes, antecesores del JPL.

    La NASA yo diria que vertebró todo el torrente de espíritu emprendedor y de investigación que estaba cuajando, y casi lo monopolizó con una posición preponderante gracias a ser un a agencia gubernamental con un presupuesto importante.

    En estos momentos de tribulación de la NASA, no se que pasará con el programa tripulado, necesita del respaldo del público, y a su vez del de los presupuestos, pero el know how permanece allí, ya sea en el sector público o el privado.

  4. Con ese panorama tan desolador que queda decir: ¿Feliz cumpleaños NASA? :/

    La verdad que los grandes logros en el espacio como Sputnik, Gagarin, Apollo, Salyut y Mir fueron producto de una Guerra Tecnológica producto de una ramificación de algo que se llamó Guerra Fría.

    Pero como ya no hay Guerra Fría y Guerra Tecnológica por ende, la exploración tripulada vuelve a su «curso normal» por decirlo de alguna forma, es decir bailando al ritmo de los políticos y del presupuesto que haya o se quiera dar porque ya no hay que defender el «honor nacional» a toda costa.

    Yo creo que si la exploración tripulada del espacio quiere volver a ponernos a soñar como en los 60’s y 70’s, tendrá que ser de forma conjunta entre agencias espaciales uniendo capital y tecnología como lo consiguieron con la ISS, porque de forma individual cada uno no podrá afrontar los costos como se evidencia actualmente. Solo basta ver el ejemplo de China, van solos, pero a paso lento porque el hecho de hacer todo solos tiene su costo, de lo contrario pasaría con el Apollo un gran logro tecnológico en muy poco tiempo y sin embargo fue tan costoso que el propio EEUU no podría seguir costeandolo, pero demostró que si se podía 🙂

    En fin a ver si la NASA recupera algo del esplendor del pasado para los próximos años.

    1. También habría que hablar sobre la utilidad de poner a un hombre en marte, si, haría descubrimientos, si, puede que incluso encontrásemos vida, seria un buen impulso mediático y si, también avanzaría la tecnología espacial.

      Pero también hay que pensar que con una ínfima parte de lo que costaría ese mega-proyecto, se podrían financiar cosas menos llamativas, pero si mucho mas importantes a la larga, ya sea en nuevos tipos de propulsión, nanotecnología, biotecnología, nuevos materiales… que facilitarían mucho la posterior colonización del planeta, e incluso su terraformación.

    2. Ola @Jose Ignacio, es cierto lo q dices en cuanto a los avances q acompasadamente se verían en muchos campos pero (más allá del impacto mediático) m pregunto si no sería más interesante mandar una supersonda/submarino a la luna Europa, por poner un ejemplo. De verdad, no lo tendría claro si hubiera q elegir.
      Y aunque suene demagógico, sin el ingente gasto militar habría dinero para todo. Pero, por lo visto, primero las guerras y si queda algo «pa» la Ciencia…

      Saúdos

    3. Jose, no se, yo realmente soy pesimista en este asunto, ir a Marte no seria un cuello de botella como lo fué en su día pisar la Luna?, quiero decir, vale, estamos en Marte, ¿y ahora que?, nos hemos gastado 100.000.000.000€, tenemos a cinco científicos en marte que seguramente morirán allí, un desangramiento de dinero increíble intentando mantener con vida a los susodichos colonos, unos resultados científicos puede que buenos o puede que paupérrimos, una opinión publica que se vuelve critica con el despilfarro.

      En mi opinión personal, ya que carezco de muchos conocimientos, diría que es una sandez ir a marte con la tecnología actual, y no plantearlo hasta que no hayamos dejado atrás la propulsión química tradicional.

      Lo dicho anteriormente, cada millón que te gastes en I+D ahora, serán cien millones que te ahorres en el futuro.

      un saludo

    4. @Rober: Hasta que no convenzamos a la gente de que no es ‘gastar’ sino ‘invertir’ no abremos avanzado. Informate de qué beneficios economicos, tecnologicos, cientificos e incluso sociales se lograron con el programa Apolo y te daras cuenta de que de despilfarro nada.
      Pareces creer que la tecnologia se crea por inercia propia de una forma mecanica o incluso ‘magica’. Para que haya avance tecnologico se debe invertir, generalmente de unos recursos escasisimos, por lo que los diferentes frentes abiertos compiten entre si, siendo los politicos y la sociedad, generalmente, los que dirigen mas o menos qué avances cientificos se van desarrollando.
      El ejemplo perfecto es la carrera espacial: en 1956 casi no habia habido desarrollo de satelites y sondas espaciales. En 1969 el hombre pisaba la Luna. Hoy, debido al practicamente nulo interes en ello, se emplea una tecnologia muy similar a la de hace 40 años (al menos en los lanzamientos).
      La investigación en nuevos tipos de propulsión se acelerará cuando haya planes para utilizarla en algo concreto y no antes.

  5. La NASA destinó 25.400 millones de dólares al programa Apolo entre 1960 y 1973, gran parte de ese dinero no fue destinado a lograr poner un pie en la Luna sino a los “proyectos negros”, desarrollo de nuevas armas ocultas. En 2009, la NASA celebró un simposio donde estimó que ese dinero equivaldría en la actualidad a 170 mil millones de dólares.

    En todas las fotos, las patas del módulo lunar lucen brillantes y sin polvo, algo que no es lógico. Tampoco hay un pozo debajo de la tobera.

    698 de las 700 cajas que guardaban las cintas de vídeo originales (captadas por el Observatorio Honeysuckle Creek australiano el 21 de julio de 1969) del viaje del hombre a la Luna se encuentran en paradero desconocido. La desaparición de 698 filmaciones originales de los supuestos viajes a la Luna, indica que era mejor que desaparezcan a que se descubra el gran fraude.

    La SMART-1 finalizó su misión en agosto de 2006. Por supuesto, no pudo encontrar nada de los seis aterrizajes efectuados por la NASA.

    Respecto a las supuestas “piedras lunares” traídas por los módulos Apolo, no aparecen.

    La «piedra lunar» que se exhibía en el Rijksmuseum de Ámsterdam, resultó ser un trozo de madera inobjetable, aunque petrificado.

    El 94% de los americanos tienen serias dudas de que los astronautas del Apolo 11 llegaran realmente a la Luna en 1969, según una encuesta reciente de Gallup.

    ¿Daniel, con todos estos datos no se puede afirmar ya que los alunizajes de Proyecto Apolo fueron la mayor estafa del siglo XX?

    1. Uhh no, estamos discutiendo otra cosa, ese tema ya se habló, tu inseguridad retrocede el debate general, estudiá un poco mas el asunto y creo que este blog no es para ti, hay blogs donde plantean eso del falso alunizaje y que paul mc cartney murió en los 60 y el de ahora es un doble y todo eso que te encanta… nose fijate, pero en otro lado

    2. Pedazo de ignorante no insultes la inteligencia de los demás con esa cháchara conspiranoica re quemada y por suerte no todos los anónimos que escribimos aquí pensamos como tu y como dijo alguien un día : contra la estupidez del algunos hombres asta los propios dioses luchan en vano.

    3. A ver señor anonimo, el señor Daniel a colocado a la derecha de esta pagína unos enlaces, en uno pone Apollo(91) y en otro mas abajo pone Luna(264), por qué no vas mirando los enlaces.
      Lo mismo aprendes algo y no quedas en ridiculo, como ahora.

    4. Esto… Miguel, Carlos, Srengel y compañía ¿vosotros le habéis partido la cara a alguien alguna vez por ponerse en plan conspiranoico? Porque joder… siempre son anónimos, como si tuviesen miedo o algo! de verdad conspiranoicos, os tengo mucha tirria, pero no me voy a levantar del sofá para buscaros y apalearos… en serio, ponéos un nombre al menos para que nos podamos dirigir a vosotros, lo digo porque luego se discute con 14 tíos que son la misma ip y coño, pues eso molesta.

  6. jaja jaja y esto?
    La misión de la NASA Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) ha capturado las imágenes más nítidas jamás tomadas desde el espacio de los lugares en que alunizaron las naves Apolo 12, 14 y 17.
    http://img01.lavanguardia.com/2011/09/07/Las-huellas-que-los-astronauta_54212689496_53699622600_601_341.jpg

    y dejaron entre otros equipos el ALSEP (Apollo Lunar Surface Experiments Package) es la denominación de los equipos de experimentos científicos para el estudio de la superficie lunar utilizados en el programa Apolo, transportados en un cubículo del módulo lunar denominada MESA (Modular Equipment Storage Assembly).

    Su misión era recoger datos sobre el ambiente lunar y transmitirlos a la Tierra, si bien debido a las restricciones de tiempo de los astronautas sobre la Luna, así como a la distancia que deberían ser instalados, se empleó un equipo menos complejo denominado EASEP, de menor peso y con capacidad para ser desplegado en sólo 10 minutos a una distancia del módulo lunar de 20 metro ademas de Además de los ocho experimentos descritos, el ALSEP soportaba, si bien no formaba parte del mismo, un retrorreflector láser LRRR y un complejo destinado a determinar la composición del viento solar, denominado SWCE.

  7. jejeje, se nota tu enfado en el desinterés político por el espacio, seguramente moriremos sin pisar marte, ni la luna, ni asteroides, ni nada parecido, a no ser que china tome el pulso y diga, ¡marte será chino!, entonces se retomara la carrera espacial, pero a los chinos no les veo preparados aun para esa odisea a corto o medio plazo, hablamos de pasar mas allá de 2030, una pena, en fin,,,

  8. Creo que el principal problema es que ningún político quiere iniciar un programa que se prolongue en el tiempo más de lo que es previsible que él esté en el poder. Y es comprensible; nadie quiere plantar una semilla y tirar el árbol adelante para que el siguiente recoja los frutos.
    Con eso se descarta cualquier programa tripulado fuera de LEO, tipo Apollo o Constellation más que por dificultades tecnológicas o presupuesto. Y lo que más rabia me da; se elimina de un plumazo todo el sistema solar exterior.
    Discrepo en la comparación hombre-máquina. Estoy de acuerdo en que un programa tripulado atrae más el interés del público (y en consiguiente del político) que las sondas, pero la ISS lleva ocupada 13 años y a nadie le importa una mierda, hablando en plata. Armstrong se convirtió en el último «Gran Héroe» del espacio para el mundo, y desde entonces, ya hace 40 y pico años, ningún nombre propio de ningún astro/cosmonauta ha ilusionado al mundo. Más bien nombres como Viking, Voyager, Hubble son los héroes de la exploración espacial americana desde entonces. La exploración tripulada puede ser más o menos cara y más o menos productiva comparada con las sondas, pero solo es razonable para la Luna, Marte y asteroides, y no creo que pueda venderse un programa tripulado a 10 años vista y tropecientos millardos solo por volver a la luna o visitar un pedrusco. Marte es el único objetivo que pueda encender un programa tipo Apollo con o sin Guerra Fría, y estamos de acuerdo en que eso no pasará pronto. Para todo lo demás; sondas automáticas…lástima que haya que dejar fuera todo el sistema solar exterior porque los tiempos de vuelo son más largos que las legislaturas.
    En fin, no quiero contagiar mi pesimismo a nadie, pero es que el tema del post se presta a deprimirnos; de esos 55 años de la NASA los últimos 40 han sido ir de mas a menos.

    1. Lo de los tiempos de vuelo también es una cuestión política. Con propulsión nuclear tipo NERVA se llega a Marte en un par de semanas. Pero claro, todo lo que huela a nuclear es políticamente inadmisible para EE.UU. o Europa. En cambio, Rusia o China probablemente no le pondrían pegas, pero no tienen bastante dinero.

    2. Mmmm creo que me he confundido con lo de las dos semanas. No son para un cohete tipo NERVA sino para algún otro tipo de cohete nuclear (de fragmentos de fisión, quizás). He estado buscando la referencia pero no la encuentro.

    3. Eso también me da mucha rábia, la mala fama que tiene el apellido «nuclear» en la opinión pública. Vale que no hace gracia que a uno le instalen una central al lado de casa, pero en el espacio hasta una explosión es inofensiva.
      Me gustaría ver una especie de Orión puesto al dia, ensamblado en LEO con cohetes convencionales, con una masa similar a la ISS y una multitud de sondas automáticas plegadas en su interior. Se manda la nave nodriza a por un «Grand Tour» del sistema solar y, obviamente dependiendo de las alineaciones, se podría visitar Venus-Mercurio-Marte-Júpiter-Saturno-Urano-Neptuno por ejemplo. Unas pocas detonaciones en el periapsis de cada pasada podrían modificar la trayectoria de forma que no se dependiera en exceso de las alineaciones de los planetas, y en cada visita se desplegarían todas las sondas especializadas en ese planeta o luna.
      ¿Que Europa es interesante pero el viaje es caro y largo? ahora tendrías una Orión pasando por allí lanzando toneladas de sondas a Europa. Orbitadores, rovers, estaciones fijas, submarinos, etc…
      Vale, costaría la madre, como una ISS o más, pero se podría aprender un montón de CADA cuerpo del Sistema Solar. Las sondas podrían ser redundantes, simples, pesadas y baratas, no haría falta una maravilla tecnológica de tropecientos millardos tipo Cassini. Se podrían recolectar tantos datos de todo el Sistema Solar como en toda la historia, en una sola misión. Pero nunca se hará realidad porque detonar armas atómicas en el espacio es ilegal y porqué el apellido «nuclear» no mola.
      En fin, ahí dejo mi idea.

  9. Hola, mi padre, que era Contador, hace años atras decia que los viajes y exploraciones tenian siempre un fin economico subyacente… Por esto el opinaba que los norteamericanos habian perdido interes en viajar a la Luna porque no habian encontrado materias primas utiles o de valor comercial( en esos años no habia paginas tan informativas como esta) …. Saludos cordiales Christian

    1. En la Luna o en los asteroides hay muchas materias primas que serían útiles en la industria, pero traerlas comportaría un coste ingente, muy superior al precio de esas mismas materias en el mercado.

      Solo hemos podido hacer llegar unso cientos de kilos de rocas lunares al coste de todo el programa Apollo. Y no hemos sido capaces aún de traer más de una pizca de materiales de un asteroide y de un cometa al coste de unas misiones automáticas. Y cuando se consiga traer una muestar de Marte será una cagarruta.

      Todos los compuestos y minerales presentes en esas muestras ya esxisten en la Tierra y lso podemos extraer aquí a un coste infinitamente más bajo.

    2. Yo no creo que los recursos del espacio lleguen nunca a ser de interés económico para la Tierra. Estoy seguro de que se explotarán, pero para servir de suministro a colonias espaciales y naves que recorran el Sistema Solar, no como un recurso para comerciar con la Tierra o Marte. Así que la motivación para la colonización del espacio hay que buscarla en otra parte, en mi opinión.

  10. TITAN:Yo siempre he creido y seguire creyendo que serán las maquinas las que colonizaran el universo son en todos los aspectos mucho mejores que los seres humanos solo de momento les superamos en inteligencia aunque me parece que no será por mucho tiempo.Por supuesto puedo equivocarme es solo mi humilde opinión pero como sigamos asin tarde o temprano se convertirá en realidad.

  11. No lo habéis dicho, pero NASA también es sinónimo de la Gran Aventura espacial. La NASA ha protagonizado lo que ninguna otra agencia ha hecho. La NASA además de la Luna es las Voyager (¡ay las Voyager!), es Cassini, es Hubble, son las Rover de Marte, en poco tiempo será New Horizons…
    En definitiva mientras los rusos, los europeos o ahora los chinos son muy correctos, serios, eficaces si tenemos en cuenta su déficit tecnológico respecto a los yankis, lo siento por algunos ¡no nos han hecho soñar!
    Soñar con el espacio, con todo el espacio, ha sido la gran aportación de la NASA en estos cincuenta años y más allá de sus errores, colosales en muchos aspectos, eso nunca no lo podrán quitar.

    1. Bueno, hay que tener en cuenta que la NASA tiene tres veces el presupuesto de la ESA (a pesar de que la U.E. tiene el mismo PIB que EE.UU.) y empezó antes que ella. De todas formas, la ESA también tiene misiones fascinantes, como Rosetta, que aterrizará por primera vez en un cometa, o Corot, que fue el primer telescopio espacial para buscar exoplanetas (el Kepler es posterior).

      Y del presupuesto de Roskosmos mejor no hablar.

  12. La ‘carrera espacial’ fue un fenómeno político y mediático. La realidad era el enfrentamiento estratégico nuclear y la auténtica ‘carrera’ era por disponer de ICBMs potentes y fiables para lanzar cabezas nucleares sobre el país enemigo. Una vez que EEUU y la URSS alcanzan ese objetivo a finales de los años 60, la astronáutica y la exploración espacial dejan de ‘interesar’. Los 70 serán la década de la ‘distensión nuclear’, pero también del final de la Gran Aventura espacial. Desde entonces la NASA ha sobrevivido por pura inercia histórica. No sería sorprendente que finalmente desapareciera.

    P.D. Aún así estoy convencido de que la iniciativa privada jamás conseguirá abordar programas tipo ‘Apollo’ como lo hizo la NASA.

  13. Creo que una misión tripulada a Marte tendría un coste excesivo para un país, incluso para China. Pero si podría llevarse a cabo mediante la unión de EEUU, Europa, Rusia, etc. Entonces China se pondría manos a la obra, pero por grande que sea su economía acabaría arruinándose por el enorme coste de la misión. Y ese debería ser el principal objetivo de una misión a Marte, acabar con la hegemonía económica del gigante chino, independientemente de quién llegara primero al planeta rojo. Eso sí, de paso, se podrían obtener grandes avances científicos y tecnológicos que quizás, sólo quizás, podrían compensar en parte los enormes costes de la misión.
    Resumiendo, habrá que esperar a que los chinos decidan ir a Marte y a que el resto de los países se alíen para llegar primero.

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