El crucero espacial turístico definitivo

Por Daniel Marín, el 29 abril, 2013. Categoría(s): Astronáutica • Rusia • sondasesp ✎ 22

Ahora que la SpaceShipTwo ha realizado su primer vuelo propulsado, muchos estarán pensando que este pequeño avión es el culmen del turismo suborbital. Pues no, amigos. En cuanto a proyectos turísticos espaciales, el récord de locura lo tiene la iniciativa Sea Launch Cruiser. Para que nos hagamos una idea, mientras que la SpaceShipTwo podrá llevar a seis turistas, Sea Launch Cruiser hubiera sido capaz de transportar a… ¡doscientas personas!

Proyecto Sea Launch Cruiser (Sea Launch).

Este proyecto se presentó en el salón aeroespacial MAKS 2001 y consistía en una enorme cápsula de varios pisos para los pasajeros. La cápsula sería lanzada mediante una primera etapa del cohete Zenit, una etapa dotada del RD-171, el motor de combustible líquido más potente jamás construido. El proyecto también recibió el nombre ruso de Kruiz Servis (Круиз Сервис) o, de forma más formal, ‘Sistema Espacial Universal’ o UKS (Универсальная Космическая Система). Las decenas de turistas viajarían en barco hasta el ecuador y despegarían desde la plataforma Odyssey de la empresa Sea Lauch. La primera etapa se separaría a 70 kilómetros de altura y la cápsula ascendería hasta los 150 kilómetros, superando ampliamente la frontera del espacio (situada a cien kilómetros de altura). Los 150-200 turistas, ahora convertidos oficialmente en cosmonautas, disfrutarían de varios minutos de ingravidez antes de que abrieran los tres paracaídas. La cápsula amerizaría poco después en las aguas del Pacífico ayudada por retrocohetes.


Blok A del cohete Energía con paracaídas y tren de aterrizaje (www.buran.ru).

La primera etapa del Zenit también se recuperaría para un vuelo posterior. En realidad, y para ser precisos, esta etapa era una variante del Blok A del malogrado cohete gigante Energía dotada de paracaídas para ser reutilizada. Ocho Blok A fueron usados en los dos únicos lanzamientos del Energía, pero estos ejemplares no fueron equipados con paracaídas o tren de aterrizaje. Gracias a este sistema de reutilización y al enorme número de pasajeros, la empresa Sea Launch confiaba en mantener el precio de cada billete en el orden de los 10.000 dólares, veinte veces inferior al ofertado por Virgin Galactic. La iniciativa Sea Launch Cruiser no tuvo una vida demasiado larga y desapareció muy pronto. Y, teniendo en cuenta, las dificultades económicas actuales de Sea Launch, no parece probable que vaya a resucitar pronto. Una pena, porque, ¿quién no está dispuesto a pagar 10.000 dólares por subirse en una cápsula con otras doscientas personas para ser lanzado al espacio en un cohete que debe despegar en medio del océano Pacífico?¿Voluntarios?



22 Comentarios

  1. Esto del turismo especial va lento, pero que muy lento. Mucha economia de mercado y mucha historia pero son los herederos del comunismo los únicos que han puesto turistas espaciales en órbita. Y siguiendo la ley de la oferta y la demanda, como los americanos pagan suficiente, ahora no los necesitan

  2. Esto casi casi parece una idea de Ryanair para llevar pasajeros al espacio….

    De todos modos me apeno por ellos. Ojala hubieran conseguido sacar adelante el proyecto. Apoyo totalmente cualquier iniciativa que trate de hacer algo en el espacio con dinero privado. Eso es ser valientes!

  3. Sin duda alguna, y como ya han comentado, 10000 dólares es una cantidad más que aceptable por tal experiencia. Seguro que hay más de 20 personas a pagar 10000 que 1 a pagar 200.000. Una lástima que el turismo espacial no despegue, seguro que daría un gran empuje en el mundo de la astronáutica.

  4. A mi el dinero… Creo que lograría ahorrar los 10.000 por ir al espacio durante unos minutos. Otra cosa es que fuera lo suficientemente seguro como para que me convenzan a subirme.
    Por qué dices (Daniel) que el Energia está malogrado? yo lo veía un chisme buenísimo.

    1. animaría a mas gente a subirse si tuviera un sistema de escape. este deberia de ser enorme y de cohetes sólidos. ademas deberia de ponerse un sistema para separarse de la 1º en caso de fallo, sería demasiado peso y el numero de personas que cabrían dentro de la cabina se reduciria mucho. En conclusion, cabria menos gente y habria mas demanda. en mi opinion.

    1. llevar a 200 tipos a órbita baja requeriría construir el cohete mas grande de la historia. ni el cohete soviético Energia podría hacerlo. la energía que se necesita para ello es brutal. en cambio, un vuelo suborbital a 150 km de altura significaria (como en este caso) un cohete que sea capaz de colocar cargas medias en el espacio, como el lanzador zenit.

    2. Todo se complica «infinito». Principalmente potencia, combustible y reentrada, luego estructura, sistemas de navegación… todo es mucho más complicado y la nave gigantesca.

      Anda que si al avión parabólico ya lo llaman vomit plane, no me imagino la que se puede armar con 200 pasajeros novatos en ingravidez :’D

  5. Subir 200 personas son 14 toneladas , la space shuttle podia subir 24 toneladas +/- .

    Mucho dinero y recursos para hacer atracciones gigantes para vuelos parabolicos que no van a ninguna parte , y llevando la tecnologia y riesgo al limite.

    Un avion espacial podria llevar entre 50-100 pasajeros y llevarlos a la orbita baja y despues aterrizar posibilitando viajes de corta duracion a cualquier parte del mundo.

    Creo que van en la direccion equivocada.

  6. En el libro Pale Blue Dot de Carl Sagan se cuentan muchas anécdotas sobre el mensaje: varios periódicos censuraron las partes intimas de los protagonistas por presión de sus lectores mientras otros opinaban que se debía reproducir el acto de reproducción explícitamente para dar más información a los extraterrestres, e hubo incluso quien dijo que el saludo del hombre parecía el saludo nazi.

  7. No lo veo.

    Lo de 10 000 dolares por pasajero que lanzará sus bracitos al aire mientras gritonea con aliento mentolado, es solo una cifra cancamusera.

    Si se hace, el pasaje costara bastante mas y solo estara al alcance de esa pastulea hiper-enrriquecida que ha acumulado los caudales que antes gestionaban los Estados y de paso han arruinado la economia del planeta.

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Por Daniel Marín, publicado el 29 abril, 2013
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