Los arcos de Betelgeuse

Por Daniel Marín, el 22 enero, 2013. Categoría(s): Astronomía • ESA • Estrellas • sondasesp ✎ 18

Betelegeuse (Alfa Orionis) es una de las estrellas más famosas de la bóveda celeste. Y tiene motivos para serlo. Además de ser claramente visible a simple vista en la constelación de Orión, es una estrella supergigante roja que vive sus últimos días. Algún día, Betelgeuse explotará violentamente como supernova, probablemente dejando tras de sí un bonito agujero negro. Pero antes de que esto suceda se desprende de sus capas exteriores como un reptil muda su piel. Y aquí viene lo interesante: nadie sabe exactamente cómo funcionan estos mecanismos de pérdida de masa en estrellas supergigantes (aunque creemos comprender mejor lo qué ocurre con las gigantes rojas, más pequeñas). Una forma de estudiar este fenómeno es observar la interacción de las capas desprendidas con el tenue medio interestelar y para ello nada mejor que el telescopio espacial europeo Herschel. Observando en el infrarrojo lejano, Herschel ha podido captar unas espectaculares imágenes en las que se aprecia claramente la colisión del viento estelar de Betelgeuse con el medio interestelar.

Arcos de polvo emitidos por Betelgeuse chocando con el medio interestelar (ESA).
Imagen compuesta donde podemos ver la dirección de movimiento de la estrella con respecto al medio. Se trata de una combinación de imágenes del instrumento PACS a 70, 100 y 160 micras (L. Decin et al.).

Los arcos son probablemente partículas de polvo a 40-140 K de temperatura emitidos por la estrella en distintos episodios de actividad, de ahí su compleja estructura. El polvo es invisible para los telescopios ópticos terrestres, pero como el polvo emite en infrarrojo, Herschel puede detectarlo claramente. El que una estrella emita granos de polvo puede parecer un poco extraño -al fin y al cabo el Sol no lo hace-, pero no olvidemos que estamos hablando de un astro cuyas capas exteriores son mucho más frías que la de nuestra estrella, lo que permite la condensación de estas partículas. Puesto que Betelgeuse se mueve con respecto al medio interestelar, podemos ver cómo deja tras de sí una onda de choque no simétrica, cual estela creada por una lancha motora en un lago. La naturaleza de la estructura horizontal que aparece en la imagen no está clara, pero podría ser parte del medio interestelar, iluminado por la propia Betelgeuse.

Más detalles de los arcos de polvo (L. Decin et al.).
Datos de Betelgeuse (L. Decin et al.).

La emisión de estos arcos de polvo van acompañados de variaciones en el brillo de la estrella, variaciones que también son causadas por los erráticos movimientos de convección de la atmósfera exterior. Curiosamente, el primero que se dio cuenta de que Betelgeuse era una estrella variable fue el astrónomo John Herschel -hijo del famoso William Herschel- en 1840. A pesar de décadas de observación con todo tipo de instrumentos, nadie sabe qué masa tiene Betelgeuse exactamente -una cifra fundamental para determinar su vida-, aunque se estima entre diez y veinte veces la solar. Por suerte, conocemos mejor su edad: unos 10-12 millones de años, una eternidad para una estrella tan grande. Las imágenes tomadas por telescopios terrestres nos muestran una estructura interna formada por capas irregulares aún más compleja que la observada por Herschel en las capas externas, de ahí que esta estrella sea todo un desafío para los científicos teóricos. La formación de ondas de choque en el medio interestelar por parte de Betelgeuse es un fenómeno estrechamente ligado a los procesos de pérdida de masa de las estrellas supergigantes. Si queremos saber cuándo explotará Betelgeuse como supernova, no nos queda más remedio que desenmarañar los misterios de su intrincada estructura.

Referencias:



18 Comentarios

  1. Si Betelgeuse fuera a estallar mañana o el mes que viene, ¿que estaríamos viendo esta noche? ¿Qué se sabe de los «preliminares» de una supernova inminente? (En star trek siempre lo saben con horas de antelacion 😉

  2. Orión es «mi constelación» particular. Fue la primera que de niño aprendí a reconocer.

    Cada vez que salgo al patio miro en dirección sur para localizarla, es muy fácil viendo sus tres estrellas centrales y las dos superiores y la dos inferiores. La de arriba a la izquierda es Betelgeuse y a su derecha Bellatrix, la de abajo a la derecha es Rigel y a su izquierda está Saiph. Estas cuatro definen el cuadrilatero de Orión. Por encima de Bellatrix y un poco mas a la derecha tenemos a Aldebarán, y por debajo de Saiphy mas a la izquierda aparece Sirio, la mas brillante de todo el firmamento, aunque esta solo es visible aproximadamente la mitad del año.

    Pues, como decía, cada vez que salgo por la noche busco, encuentro y «saludo» a Betelgeuse. Es como si quisiese saber que «ellas» están ahí y mientras lo estén significará que yo sigo estando aquí, para verlas.

  3. ¿Estamos a distancia segura? ¿Cual es la distancia segura de la Tierra para una explosión de supernova, porque he leido de todo, desde 50 a/l a 1000? 😐 saludos

  4. O yo no lo entiendo, o creo que aquí tienes un error: «Por suerte, conocemos mejor su edad: unos 10-12 millones de años, una eternidad para una estrella tan grande.»

    A mi 10-12 millones de años, me parecen un suspiro a nivel estelar.

  5. Es fantástico poder contemplar con tanta claridad el polvo emitido por Betelgeuse.

    Es probable que a esa pérdida de materia contribuyan las pulsaciones de su atmósfera, puesto que alfa orionis presenta variabilidad de tipo semirregular, con un comportamiento muy errático.

    Si de un día a otro Betelgeuse estalla, es que ya lo ha hecho hace 650 años, hablando en términos de simultaneidad. Sería un grandioso espectáculo celeste, si bien nos dejaría la bella constelación de Orión mutilada para siempre 😀

    1. Solo dale tiempo para que se enteren los pelmazos oficiales del universo (Lease: Testigos de Jehová) y veras que pronto le ponen la fecha y hora exacta. 😉

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