Es oficial. Ya sabemos que existe al menos un planeta en Alfa Centauri, la estrella más cercana al Sol. Y, teniendo en cuenta que en realidad Alfa Centauri es un sistema formado por tres estrellas, lo más probable es que existan muchos más. Desde que conocimos la noticia del descubrimiento, son muchos los que se preguntan cuánto tardaríamos en viajar hasta Alfa Centauri para ver el nuevo planeta con nuestros propios ojos. O mejor dicho, con los ojos de nuestros emisarios robóticos.
Me gustaría decir que es posible llevar a cabo una misión a la estrella más cercana con una duración de veinte o treinta años. Mucho tiempo, sí, pero inferior a la vida media de un ser humano. Me gustaría decirlo, pero estaría mintiendo. Lo siento, amigos, pero no hay atajos. El viaje interestelar es realmente difícil, una hazaña propia de especies realmente evolucionadas y no apta para pequeños simios agresivos con aires de grandeza. Ajo y agua. Aunque, pensándolo bien, quizás no esté todo perdido. Analicemos las opciones disponibles con más calma.
El abismo del espacio interestelar
El objeto humano más veloz que hemos lanzado fuera del Sistema Solar es la Voyager 1. Esta venerable sonda se aleja del Sol a una velocidad de 17,4 km/s, o sea, unos 540 millones de kilómetros al año. Pero Alfa Centauri está a 4,37 años luz -o 272 000 unidades astronómicas (UA)-, una cifra que se reduce a 4,24 años luz en el caso de la pequeña Próxima Centauri. A esta velocidad, la Voyager 1 tardaría unos 76000 años en llegar a Alfa Centauri, suponiendo que viajase hacia ella (que no lo hace). Huelga decir que la Voyager no es un vehículo interestelar muy adecuado.
Con la tecnología disponible sería posible enviar una nave fuera del Sistema Solar cinco o diez veces más rápida que la Voyager 1. Las propuestas serias de la NASA para construir sondas ‘interestelares’ capaces de estudiar la Nube de Oort o la heliopausa prevén alcanzar una distancia de 150 000 millones de kilómetros en quince o treinta años. Bueno, parece que vamos progresando… hasta que nos damos cuenta que esa distancia no llega al 2% de un año luz. Seguimos igual que al principio.
Para llegar a Alfa Centauri dentro de un tiempo aceptable, las velocidades que tenemos que alcanzar deben superar los diez mil kilómetros por segundo. A esa velocidad llegaríamos en 130 años, lo que puede suponer algún engorro que otro teniendo en cuenta la mala costumbre que tenemos la mayoría de seres humanos de morirnos antes de los cien años. Si viajamos a 25 000 km/s, el tiempo de vuelo se reduce a 50 años. Medio siglo no está nada mal para un viaje interestelar, por lo que ésta debería ser la velocidad que debemos proponernos alcanzar, todo un reto si recordamos que la Voyager 1 se mueve a menos de 18 km/s.
Está claro que no nos queda más remedio que usar sistemas de propulsión distintos a los habituales, así que mejor nos vamos olvidando de la propulsión química convencional empleada por los cohetes corrientes. ¿Por qué? Pues porque si queremos alcanzar el 1% de la velocidad de la luz (3000 km/s) usando cohetes químicos convencionales necesitaríamos 1026 kg de combustible por cada kg de masa de la nave. O sea, muestra nave terminaría por tener cien veces la masa de la Tierra (!).
Por otro lado, si queremos viajar a Alfa Centauri en este siglo debemos hacer ciertos sacrificios. Por ejemplo, olvidémonos de naves tripuladas. Las sondas automáticas serán infinitamente más baratas y resistentes. Además, podemos concebir una misión que se limite a sobrevolar el sistema de Alfa Centauri sin necesidad de frenar y entrar en órbita alrededor de una de las dos estrellas principales, lo que supondría un gasto energético prohibitivo.
Bien, vayamos al grano, ¿qué sistemas de propulsión podemos usar? Basta con echar un vistazo a la Wikipedia para ver que es muy fácil encontrar decenas de sistemas de propulsión para llevar a cabo un viaje interestelar. Sin embargo, no todos son igual de viables, así que lo mejor será dividir las técnicas de viaje interestelar en ‘posibles’ (en principio realizables con las tecnologías existentes, aunque habría que desarrollarlas mucho más), ‘poco probables’ (prometedoras, pero con alguna pega grave) y ‘ciencia ficción’ (imposibles de llevar a cabo con la tecnología disponible a largo plazo). Por motivos obvios de espacio, nos limitaremos a esbozar las características principales de cada sistema.
Sistemas de propulsión posibles
Propulsión iónica y nuclear térmica
La propulsión eléctrica -iónica o de plasma- se usa actualmente en varias naves espaciales y permite alcanzar un impulso específico -eficiencia- de varios miles de segundos. La propulsión térmica nuclear le sigue un poco más atrás. Estos sistemas de propulsión no están nada mal para viajar por el Sistema Solar, pero tardaríamos 40 000 años en llegar a Alfa Centauri. No, mejor descartamos estas opciones.
VASIMR (Variable Specific Impulse Magnetoplasma Rocket)
Vamos a suponer que, a pesar de las quejas de muchos críticos, el VASIMR del ex astronauta Franklin Chang Díaz es viable. En ese caso, una nave con VASIMR tardaría ‘solamente’ 2200 años en llegar a Alfa Centauri. ¿Que es mucho? Vale, también descartamos este sistema.
Velas solares
Aquí ya empezamos a movernos en territorio interesante. Una vela solar en el lenguaje de los vuelos interestelares no es una simple vela fotónica como la Ikaros japonesa. El adjetivo ‘solar’ tiene un motivo. Una vela solar consiste en una enorme estructura con forma de paracaídas que, al igual que una vela fotónica, usaría la presión de radiación de la luz solar -y no la del viento solar como a veces se cree de forma errónea- para acelerar la nave hasta velocidades de escape del Sistema Solar. Pero para aprovechar este sistema es necesario desplegar la vela cerca del Sol. Mucho.
Suponiendo que en las próximas décadas seamos capaces de construir velas gigantes ultraligeras capaces de soportar más de 60 g de aceleración y miles de grados celsius, una vela solar podría viajar hasta Alfa Centauri en mil o dos mil años. Sigue siendo mucho, pero se puede combinar este sistema con otros para disminuir el tiempo de vuelo. Por ejemplo, la propuesta Medusa de los años 90 unía la propulsión nuclear por pulsos con una vela solar. Además, una vela solar podría ser usada por una nave interestelar para visitar Próxima Centauri y maniobrar después para viajar a Alfa Centauri A o Alfa Centauri B.
Propulsión nuclear por pulsos
Popularizado por el Proyecto Orión de los años 60, este sistema parece una locura, pero lo cierto es que las tecnologías asociadas ya han sido probadas. Una nave nuclear por pulsos se mueve detonando artefactos nucleares a poca distancia del vehículo. La onda expansiva es absorbida por una placa especial con amortiguadores, la cual transfiere parte de la energía a la nave de tal forma que ésta acelera de forma constante. Orión era un vehículo muy prometedor para viajar por el Sistema Solar, pero para trayectos interestelares este sistema no resulta tan atractivo.
Para empezar, habría que usar cerca de 300 000 artefactos de fusión -y no de fisión como en la versión interplanetaria-, lo que muy posiblemente supere nuestras posibilidades tecnológicas. Una Orión interestelar tripulada debería tener una masa del orden de 400 000 toneladas (!) y una placa de cien metros de diámetro. E incluso con estas monstruosas dimensiones tardaría unos 150 años en llegar a Alfa Centauri. No está mal para una nave generacional, pero no parece ser lo más adecuado para una misión de reconocimiento automática. Aún así, es un sistema a tener en cuenta si lo unimos a otras formas de propulsión.
Velas láser
Las velas láser son un caso concreto de sistemas de propulsión mediante haces de energía. Básicamente, consisten en una vela fotónica gigante propulsada no por la luz del Sol, sino mediante un conjunto de rayos láser superpotentes situados en órbita terrestre o solar. Existen varias versiones de este sistema, algunas empleando máseres o haces de partículas en vez de láseres, o con velas de material fisible. Si dispusiéramos de un conjunto de láseres espaciales de 25 gigavatios de potencia podríamos mandar una nave de 100 kg (de los cuales 33 kg serían la carga útil y el resto la vela) hasta Alfa Centauri en solamente 40 años.
Los láseres deberían funcionar constantemente durante las cuatro décadas que duraría la misión y la vela se limitaría a sobrevolar el sistema, pero evidentemente estamos ante una forma de propulsión que está dentro de las posibilidades tecnológicas de nuestra civilización. Claro que 100 kg es muy poco, pero si usamos una nave un poco más masiva, el tiempo de vuelo se dispararía hasta los cien años si no incrementamos la potencia de los láseres. Aún así, es el método más prometedor a corto, medio y largo plazo. Y como bola extra, se pueden construir velas láseres por etapas -propuestas por Robert L- Forward- capaces de frenar antes de llegar a su objetivo, aunque en este caso las dificultades tecnológicas son considerables.
Sistemas de propulsión poco probables
Naves de fusión nuclear
La fusión nuclear es uno de los sistemas de propulsión preferidos para los viajes interestelares, tanto en la realidad como en la ficción. Los famosos proyectos Daedalus e Icarus se basan en este sistema. Otras propuestas, como el Proyecto Longshot de los años 80, usan un diseño de nave de fusión junto con otros sistemas. No obstante, y por mucha fama que tengan, lo cierto es que nadie sabe cómo construir un motor de fusión operativo. Diseños hay muchos (motores de fusión continua, fusión por pulsos, fusión mediante haces láser o haces de electrones, fusión por confinamiento magnético, etc.), pero ninguno ha pasado la fase conceptual sobre el papel.
Al igual que la fusión controlada en reactores terrestres, los motores de fusión parecen estar a la vuelta de la esquina, pero nada indica que sea así. Para complicar las cosas, la eficiencia de un motor de fusión depende fuertemente del combustible usado: deuterio, tritio o helio-3. Las reacciones de deuterio con helio-3 son las más eficientes, pero el problema radica en que el helio-3 es un isótopo muy, pero que muy escaso. Extraer el helio-3 de Júpiter o la Luna, como se ha propuesto en repetidas ocasiones, no parece ser una opción práctica, ni tampoco barata.
Los reactores de fusión terrestres usan deuterio y tritio como combustible, pero esta reacción genera neutrones que no pueden ser dirigidos para propulsar un vehículo espacial, además de crear un serio problema de radiactividad inducida (las reacciones He3-deuterio generan protones, cuya carga eléctrica los hace más dóciles). En cualquier caso, una nave de fusión por etapas como Daedalus tardaría unos 30 años en llegar a Alfa Centauri (el objetivo inicial era la estrella de Barnard, por entonces -los años 70- la única estrella en la que se sospechaba que podían existir planetas).
Antimateria
La antimateria se aniquila con la materia ordinaria liberando radiación pura. La reacción es tan eficiente que unos pocos kilogramos de antimateria nos permitirían llegar a otras estrellas. Se puede crear un sistema de propulsión que aproveche directamente la luz y las partículas resultantes de la aniquilación -el llamado ‘cohete fotónico’- o bien para calentar un fluido propulsivo (agua, metano, hidrógeno, etc.). El gran inconveniente es que carecemos de la capacidad de producir grandes cantidades de antimateria y además nadie sabe cómo almacenarlas de forma segura durante décadas. Muchos lo consideran un sistema de propulsión de ciencia ficción, pero he preferido dejarlo en esta categoría porque lo cierto es que cada día se crea antimateria en varios aceleradores a lo largo del mundo, aunque sea en cantidades ínfimas. Además, ciertos conceptos de naves interestelares (AIMStar o ICAN-II) hacen un uso más racional de la antimateria, mezclándola con sistemas ‘normales’ de fusión o fisión.
Sistemas de propulsión de ciencia ficción
Estatocolector interestelar de Bussard
El estatocolector de Bussard es sin duda la nave espacial más imponente concebida por la mente humana. Capaz de utilizar el hidrógeno interestelar como combustible inagotable para su motor de fusión, en principio no hay límites a lo que esta nave podría conseguir. ¡Incluso viajar al otro extremo del Universo! No es de extrañar que sea uno de los conceptos favoritos de los escritores de ciencia ficción (como en la mítica Tau Zero de Poul Anderson). Pero las dificultades asociadas también parecen ser de ciencia ficción. Tanto que son muchos los que creen que este sistema es simplemente una quimera. Otras versiones de estatocolector más modestas, como el Augmented Interstellar Rocket (RAIR), podrían ser viables para una civilización más avanzada como la nuestra, pero no para nosotros. El estatocolector de Bussard es una nave para dioses, no para simples mortales.
Star Trek
En esta categoría entran los agujeros de gusano, los sistemas de propulsión superlumínicos y todos los mecanismos de distorsión del espaciotiempo (o warp). Lo sentimos, pero hasta que se demuestre lo contrario, la relatividad de Einstein es sagrada.
Los carros de los dioses
Entonces, ¿cómo viajamos a Alfa Centauri? En principio, y hasta que los motores de fusión sean viables, una vela láser o una nave de pulsos nucleares tipo Orión parecen ser las únicas opciones realistas a corto plazo (y con ‘corto’ quiero decir ‘en este siglo’). Por supuesto, se pueden combinar varias de estas técnicas para obtener una misión aún más rápida, pero lo cierto es que la elección del sistema de propulsión definitivo depende de avances en muchas tecnologías claves que aún no han tenido lugar. Otro motivo más para ir empezando su desarrollo.
Incluso si no descubrimos planetas -o lunas como Pandora- en la zona habitable de los astros del sistema de Alfa Centauri, un viaje a la estrella más cercana es un desafío de primera magnitud para la humanidad. Un desafío que nos permitiría entender mejor los procesos de formación planetaria en la Vía Láctea y, de paso, a nosotros mismos.
Como dijo Carl Sagan, para cuando seamos capaces de visitar otras estrellas, habremos cambiado. Solamente una especie madura y realmente inteligente será capaz de enfrentarse al enorme abismo del espacio interestelar y superarlo. Si queremos sobrevivir en la inmensidad del Universo y no caer en el olvido, la humanidad debe viajar a las estrellas. En nuestras manos está hacer realidad este sueño. ¿Seremos capaces de afrontar el desafío?
Referencias:
- Deep Space Probes, Gregory Matloff (Springer, 2005).
- Deep Space Propulsion: A Roadmap to Interstellar Flight, K. F. Long (Springer, 2012).
El parrafo final es maravilloso. Tus articulos son muy interesantes. Muchísimas gracias.
Una pregunta, he leido varias veces lo de propulsar una nave interestelar, ¿pero que hay de las comunicaciones? ¿Se han planteado como serian las colunicaciones? ¿Cómo se podría transmitir las primeras imagenes del sistema Alpha Centari?
Tendremos que esperar 4 años para saber que la nave efectivamente llegó a su destino. Otra opción no tenemos con la tecnología actual.
Teniendo en cuenta el desafío de la propulsión, las comunicaciones son un asunto ‘menor’. En todo caso, con la tecnología actual se pueden concebir transmisores (radio, máser o láser) que satisfagan los requisitos de esta misión.
Saludos.
El tema de las comunicaciones no es un tema menor, si quisiésemos tener buenas imágenes y abundancia de datos de calidad, ¿no sería recomendable enviar repetidores de comunicación a medio camino entre Centauri y nuestro sistema?. La intensidad de las señales desde tan lejos ¿no vendría muy dedil?, en el caso de utilizarse el sistema de vela impulsada por láser, ¿serían el laser reflejado un método eficaz de envio de información?. Saludos.
Yo quería estudiar lo que tuviera que ver con el espacio y el universo pero en mi país no se podrá porque no lo hay pero un me gustaría estudiar quizás pueda descubrir cómo llegar a otros planetas o quizás a otras galaxias en el menor tiempo posible me gustaría dedicar tiempo de mi vida para esta importante tarea de perder conocer de nuestro universo y de otros
Hombre lo ideal sería implementar un sistema de comunicación por entrelazamiento cuántico, la verdad es que estudiar este fenómeno a las distancias de la misión ya sería bastante interesante. Esto puede parecer ciencia ficción pero la teoría está ahí y los experimentos también, de hecho está incluso más avanzado que el concepto de vela láser.
Y lo de los repetidores no sería nada, nada fácil. Ya que como mucho podrías poner alguno cerca del límite de nuestro sistema solar, lo que en relación a las distancias entre las dos galáxias no es que fuese mucho, y poner repetidores en medio del vacio estelar… como que no, a parte de que encarecería enormemente el sistema. Se podría usar un tren de sondas, eso sí, lo que también encarecería el sistema, pero en cuanto a comunicación, se mejoraría la cosa, aunque no demasiado.
Respecto de si el láser sería un buen medio de comunicación, pues eso se sabrá si se hacen pruebas de velas láser a largas distancias, las dificultades de esa comunicación no se han probado aún, se han hecho pruebas satisfactorias entre satélites pero habría que experimentar mucho más.
Bueno, respecto a los repetidores ¿no podría ir dejandolos la misma nave? Conllevaría un poco de masa extra, pero, a cambio, obtendríamos una calidad de imagen grandiosa. no hablo de colocar cientos. pero uno cada medio año luz sería viable…
Lo de entrelazamiento cuantico no funcionaria. La informacion nunca puede viajar mas rapido que la velocidad de la luz.
El entrelazamiento cuantico da la apariencia de que realmente algo se esta transmitiendo mas rapido que la luz, el problema radica que solo la persona que esta con la partica A, sabe que a cambiar esta tambien cambia la B, pero la persona que esta con la particula B ni siquiera sabe que cambio porque de otra manera no estarian entrelazadas.
En el futuro no muy próximo tenemos que pensar en viajar por frecuencia como la radio o la internet que se guían por frecuencia vamos a ver y hacer la prueba Próximamente acá en América y en China esperamos todo salga bien poco a poco hasta llegar a lo perfecto enviar por frecuencia Ya gracias
Hola Daniel, como es ya costumbre, muy bueno el artículo…
Respecto al motor de curvatura WARP quizás aun haya esperanzas (será cuestión de consultar a Scotty), o por lo menos eso piensa Harold White, del Centro Espacial Johnson de la NASA:
http://www.neoteo.com/motor-warp-mas-cerca-de-lo-que-pensamos
Es un gusto leerte en el blog.
Saludos!
Como dice Silvio Oreste es interesante estudiar el tema del motor de Curvatura. No perdemos nada por intentarlo y tal vez Alcubierre inició a raíz de la ciencia ficción un paso clave para la humanidad.
Si se consigue minimizar el gasto energético creo que podremos conseguir un motor FTL decente. Nuestro problema sigue siendo el motor subluz aunque tengo fe en VASIMR.
Otro de los problemas que tendremos cuando salgamos ahí fuera es la radiación. No se si el uso de plasmas o quizá imanes que puedan hacer de escudo deflector nos libraría del problemilla.
Y concluyo con otro de los grandes problemas que a mi juicio nos afecta es la ingravidez. Personalmente me gustaría que se investigasen maneras de generar gravedad en ciertos sitios por que como eso no lo consigamos estamos «apañados» vayamos a donde vayamos…
Ciertamente, aquí hay información oficial:
http://ntrs.nasa.gov/search.jsp?R=20110015936
Y una descripción del dichoso interferometro
http://ntrs.nasa.gov/search.jsp?R=20110023492
Por otro lado, hasta donde tengo entendido no es de consenso que el motor de curvatura viole la relatividad (justamente Alcubierre intento que no lo haga), me imagino que lo dices por el tema de la causalidad, pero al menos yo no veo tan claro que origine una paradoja (porque la nave en si no alcanza velocidad superluminica, sólo lo aparenta para un observador externo).
Me olvidaba, el tema de la exótica energía negativa es solucionada con algo que llaman «forma canónica de la métrica de Alcubierre» que se deriva de la tradicional, en donde desaparece el término que implica dicha energía y es reemplazado por una especie de «presión» negativa, para ello Harold White propone utilizar la fuerza de Casimir, pero sinceramente no logro entenderlo, si alguien pudiera explicarlo.
Para mí, un viaje interestelardebería ser tripulado, y no con una tripulación de 5 personas. para mí, el viaje interestelar debe ser a brodo de una nave generacional. Si resolvemos el problema de un viaje tipo WARP pues cogemos unas cñmaras de éxtasis 8mucho más prometedoras que el warp en mi opinión) y si no hay WARP pues una nave-colonia autosuficiente esquema casco clíndrico y andando. ¿No encontramos planeta habitable? lo llevamos con nosotros. ¿Necesitamos materiales? los gigantes de gas de Alpha Centauri es de suponer que tendran lunas. Minería y andando.
Me ha sorprendido verdaderamente la capacidad de las velas laser… voy a releerme tu entrada sobre las estaciones espaciales laser, a ver como montariamos la madre de todos los láseres. Por lo demás dentro de que no la veo viable en 50 años, es la más prometedora a mi entender.
Y por cierto GENIAL la entrada 😉
Para sondas automáticas a Alfa Centauri, creo que es la tecnología más prometedora. Además, cuenta con la ventaja de que dejas el sistema de propulsión ‘en casa’, lo que permite ampliarlo, repararlo y mejorarlo de forma continua.
Como dice Txemary tus entradas siempre son geniales y apropiadas al momento. A falta de conocer más sobre la antimateria y la forma de producirla en grandes cantidades, o sobre el funcionamiento de la energía oscura, la vela propulsada por laser parece muy buena idea. Sin embargo imagino que los limites para conseguir un hito así no son tecnologicos sino de esfuerzo, y un esfuerzo lo suficientemente importante para conseguir que un proyecto así salga bien implica una sociedad humana de exito que ya haya sido capaz de construir bases industriales por todo el sistema solar, y espero que la potencia conseguida sea mayor de 25 gigavatios y permita a la misión enviar un paquete sofisticado de sondas que no pasen de largo y se queden explorando el sistema centauri por muchos años.
Si nuestra civilización consigue no destruirse a si misma, supongo que llegaremos a saber muchas más cosas y podremos hacernos una mejor idea de como hacer esto.
Al tiempo de viaje habría que sumarle el retardo en las comunicaciones, sin contar con lo débil que seria la señal o el efecto Doppler en el caso de que se alcanzasen grandes velocidades.
P.D.: gran mención a Sagan y por soñar que no falte
sois demasiado optimistas, la humanidad hoy por hoy esta abocada a su propia autodestruccion desgraciadamente….
Saludos.
Ya llegó el positivo. Oye, que soñar es gratis y con tu actitud no se va a ningún lado.
Daniel, gran artículo.
Excelente aporte..para incluir en la ecuación..LA VELOCIDAD DE TRASLACION..de la tierra en el sistema sol..del sol en la galaxia..de alfa Centauri respecto al nuestro sistema..podemos «interceptar» la orbita del sistema alfa Centauri..el espacio es TRIDIMENSIONAL..un objeto no llega viajando «hacia adelante»
Autodestrucción… Interesante. la autodestrucción implica que debemos quererlo. estamos demasiado preocupados con el petroleo como para autodestruirnos.
Tengo una pregunta sobre las velas láser: ¿No habría un problema de precisión a la hora de acertar con el láser a partir de cierta distancia?
Un problema no, un problemón, pero el haz también se agrandaría por lo que se iría reduciendo ese efecto. Pero en un trayecto espacial «en linea recta» no habría excesivo problema, el problema vendría al maniobrar cerca del sistema vecino, o si hubiese que hacer alguna maniobra complicada para salir del nuestro, pero de momento esas cosas son tan teóricas que mejor ir por partes…
Efectivamente, el haz se va ensanchando. Para corregir parcialmente ese problema se ha propuesto el uso de lentes tipo Fresnel gigantes. Aún así, las estimaciones que menciono en el artículo tienen en cuenta esta dispersión.
Saludos.
Buscando en la web, lei en un articulo de Forward que los laseres deberian ser de 250km de diametro…
:S
No lo láseres, sino la lente Fresnel. De todas formas, esas estimaciones son para misiones tripuladas por etapas. Aquí hablamos de una ‘simple’ sonda.
«una hazaña propia de especies realmente evolucionadas y no apta para pequeños simios agresivos con aires de grandeza». No dejo de reir al leer esa frase una verdadera y objetiva descripción de la raza humana. Pero es esa frase la que unida con el ultimo parrafo ,nos muestra lo avanzados que necesitamos ser como especie para poder afrontar una empresa de tal magnitud. Exeltente entrada Daniel!
A mi tambien me gusto mucho esa frase jajajaj.
cito»La antimateria se aniquila con la materia ordinaria liberando radiación pura. La reacción es tan eficiente que unos pocos kilogramos de antimateria nos permitirían llegar a otras estrellas.El gran inconveniente es que carecemos de la capacidad de producir grandes cantidades de antimateria y además nadie sabe cómo almacenarla de forma segura durante décadas. «
recientemente se descubrió un cinturón de antiprotones alrededor de la Tierra quien sabe y con el trancurrir del tiempo este cinturón aportaría la antimateria necesaria para impulsar una nave hacia otras estrellas.
La energía necesaria para capturarlos es superior a la que necesitaríamos para generarlos en aceleradores. Sigue sin compensar.
Bueno, el solo hecho de que estén ahí puede aportar muchos datos. Saludos.
Si bien el problema de la propulsión para realizar el viaje interestelar es una gran cuestión, no se debe olvidar lo alejados que estamos en materia de construir un ordenador que sea capaz de tomar decisiones, como el conjunto de sensores que debe disponer la nave para evitar convertirse en chatarra antes de llegar.
Si con 3 ordenadores industriales se puede controlar toda una refineria creo que si que se podria controlar una nave. Solo controlar.
El punto es que sepa discernir el ambiente que lo rodea, poseer detectores que indiquen la presencia de cuerpos celestes menores ( asteroides, cometas, planetesimales, etc. ) que representen un escollo en el camino, no por el hecho de «llevárselo puesto», sino por los cambios que provocaran en la trayectoria por los pozos gravitacionales.
Es cierto es un tema que no se tiene tanto en cuenta y es importantisimo tiene que ser completamente autonomo en toda la mision, 8 años para enviar y recibir comandos de operacion es poco logico, ademas se tiene que contruir un ordenar que resista la radiacion interestelar por decadas.
Daniel, ¿sabes cuales son las tecnologias que estudia la NASA para el envio de misones a 5 o 10 veces más rápido que las actuales?
Imagino una new horizons que llegue a Plutón en un año y se me hace agua la boca!!!
Martín
Velas fotónicas/solares/láser y propulsión iónica.
La mejor opcion la veo en la orion y daedalus cuando se resuelva la fusion nuclear, la vela solar con 100 kg es un enorme desafio en potencia electrica y comunicaciones a 4 años luz y lo veo muy justo.
En el futuro la antimateria parece mas adecuada y el warp muy interesante cuando se resuelva el problema de la energia, aunque en el vacio tenemos toda la que hace falta ( energia de punto cero , cassimir ect )
La fusión nuclear de la Daedalus en inviable en este siglo, a no ser que:
1) consigas un motor de fusión por confinamiento inercial capaz de realizar la ignición de unas 300 cápsulas de combustible por segundo.
2) Consigas un lugar desde dónde extraer el He3 para la fusión. La fusión tipo deuterio-trito (reactores comerciales) no nos vale porque genera una enorme cantidad de neutrones (no podemos dirigirlos para crear un impulso).
Te olvidas de la fusion aneutronica con boro e hidrogeno, de los cuales hay tres o cuatro que lo estan intentando, EMC2 con los Polywell del fallecido Bussard, Lerner con DPF, Trialpha financiado por Paul Allen y alguno mas. Si DPF es muy prometedora, no em extrañaria que tuviesen exito antes del 2020. El boro y el hidrogeno son muy comunes
Sólo puedo decir… GRACIAS.
De nada 🙂
Es increíble lo difícil del viaje interestelar, aun así habrá que hacerlo, por lo costoso de tal hazaña, propongo analizar al detalle los exoplanetas con mayores posibilidades de albergar vida y, lanzar hacia el mas prometedor la nave que en difinitiva cambiara el destino de la humanidad.
Eres grande Daniel. En la forma de escribir, me recuerdas al Gran Maestro Sagan (con todos los respetos). «Gracias» es una palabra que se queda corta para agradecer la generosidad de compartir y divulgar así. Ameno, preciso pero poético. Emocionas.
Saludos Maestro!
El placer es mío 😉
La estrella Próxima Centauri solo es visible desde la Tierra con los telescopios más potentes. Si queremos que nuestra sonda nos envíe una imagen de los nuevos planetas ¿su transmisor debería ser tan grande como una estrella?
No, por suerte se pueden enviar señales con antenas más pequeñas.
Genial el artículo! Me ha encantado este comentario del segundo párrafo: «El viaje interestelar es realmente difícil, una hazaña propia de especies realmente evolucionadas y no apta para pequeños simios agresivos con aires de grandeza.». Cuánta razón tienes…
Muy chulo! Pero va a ser que esto no lo veremos, salvo revolución científica del copón mediante.
Yo creo que no lo veremos, pero quizás nuestros nietos sí. Una pena que se nos acabe la cuerda cuando las cosas se van a poner muy interesantes.
habra que alargar la cuerda 😉
Impresionante entrada.
Un lujazo de blog, Daniel.
Gracias, Josep.
la clave es que trabajo igual a fuerza por distancia, y el trabajo hay que aportarlo en energia, al final E= x F. Pon una aceleracion razonable durante la mitad del trayecto, aunque luego al frenar seas capaz de recuperar la energia que has metido de momento tendras que ponerla de algun lado. Pon a=F/m, y viaja no relativisicamente x= a t^2 /2, o con las correcciones relativistas que quieras. Por abreviar sin relatividad, E = x m a = 2 m x^2 / t^2; pongamos x= 2 años . luz; entonces E = 2 m c^2 * (2 años / t) ^2; Para un viaje total de 40 años, t=20 años y E=0.02 m c^2. No se si las correcciones relativistas cambian mucho este resultado (40 años a fin de cuentas es la decima parte de la velocidad de la luz para ir alla, algo se notara). Pero comparadlo con el consumo de energia anual de la tierra.
Un tema: yo siempre he oído decir o leído que la heliopausa está a un año luz del sol, un cuarto (má o meno) de la distancia a alfa centauri.
Lamento decirte que ese dato es completamente erroneo, las Voayaguer están en la Heliopausa, es decir a menos de 20 minutos luz de la tierra, 26(?) del sol.
http://www.astromia.com/glosario/heliopausa.htm
http://danielmarin.blogspot.com.es/2012/09/la-historia-de-las-voyager-los.html
Disiento en cuanto a que la relatividad de Einstein es sagrada. La metrica de Alcubierre, basada en los calculos de la relatividad de Einstein, abre una via (temprana ciertamente) a los viajes interestelares mediante los motores WARP (aka motores de curvatura de espacio-tiempo o de impulso por deformacion o…) que tendiran un fucionamiento similiar a los de la Enterprise de Star Trek.La mecanica cuantica tambien esta contrastada. Algun dia uniremos ambas.
La Relatividad establece unas ecuaciones físicas pero no la métrica en concreto; las distintas métricas corresponden a distintas soluciones de acuerdo con la distribución de masas en el Universo, cosa no conocida exactamente. si buscas métricas derivadas de la Relatividad te vas a inflar a encontrarlas.