50 años del Telstar-1

Por Daniel Marín, el 12 julio, 2012. Categoría(s): Astronáutica • NASA • sondasesp ✎ 13

Estos días se celebra el medio siglo del lanzamiento del Telstar-1, el primer satélite activo de telecomunicaciones de la historia. En la actualidad los satélites de comunicaciones se han convertido en una ‘rutina’ a la que apenas prestamos atención, pero son sin embargo uno de los pilares en los que se basa nuestra joven civilización espacial.

El pequeño Telstar-1 (NASA).

Conviene recordar que el Telstar-1 no fue el primer satélite de comunicaciones propiamente dicho, ya que ese honor le corresponde al Echo-1, lanzado el 14 de agosto de 1960. Pero en realidad el Echo-1 no era más que un gigantesco globo de 30,5 metros de diámetro recubierto por mylar que se limitaba a reflejar las ondas de radio provenientes de las estaciones terrestres (y que de paso se convirtió de forma no premeditada en la primera vela solar de la humanidad). Por este motivo se suele decir que el Telstar-1 fue el primer satélite ‘activo’ -esto es, capaz de recibir y transmitir señales por si mismo- de la historia. Sin embargo, esto no es del todo cierto, ya que el primer satélite que funcionó como repetidor activo de comunicaciones fue el Courier-1B del ejército norteamericano, lanzado el 4 de octubre de 1960. El Courier-1B retransmitió el primer mensaje de la historia de la conquista del espacio, un discurso del presidente Dwight Eisenhower a las Naciones Unidas, desde una estación situada en la costa este de los EEUU a otra localizada en Puerto Rico.

Echo-1 (NASA).
Courier-1B (NASA).

El Telstar-1, una bola de 80 kg lanzada el 10 de julio de 1962, fue el primer satélite de comunicaciones real -aunque seguía siendo un vehículo experimental- porque estaba específicamente diseñado para transmitir señales de teléfono, fax y televisión entre Europa y los EEUU. Fue construido como un proyecto conjunto entre la NASA y las empresas AT&T y los Laboratorios Bell (también participaron las oficinas postales de Francia y el Reino Unido), motivo por el cual también pasó a la historia como el primer satélite desarrollado con una importante participación privada.

Lanzamiento del Telstar-1 mediante un Thor-Delta (NASA).
Telstar-1 (NASA).

El cohete Thor-Delta (Delta-11) que lo llevó hasta la órbita era incapaz de situarlo en una órbita geoestacionaria (el primer satélite de telecomunicaciones geoestacionario operacional sería el SYNCOM-2, lanzado en 1963), así que se decidió lanzarlo en una órbita elíptica de 952 x 5632 kilómetros, lo que provocó que el vehículo atravesase los cinturones de radiación van Allen -poco estudiados por entonces-, con el consiguiente perjuicio para la electrónica del aparato. El periodo orbital de dos horas y media  fue el causante de que el Telstar-1 sólo pudiera usarse durante unos veinte minutos, el tiempo que tardaba en sobrevolar el Atlántico. Esto no impidió que el 11 de julio de 1962 retransmitiese la primera señal de televisión en directo entre los EEUU y Europa desde el espacio (una bandera norteamericana situada en la estación de Andover, Maine). La potencia de la retransmisión apenas alcanzó los 14 W, pero fue la primera y eso es lo que cuenta.

Ésta fue la primera imagen de TV transmitida en directo por satélite a través del Atlántico (NASA).

Desgraciadamente, el Telstar-1 tenía los días contados. A la ya de por sí elevada dosis de radiación en forma de electrones de los cinturones van Allen, el satélite hubo de sufrir los efectos de la explosión nuclear Starfish Prime, la primera detonación de un arma nuclear en el espacio, ocurrida un día antes del lanzamiento del Telstar-1. Para crear Starfish Prime se empleó un artefacto nuclear de fusión con una potencia de 1,4 megatones. La explosión tuvo lugar a 400 kilómetros de altura sobre la isla Johnston en el océano Pacífico, generando un brutal pulso electromagnético y liberando una enorme cantidad de electrones e iones energéticos que serían canalizados por los cinturones de radiación hacia el Telstar-1.

A raíz de las elevadas dosis de radiación, se perdió el control del satélite en agosto. Aunque los ingenieros lograron salvar el aparato, éste sucumbiría finalmente el 21 de febrero de 1963. Hoy, cincuenta años más tarde, el legado del Telstar-1 sigue vivo en la enorme flota de comsats que rodea a nuestro planeta y que usamos sin darnos cuenta todos los días.

El Telstar-1 despertó la imaginación de muchos en los años 60 (Analog).



13 Comentarios

  1. El Eco 1 tuvo también vida como «atracción turística», aunque no os lo creais en verano en España era común salir a «tomar el fresco» por la noche y, de paso, ver al Eco (una estrella de magnitud 1.5 -aprox-).
    ¿La foto del Eco es él o se trata del Pageos?

  2. si ese satelite aun sigue en orbita despues de tantos años no podria ser ubicado y una idea mas descabellada aun rescatado de la orbita a donde esta y puesto en un museo?.

  3. Está usted equivocado Sr Anónimo,
    el Gran Hermano (y sobrino del Tio Sam ) ve todo lo que hay sobre nuestras cabezas 😉

    El satélite sigue en órbita y aún seguirá «per secula seculorum».
    Estos son sus parámetros orbitales:

    Perigeo: 957.2 km
    Apogeo: 5,642.7 km
    Inclinación: 44.8 °
    Período: 157.7 minutos
    (Según la base de datos de http://www.n2yo.com)

    Un saludo.

  4. Hola Dani,
    Felicitarte por el hilo del Telstar-1; fui yo el que hice la sugerencia otro hilo, en cualquier caso no se trataba de una una bola de 8 kg, era más grande, hablamos de 77 kg de peso… si no sería como un balón de fútbol… como curiosidad el Adidas Telstar era una pelota de fútbol fue diseñada para su la Copa del mundo de 1970 y 1974… Y el último satélite Telstar fue lanzado en 2004 (Telstar-18) actualmente en servicio…

    Saludos cordiales.

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