Vesta: montañas gigantes, cuencas de impacto dobles y surcos misteriosos

Por Daniel Marín, el 17 octubre, 2011. Categoría(s): Astronomía • NASA • Sistema Solar • sondasesp ✎ 8

La sonda Dawn sigue desvelando los misterios del asteroide Vesta. Durante los pasados meses de julio y agosto, la nave ha estudiado el pequeño mundo desde una órbita situada a 2700 kilómetros de distancia (survey orbit). Los primeros resultados científicos no se han hecho esperar y, como suele ser habitual cuando se estudia de cerca un cuerpo del Sistema Solar por primera vez, por cada pregunta respondida han surgido nuevos e intrigantes enigmas.

Las dos cuencas de impacto del hemisferio sur de Vesta: Rheasilva y otra más antigua. Destaca el enorme pico central de Rheasilva (NASA).
Perfil vertical del hemisferio sur (NASA).

La primera sorpresa nos la ha dado la enorme cuenca de impacto del hemisferio sur. Apodada de forma no oficial como Rheasilva, tiene un diámetro de 475 kilómetros y sin duda se trata de la estructura de mayor tamaño del asteroide. De hecho, ya se podía vislumbrar en las borrosas imágenes que el telescopio Hubble obtuvo hace varios años. La altura de la montaña del pico central de la cuenca ha sorprendido a muchos, pues se eleva nada más y nada menos que 22 kilómetros sobre las planicies del cráter (estimaciones anteriores habían arrojado una altura mucho menor, de unos 15 kilómetros).

Como resultado, el pico del polo sur de Vesta ya se ha convertido en una de las montañas más altas de todo el Sistema Solar, comparable en escala -aunque no en masa- al Olympus Mons de Marte. Curiosamente, las paredes exteriores de Rheasilva tienen una altura absoluta mayor que la del pico central, aunque su elevación relativa con respecto al terreno circundante es menor. Por otro lado, el conteo de cráteres ha permitido estimar la edad de Rheasilva en unos mil o dos mil millones de años, mientras que el hemisferio norte sería mucho más antiguo (unos cuatro mil millones de años). Esta dicotomía norte-sur se traduce también en una diferencia en la composición. Mientras que el sur está formado principalmente por basalto (como se sospechaba desde un principio), el norte presenta una composición más compleja. De todas formas, puesto que ahora es invierno en el polo norte de Vesta, habrá que esperar un tiempo para cartografiar esta región detalle. Además, los misteriosos surcos que rodean la zona ecuatorial, asociados a la formación de Rheasilva, presentan una naturaleza más enrevesada de lo que se creía inicialmente.

Modelo en 3D del pico central de Rheasilva, una de las montañas más altas del Sistema Solar (NASA).

Surcos ecuatoriales formados presumiblemente durante el impacto que creó Rheasilva (NASA).
Joven cráter en la superficie de Vesta (NASA).

Vídeo en el que podemos ver el relieve de Vesta en tres dimensiones en el que destaca Rheasilva:

El otro descubrimiento inesperado ha sido constatar que Rheasilva no está sola. Efectivamente, la enorme cuenca de impacto parece que ha borrado parcialmente los restos de otra colisión aún más antigua. Este cráter tendría un diámetro de 375 kilómetros y su situación coincide en líneas generales con la de Rheasilva. ¿Cómo es posible que las dos cuencas de impacto más grandes de vesta estén localizadas casi en la misma zona? Todo un misterio.

Estos enigmas han salido a la luz gracias a la confección del primer mapa topográfico detallado de Vesta. Ahora sabemos que el diámetro medio del asteroide es de 524 kilómetros (es decir, éste sería el tamaño que tendría el asteroide si fuese perfectamente esférico) y que su densidad es de 3,34 g/cm3. El desnivel entre los puntos más altos y bajos alcanza los 60 kilómetros, lo que influye en la irregularidad de su campo gravitatorio. Igualmente, en esta fase se ha descartado que Vesta posea lunas con un tamaño superior a los 10 metros. Según el nuevo sistema de coordenadas confeccionado para este asteroide, el meridiano cero pasa ahora por un pequeño cráter de 500 metros de diámetro denominado Claudia (por cierto, y como no podía ser de otra forma, los cráteres de este mundo se bautizarán usando los nombres de vírgenes vestales, mujeres romanas famosas y festivales o ciudades de la época clásica).

Desde el 18 de septiembre pasado, Dawn se encuentra en la órbita HAMO (High Altitude Mapping Orbit) a 680 kilómetros de altura realizando fotografías con una resolución de 65 metros/píxel. Si algo está claro a estas alturas es que Vesta no ha defraudado lo más mínimo. Ya podemos decir sin temor a equivocarnos que la exploración de este pequeño mundo es una aventura única.

Vídeo sobre Vesta realizado a partir de los datos de Dawn:

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8 Comentarios

  1. Porque Fobos y Vesta tienen surcos tan similares en su ecuador, según los científicos Fobos tiene sus surcos gracias a rocas eyectadas de impactos en marte que fueron golpeando a Fobos en cadena, y aunque son surcos similares en Vesta se formaron por el impacto de Rheasilva.

    Pero seria posible que estos surcos se causen por el desplome de una luna obre su superficie? (que poco a poco vaya literalmente rodando sobre la superficie) en ese caso que marcas quedan cuando cae una Luna sobre estos cuerpos menores del sistema solar? no creo que sea un simple cráter… o si?

    Es posible que este asteroide se formara como una luna de algún planeta, se puede deducir de que planeta viene?

    Ojala las investigaciones cientificas solventen todas mis dudas y como siempre me enterare primero gracias a Daniel Marin 🙂

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Por Daniel Marín, publicado el 17 octubre, 2011
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