Cuando Gagarin se rompió la cabeza por culpa de una mujer

Por Daniel Marín, el 9 diciembre, 2010. Categoría(s): Astronáutica • Historias de la Cosmonáutica • Rusia • sondasesp ✎ 25

Un misterio rodeó durante décadas la figura de Yuri Gagarin. En todas las fotografías tomadas a partir de octubre de 1961, el primer cosmonauta de la historia lucía una aparatosa cicatriz encima de su ojo izquierdo. Los expertos censores soviéticos intentaron maquillarla todo lo posible en las imágenes oficiales, pero era imposible no verla en las entrevistas cara a cara. Cuando la prensa le preguntó finalmente por la herida, el bueno de Yura respondió «me caí sobre una piedra mientras jugaba con mi hija». Asunto zanjado. Nadie volvió a hablar de la cicatriz de Gagarin. Sin embargo, la verdad era otra y habría que esperar a la caída del telón de acero para descubrirla.


La cicatriz de Gagarin sobre su ojo izquierdo en una foto posterior a octubre de 1961 (derecha) comparada con una imagen anterior (izquierda).

El 12 de abril de 1961, Yuri Alekséievich Gagarin se convertía en el primer ser humano que alcanzaba la órbita terrestre. Inmediatamente fue declarado héroe nacional y se transformó en todo un símbolo viviente de los éxitos del socialismo real. Como embajador del sistema soviético, Gagarin recorrería el globo en cuestión de meses, rodeado de todo tipo de lujos y prebendas desconocidas en la URSS de la época. Tuvo que ser todo un impacto psicológico para este tímido y modesto piloto de apenas 27 años. Aunque Gagarin no registró por escrito sus impresiones, por suerte contamos con otro testigo de excepción: el general Nikolái Petróvich Kamanin. Encargado del centro de entrenamiento de cosmonautas (TsPK), Kamanin solía acompañar a Gagarin y al resto de cosmonautas en sus viajes internacionales. Militar estricto y disciplinado, el general anotaba todas sus experiencias en un detallado diario que sería publicado en 1995. Entre miles de entradas, hay una curiosa referencia al misterioso accidente que sufrió Gagarin.

En octubre de 1961, apenas seis meses después de su histórico viaje, Yuri se encontraba de vacaciones en el balneario de Foron (situado en la península de Crimea) junto con su esposa Valentina y sus hijas Elena y Galina. Además de Gagarin, coincidieron en el balneario Kamanin y el segundo cosmonauta de la historia, Gherman Titov. Según los diarios de Kamanin, Gagarin y Titov se dedicaron a beber en exceso por las noches, práctica que por lo visto venía siendo habitual en los últimos meses.


Gagarin con su familia.

El 3 de octubre, Kamanin nos cuenta como un Gagarin muy borracho se dedicó a flirtear con una de las enfermeras del balneario. El cosmonauta llegó a duras penas hasta la habitación de la chica, situada en un segundo piso. Poco después, su mujer empezó a buscarlo por todo el complejo, hasta que llegó a la habitación donde estaba «escondido». Al escuchar los gritos de su esposa, a Gagarin no se le ocurrió otra cosa que saltar por el balcón, con tan mala suerte que su pie se enganchó en unas viñas que estaban enroscadas en la barandilla y cayó de cabeza contra el suelo. El golpe fue tan fuerte que el joven cosmonauta sufrió un severo traumatismo craneal y se fracturó varios huesos. Tras ser transportado urgentemente hasta el hospital, fue sometido a una operación para reconstruir su cara.




En estas imágenes se aprecia la cicatriz de Gagarin.


Foto anterior al «incidente».

Gagarin permanecería tres semanas ingresado y, cuando finalmente se pudo ver en el espejo, quedó horrorizado por la cicatriz que ahora cruzaba su frente sobre el ojo izquierdo. El cosmonauta se quejó de los resultados de la operación al doctor Vladímir Golyakhovsky, uno de los médicos del TsPK. Años después, Golyakhovsky confesaría que había recomendado al cosmonauta someterse a una operación de cirugía estética en Occidente, algo que obviamente hubiese sido inaceptable de cara a la cúpula política de la URSS. Para mayor ofensa, por culpa del accidente Gagarin no pudo participar en el 22º Congreso del Partido Comunista, que se inauguró el día 17 de octubre de 1961. De hecho, el díscolo cosmonauta ya había recibido un toque de atención del Partido a raíz de su reciente comportamiento, por lo que la cicatriz del «incidente Foron» permanecería como un recordatorio indeleble de los excesos de una vida decadente.

Ironías del destino, Gagarin no sufrió ningún percance durante su primera y única misión espacial, pero estuvo a punto de matarse al saltar desde un simple balcón en Crimea. Por supuesto, esta historia no denigra en absoluto la memoria del primer cosmonauta de la historia. Todo lo contrario. Nos demuestra que los héroes son también seres humanos, con sus imperfecciones y defectos, como cualquier hijo de vecino. Porque, por encima de todo, Yura siempre será el primero.


Las mujeres, la perdición del cosmonauta (aquí con Gina Lollobrigida).

Notas:

Yura (Юра) es el diminutivo ruso de Yuri (Юрий).

Referencias:

  • Skrytiy Kosmos. Kniga 1 (1960-1963), Nikolai Kamanin (Infortekst-IF, 1995).
  • Russian Doctor, Vladimir Golyakhovsky (Marek, 1984).
  • Gagarin, Mark Wade (astronautix.com).


25 Comentarios

  1. Привет Данйэл!! Es una pena que el alcoholismo invada de esa manera todos los estamentos de la sociedad rusa, causando verdaderos problemas sociales. Un personaje famoso, sea astronauta o lo que sea, debería de cuidar su imagen, aunque tambien es cierto que Gagarin era joven.

    P.D. Saludos desde 2º de Ruso (на втором курсе)

  2. qué grande yura!, estoy cada vez más identificado con este héroe!. comparto tus palabras finales daniel, y por cierto nada de lo humano le fue ajeno, obviamente.

    además, si yo hubise sido gagarin creo que hubiese necesitado una reconstrucción completa de rostro, por lo menos.

    saludos!

  3. Je, je… Un poco de «noticias de interés humano» nunca viene mal. Bien visto, tal y como va el mundo ahora la llamada «censura soviética» parece un juego de principiantes… no hay más que ver los telediarios o leer la prensa cada día. Un buen artículo, Dani. 😉

  4. Ya había leído algo sobre la cicatriz, pero no sabía que fuera tan grave. En vez de quejarse, Gagarin debería agradecer a los médicos que lo operaron, pues tuvo suerte que haya quedado con sólo una cicatriz después de la fractura de varios huesos del craneo.
    En fín, creo que el exceso de éxito y fama causa problemas a cualquiera, y más aún a alguien que no los buscó, como Gagarin. Como piloto, estoy seguro que, cuando decidió entrar al programa espacial, todo lo que le importaba era volar más alto y más rápido, y no volverse una celebridad. Lo que él más quiso era poder volver al espacio, y nunca le dieron esa oportunidad.

  5. Discrepo un tanto en lo de heroe. Mas bien en estos casos le decian a uno -Tú, para arriba. Y alli iba el mandado. De todas formas lo cortes no quita lo valiente. Yo no llamaria heroe a este señor, pero eso tampoco desmerece la misión que realizó.

  6. Anónimo: en la película «Elegidos para la gloria», salía una escena en la que los pilotos de prueba se reían de los futuros astronautas del mercury diciendo que «hasta un mono puede hacer lo que ellos», momento en el que Chuck Yeager los pone en su sitio con una frase lapidaria: «¿Sabe un mono que está sentado en un cacharro que puede explotar?»

  7. @Carlo: has dado en el clavo. La retirada del

    @Anónimo: no veo que sea «excesivo». Obviamente lo redacté con cierto punto irónico, pero vamos, para gustos…

    @Sergio: sí, gran escena y gran película. De hecho, lo excesos de los cosmonautas se quedan cortos cuando los comparamos con los de sus homólogos norteamericanos.

    @Iván: gracias a ti.

    Un saludo.

  8. Para mim, não fosse ele seria outro. O mérito, como já foio dito aqui, é daqueles que constroem conhecimento e tecnologia, os meios que tornaram possíveis suas «façanhas».Tanto assim que antes dos heróis foram cães e macacos.

  9. Estoy en desacuerdo en que Gagarin no fue un héroe. Él no fue uno cualquiera que simplemente tuvo la suerte de ser elegido para la primera misión orbital, no lo escogieron en una lotería, tampoco tenía amigos o parientes en altos cargos públicos, lo eligieron en base a varias características, algunas de las cuales no tienen mérito (como, por ejemplo, tener una baja estatura para entrar en la cápsula), pero varias otras sí. Gagarin era un campesino de origen muy humilde, cuya familia sufrió mucho con la ocupación alemana en la Segunda Guerra, y sin embargo logró llegar a piloto de caza (lo que ya no fue poco), servió en el extremo norte del país, donde las condiciones climáticas son extremas, en un area de importancia para interceptar los bombarderos estratégicos estadounidenses que vendrían por esa ruta. Además de sus condiciones físicas, seguramente su iniciativa y excelente servicio fueron cualidades que lo ayudaron a llegar donde llegó.

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Por Daniel Marín, publicado el 9 diciembre, 2010
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