Descalabro Augustine

Por Daniel Marín, el 31 julio, 2009. Categoría(s): Astronáutica • Constellation Program • NASA ✎ 5

En los últimos días hemos asistido a las declaraciones de varias personalidades ante la Comisión Augustine. Recordemos que las conclusiones de esta Comisión serán claves para el futuro de la NASA y con toda seguridad serán tenidas en cuenta por el administrador Bolden y la Casa Blanca para decidir qué rumbo debe tomar la agencia espacial en los próximos años.

Declaración tras declaración, presentación tras presentación, queda claro que el Programa Constellation se halla al borde del descalabro absoluto, algo que se veía venir. Aunque es cierto que las presentaciones ante la comisión suelen estar rodeadas de un cierto aire de dramatismo y egocentrismo, cada vez está más claro que lo que está en juego no es ya el Programa Constellation, sino el propio futuro de la NASA. Casi con toda seguridad, el programa lunar será pospuesto/cancelado, o lo que es lo mismo, podemos decir adiós al Programa Constellation tal y como fue planteado originalmente. Porque el Ares I y la nave Orión en solitario son una pálida sombra del programa original que no merece ese nombre.

Iba a comentar algo sobre las últimas declaraciones ante la comisión, pero ya lo ha hecho magistralmente Javier Casado (aquí, aquí y aquí), así que les remito a su blog. Además, vale la pena ver las conferencias ante la Comisión en NASAspaceflight.com.

En ese mismo foro, podemos ver unas cuantas diapositivas de las alternativas de la exploración tripulada del Sistema Solar que está sopesando la comisión:



Posibles destinos planteados: Luna, Marte/Fobos y Deimos, asteroides y los puntos de Lagrange.



Los destinos clasificados según la Delta-v y la masa de la misión.


Delta-v frente a duración de la misión.

Algunos rumores sugieren que la comisión podría decantarse por una «arquitectura flexible» de exploración tripulada. Según este modelo, se abandonaría el Ares V en favor de un lanzador en el rango de las 70-80 toneladas en LEO (del tipo Direct o HLV) que serviría para lanzar misiones tripuladas de sobrevuelo a la Luna, Venus, Marte y/o a los asteroides cercanos. Puesto que no hay presupuesto para un lanzador gigante, la comisión elegiría -siempre según los rumores- misiones simples de sobrevuelo, dada su tremenda ventaja desde el punto de vista de la Delta-v. (Por cierto, hacía mucho tiempo que no veía unas presentaciones sobre la exploración espacial en las que el eje central fuese la Delta-v, el verdadero núcleo de cualquier propuesta de misión.) Estas misiones de sobrevuelo permitirían establecer la experiencia técnica necesaria para misiones más ambiciosas. Más adelante -en el siglo XXII al paso que vamos-, se construirían los módulos de aterrizaje necesarios para posarse en Marte o en la Luna.

Esta arquitectura supondría el fin del módulo lunar Altair y el Ares V, que ahora mismo se encuentran más cerca del olvido que nunca. A cambio, la NASA podría vender de forma favorable ante la opinión pública lo que no sería más que una simple cancelación del programa lunar. Porque si al final se adopta esta «arquitectura flexible», nada indica que no pueda ser igualmente cancelada por administraciones posteriores. Y es que será muy difícil defender ante el público misiones tripuladas a la Luna o a Marte que se limiten a pasar velozmente sobre sus objetivos sin tocarlos para luego regresar a la Tierra.

Seguramente, la comisión decidirá continuar con la ISS más allá de 2016. En cuanto al Ares I, es más que probable que decida recomendar seguir adelante con este lanzador, pero tal y como están las cosas, nadie -por lo menos, no yo- se atreve a pronosticar absolutamente nada.

En todo caso, dentro de un mes sabremos la respuesta.



5 Comentarios

  1. Parece que el rompe-y-rasga que necesitaría la NASA para recuperar el «espíritu» del período de la presidencia Kennedy no se verá durante la presente legislatura.
    Es obvio que la situación geopolítica tiene pocas semejanzas, pero el soplo de aire fresco que prometía la presidencia Obama y su proclamado interés en ciencias espaciales se va a quedar en mero «soplido» para cubrir expediente, sin tomar las verdaderas decisiones drásticas que probablemente serían necesarias.

    Sin una verdadera apuesta por la innovación, si no logran solucionar las deficiencias de la estructura administrativa y de gestión, la estimación de costos y el control de los proyectos, la NASA no saldrá fácilmente del bache en el que se encuentra (pensando ante todo en las misiones tripuladas, claro).

    En fin…
    Malos tiempos para la lírica.

  2. No parece muy sensato esperar que sea una agencia gubernamental la que haga que el espacio sea barato, seguro y accesible para todo el mundo. La NASA quedará (o debería quedar) como una institución pública más, que ejerza tareas de control del mercado e investigación. Así es, al fin y al cabo, cómo se ha desarrollado la aviación.

    Espero sinceramente que las empresas privadas como (SpaceX, Bigelow Aerospace, Virgin Galactic, Blue Origin…) salgan adelante y pueden reducir realmente el coste de acceder al espacio. Si no lo consiguen… Pues me parece que alguien contará sus incrédulos nietos que hace 100 años se fue a la Luna.

    Saludos

  3. lo mejor que pueden hacer es desmantelar la nasa y dejar de vivir del pasado (apolo 11), y lo de las misiones de sobrevuelo son un rollo y sin emoción.
    no se que pensareis del tema pero hay una alternativa el ARES IV, que pensais de él, seria una buena opción.
    otra cuestion es la de seguir con los transbordadores hasta el 2012 o más alla, espero que no lo hagan y si siguen adelante con la idea, supongo que un tercer desastre les ayudaria a cancelar las misiones del transbordador.
    a este paso no volvemos a la luna hasta dentro de otros 40 años.
    desde luego siempre hay una escusa para recortar proyectos (guerras, deficits excesivos, etc)
    comentario jorge.

  4. Lo de desmantelar la NASA quizás me parece un poco excesivo, pero está claro que la NASA de hoy no es la de los años 60. El programa Constellation era una magnífica oportunidad para refundar la agencia que se ha dejado escapar; y no creo que la comisión Augustine sea diferente en este punto.

    El Ares IV, al igual que Direct, me parecen opciones muy interesantes en tanto en cuanto son mucho más realistas que el «monstruo» del Ares V. Eso sí, considero que la prioridad es establecer los objetivos antes que poner los medios. Es decir, debemos saber si queremos quedarnos en LEO, ir a la Luna o a Marte antes de diseñar los lanzadores adecuados y no al revés.

    En cualquier caso, veremos qué decide la comisión a final de mes, aunque soy muy pesimista después de todo lo que ha pasado.

  5. Aún llevando un poco la contraria, no me parece tan mal la opción de la «arquitectura flexible». Tiene riesgos de cancelación pero también permite avanzar poco a poco y mejorar continuamente la tecnología.

    Sustituir las misiones pisando Marte por una combinación de robots en superficie y humanos en órbita seguramente conseguiría los mismo resultados científicos a un coste mucho menor. De paso, haría avanzar mucho la robótica.

    Y tal vez un presidente futuro decida dar un paso mas y pisar la superficie una vez que el resto este probado y funcione. Por soñar que no quede

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Por Daniel Marín, publicado el 31 julio, 2009
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