El primer telescopio espacial

Por Daniel Marín, el 14 marzo, 2009. Categoría(s): Astronáutica • Astronomía ✎ 4

(esta entrada apareció el pasado 26 de febrero en Astrobloguers)

La atmósfera es esencial para la vida en la Tierra, pero al mismo tiempo es la peor pesadilla de cualquier astrónomo. Efectivamente, la capa de aire que rodea nuestro planeta “emborrona” las imágenes que nos llegan del espacio de tal modo que muchos comparan la práctica de la astronomía con intentar contemplar el Sol desde el fondo del mar. En realidad es peor aún, porque existen ciertos tipos de luz que nuestra querida atmósfera simplemente no nos deja ver. Esta luz que tiene la entrada prohibida a nuestro mundo es la que conforma la mayor parte del espectro electromagnético que va desde los energéticos rayos gamma o rayos X, hasta la radiación infrarroja o microondas. Únicamente las ondas de radio y el espectro visible se salvan de la censura atmosférica. Ni que decir tiene, una enorme cantidad de sucesos cruciales del Universo sólo se dejan ver en estas longitudes de onda.

Para enfrentarse a este desafío sólo hay una salida: instalar los telescopios fuera de la atmósfera. En efecto, esto explica que los observatorios profesionales se encuentren en la cima de altas montañas. Pero ni incluso así logramos evitar los efectos perniciosos de la atmósfera, puesto que siempre quedará algo de aire que empañe nuestras observaciones sin importar lo alta que sea la montaña elegida. Sólo en el espacio podremos conseguir observaciones perfectas de todo el espectro electromagnético. Pero poner algo en el espacio no es sencillo. Hace falta alcanzar la órbita terrestre, lo que implica que necesitamos acelerar nuestro telescopio hasta los 28000 km/h, lo que a su vez requiere energía, muchísima energía. Es por esto que se hace necesario el uso de potentes cohetes para alcanzar estas velocidades.

Desde que el 4 de octubre de 1957 el Sputnik 1 hizo compañía a nuestra Luna como satélite de la Tierra, todos los astrónomos del mundo soñaron con poner en el espacio un telescopio que les permitiese romper las ataduras de la atmósfera. Pronto numerosas cámaras y objetivos surcaron el espacio, pero, desgraciadamente, estos primeros telescopios espaciales apuntaban hacia…¡la Tierra! Lamentablemente se ve que espiar a nuestros vecinos tenía prioridad sobre el estudio de los cielos.

Sin embargo, la comunidad científica siguió insistiendo y por fin el 7 de diciembre de 1968 fue lanzado con éxito el primer telescopio espacial: el OAO-2. El OAO -siglas de Observatorio Astronómico Orbital- era un satélite estadounidense de dos toneladas que fue bautizado como Stargazer una vez en el espacio. Estrictamente hablando, el OAO contaba con varios telescopios distintos, aunque el instrumento estrella estaba formado por cuatro telescopios de 30,48 centímetros de diámetro, cada uno de ellos conectados a una cámara de televisión especial (Uvicon) para poder estudiar el espectro ultravioleta, una de las regiones prohibidas para la astronomía terrestre.

Por primera vez la Humanidad conseguía levantar el velo de la atmósfera y ante nosotros se nos presentaba un Universo como nunca antes nadie, literalmente, lo había visto. Desgraciadamente, la resolución del OAO no permitía obtener imágenes espectaculares, pero sí nos enseñó que el cielo en ultravioleta era muy diferente del que se podía ver desde la Tierra.


El OAO-2 (NASA).

Puede objetarse que el OAO-2 no era un telescopio propiamente dicho, ya que más bien era un conjunto de cámaras y fotómetros. En todo caso, el honor de ser el segundo telescopio en el espacio le corresponde al Orión-1, lanzado por la URSS el 19 de abril de 1971 a bordo de la primera estación espacial de la historia, la Salyut 1. El Orión-1 era un pequeño reflector de 28 cm de diámetro y 140 cm de focal de tipo Mersenne, paradójicamente muy parecido a los telescopios de aficionado Schmidt-Cassegrain que podemos encontrar en la actualidad. Al igual que el OAO-2, el Orión-1 estaba diseñado para estudiar el ultravioleta y de este modo sacar partido a su privilegiada situación.

La Salyut 1.

La característica que hizo único al Orión-1 es que se trató del primer telescopio en ser controlado por un humano en el espacio. La tripulación de la Soyuz 10 debía haber sido la primera en trabajar con este telescopio, pero no logró acoplarse completamente con la estación y hubo de regresar a la Tierra con las manos vacías. Poco después, los cosmonautas de la Soyuz 11 Georgi Dobrovolsky, Víktor Patsáyev y Vladislav Vólkov lograron acoplarse a la Salyut y se convirtieron así en los primeros habitantes de una estación espacial. Sería Patsáyev el primero en manejar el Orión-1 dentro de la estación, por lo que fue el primer “astrónomo espacial”.


El telescopio Orión (Encyclopedia Astronautica).

Pese a que batió el récord de permanencia en el espacio, la tripulación de la Soyuz 11 murió durante su regreso a la Tierra debido a una despresurización causada por un fallo en una de las válvulas de la cápsula. En los años siguientes se siguieron lanzando telescopios espaciales para observar distintas regiones del espectro, aunque no sería hasta 1990 cuando, tras múltiples retrasos, haría su aparición el Telescopio Espacial Hubble. El Hubble no fue, como hemos visto, el primer telescopio en órbita, pero su espejo primario de 2,4 metros lo convirtió en el primer gran observatorio espacial. Además del Hubble, varios telescopios espaciales nos han mostrado cómo son esos otros cielos en distintas longitudes de onda. Gracias a ellos, la astronomía ya no volverá a ser la misma.



4 Comentarios

  1. 3 Preguntas… y un comentario.

    1. Cual es la vida util del Telescopio Hubble?
    2. Como se establece la comunicación entre el telescopio Hubble y la central de control en tierra.
    3. Seria de algun beneficio poner un telescopio en la superficie Lunar o es mejor en que esté en orbita terrestre.

    Comentario: NASA y las naciones del mundo debieran invertir mas recursos en la localización de cuerpos espaciales que se aproximen a la TIERRA (llamese asteroides o meteoritos) que en cualquier otro proyecto.

    Gracias.

    Martin Herrera

  2. Los telescópios suponieron un gran avance en la investigación y gracias a ellos se pudo tener una perpestiva muy acertada de lugares inesplorados por el ser humano, este post es muy instructivo y recomiendo su lectura al igual que https://quiendescubrio.es donde también hay un artículo muy bueno.

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Por Daniel Marín, publicado el 14 marzo, 2009
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