Fracaso del OCO

Por Daniel Marín, el 24 febrero, 2009. Categoría(s): Astronáutica • Cohetes • Lanzamientos • NASA • Tierra ✎ 8

OCO (Orbiting Carbon Observatory) es, o más bien era, un pequeño satélite de 530 kg cuyo diseño se basa en el empleado en los vehículos SORCE y GALEX. Como su nombre revela, debía estudiar la distribución de dióxido de carbono en la atmósfera. Se hubiese sumado así a la pequeña flotilla de naves con el mismo objetivo que se han lanzado recientemente, como el Ibuki de la JAXA. Una vez situado en su órbita polar de 705 km habría formado parte del A-Train, el conjunto de satélites para observar la Tierra formado por las naves Aura, PARASOL, CALIPSO, CloudSat y Aqua.




Satélite OCO (NASA).


El A-Train (NASA).

El lanzamiento se produjo a las 9:55:30 UTC del 24 de febrero desde la Base de Vandenberg mediante el octavo cohete Taurus-XL (modelo 3110) de la empresa Orbital. El Taurus-XL es un cohete de combustible sólido capaz de poner en órbita baja unos 1350 kg de carga. Emplea una primera etapa Castor 120 -usada en el cancelado misil intercontinental MX Peacekeeper y fabricada por Thiokol- y tres etapas superiores provenientes del cohete Pegasus de Orbital. Sin embargo, la misión terminó en fracaso cuando la cofia no logró separarse correctamente. La cofia del Taurus (modelo 63″) emplea dos impulsos eléctricos primarios y dos secundarios para transmitir la señal de separación de la parte vertical de la cofia. 80 milisegundos más tarde se separa la parte horizontal. Aunque la telemetría indica que estos impulsos se mandaron, no hay evidencia de que los dispositivos pirotécnicos funcionasen como es debido, por lo que el satélite no pudo liberarse. Se trata de un fallo completamente inexplicable e intolerable a estas alturas de la carrera espacial. Se puede entender que un cohete falle por problemas electrónicos o mecánicos, pero la separación de la cofia es la parte más rutinaria y simple de todo lanzamiento, especialmente en un cohete pequeño como éste. En fin, esperaremos impacientes al OCO-2.


Modelos de cohete Taurus (Orbital).


Distintos modelos de cofias del Taurus. En esta ocasión se usó la de 63″ (Orbital).



Inserción del OCO en su cofia problemática (NASA).



Segunda y tercera etapas del Taurus (NASA).









Preparativos para el lanzamiento del OCO en Vandenberg (NASA).


Lanzamiento del Taurus XL (NASA).



8 Comentarios

  1. Cierto que no debería haber errores tan graves en la fase de desarrollo astronáutico donde nos hayamos, pero es signficativo que algunas de las televisiones se hagan eco de la noticia cuando, de haber sido el lanzamiento un éxito, nadie lo hubiera mencionado.

    Les gusta, parece, eso de que «la NASA ha fracasado en…», pero no cuando las cosas van bien.

    En cualquier caso, sí, es un error de bulto. A ver si se espabilan un poco…

    Saludos.

  2. Por supuesto, Hermitaño, ya sabes que la prensa regular sólo se hace eco de lo que pasa en el espacio si falla o explota algo.

    Aunque en este caso el fallo es de bulto, la verdad. Todavía no lo entiendo.

    Un saludo.

  3. No es por nada pero me lo temía… Demasiados intereses hay hoy en día para que se sepa de manera precisa el alcance del desastre del calentamiento global debido al CO2… Me suena a sabotaje… Estoy seguro que mucha gente que lee tu blog lo estará pensando pero nadie se atreve a decirlo primero 🙂

  4. Bueno, la verdad es que errores estúpidos suelen suceder. Se acuerdan de la Mars Climate Orbiter, que falló porque algunos componentes funcionaban basados en el sistema métrico y otros en el inglés? O la soviética Phobos 1, que se apagó porque los programadores dejaron activado una parte del software que debería ser usada solo en las pruebas? En fín, los técnicos y científicos que participan en los programas espaciales son seguramente personas bastante inteligentes, pero eso no impide que de vez en cuando se les escape algún error bastante burdo.
    Anónimo: no creo que haya sido sabotaje. La hipótesis de error estúpido me parece más plausible. No es la primera vez que algo así sucede, ni será la última.

  5. He leído por ahí que se ha estrellado cerca de la Antártida ¿? Cierto? Qué tiene que ver que no se haya abierto la cofia con que no haya entrado en órbita?

    Saludos.

  6. Ango: sí, parece que el lugar del impacto sería cerca de la Antártida. La relación entre el fracaso en la separación de la cofia y no alcanzar la órbita es simple: la cofia tiene una masa pequeña, pero considerable, así que si no se separa, el cohete no puede proporcionar la velocidad orbital y el satélite y su cofia quedan en una trayectoria suborbital. De todas formas, hay que recordar que aún se está estudiando el accidente y que alguna sorpresa podría aparecer en los próximos días.

    Un saludo.

  7. Vale de acuerdo, la cofia proporciona también un pequeño incremento de masa en el conjunto y no se llega a la altura que se debería alcanzar. Eso lo entendería en el caso de por ejemplo un satélite espía con órbita de 200 a 300 km: un pequeño incremento de masa y puede que no llegue a salir de la atmósfera. Pero en este caso, el satélite iba a ser colocado a ¡705 km! aunque no se llegase a la altura deseada, ésta se encontraría incluso muy por encima de la órbita de la ISS, por eso no entiendo que se haya estrellado suponiendo que todas las etapas funcionaron bien y únicamente la cofia falló.

    Aunque como dices, quizá veamos nuevas sorpresas en los próximos días.

    Saludos.

  8. Eso mismo pensé yo Ango, pero me he limitado a dar las explicaciones de la NASA, pues desconozco en detalle el diseño del Taurus-XL. Se trata de un cohete de cuatro etapas de combustible sólido. Si te fijas, la tercera y la cuarta etapas son muy pequeñas, así que la masa de la cofia, casi despreciable comparada con la masa total en el momento del lanzamiento, debe ser sin embargo un porcentaje muy importante cuando se enciende la cuarta etapa, impidiendo que el satélite alcance su órbita.

    Saludos.

Deja un comentario

Por Daniel Marín, publicado el 24 febrero, 2009
Categoría(s): Astronáutica • Cohetes • Lanzamientos • NASA • Tierra