Regreso de la Soyuz TMA-10

Por Daniel Marín, el 21 octubre, 2007. Categoría(s): Astronáutica • ISS • Rusia • Soyuz ✎ 2

La cápsula Soyuz TMA-10 aterrizó hoy en Kazjistán con los miembros de la Expedición 15 (Fyodor Yurchikhin y Oleg Kotov) y el primer astronauta malayo, Sheikh Muszaphar Shukor. Hasta aquí nada novedoso, pero esta vez el regreso se tornó un pelín más dramático al llevar a cabo la cápsula una reentrada balística en vez de una controlada.

Al tener forma de campana, la cápsula Soyuz puede mantener una determinada orientación durante la reentrada que le permite crear cierta sustentación y disminuir así la aceleración sobre los cosmonautas (G’s). Para mantener la orientación se emplean ocho pequeños motores (10 kg de fuerza cada uno) de peróxido de hidrógeno. En el modo balístico la cápsula reentra sin aprovechar estas características aerodinámicas y la aceleración es mucho mayor (hasta 8’5 G en vez de los 4’8 G normales). La reentrada balística es más rápida que una controlada, por lo que el punto de aterrizaje suele desviarse unos 350 km del planeado. Ya en 2003 la Soyuz TMA-1 sufrió un problema similar y debió reentrar en modo balístico porque aparentemente el ordenador reaccionó de forma inadecuada durante el descenso y entró en modo seguro (balístico), experimentando la tripulación 8’1 G. Debido a este incidente, desde entonces siempre hay helicópteros preparados cerca del posible lugar de aterrizaje balístico para llegar cuanto antes hasta la tripulación. Pese a que la aceleración es mayor, el modo balístico se considera un modo «seguro» porque la nave no precisa de ningún control automático o humano y se orienta por si misma con el escudo térmico por delante, gracias a la posición del centro de gravedad dentro del vehículo.

Estos fallos son intrascendentes en misiones orbitales, pero si algún día Rusia decide mandar una Soyuz a la Luna, no podría permitirse el lujo de una reentrada balística, ya que en el caso de una misión lunar la velocidad de regreso es de 11 km/s (frente a los 8 km/s de una misión en órbita baja), por lo que la aceleración (20 G) podría matar o herir a la tripulación. En misiones lunares o interplanetarias la cápsula debe realizar una compleja maniobra de doble reentrada tal y como hicieron las naves Apolo y Zond (Skip Reentry).

Los tripulantes de la Soyuz TMA-10 en la ISS.


Regreso de una cápsula Soyuz TMA.


Detalle de una cápsula Soyuz TMA tras su aterrizaje en las estepas kazajas. Se pueden ver tres escotillas: la principal para la tripulación, la del paracaídas y la del radiofaro de localización (se aprecia la antena del mismo).



2 Comentarios

  1. Pues sí, tienes razón. Por supuesto que es deceleración, aunque por simplicidad he preferido poner simplemente «aceleración» (al fin y al cabo ésta puede ser positiva o negativa). En cuanto a las fuerzas g, depende del sistema de referencia. En astronáutica y aeronáutica se suele considerar como g positiva toda aceleración que oprima al astronauta/piloto contra su asiento, y g negativa aquella en sentido contrario. En la reentrada, debido a que la cápsula viaja con los astronautas de espaldas al sentido de avance, las fuerzas G son positivas, al igual que en el lanzamiento. Un saludo.

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Por Daniel Marín, publicado el 21 octubre, 2007
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