Cosmonautas, una exposición sobre el programa espacial soviético

Por Daniel Marín, el 15 febrero, 2016. Categoría(s): Astronáutica • blog • Historias de la Cosmonáutica ✎ 27

Desde el 18 de septiembre de 2015 hasta el 13 de marzo de 2016 se expone en el Museo de la Ciencia de Londres la exhibición Cosmonauts: Birth of the Space Age. Se trata de una oportunidad única para ver los elementos más importantes de la historia del programa espacial soviético y ruso, desde sus orígenes hasta prácticamente la actualidad.

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El módulo lunar soviético LK del programa N1-L3 (Iván Rivera y Laura Morán).

La exposición comienza con varias obras originales de Konstantín Tsiolkovsky y su influencia en la cultura soviética de la época. A continuación se muestran algunas piezas relacionadas con los primeros esfuerzos espaciales del país y podemos ver algunos objetos de la azarosa vida de Serguéi Koroliov, el Ingeniero Jefe. Luego pasamos a contemplar algunos satélites y sondas automáticas soviéticas, así como los programas tripulados Vostok y Vosjod. La siguiente sala está dedicada al programa lunar, mientras que en la última se puede ver todo tipo de objetos relacionados con las estaciones espaciales, especialmente la Mir.

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Dos modelos del PS-1, más conocido como Sputnik 1 (Iván Rivera y Laura Morán).

El plato fuerte de la exposición es sin lugar a dudas el módulo lunar LK que debía haber llevado un cosmonauta a la superficie de la Luna dentro del marco del programa N1-L3, la respuesta soviética al Apolo. Se trata de un modelo tecnológico a tamaño real -es decir, no es una maqueta, aunque tampoco un ejemplar de vuelo- que hasta ahora no había estado expuesto en ningún museo público. Este modelo procede del MAI, el Instituto de Aviación de Moscú, pero cualquiera que haya intentado verlo en la capital rusa sabe lo difícil que es visitar estas instalaciones y que te dejen contemplar el LK de forma decente. Vamos, que es un auténtico lujo el poder admirarlo de primera mano. Puesto que en el mismo museo podemos contemplar en la exhbición permanente una maqueta del módulo lunar LM del programa Apolo, podemos hacernos una idea de la diferencia de tamaño. Aunque el LK es considerablemente más pequeño que el LM, sigue siendo realmente grande (o al menos esa es mi impresión).

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Otra vista del módulo lunar LK y una maqueta a tamaño real del Lunojod 1 (Eureka).
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Otra vista del LK (Iván Rivera y Laura Morán).

Los otros dos platos fuertes de la exposición son las cápsulas originales de las misiones Vostok 6 y Vosjod 1. Estas dos naves también son una rareza porque se hallan expuestas en el museo privado de la empresa RKK Energía -antigua oficina de diseño OKB-1 de Koroliov- en Moscú, otro de esos museos que resulta complicado visitar (eso sí, menos que el del MAI). Junto a las cápsulas se puede ver un asiento eyectable con una escafandra Sokol-SK1 de las misiones Vostok.

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La cápsula original de la Vostok 6 en la que viajó Valentina Tereshkova (Iván Rivera y Laura Morán).
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Cápsula Vosjod 1 (Eureka).
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Asiento eyectable de la Vostok con una maqueta de la cápsula (Eureka).

Otra pieza interesante, aunque a bastante más distancia, es la cápsula Soyuz TM-14, una nave que voló en 1992 a la Mir y que es famosa por ser la primera Soyuz que viajó al espacio bajo bandera rusa tras la caída de la URSS.  También podemos ver la escafandra Sokol-KV2 empleada por la primera cosmonauta británica, Helen Sharman, para su misión a la Mir en 1991, el asiento a medida Kazbek del astronauta norteamericano Dennis Tito -el primer turista espacial- y un traje Orlán-E que participó en la simulación Mars 500, así como una escafandra Orlán-M con la mochila propulsada 21KS usada en la Mir y que fue diseñada originalmente para las misiones del transbordador espacial Burán.

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Cápsula Soyuz TM-14 (Eureka).
Otra vista de la Soyuz TM-14 (Eureka).
Otra vista de la Soyuz TM-14 (Eureka).
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En el centro, el traje Sokol KV2 de Helen Sharman. A la derecha, el asiento Kazbek de Dennis Tito (Eureka).
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Escafandra Orlán-M con la mochila 21KS. En segundo plano, el Orlán-E (Eureka).

Las maquetas a tamaño real del Lunojod 1, la Venera 7 o los Sputnik 1, 2 y 3 son dignos de mención. El resto de la exhibición contiene pequeñas joyas que van desde el retrete de la Mir o un uniforme de Gagarin hasta una colección de varios trajes usados por los astronautas en el espacio. De entre todas estas piezas menores a mí me llamó especialmente la atención un maniquí que viajó alrededor de la Luna durante la misión Zond 7 porque pensaba que era una simple leyenda.

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Modelo a tamaño real de la sonda Venera 7 (Iván Rivera y Laura Morán).
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Maquetas de las sondas Ye-8-5 de retorno de muestras lunares y Ye-6M de aterrizaje suave (Eureka).

Quizás eché de menos alguna referencia a los programas Almaz/TKS, Spiral o Burán, pero entiendo que la exposición tiene sus límites. Ya por pedir, también hubiese estado bien traer la cápsula original de Gagarin (Vostok 1) o la de la primera misión de Leónov (Vosjod 2), pero supongo que el precio que RKK Energía pedía por el traslado temporal de estos artículos era excesivo -o directamente se negaron a ofertarlos, no lo sé-. Otro punto flojo de la exposición es la imposibilidad de no poder moverse 360º alrededor de la mayoría de objetos de gran tamaño, lo que nos impide que podamos ver bien ciertas zonas. Para compensar, a la salida tienes una tienda muy bien surtida con todo tipo de objetos relacionados con la exposición.

Varios trajes usados en el espacio por los cosmonautas (Iván Rivera y Laura Morán).
Sputnik 3 (Eureka).
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Varios trajes usados en el espacio por los cosmonautas (Iván Rivera y Laura Morán).
El retrete de la Mir y la ISS (Eureka).
El retrete de la Mir y la ISS (Eureka).
Uniforme de Gagarin (Eureka).
Uniforme de Gagarin (Eureka).
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Póster con Koroliov como protagonista (Eureka).

En definitiva, se trata de una exposición única que hará las delicias de cualquier aficionado a la historia de la conquista del espacio. Si has estado en el Museo de la Cosmonáutica de Moscú -o en el de RKK Energía o Baikonur- esta exposición puede que no te impresione mucho -con la excepción del LK-, pero si no es el caso, es simplemente imprescindible para cualquier espaciotrastornado que se precie.

Agradezco a Iván Rivera (@brucknerite) y Laura Morán (@veneciana1981) el haberme permitido usar sus imágenes para esta entrada.



27 Comentarios

  1. Gracias Daniel, por este buen artículo y por tu valiosa labor en general. Tenía una duda: ¿El traje sokol de Helen Sharman es el que estaba por ahí antes de la exposición o es otro traje proveniente de Moscú? Saludos!

  2. No me importaría visitar de nuevo ese museo, que me encantó, y más aún con esta exposición temporal. Lástima la pega esa que tiene de estar en Londres xD

  3. Hace ya unos cuantos años tuve la oportunidad de ver una exposición similar, aunque más reducida, sobre todo en cuanto a naves. Fue en el Museo de la Ciencia de Valladolid.

    Me hizo mucha ilusión contemplar parte del material de los principios de la cosmonáutica, pero sobre todo tener la oportunidad de saludar en persona a Valentina Tereshkova. Es uno de esos momentazos que recuerdo con cariño.

  4. Muy interesante, de este lado del Atlántico el programa espacial soviético siempre fue un gran desconocido, por más que busqué en mi juventud imágenes sobre todo del hardware soviético, muchas de estas naves y cosmonautas sólo los conocí de oídas. Estando a sólo un par de horas de Texas por carretera, es más que obvio que por aquí decir nave espacial en automático se asocie con NASA, así que se agradece ver aunque sea de lejos estas imágenes…

  5. Muy interesante Daniel…que bonito ver todo esto de forma real…yo tengo ganas de visitar Cabo Cañaveral, ahora que vivo cerquita…
    Off Topic:
    Lanzo una pregunta, leyendo la noticia de la sonda Phillae, que parece entro en sueño profundo…¿creéis que las nuevas baterías de grafeno que prometen mucho más autonomía, pueden ser una revolución para las futuras sondas-rovers? ¿o la radiación destrozaría este tipo de baterías?

    un s2 y gracias

  6. Hola Daniel.
    Gracias por la entrada. Asi voy a tener menos pena por no poder ir a verla, lástima que no esté algo más de tiempo. A ver si se organiza algo asi en España.
    Un abrazo.

  7. Ola, como dice Jose Alfredo más arriba hemos tenido tradicionalmente mucha más información de la NASA y sus logros (que no son pocos) que de los soviéticos, algunos pensamos que técnicamente fueron más imaginativos y audaces, supliendo el ahogo económico en que quedaron sumidos despues de la guerra por la liberación de su territorio y la elimnación de los innombrables, con inventiva y genialidad. Hoy en día nos siguen maravillando… Lástima que cuestiones laborales impidan poder ir a verla, a ver si alguna vez hay alguna exposición así por aquí…

  8. ¡Qué envidia de viaje! Gracias por compartirlo, Daniel.
    Por cierto ¿permiten hacer fotos con libertad? Me refiero a camaras reflex, tripodes, flash….

    Me llama la atención el «desconche» de material ablativo que se observa en el modulo de descenso de la Soyuz TM-14, y tambien que se ve una chapa rectangular fijada cerca de la base, que tapa ¿el sitio donde van las conexiones con el módulo de servicio?…. sin embargo, esa chapa parece tener las mismas huellas de erosión de reentrada que la zona que hay a su izquierda. ¿Alguna idea?

    Respecto al LK, cuanto más fotos veo más me reafirmo en las «narices» que tendrían que haber tenido los cosmonautas para usarlo: haz una EVA con el traje lunar para entrar por esa escotilla lateral, alunizalo y luego sal fuera por esa escalerilla plegable; sube las muestras, sube tu, despega, acopla, y cansado vuelve a hacer otra EVA para volver a la Soyuz. Todo un reto

    Os dejo un enlace a un artículo de Daniel sobre la fascinante mochila 21KS
    https://danielmarin.naukas.com/2009/03/13/21ks-la-moto-espacial-sovietica/
    Por cierto ¿el segundo vuelo de prueba de la mochila con Viktorenko a los mandos fue también cautivo o libre?

    Saludos.
    Carlos

    1. Cuando yo estuve solo permitían fotos con móviles, pero otras personas me han dicho que ni eso. A lo mejor depende del día. En cuanto a la TM-14, la chapa que se ve no es la placa de conexiones con el PAO, sino un panel de acceso que sirve, entre otras cosas, para cargar los depósitos de peróxido de hidrógeno del sistema de propulsión durante la reentrada. Sobre el patrón de desconche siempre se ven cosas extrañas 🙂

  9. Enhorabuena por el articulo. Me emociona recordar la visita que hice en octubre a esta fantastica exposicion. Por cierto, hice varias fotos con el movil, pero me llamaron la atencion. Al salir compre una taza COSMONAUTS «Birth of the space age».

  10. Hola, Daniel. Por lo que leí hace muchos años, la Vostok 1 desapareció misteriosamente en los años 1960 en un traslado ferroviario cuando iba a ser cedida temporalmente a una exposición en Suiza (¿o era Suecia?).

    Imposible saber si desapareció realmente porque a alguna potencia le interesaba, o si los soviéticos hicieron como que la cedían y la quitaron de en medio para que no se viera algún detalle comprometedor, como rastros del uso del asiento eyector, algo a lo que ahora no le damos importancia, pero que en su momento los rusos ocultaron por si eso invalidaba el récord de Gagarin ante la FAI (radicada en Lausana, Suiza). La URSS no reconoció el uso del asiento hasta muchos años después.

    Y veo ahora que el museo RKK Energiya afirma tenerla. Entonces es que los rusos la «traspapelaron» un tiempo prudencial.

  11. Daniel, muchas gracias por la reseña, ¡fui a ver la exposición después de leer la entrada en su blog!

    En mi opinión también vale la pena mencionar el libro oficial de la exposición. Tiene un montón de información sobre los objetos presentados y unas entrevistas con participantes del programa espacial ruso. Según ese libro empezaron las preparaciones en el año 2010 para hacer esa exposición, pero a mi no me parece coincidencia que la misión de Timothy Peake empezó también el presente año.

    Lo que quiero decir es que habían muchos rusos (como nosotros) en el museo y parece que no hay tanto entusiasmo universal «por cohetes» con el gran público de Reino Unido pues el viaje del «Major Tim» viene muy bien para subir el interés un poco. Dicho eso, nos hemos encontrado a una familia de los españoles con un hijo de 4 años (más o menos), vestido en un traje de astronauta y con un caso con letras CCCP – muy mono 😉 Me he dicho que quiere ser un astronauta, ir y plantar una bandera en algún plante. Pensaba que esos niños ya no existen, ¡pero sí que hay esperanza! 😉

      1. Daniel, estoy preparando un viaje relámpago para ir a ver la exposición. Aunque sea difícil la respuesta, cual crees que es una duración razonable de la visita?
        Se que es muy subjetivo, pero quisiera hacerme una idea por el resto de los componentes de la expedición.
        Gracias.

        1. Buff, no sé, depende de tu nivel de espaciotrastorno. Yo creo que 2 horas es un tiempo más que razonable, pero si vas lo normal es dedicarle algo de tiempo al resto del museo, aunque ya lo hayas visto (nunca está de más ver la cápsula del Apolo 10 otra vez).

          1. Ya de vuelta, he disfrutado muchísimo, no dejes de difundir este tipo de cosas, si no hubiera sido por ti, me lo hubiera perdido.
            Muchas gracias.

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