Programa Constelación: cuando los EEUU quisieron volver a poner un hombre en la Luna antes de 2020

Por Daniel Marín, el 22 septiembre, 2015. Categoría(s): Astronáutica • Constellation Program • Luna • NASA • Sistema Solar ✎ 67

En 2005 el presidente Bush Jr. anunciaba un plan revolucionario para la NASA. La agencia espacial estadounidense abandonaría la ‘aburrida’ estación espacial internacional (ISS) para volver a la superficie de la Luna antes de 2020. Los Estados Unidos se disponían a revivir así la pasada gloria de las misiones Apolo. De esta forma tan grandiosa nacía el Programa Constelación (Constellation Program o CxP), el primer y -hasta el momento- último gran proyecto tripulado de la NASA en este siglo. Como todos sabemos, el Programa Constelación sería cancelado por el presidente Obama apenas cinco años más tarde sin lograr ni uno solo de sus objetivos.

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Versión de 2007 del módulo lunar Altair (LSAM) del Programa Constelación (NASA).

En realidad, las raíces del Programa Constelación hay que buscarlas a principios de siglo, cuando la NASA creó el programa OSP (Orbital Space Plane) para buscar un sustituto al transbordador espacial. El OSP podría haber pasado a la historia como el enésimo esfuerzo de la agencia destinado a estudiar un recambio para el shuttle, pero lo interesante del caso es que por primera vez se consideró seriamente reemplazar la lanzadera por cápsulas desechables tradicionales. Hasta ese momento casi todos los proyectos para sustituir al transbordador pasaban por naves aladas de pequeño tamaño, pero dentro del marco del OSP se rompió este tabú por primera vez de forma abierta. Los partidarios de las cápsulas proponían que estas eran mucho más sencillas y seguras -como la Soyuz rusa había demostrado en repetidas ocasiones-, mientras que las naves con alas eran una pesadilla desde el punto de vista logístico y no se podían usar en misiones más allá de la órbita baja terrestre.

Al mismo tiempo que el OSP veía la luz nacieron varias iniciativas dentro de la NASA para sustituir el transbordador por nuevos lanzadores que usasen su misma tecnología. Esta línea de acción era novedosa dentro de una agencia espacial acostumbrada a hacer borrón y cuenta nueva cada vez que comenzaba una nueva etapa histórica (por ejemplo, el shuttle usó muy pocos elementos tecnológicos del Saturno V). En esta época, la NASA decidió estudiar nuevos lanzadores pesados que usaban los motores de criogénicos SSME y los cohetes de combustible sólido SRB del transbordador, herederos de los proyectos Shuttle-C de los años 80. Todos estos proyectos podrían haber caído en el olvido de no ser por un trágico suceso. En 2003 el transbordador Columbia se desintegraba durante la reentrada en la misión STS-107, matando a toda su tripulación.

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Logo del Programa Constelación (NASA).

La tragedia del Columbia generó un intenso debate sobre el futuro de la NASA. Aprovechando los nuevos tiempos y que el transbordador había demostrado ser una máquina tremendamente cara de operar y relativamente peligrosa -no tanto por el riesgo de fallo como por la ausencia de sistemas de escape en caso de emergencia durante el lanzamiento y la reentrada-, el administrador de la NASA Mike Griffin vio una oportunidad de oro para dar un golpe de timón y orientar el rumbo de la agencia hacia la exploración más allá de la Tierra. Griffin sabía que una misión a Marte -la preferida dentro de la agencia- era demasiado cara para ser aprobada por el Congreso o la Casa Blanca, así que optó por regresar a la Luna. No nos debe sorprender si digo que el plan que concibió era resultado directo de los distintos proyectos que comentábamos anteriormente. El transbordador sería sustituido por una cápsula tradicional -una ‘Apolo con esteroides’, como él mismo la definió- que pasó a denominarse CEV (Crew Exploration Vehicle). El CEV sería lanzado por un cohete ciertamente extraño con capacidad para unas treinta toneladas en órbita baja conocido como CLV (Crew Launch Vehicle), formado por una primera etapa derivada de un cohete SRB del shuttle y una segunda etapa que mezclaba tecnología del transbordador y de la era Apolo. El módulo lunar o LSAM (Lunar Surface Access Module) y la etapa de escape EDS (Earth Departure Stage) serían puestos en órbita por un cohete gigante llamado CaLV (Cargo Launch Vehicle), que también emplearía tecnologías derivadas del shuttle y podría poner en órbita hasta 130 toneladas en órbita baja.

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Elementos del Programa Constelación (NASA).
Configuración inicial del módulo lunar LSAM/Altair (NASA).
Configuración inicial del módulo lunar LSAM/Altair (NASA).
Configuración de 2005 del conjunto Orión/Altair (NASA).
Configuración de 2005 del conjunto Orión/Altair (NASA).
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Configuración de 2007 del módulo lunar Altair y la nave Orión rumbo a la Luna (NASA).

Este plan fue apoyado por la Casa Blanca en 2004 bajo la iniciativa VSE (Vision for Space Exploration), que se transformaría en el Programa Constelación un año más tarde. En principio la nueva arquitectura parecía apropiada, o por lo menos así le pareció a los numerosos partidarios de la exploración más allá de la órbita baja terrestre, hartos de que las misiones tripuladas se limitasen a dar vueltas alrededor de nuestro planeta. Por una vez, la NASA apostaba por sistemas robustos, seguros y fiables. El Programa Constelación parecía ir en serio. Pero todos sabemos que el diablo está en los detalles, y el nuevo plan de Griffin no era una excepción. Los expertos pronto se echaron las manos a la cabeza al estudiar en detalle las especificaciones de los lanzadores CLV y CaLV, que en julio de 2006 pasarían a conocerse como Ares I y Ares V (en honor al Saturno I y Saturno V del programa Apolo). De paso, el CEV pasó a ser conocido ese mismo año como Orión y a finales de 2007 el módulo lunar LSAM fue bautizado como Altair.

El CaLV/Ares V (izquierda) y el CLV/Ares I según la VSE de 2005 (NASA).
El CaLV/Ares V (izquierda) y el CLV/Ares I según la VSE de 2005 (NASA).
Versiones de 2006 del Ares I y el Ares V (NASA).
Versiones de 2006 del Ares I y el Ares V (NASA).

En concreto, el Ares I fue el blanco de todo tipo de críticas. Este lanzador debía ser capaz de situar entre 25 y 30 toneladas en órbita baja, pero en seguida se pudo comprobar que era imposible alcanzar estas prestaciones, incluso usando un SRB alargado de cinco segmentos en vez de los SRB normales de cuatro segmentos que usaba el shuttle. Además, el uso de un SRB como primera etapa se convirtió en una pesadilla para los ingenieros del Centro Marshall de la NASA. Nunca antes un lanzador tripulado había empleado un único cohete de combustible sólido como primera fase. Las dificultades asociadas con garantizar la fiabilidad de este elemento -los SRB tienen un empuje predeterminado para cada fase del lanzamiento- se multiplicaron, en especial a la hora de diseñar el sistema de escape de la Orión. Por si fuera poco, el lanzador, apodado despectivamente como ‘el palo’ (the stick) por sus detractores, no parecía tener mucho sentido. Si su único objetivo era lanzar la nave Orión en órbita baja, ¿por qué no se usaba para esta tarea un lanzador tradicional (EELV) como el Atlas V y el Delta IV?

Diseño definitivo de la Orión de 2009 (NASA).
Diseño definitivo de la Orión de 2009 antes de ser cancelada (NASA).

Y es que el motivo de la existencia del Ares I no tenía nada que ver con la tecnología, sino con la política. Griffin era consciente de que ‘el palo’ era un lanzador penoso, pero era esencial para sus planes. ¿Por qué? Pues porque la NASA no iba a recibir los fondos para desarrollar el cohete pesado Ares V y el módulo lunar Altair hasta la segunda década del siglo. Griffin sabía que el Congreso jamás aprobaría el desarrollo de todos los elementos del Programa Constelación al mismo tiempo, así que optó por una estrategia astuta, pero muy arriesgada (temeraria sería un adjetivo más apropiado). Primero se desarrollaría el Ares I y la nave Orión, que, al incorporar elementos de tecnología del shuttle, permitiría mantener a los trabajadores de los contratistas del transbordador en sus puestos de trabajo y asegurarse el apoyo político de los políticos en cuyos estados se fabricaban elementos de este vehículo. Una vez el programa estuviese en marcha, Griffin esperaba que, de forma más o menos mágica, una administración posterior se encargaría de aprobar el grueso del presupuesto para construir el Ares V y el Altair. Para entonces, suponía Griffin, el Programa Constelación ya estaría en marcha y ningún presidente querría pasar a la historia como aquel que canceló el glorioso programa tripulado norteamericano. Para garantizar el éxito de esta estrategia casi suicida, Griffin sabía que tenía que quemar sus naves y no mirar atrás, lo que en el caso de la NASA significaba retirar el shuttle en 2010 y abandonar la ISS en 2016. Al fin y al cabo, parecía preguntarse Griffin, ¿qué podía salir mal? Si echamos la vista atrás resulta evidente que Griffin era un novato que iba de farol en una partida póker con experimentados jugadores profesionales. Huelga decir que sus oponentes lo vieron venir sobre la marcha.

Muchos dentro y fuera de la NASA no estaban dispuestos a tirar por la borda el programa tripulado de los EEUU por culpa de los caprichos de Griffin y atacaron la línea de flotación del elemento más débil del programa, que, obviamente, era el Ares I. Para estos críticos lo lógico era usar lanzadores convencionales o, en su defecto, usar un lanzador derivado del shuttle más capaz que el Ares I y menos potente que el Ares V. En este sentido, probablemente la alternativa al Ares I más popular fue la de DIRECT, creada por un grupo de entusiastas, muchos de ellos trabajadores de la NASA. Griffin se defendió como gato panza arriba, alegando de forma irresponsable que tanto el Atlas V como el Delta IV no eran cohetes seguros para los lanzamientos tripulados de la nave Orión. Con respecto a DIRECT, solo lo mencionó para poco menos que burlarse del mismo. Hoy sabemos que las críticas de Griffin a estos lanzadores eran directamente falsas (sin ir más lejos, el Atlas V será el encargado de lanzar en 2017 la nave CST-100 Starliner de Boeing). Sin duda, la campaña de descrédito iniciada por Griffin y sus partidarios contra los lanzadores EELV y DIRECT fue la parte más vergonzosa de la guerra sucia que se libró entre 2005 y 2009 para mantener a flote el Programa Constelación y el Ares I.

Propuesta de lanzador DIRECT. Las similitudes con el actual SLS son notables (Direct Launcher).
Propuesta de lanzador DIRECT. Las similitudes con el actual SLS son notables (Direct Launcher).
Evolución del lanzador Ares I (nasaspaceflight.com).
Evolución del lanzador Ares I, a.k.a. ‘el palo’ (nasaspaceflight.com).
El Ares I con la Orión en la rampa. La tripulación habría usado una especie de montaña rusa para evacuar la rampa en caso de emergencia (NASA).
El Ares I con la Orión en la rampa según la configuración de 2007. La tripulación habría usado una especie de montaña rusa para evacuar la rampa en caso de emergencia (NASA).

Pero la realidad es tozuda y, para desgracia de Griffin, el Ares I no paró de empeorar sus prestaciones. Su capacidad en órbita baja ya iba por 22 toneladas y seguía descendiendo al mismo tiempo que se convertía en un agujero negro presupuestario. El resultado es que la principal agencia espacial del mundo se vio incapaz de diseñar, no ya construir, un simple cohete con capacidad para situar unas veinte toneladas en órbita (unas prestaciones similares a las de los lanzadores Ariane 5, Protón-M o Delta IVH). ¿Y querían ir a la Luna en estas condiciones? La credibilidad de la agencia tocó fondo. Como respuesta, la NASA decidió sacrificar las prestaciones de la nave Orión para aligerarla de tal forma que pudiese ser puesta en órbita por el escuálido ‘palo’. La capacidad de la nave se redujo de seis a cuatro astronautas y el módulo de servicio se hizo más pequeño.

El Ares I ya no sería capaz de situar la Orión en órbita y lo más que podría hacer era colocarla en una trayectoria suborbital, por lo que el módulo de servicio debería encargarse de dar el último empujón para alcanzar la velocidad orbital. Cuanto más se encogía la Orión y mayores eran los problemas con el Ares I, más evidente era que el empecinamiento de Griffin en el Ares I era un callejón sin salida que terminaría por condenar a todo el programa. Para compensar la reducción de prestaciones de la Orión, el módulo Altair tuvo que aumentar la complejidad de su diseño de forma notable y, como consecuencia, la capacidad de carga que debía situar en órbita el Ares V se disparó, convirtiéndose en el mayor lanzador espacial jamás concebido seriamente. En 2007 fue necesario aumentar el tamaño de la etapa EDS, así como el diámetro de la cofia, que pasaría de 8,4 metros a 10 metros (!). En 2008 se decidió usar seis motores RS-68B en la primera etapa en vez de los cinco RS-68 originales, mientras que los SRB llevarían cinco segmentos y medio frente a los cinco del Ares I. En 2009 la capacidad del Ares V ya alcanzaba unas increíbles 188 toneladas en órbita baja (recordemos que originalmente eran 130 toneladas). Nadie sabía si era posible construir semejante monstruo. Total, ya pagarían la factura los que viniesen detrás.

Versión de 2008 del módulo lunar Altair (NASA).
Versión de 2008 del módulo lunar Altair (NASA).
Última versión del Altair antes de su cancelación (NASA).
Última versión del Altair antes de su cancelación (NASA).
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Detalles del Altair definitivo (NASA).
La nave Orión acoplada al Altair y a la etapa EDS (NASA).
La nave Orión acoplada al Altair y a la etapa EDS según el diseño definitivo (NASA).

Así las cosas, era evidente que el Programa Constelación no podía durar mucho más. En 2009 la NASA todavía no había logrado construir un Ares I ni una nave Orión completos, aunque para cubrir el expediente ese mismo año se lanzó la misión Ares I-X, que no era otra cosa que una especie de maqueta de este lanzador sin mucha relación con el producto final. La puntilla al programa la dio el informe de la Comisión Augustine en 2009. Según este documento, era imposible que la NASA desarrollase el Programa Constelación sin un aumento sustancial -mejor dicho, milagroso- de su presupuesto en los años siguientes, algo que obviamente no iba a suceder. Griffin dejó la agencia por la puerta trasera y la nueva administración Obama -que el tiempo demostraría que no estaba especialmente interesada en el espacio, por decirlo suavemente- decidió aprovechar el despropósito en que se había convertido todo el asunto para no prolongar la agonía del enfermo. Consecuentemente, el Programa Constelación fue cancelado de forma fulminante en enero de 2010.

Configuración final del Ares I (NASA).
Configuración final del Ares I (NASA).
El Ares I según el diseño de 2009 (NASA).
El Ares I según el diseño de 2009 (NASA).
Diseño final del Ares V (NASA).
Diseño final del Ares V (NASA).

El resto es conocido por todos. Para no pasar a la historia como la administración que había liquidado el programa tripulado estadounidense -el transbordador iba a ser retirado en 2011 sí o sí-, Obama optó por subsidiar a la industria privada para que desarrollase una nave espacial tripulada que volaría en algún momento entre 2015 y 2020. Mientras, los astronautas de la NASA deberían confiar en los rusos para viajar a la ISS. Obviamente, numerosos empleados de la NASA y políticos relacionados con el programa espacial pusieron el grito en el cielo ante las intenciones de Obama. Sus presiones dieron resultado y el Congreso resucitó a mediados de 2010 la nave Orión y dio luz verde al SLS, una especie de híbrido entre el Ares V y DIRECT. Para evitar repetir los errores del pasado, el SLS sería diseñado en tres versiones que se introducirían progresivamente, cada una con más capacidad de carga que la anterior, de 70 a 130 toneladas. Lamentablemente, la NASA carece ahora de fondos para ir a Marte o a la superficie lunar con el SLS/Orión, así que el debate actual se centra en las posibles misiones que podrían realizar estos vehículos. La paradoja de toda la historia es que si Griffin hubiese optado por un SLS para el Programa Constelación desde un principio habría tenido muchas más probabilidades de salir adelante y evitar su cancelación. Y sin embargo se empeñó a toda costa en sacar adelante ‘el palo’.

Anexo: el calendario de vuelos del Programa Constelación

Como complemento a esta entrada, me interesa recordar cómo debían haberse desarrollado las misiones del Programa Constelación. Las agencias espaciales tienen la desagradable manía de olvidarse de los proyectos que no llegaron a ver la luz -y a veces de los que lo hicieron-, así que no está demás guardar para la posteridad cómo habría sido esa realidad alternativa en la que la NASA hubiese regresado a la Luna en 2020. Veamos. El primer calendario concreto de misiones surgió en 2006 y era tal que así:

  • Ares 1 (2008): misión conocida primeramente como Ares I-1 y que terminaría por denominarse Ares I-X (sería la única que se llevó a cabo).
  • 2009-2011: pruebas para comprobar la capacidad de aborto en el despegue del Ares.
  • Ares 2 (septiembre 2012): primer lanzamiento de un cohete Ares I operativo. Sería un lanzamiento suborbital de una maqueta de la nave Orión.
  • Orión 3 (septiembre 2013): primer lanzamiento de una Orión operativa sin tripulación que estaría en órbita dos semanas.
  • Orión 4 (junio 2014): segundo vuelo no tripulado de la Orión. Se acercaría a la ISS, pero no sin acoplarse con ella.
  • Orión 5 (septiembre de 2014): primer vuelo tripulado de la Orión. Llevaría una tripulación de dos personas durante dos semanas y se acoplaría a la ISS.
  • Orión 6 (diciembre 2014): primer vuelo de la versión de carga no tripulada de la Orión que se acoplaría durante tres meses a la ISS.
  • Orión 7 (mayo 2015): primera misión tripulada regular a la ISS con tres astronautas. La nave permanecería acoplada seis meses a la estación.
  • Orión 8 (mayo 2015): vuelo de carga no tripulado a la ISS que debía permanecer acoplado un mes.
  • Orión 9 (julio 2015): similar al Orión 8.
  • Orión 10 (septiembre 2015): misión de relevo a la ISS con tres astronautas.
  • Orión 11 (diciembre 2015): misión de carga no tripulada a la ISS de treinta días de duración.
  • 2016: la NASA abandona su participación en la ISS.
  • Ares V-1 (junio 2018): primer lanzamiento del supercohete Ares V.
  • LSAM2/Altair 2 (junio 2019): primer lanzamiento completo de un Ares V. Primer vuelo del módulo lunar Altair y la etapa de escape EDS.
  • Orión 12 (junio 2019): primer vuelo de la Orión en versión lunar en una misión de 21 días. Con una tripulación de cuatro astronautas, se acoplará al Altair/EDS lanzados por el Ares V y se dirigirá a la Luna, donde se pondrá en órbita. El Altair realizará entonces una maniobra de descenso no tripulada. Hubiera sido la primera misión lunar tripulada desde 1972.
  • Orión 13 (diciembre 2019): primera misión tripulada de aterrizaje en la Luna desde el Apolo 17 con una tripulación de cuatro personas y el módulo LSAM3/Altair 3. Un astronauta debía permanecer en órbita dentro de la Orión y las otras tres descenderán a la superficie.
  • Orión 14 (junio 2020): otra misión de aterrizaje en la Luna.

Para 2009 este calendario se habría modificado sustancialmente, de tal forma que la primera Orión tripulada (Orión 1) despegaría en septiembre de 2014. Hasta 2020 se lanzarían trece naves tripuladas Orión a la ISS -para entonces la NASA había decidido prolongar su participación en la estación hasta ese año- y ninguna de carga -ese papel lo llevarían a cabo las naves de la iniciativa privada-. El primer vuelo lunar lo efectuaría la Orión 14, que llevaría el módulo no tripulado Altair 1, mientras que la primera misión de aterrizaje completa correría a cargo de la Orión 15 y el Altair 2.

Lo gracioso del caso es que en su momento este calendario fue criticado por el poco numero de misiones tripuladas que incluía. Ahora la NASA pretende llevar a cabo solo dos vuelos tripulados del SLS/Orión entre 2018 y 2024. Esperemos que en el futuro no nos parezcan demasiados.

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Manifiesto del programa Constelación de 2009-1 (NASA).
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Manifiesto del programa Constelación de 2009-2 (NASA).


67 Comentarios

  1. Ah ese maravilloso futuro que nunca tuvimos. Los «Gringos», tienen el dinero, tienen la tecnología , pero no tienen claro sus objetivos, no saben que hacer. Los rusos tienen la tecnología, el conocimiento y claro sus objetivos, pero no tienen el dinero. Si seguimos así no vamos a pasar de la órbita baja.

    1. Creo que si que hay objetivos claros: privatizar los beneificios económicos del programa espacial dando el máximo de beneficios a los contratistas privados (que cobran por desarrollar proyectos que no dan frutos tangibles) aunque suponga gestionar ineficientemente el programa espacial y un vaciamiento de los recursos de la NASA.

  2. La vida nos llevó a esta generación de espaciotrastornados ver la decadencia de la «para mi entender» mejor agencia espacial, una verdadera lástima… recuerdo haber estado esperando ansioso el informe de la comisión Agustine rogando que no anunciara lo que a vivas voces ya se sabía… el programa constelación era un chiste… un muy mal chiste.

  3. «Así nació el Programa Constelación (Constellation Program o CxP), el primer y último gran proyecto tripulado de la NASA en este siglo.» Ánimo, que todavía faltan 85 años para terminar ESTE siglo !

    1. Ánimo, que todavía faltan 85 años para terminar ESTE siglo !. Se nos viene el calentamiento global fuerte, no estoy seguro que exista la mirada hacia el espacio para lo que queda del siglo, espero equivocarme.

  4. Cuando leí que «el palo» tan solo podía colocar al CEV en una trayectoria suborbital me quedé helado. Sabía de antemano que el Ares I era lo más flojo del programa, pero ese dato me mató. Lo mejor que puede pasar en la NASA es que se aclare el rumbo que se desea tomar, a ver si se logra determinar qué va a ser del futuro de la Orión y el SLS (yo, personalmente, no se qué esperar de esta dupla, sueño con el SLS mandando sondas interplanetarias y telescopios gigantes, pero el panorama para la Orión lo veo muy negro).
    Muchísimas gracias Daniel por otro gran informe tuyo. Saludos.

    1. Bueno Orion es a priori la unica nave diseñada para vuelos mas alla de LEO, tanto Dragon 2 como la CST-100 han sido diseñadas con la ISS en mente. El problema es que el programa espacial actual basicamente parte de una decisión por parte de Obama de cancelar Constellation a la vez que el Congreso (o mas bien determinados congresistas) no quería ver como se destruían empleos en los distintos condados donde la NASA tiene presencia. Tanto SLS como Orion son proyectos sin un objetivo claro. Boeing publico una presentación con posibles usos del SLS+Orion como ir a asteriorides o volver a la Luna, pero sin financiación se queda todo en papel mojado.

  5. Yo creo q la NASA ya tiene muy claro su objetivo: llevar a unos gringos a Marte y regresar los con vida.
    Sin embargo todavía no terminan de aceptar q eso cuesta mucha plata y no cuentan con el entusiasmo del público. Pero poco a poco lo van generando. Yo creo q en el momento que China se lance abiertamente a poner un chino en la luna, los estadounidenses se dejan de dar vueltas y ponen lo que tengan que poner para ir al planeta rojo.
    Saludos!

    1. Opino igual. Ademas en usa saben mucho de marketing en cualquier campo, y la nasa lleva un par de años con su JourneyToMars, metiendolo a la fuerza en la cabeza de la gente como un mantra. En cuanto los chinos peguen eo escopetazo de salida y salgan republicanos asustaviejas anunciando la ecatombe que supondria un mundo dominado por chinos comunistas, la NASA volverá a palestra a demostrar quien la tiene más grande, y por menos pasta de lo que cuesta una guerra.

      Si en los años 30 vamos a marte, la NASA le deberá más a sus encargados de marte que a los que están desarrollando toda la tecnologia del SLS y vehiculos y trajes qie ya diseñan para otros planetas.

      Y ojalá sea así, la verdad sea dicha.

    2. «Yo creo q la NASA ya tiene muy claro su objetivo: llevar a unos gringos a Marte y regresar los con vida.»

      ¿Ein? ¿Dónde carajo ves eso? La NASA a día de hoy no es más que una agencia de colocación para el sector aeronáutico.

      1. Bueno Antonio, es mi opinión, es cierto que la NASA no tiene un programa oficial para mandar un hombre a Marte, pero si uno escucha el actual administrador (entre otros) no quedan muchas dudas al respecto. Al menos eso es lo que expresa en público. Te dejo algunos links con ejemplos:
        http://www.c-span.org/video/?318982-1/human-mars-summit
        http://www.nasa.gov/sites/default/files/atoms/files/bolden_h2m_150505.pdf
        https://en.wikipedia.org/wiki/Charles_Bolden
        https://www.nasa.gov/topics/journeytomars/index.html

        1. Pufff, ese tipo de cosas las llevan diciendo décadas y nunca han pasado del powerpoint. Cuando vea el primer paso de un programa marciano me lo creeré. La realidad es que ahora mismo no hay en marcha ningún proyecto de nave marciana, ni hábitat de superficie, ni todoterreno para astronautas, ni trajes espaciales, ni nada de nada. Lo único que hay son afirmaciones vagas de que dentro de tres décadas irán a Marte. Siempre está tres décadas en el futuro.

    3. Estoy de acuerdo, su objetivo es ir a Marte pero no tienen dinero para hacerlo y para tener dinero, primero hay que generar entusiasmo del pueblo por la empresa y todo ese marketing de «Journey to Mars» parecen pasos lógicos para ir calentando la opinión pública en favor de la idea. Creo que películas como «The Martian» que juegan bastante bien con la idea de un programa de la NASA para ir a Marte y su campaña de ese futuro con un «programa Ares» bastante creíble (el video de un envejecido Neil DeGrasse Tyson explicando dicho programa en «el futuro» no tiene precio). Ojalá y a las nuevas generaciones les vuelva a picar el gusanillo del «espaciotrastorno» y pongan manos a la obra en hacer realidad esta clase de programas, empezando por que levanten la maldita cabeza hacia el cielo en lugar de estar todo el día agachados viendo la tablet o el teléfono!!

  6. A diferencia de otras entradas tuyas, esta me resulta muy contemporánea. Todo esto lo he leído en su tiempo y forma.
    Como el cohete «frankenstein» Liberty, mezcla del SBR junto a la etapa superior del Ariane 5 (!!!) , propuesto por ATK en un triste intento para salvar el Ares I.

    E igualmente hemos visto como ha ido evolucionando la iniciativa privada en fechas posteriores a la cancelación de este programa.
    En su día, la mayoría temía que la iniciativa privada no llevaría a ningún lado. Hoy muchos basan su esperanza en SpaceX. Y por otro lado, todos los problemas de la ausencia de un verdadero programa para usar el SLS, que resultará carísimo.
    No se ve un rumbo fijo y eso hace presagiar malos tiempos. Quizás por eso muchos se vuelquen en SpaceX. A pesar de no tener los fondos y poder quebrar en cualquier momento, al menos ellos sí tienen un objetivo claro a largo plazo.

    Pero nunca se sabe. La vida da muchas vueltas.

    1. Coincido contigo, yo también viví el programa, de su cancelación ya me informé por estos foros. Respecto a SpaceX añadiría que tienen la eficiencia que no ha tenido la NASA en crear arquitecturas sostenibles y evolutivas.
      A la NASA la combinación actual les deja sin margen para justificar la inversión con misiones chulas, los años pasan y las noticias son milestones sobre distintos estados de desarrollo sin ningún atractivo.
      Es una lástima no haber dejado la Orión de lado a cambio del módulo Altair o uno de espacio profundo. Al fin y al cabo con algo de inversión tanto la CST como la Dragon tripulada serían capaces de realizar el mismo trabajo. La NASA está en un callejón sin salida en el que no se ha metido sola pero tiene que justificar. Good luck.

      1. Más bien las»misiones chulas» se las lleva la privada. Hasta están pensando en dejar al margen al JPL…

        ¡Ay! Repiten experiencia, con mejor lanzador (SLS) pero con una pléyade de «empresas privadas». Ya veremos en qué queda esto.

    2. Sin olvidarnos de la CTS-100 de Boeing.
      Considero que si finalmente el programa de iniciativa privada tiene éxito, es gracias a la competencia.
      Como hemos visto uno de los grandes problemas a la hora de desarrollar el programa Constellation fue la presión política por mantener los puestos de trabajo y el control que había sobre el programa de los Shuttle,

  7. Fantástica entrada. No entiendo Daniel como puedes hacerlo… una entrada así lleva mucho tiempo y mucha dedicación para reunir tanta documentación.
    Admiro tu trabajo.
    Gracias por ilustrar a los que somos amantes del espacio y de la exploración espacial

    1. Gracias, Helio. Te cuento un secreto: en realidad la entrada era una excusa para publicar los dos manifiestos del Programa Constelación (el de 2006 y el de 2009), ya que hay muy poca información de calidad en la red sobre el tema (y la NASA el día menos pensado los borra de sus bases de datos públicas). El resto me salió solo porque es un tema que hemos vivido muy de cerca esta última década 😉

  8. Estoy leyendo el libro Crónicas del Espacio, de Neil Degrasse Tyson.
    Con su habitual tono desenfadado, hace un repaso, entre otras cosas, de las distintas administraciones presidenciales, en lo relativo a aflojar la bolsa, y de la opinión del pueblo estadounidense en diferentes épocas sobre el gasto espacial.
    Este libro anda por la Web. Muy ameno.
    Saludos

  9. Eso les pasa por fiarse de gente que se llama Griffin.

    En realidad, todo es política. El espacio es algo secundario para todo el mundo (las elites políticas, se entiende), los EEUU siempre lo vieron como un escaparate publicitario de lo guays que son (los demás también), y como todos, para probar de tapadillo tecnologías que si no militares (pocas han acabado teniendo tal uso), mirar a ver si tal.

    La situación va a cambiar. El espacio se va a militarizar, mucho me temo. Vamos a vivir una proliferación nuclear por parte de países que no quieren pasar por el aro y que son conscientes de que sólo con la bombita tienen garantías de que los dejen en paz. Las tecnologías de cohetes van a volver inservibles muchos cacharros (portaviones, entre otros), que además son muy caros. Ganar posición en el espacio va a ser vital (otra muestra más de la miopía suicida de la UE). Es de Aurora Boreal que China tiene un plan muy claro para esto (y Rusia también), y también está muy claro que Space X en esta fiesta pinta tanto como Bankia o como Jazztel. Una de las razones de la desorientación americana es que supongo que no saben exactamente qué hacer con la NASA (y no es organismo pequeño), imagino que el Pentágono en general ya no le ve utilidad y le gustaría sacársela de encima (o absorberla, administrativamente hablando).

    Todo está muy volátil, no hay nada escrito ni hay nada firme como nunca antes. Un gallinero con todos los gallos montándola por su cuenta, todos contra todos.

  10. Muy interesante entrada y muy buenos los comentarios de los demás «espaciotranstornados». Sólo decir que mientras que de EE.UU sabemos todos los detalles de su programa espacial ,de China desconocemos casi todo,lo que supongo que preocupará a los políticos americanos por que si China logra poner humanos en la Luna antes de que vuelvan los EE.UU será un golpe propagandístico enorme que al fin y al cabo es de lo que se trata porque el viaje a la Luna sólo se justifica de esa manera a menos que se logré poner una base y tener una presencia continuada allí.

    1. Todos tenemos esa esperanza de que China «caliente» el ambiente espaciotrastornado y tome la estafeta de lo que en su momento representó la Unión Soviética… un «momento Sputnik» que saque a los norteamericanos de su letargo (nos duela, son los únicos capaces por el momento de una empresa de semejante magnitud como un programa tripulado a Marte en solitario pero tienen el defecto de que para que actúen necesitan que alguien les de duro en el orgullo -como con el Sputnik o lo de Gagarin por ejemplo, una especie de «Pearl Harbor» espacial que los haga poner manos a la obra-).
      Los programas multinacionales y de cooperación, se verán muy bonitos en el papel pero generalmente son más problemáticos porque aparte de representar poner de acuerdo diferentes culturas de trabajo e intereses también suelen representar compromisos multiadministración que son los que suelen dar al traste con todas las iniciativas. Está comprobado, no hay mejor combustible de cohetes que la confrontación (en el buen… y también en el mal sentido de la palabra). Si queremos ir más allá de órbita baja, un programa del estilo ISS está condenado al fracaso, solo los esfuerzos individuales de las naciones poderosas que impulsen una respuesta a «lo que hizo el otro» son los que llevarán a seres humanos a otros mundos…

  11. Por qué tanto miedo en ir a la Luna? Por qué tanto miedo e incapacidad en establecer una colonia lunar de menos de diez personas con rotaciones cada seis meses? Por qué no invertir dinero en minería espacial? Por qué no desarrollar la energía nuclear en el espacio? Para qué tantos satélites de comunicaciones con el puñetero facebook, twitter y el whatsapp, tanto ancho de banda necesitamos? Por qué no hemos vuelto a Venus (URSS) o por qué no mandamos sondas a Neptuno y Urano ya? Por qué ponderamos tanto mandar un ser humano al espacio y que vuelva con vida, todos los años mueren miles en accidentes de tráfico, guerras, accidentes de trabajo, etc y nos referimos a ellos como víctimas colaterales, fruto de la estadística? por qué tras un cohete fallido se tiran MESES de investigaciones, para solamente volver a poner el mismo modelo de cohete en la rampa? por qué el espacio se ha vuelto tan caro que solamente Rusia, china y USA, y quizás la ESA, pueden permitirse su desarrollo futuro? por qué la iniciativa privada, aunque bienvenida, sin el paraguas gubernamental es tan escasa? por que los planes de mandar sondas al espacio tardan tantos años, por qué los medios de comunicación no hablan más del espacio y el cuánto nos jugamos en él? Por qué la NASA desecha programas una vez puestos en marcha, por qué tanta falta de previsión? etc etc

    1. Luna: caro y peligroso, dudoso ROI a corto plazo.
      Mineria: ROI lejano
      Nuclear: caro y poco atractivo.
      Acceso: siempre ha sido caro.
      Astronauta: heroe no anonimo, muerte en TV
      Iniciativa privada= ROI o billonarios motivados
      Sondas: caras no comerciales, retorno cientifico.
      Medios: sin asteonautas pisando roca poco interés.
      NASA budget: game of thrones
      Paciencia!!! 🙂

  12. Volver a la Luna? Tiene sentido científico? Quizás lo tuvo en los años 60 : la carrera espacial para demostrar cual de los bloques era mejor en ciencia , tecnología y capacidad industrial. Ya tenemos una idea bastante concreta de lo que hay en la Luna y, en todo caso, si persisten algunas dudas, alguna misión robótica (mucho más barata) puede contribuir a despejarlas.
    El lobby aeroespacial insiste con estos proyectos faraónicos que francamente aportan muy poco al conocimiento y a las prioridades que tendría que tener la ciencia al servicio de la humanidad, pero naturalmente son decisiones políticas. Que es mejor? Invertir 200.000 millones de dólares para ir a Marte o usar esa cifra en aplicaciones concretas que mejoren la calidad de vida en la Astronave Tierra. Destinar 500.000 millones de dólares en presupuesto bélico o derivarlos a aliviar el sufrimiento humano? Decisiones políticas para definir que hacer con el dinero de los contribuyentes.
    Seamos sinceros: en la Luna no vamos a encontrar kriptonita. Es un lugar hostil y llegar a ella es extremadamente caro. Entonces, que sentido tiene? Yo tengo nostalgias de las misiones apollo, pero es un tiempo que ya pasó y hay otros problemas más urgentes (en realidad siempre existieron, también en los ’60).

    1. Mars Direct saldría por unos 30 000 millones, dividido por varios años saldría a un 10 % del presupuesto anual cada año, eso es asumible si tienen claro el objetivo a largo plazo. Incluso podriamos subir algo la factura: 40 000 m. Aun así se podría hacer.
      Daniel, p.f.: ¿podrias hacer una entrada sobre Mars Direct actualizada? Gracias

      1. Hay novedades interesantes. Tras el fracaso de Inspiration Mars han decidido hacer su propia Inspiration Mars, más realista, e ir a por todas en las próximas elecciones de EE.UU.: http://www.marssociety.org/home/news/?post=mars-society-announces-new-initiatives-following-steering-committee-meeting

        En mi opinión, es un paso en la dirección correcta. Tanto centrarse en sus estaciones de Utah y el ártico no les estaba llevando a nada (prueba de ello es el fracaso de su campaña de crowdfunding para la estación del ártico).

    2. Además de helio también hay baja gravedad.

      Imagina que hacemos estancos los túneles lunares y los llenamos de aire respirable, creando condiciones de vida autosostenibles (agricultura, minería…)

      Imagina ahora que fabricamos allá las naves espaciales. Ponerlas en órbita o lanzarlas a explorar el sistema solar resultaría mil ve ces más barato que desde nuestro entrañable pozo gravitatorio.

      Sí, claro, lo que te expongo no se hará en 4 días, pero solamente se hará si damos el primer paso: volver a la Luna, volver para quedarnos.

      1. «Imagina que hacemos estancos los túneles lunares y los llenamos de aire respirable, creando condiciones de vida autosostenibles (agricultura, minería…)»

        ¿Qué agricultura sin luz, carbono ni hidrógeno?

        «Imagina ahora que fabricamos allá las naves espaciales. Ponerlas en órbita o lanzarlas a explorar el sistema solar resultaría mil ve ces más barato que desde nuestro entrañable pozo gravitatorio.»

        ¿Y de dónde sacas los recursos para fabricar esas naves? De la Luna olvídate, allí no hay vetas minerales como en la Tierra o Marte. Y el combustible tendrías que traerlo de fuera. Y no sólo el combustible para viajar con esas naves por el Sistema Solar, sino también para subirlas a la órbita lunar para que alguien las pudiera aprovechar. Todo esto, teniendo en cuenta que hace falta más delta-V para ir de LEO a la superficie lunar que de LEO a la superficie marciana, convierte a todo el plan en una locura.

  13. Yo quisiera saber precisamente por qué motivos se quiso que la primera etapa del «palo» fuese un SRB en vez de una primera etapa criogénica (un par de RS-68B). Alguien sería tan gentil de aclararme esa duda?

    1. En el artículo está explicado. Había que mantener los puestos de trabajo del shuttle, y el Ares V no hubiera sido aprobado de entrada. Los rs-68 son de otra línea de producción y muy caros, el Delta IV no es de la NASA. Como dice Dani lo suyo hubiera sido ir de primeras a por un SLS modesto como el actual. Una lástima.

      1. Al RS-68B lo nombré porque fue el que quedó para el Ares V, a lo que yo voy es que hubiese sido mucho mejor hacer un cohete totalmente criogénico, aunque muy caro, en vez de un cohete que nisiquiera podía colocar al CEV en órbita (y de paso se hubiese ahorrado peso en el Ares V). Pero siguiendo con tu idea, bien se podría haber hecho una primer etapa con dos SSME y en la segunda un SSME adaptado para el vacío (como se lo pensó en un comienzo para el Ares V, dos de estos para su segunda etapa)

        1. La idea era que el Ares I debía ser mucho más barato que un DIRECT/SLS criogénico precisamente por no usar estos motores y por su relativamente pequeño tamaño (una capacidad de solo 20 t). Esa era la idea, claro. Llevarla a la práctica fue el problema.

  14. Desde que se anuncio el Programa Constelation siempre tuve mis dudas, sobretodo con lo que he visto en los últimos 20 o 30 años tratando de buscar un sustituto del Shuttle. El Ares 1 siempre me parecio un bicho feo y nada glamoroso, aunque en Octubre del 2009 se lanzo un vehiculo de prueba llamado Ares 1-X. ¿Alguien sabe que tal resulto? Me hubiera gustado mejor el Ares V en cambio, pudiera haber llevado no solo humanos mas alla a la orbita baja sino también un telescopio espacial. Miren este video: https://www.youtube.com/watch?v=lpdNFqjfx9I

    Si E.E.U.U. quiere dejar perder su programa espacial tripulado, allá ellos. Las naves y lanzadores estan siendo diseñados por el Congreso y no por los ingenieros. El broma dicen que las siglas del cohete SLS significa Senatorial Launch System :-). Digo esto porque cada congresante esta interesado en u proyecto si esto significa poder estar trabajando en el Estado que el represente, sin importar si este o no vaya a resultar. Debería la Casa Blanca y el Congreso dictar las pautas y dejar a los ingenieros que busquen la manera de llevarlo a cabo. Eso sí, dando el dinero apropiado y el liderazgo apropiado en la agencia.

  15. ¿Cómo es posible que la capacidad de las lanzaderas se haya mantenido desde los años 60? Incluso las lanzaderas pesadas en diseño no igualan a las de aquella epoca. Entiendo la diferencia de presupuestos y objetivos, pero me resulta complicado pensar que con los adelantos tecnologicos y la experiencia adquirida de más de medio siglo aún dependamos de multiples despegues para las misiones un poco más ambiciosas.

    1. Has dado en la llaga. Explicación: falta total de ambición y propósito. ¿Para qué quieres un lanzador pesado si no tienes ningún plan claro para el futuro y tu única estrategia es ir a la órbita baja y si eso ya tal?

      1. ¿Y para qué quieres gastar dinero en planificar misiones para las cuales no tienes lanzador?

        Lo suyo es hacer el lanzador pesado y según se acerque su fianlización empezar a barajar las misiones a realizar.

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