Resuelto el misterio de la sonda marciana Beagle 2

Por Daniel Marín, el 17 enero, 2015. Categoría(s): Astronáutica • ESA • Marte • Sistema Solar ✎ 50

El 25 de diciembre de 2003 una pequeña cápsula británica llamada Beagle 2 entraba en la atmósfera de Marte a toda velocidad. Era la primera sonda espacial europea que intentaba aterrizar en el planeta rojo, en la región de Isidis Planitia. La nave se había separado el 19 de diciembre de la sonda europea Mars Express, que la había llevado hasta el planeta rojo, y ahora comenzaba su verdadera misión. Desgraciadamente, nadie volvió a tener noticias de ella. Al ser una misión de bajo coste, la Beagle 2 no pudo enviar telemetría durante su descenso y era imposible saber qué había pasado. La nave desapareció sin dejar rastro del mismo modo que otras sondas antes que ella. Una vez más, Marte se había tragado una nave espacial.

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La Beagle 2 en Marte vista por la cámara HiRISE de la MRO (NASA/JPL).

Pero al fin, once años más tarde, la Beagle 2 ha sido encontrada por la sonda MRO (Mars Reconnaissance Orbiter) gracias a su potente cámara HiRISE. Lo cierto es que ha costado mucho más de lo previsto, pero ahí está. Ahora sabemos que, al contrario de lo que muchos pensaban, la pequeña sonda logró aterrizar correctamente y no se estrelló contra la superficie marciana. La Beagle 2 se encuentra a 11,5º norte y 90,4º este, no muy lejos del centro de la elipse de aterrizaje de la misión (12,9º N, 87,0º E).

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La imagen de la MRO comparada con un modelo de la Beagle 2. Parece que no se desplegaron 2 paneles solares (NASA/The Economist).
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La MRO también ha encontrado los restos del paracaídas y la parte trasera del escudo térmico (NASA/JPL).

La historia de la Beagle 2 es realmente llamativa. Aunque la agencia espacial europea (ESA) participó en la misión y la pequeña sonda viajó hasta Marte a lomos de la Mars Express, la Beagle 2 nunca fue una misión de la ESA, sino británica. Su origen se remonta a 1996, cuando el análisis del meteorito de origen marciano ALH84001 reveló lo que parecían ser microfósiles de formas de vida unicelulares. El supuesto descubrimiento, que luego sería refutado, causó un revuelo mediático excepcional e incluso el presidente Clinton dio una rueda de prensa anunciando el posible «descubrimiento de vida en Marte». En el análisis del meteorito participaron científicos británicos de la Open University, entre los que destacaba Colin Pillinger, un investigador tan excéntrico como carismático.

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Colin Pillinger con un modelo de la Beagle 2 (ESA).

Pillinger y sus colegas supieron aprovechar el interés renovado hacia Marte para proponer una misión espacial exclusivamente británica. El aterrizaje exitoso de la sonda Mars Pathfinder un año después, una misión de muy bajo coste, demostró que se podía viajar a Marte de forma barata. En este escenario, el equipo de Pillinger propuso una sonda de 100 kg basada en la tecnología de airbags del Pathfinder. La sonda tendría una estructura tetraédrica con pétalos que se abrirían para dejar al descubierto un pequeño rover, un diseño similar al empleado por la Pathfinder y los futuros rovers MER de la NASA. El proyecto fue bautizado Beagle 2 como homenaje al barco HMS Beagle en el que Charles Darwin hizo su famoso viaje de exploración.

Pero este diseño resultó ser demasiado ambicioso y pesado, así que el rover fue eliminado. El nuevo diseño sería más pequeño, de tan solo 68 kg, de los cuales 33,2 kg corresponderían a la sonda de aterrizaje propiamente dicha. La sonda sería estática y tendría forma de cazuela de 66 cm de diámetro, con una estructura de fibra de carbono y aluminio, y un recubrimiento protector de Kevlar. Después de aterrizar usando tres airgbags, la ‘tapa’ superior se abriría para dejar al descubierto los instrumentos científicos. Al mismo tiempo, desde la tapa se desplegarían cuatro paneles solares circulares para alimentar los sistemas del vehículo durante los seis meses que debía durar la misión primaria. La superficie total de los paneles era de un metro cuadrado, suficiente para generar unos 650 W.

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Modelo de la Beagle 2 (Reuters).
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Diseño de la Beagle 2 con los paneles solares desplegados (ESA).

Los instrumentos de la sonda estaban distribuidos en el extremo de un brazo robot denominado ARM (Anthropomorphic Remote Manipulator) de 109 cm de longitud (aunque solo se podía alejar 75 cm del borde de la sonda), repartidos dentro de una estructura bautizada apropiadamente como PAW (Position Adjustable Workbench). PAW actuaría como la ‘pata’ de la sonda, posándose sobre el suelo marciano para analizarlo mediante 11 kg de experimentos científicos (9 kg de experimentos más los 2 kg de PAW). Nunca antes una sonda había tenido una fracción tan alta de su masa dedicada a instrumentos científicos. La lista de instrumentos incluía un espectrómetro de tipo Mössbauer, un espectrómetro de rayos X (APXS), un microscopio con su linterna (con una resolución de 4 micras), el pequeño taladro RCG (Rock Core-Grinder) y el sistema de cámaras estéreo a color SCS (Stereo Camera Subsystem). Las cámaras apenas tenían una masa de 0,36 kg y estaban dotadas de 14 filtros distintos y un sistema para limpiar las lentes de polvo. El taladro, de 0,37 kg, podía penetrar hasta 1 cm en la superficie de las rocas y era un modelo comercial usado por dentistas.

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Cámara de la Beagle 2 (ESA).

Otro instrumento era PLUTO (PLanetary Underground TOol), de 0,86 kg, formado por una pequeña sonda desplegable dotada de un martillo percutor que debía introducirse en el suelo hasta una profundidad de 1,5 metros. El sistema de calibrado de las cámaras estaba formado por una placa de aluminio con 16 círculos de colores creados por el artista Damien Hirst.

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Esquema de funcionamiento de PLUTO (ESA).
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Sistema de calibrado de colores de la Beagle 2 realizado por el artista Damien Hirst (ESA).

El instrumento más pesado era el espectrómetro GAP (Gas Analysis Package), de 5,5 kg, destinado a analizar el aire marciano y buscar pruebas de la existencia del misterioso metano, además de estudiar la composición del suelo marciano mediante 12 hornos de pequeño tamaño que podían calentar las muestras de la superficie recogidas previamente por PLUTO o el taladro RCG. Si estos sistemas fallaban, GAP era capaz de analizar el suelo usando una pequeña ‘cuchara’. Debido a su tamaño, GAP no estaba situado en el extremo del brazo robot, sino en el interior de la sonda. Por último, un conjunto de pequeños sensores de 0,156 kg medirían la radiación ambiental, la temperatura, la concentración de polvo atmosférico y el viento.

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Instrumentos de Beagle 2 (ESA).
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Detalle del PAW y los instrumentos (http://www.daviddarling.info/).
Detalle de PAW (http://www.mssl.ucl.ac.uk/).
Detalle de PAW (http://www.mssl.ucl.ac.uk/).

El principal punto débil del diseño era el sistema de comunicaciones. Para ahorrar costes, la sonda no podría comunicarse directamente con la Tierra y debería usar las naves Mars Odyssey y Mars Express para transmitir sus datos. Peor aún, la antena estaba situada en la ‘tapa’, bajo los paneles solares. Un error que, como veremos, condenaría a la misión. Para colmo, la nave no emitiría ninguna telemetría no ya durante el descenso, sino durante la fase de acercamiento a Marte. La sonda debía comunicarse con la Tierra una vez estuviese en la superficie, una característica de diseño altamente arriesgada. Como curiosidad, las comunicaciones debían comenzar con una melodía de 9 notas compuesta especialmente para la misión por el grupo británico Blur.

El escudo térmico y el sistema de paracaídas y airbags fueron diseñados por Martin Baker Aircraft, que había construido el sistema de descenso de la sonda Huygens en Titán. El escudo térmico tenía un diámetro de 92,4 cm y un ángulo de 120º. Su estructura era de fibra de vidrio y usaba el material ablativo NORCOAT para proteger la sonda de las elevadas temperaturas de la entrada atmosférica.

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Escudo térmico de la Beagle 2 (ESA).

Beagle 2 debía entrar en la atmósfera marciana a una velocidad de 5,5 km/s. El sistema de paracaídas estaba formado por un paracaídas piloto que se abriría a 7 kilómetros de altura y Mach 1,5 de velocidad. Una vez reducida la velocidad de caída a 0,5 Mach se desprendería el escudo térmico y al mismo tiempo se desplegaría el paracaídas principal de 10 metros de diámetro. A 200 metros de altura un radar debía ordenar el inflado de los tres airbags de la sonda, de 1,9 metros de diámetro cada uno. Su diseño era similar al empleado por los MERs de la NASA, pero con menos capas de tejido para ahorrar peso (por lo que era más fácil que reventasen al chocar contra una roca). A un metro de altura el paracaídas se soltaría y el aterrizaje tendría lugar a una velocidad de unos 17 m/s. El diseño del sistema de aterrizaje estuvo repleto de problemas. Apenas 13 meses antes del despegue se descubrió que los airbags no sobrevivirían el impacto previsto, por lo que hubo que improvisar un paracaídas más grande. El nuevo paracaídas estaría listo tres meses antes del lanzamiento.

Airbags de la Beagle 2 (ESA).
Airbags de la Beagle 2 (ESA).
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Diseño del paracaídas de la Beagle 2 (ESA).

A pesar de que debía ser una misión de muy bajo coste, el presupuesto de la Beagle 2 se disparó hasta rondar los 58 millones de libras esterlinas (unos 65 millones de euros). De no ser por el empecinamiento del gobierno británico, que prácticamente obligó a que la ESA participase económicamente en el proyecto, la misión habría sido cancelada por falta de dinero. Y si la misión consiguió el apoyo incondicional del gobierno británico fue en gran parte gracias a la arrolladora personalidad de Pillinger, que llevó a cabo una infatigable campaña a favor de la misión en todos los medios británicos.

La Beagle 2 fue acoplada a la Mars Express y el 2 de junio de 2003 las dos naves abandonaron la Tierra rumbo a Marte mediante un cohete Soyuz-FG/Fregat lanzado desde Baikonur. El resto de la historia ya la conocemos. Tras la pérdida de la Beagle 2 las críticas hacia Pillinger arreciaron. Muchos pensaban que la misión no había sido más que un estrambótico y caro capricho del famoso investigador sufragado con dinero público. La misión era tan demasiado compleja y ambiciosa que nunca tuvo una oportunidad real de éxito. Las malas lenguas dicen que después del sonoro fracaso de la Beagle 2 Pillinger nunca volvió a ser el mismo.

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Zona de aterrizaje de la Beagle 2 (ESA).
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Elipse de aterrizaje de la Beagle 2. El punto verde es el lugar en el que ha sido localizada la sonda (NASA).

Pero, ¿qué había pasado? Sin telemetría era imposible averiguar las causas del accidente. Obviamente, el sistema de descenso, que tantos problemas había dado, fue considerado sospechoso número uno desde el primer momento. Quizás los airbags se habían reventado o el paracaídas, rediseñado en un tiempo récord, se había roto durante el descenso. Por su parte, los ingenieros y científicos, con Pillinger a la cabeza, defendieron el diseño de la sonda y le echaron la culpa a las condiciones climatológicas de la zona de aterrizaje, muy poco favorables en esa época del año marciano.

El destino de la Beagle 2 ha sido un misterio hasta ahora, pero en las imágenes de la MRO podemos ver que la sonda aterrizó correctamente y desplegó casi todos sus paneles. Tanto el paracaídas como los airbags funcionaron perfectamente. Un análisis preliminar de las imágenes parece indicar que dos de los cuatro paneles solares no se desplegaron. Por este motivo, la antena de la sonda nunca pudo comunicarse con las naves en órbita marciana. No obstante, a la vista del estado de la sonda es muy probable que la Beagle llevase a cabo la secuencia inicial de trabajo una vez en la superficie, desplegando su brazo robot y tomando imágenes de la superficie. Unas imágenes que nunca llegaron a la Tierra.

Diez años después el trabajo de Pillinger y su equipo ha sido justamente reivindicado. Desgraciadamente, el conocido científico no ha podido contemplar a la Beagle 2 en la superficie de Marte. Pillinger falleció en mayo del año pasado después de una larga enfermedad, pero su obra permanecerá en el planeta rojo para siempre. Porque once años después sabemos que la Beagle 2 logró aterrizar con éxito.

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La Beagle 2 en Marte (ESA).

Vídeo sobre el descubrimiento de la Beagle 2 por la MRO:

[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=t4LLIJ_z0fQ[/youtube]



50 Comentarios

  1. Fantástico!, mi imaginación comienza a volar y sueño que algún día alguien llegará hasta allá y recuperará la memoria de la nave y por fin ojos humanos podrán ver como era la superficie de Madre en la navidad de 2003…

      1. Un buen paralelismo para los exploradores de «la última frontera». Y » sólo» han pasado ciento y poco años desde la expedición de Scott…

    1. Estoy seguro de que en algún momento eso será así. Quizás no merezca la pena una misión específica para ese cometido (casi que eso también sea seguro), pero sí podría ser que alguna futura misión incorporase como objetivo «de paso» recuperar ese trabajo o reparar esos paneles que nunca funcionaron… Quien sabe si quizás haciendolo expresamente no sirviera de ensayo para situaciones en las que ese tipo de operaciones sí merezcan la pena… Cuanto futuro tendrá que pasar antes, me temo…

      podi-.

  2. Lo que no entiendo es como se ha podido encontrar la Beagle 2 y no la Mars Polar Lander que se perdio al intentar amartizar en 1999. Acaso era mas pequeña que la Beagle2?

    1. La Polar Lander es casi seguro que sí se diese la ostia… en cuyo caso y teniendo en cuenta que tampoco era muy grande, es más difícil que se encuentre.

  3. Me pregunto si con toda la ciencia que puede hacer un rover como Oppy (que todavía sigue ahí) o un señor rover como Curiosity, las sondas estáticas que no pueden alcanzar más que las rocas más cercanas quedan ya descartadas para siempre…
    Porqué una sonda de uno escasos 100Kg que se monta a hombros de un orbitador parece una idea práctica para todas las misiones a mundos con superfície…. pero en el caso marciano me pregunto si su utilidad ya han quedado «desfasada» comparadas con los rovers…

      1. Estoy con Vipondiu. Para misiones puntuales como la Huygens a Titán, vale.
        Pero para marte, que ya está más que repleto de «cacharros», cualquier avance significativo debe hacerse moviéndose por el terreno. Esto supone mucho más beneficio, al menos científico, a la larga. Imaginémos cuántas sondas estáticas harían falta para cubrir los 40km. de Oppy… que hasta sube montañas… http://www.sondasespaciales.com/portada/wp-content/uploads/odometry140728.jpg
        Para la Beagle2 lo entiendo, pero las próximas estáticas… no veo claro el objetivo, no creo que suponga tanto añadir 6míseras ruedas(salvo por el peso adicional en el lanzamiento…) la electrónica y motores de hoy dia casi casi no ocupan lugar, como el conocimiento 😉 .
        ¿Y si dentro de la elipse de aterrizaje, caes en el peor sitio posible, un cráter yermo sin ningún interés científico?
        Desde mi punto de vista, la ESA está más que preparada para realizar tanto diseños y componentes própios de rovers así como garantizar su seguimiento.
        Los RTG como el que lleva Cury es otro tema…

    1. Depende de lo que se desee hacer. Por ejemplo, Mars Insight (misión pendiente) va a estudiar la geología de Marte, e incorporará un sismógrafo. Si el robot se desplaza, ¿cómo saber a qué se debe la vibración? Por ello, es (será) una sonda estática.

  4. Recuerdo haber leido en una revista que decian que se habia detectado un objeto cilindrico cerca de la sonda antes de realizar el aterrizaje y luego echaban un discurso sobre extraterrestres que se habian robado la sonda… las cosas que leia uno.

      1. Te refieres a la Fobos-2 soviética. En efecto, se ve un gran objeto cilíndrico en la imagen. Pero el objeto es un calibrador de la cámara, no una gran nave espacial alienígena. Por desgracia, la historia del ataque alienígena vende más.

  5. Es verdaderamente dramático que la sonda, llegase, aterrizase, muy probablemente cumpliese su cometido… y no la escuchásemos. Que rabia!

    1. Desde el punto de vista técnico y ahí si que entro, es una cagada garrafal si se me permite.
      Poner el sistema de comunicaciones en el ultimo «stage» o etapa de despliegue es completamente ilógico.
      Hemos visto como los ingenieros durante estos años reconfiguraban el software de los MER salvándolos de «terribles sufrimientos» 🙂 . Quizá hubieran podido intentar el re-despliegue de los panéles defectuosos u operar a media potencia.
      Son de estas cosas que mientras diseñas ni te paras a pensar… Hasta que pasa.
      Otro ejemplo son los sistemas de anclaje de Philae… Pero eso daría para un post entero ^^.

      1. Estaría bien que Daniel abriera un post sobre el (desastroso) aterrizaje de Philae, y sus consecuencias, que opináramos todos aunque sólo sea por pasar el rato. Porque por lo visto aquí solo se puede criticar a la ESA para lo de las «fotitos», para lo demás hay que decir que es todo muy chulo y tal.

      1. No, aterrice está bien. Depende del tiponde terreno, no de como se llame el lugar. Americe: agua ; Aterrice: tierra; sea en nuestro planeta o en otro.

  6. Gracias Daniel, había visto la noticia en la prensa, pero nada que que ver con lo que nos cuentas tu. Los afortunados que seguimos tu blog a diario, conseguimos enterarnos de estas cosas.

  7. Es decir, que ni los Decepticons no la destruyeron ni le pasó nada raro de lo que tanto gustaría oír hablar a algunos.

    Ya en serio, una lástima lo de la Beagle y que Pillinger no haya podido ver lo que realmente fue de ella. Todo por un fallo de diseño causado por ahorrar costes.

  8. Algún día alguien caminara por la superficie de marte y en su camino se topetara con algunos de estos cacharros y terminaran en un museo como muestra de los primeros exfuersos de exploración marciana. Por otro lado siempre e sentido la curiosidad de ver de ser ca el estado en la que se encuentran algunas de las dos Vikingos después de tantos años y décadas en la su perficie de marte como le abra afectado el clima marciano?.

  9. De todas formas hay algo que no me queda claro. Aunque la antena estuviera cubierta por dos paneles solares las sondas en órbita deberían haber captado algo, aunque fuera una señal más débil y difícil de descifrar. ¿No será a lo mejor que el Beagle 2 tuviera instrucciones de no activar su transmisor hasta no tener desplegados todos los paneles solares? Eso será fácil de saber. O, a lo mejor fue otro tipo de fallo. Tal vez se quedara sin batería o, como el propio Phillinger reconoció, tal vez impactara demasiado fuerte y resultara dañada. Sea como sea el equipo del Beagle 2 ha salido reivindicado.

    1. Comparto las dudas, y las subo: ¿el brazo robótico llegó a hacer su función? Imaginad la idea de que hubiera conseguido hacer pruebas y descubrir vida, y no la hubiera podido transmitir 😀

  10. Hola
    Perdón que lo pregunte en un artículo que no tiene nada que ver, pero necesito ayuda para inspirarme. Si alguno de ustedes tuviera que representar al planeta Tierra (en una ilustración) ¿cómo lo haría? ¿Qué consideran «lo + valioso de éste mundo»? No sé, » tiren» ideas en lo posible monstruosamente creativas. Mucha innovación es necesaria.
    Muchísimas gracias a quienes respondan, los cuales no tienen idea del bien que hacen.
    Saludos

    1. Lo que caracteriza a la Tierra respecto otros mundos es la existencia de VIDA, eso es lo más valioso y único de este planeta (hasta que no se demuestre que haya vida en otros sitios, claro está)

  11. Lo mas importante en este planta es sin duda la flora la fauna y nosotros mismos. Que seguramente somos únicos. Hay otras civilizaciones en el universo pero de seguro ninguna separe se a nosotros.

    1. Totalmente en desacuerdo. Somos perfectamente prescindibles, acabamos de llegar (en el discurrir de la larga historia del planeta). Hay quien piensa que a la Tierra le iría mejor sin el ser humano…
      Y eso de otras civilizaciones, dejémoslo en un suponer porque de momento, nada de nada.
      Tambien hay quien opina que las civilizaciones tecnológicas no duran mucho: Rápidamente (unos miles de años) tenderían a la autodestrucción…

      1. Entonces Santiago tu mismo me estas dando la razon si las civilizaciones tecnologíacas son una rarezas en el universo y soló durarán unos miles de años antes de auto destruirse. Eso por nuestra rareza y fragilidad nos ha se lo mas valioso de este planeta.

        1. Habría que centrar esta discusión que esta completamente fuera del objeto de este artículo.
          Si preguntas por un rasgo distintivo (importante)del planeta ya te dije que creo que es la mar, las fotos de nuestro planeta desde el espacio son elocuentes. Además la presencia de tanta agua líquida abre paso a la posibilidad de vida. Y aquí estamos: conscientes y comentándolo.
          La rareza es el planeta entero (viendo nuestros vecinos planetarios), nosotros una carambola que a ver cuánto dura.

  12. Interesante descubrimiento. Una pregunta Daniel ¿No crees que ante semejante hallazgo la ESA se entusiasme mas en enviar una sonda a la superficie marciana? Tengo entendido que después de la perdida de Beagle 2, Pilinger estuvo trabajando en un diseño mejorada llamado Beagle 3. Trato de enviarlo abordo de un orbitador propuesto para 2009 como parte del Programa Aurora de la ESA. ESA lo rechazo, luego se aproximo a NASA para enviarlo con el Curiosity, y esta también le dijo que no. ¿No podría ser una gran oportunidad aprovechar este descubrimiento para enviar la Beagle 3?

    Seria bueno enviar un rover a donde amartizo la Beagle 2, luego aproximarse a esta y mediante un brazo robot desplegar los paneles restantes para ver si podriamos «resucitar» la Beagle 2 y cumplir con la misión que se le había encomendado.

    1. Supongo que la zona de aterrizaje de Beagle2 se seleccionó en parte por su valor científico, por lo que una futura misión por la zona es posible.
      Eso sí, como mucho y si interesa pasar por allí, le harán unas fotitos por pura curiosidad. Intentar «resucitarla» o enviar una misión con este objetivo no tiene sentido. No lo tiene porque una decada de exposición a tormentas de arena y radiación habrán pasado factura, sobre todo a los sensores e instrumentos más sensibles(no la arranca ni Carlos Sainz)
      Sale más a cuenta enviar instrumentos actuales mucho mejores que intentar recuperar una sonda desfasada.

    2. Sería bastante más fácil y barato enviar una réplica de la beagle2. Lo que comentas es muy bucólico pero se enfrenta a un problema técnico de primer orden, que la precisión a la hora de enviar una sonda a un punto de Marte taaaan concreto es muy difícil, Curiosity mejoró mucho las cosas pero aun así habría que hacer un rover que pudiese recorrer la distancia y para que eso funcionase con seguridad, prácticamemte habría que dotarlo de las mismas características que Curiosity y rezar para que el terreno no fuese más complicado de lo que este pueda superar.

      1. Fácil y barato? Evidentemetne no; no tiene mucho sentido mandar una réplica de una nave antigua para ver que le ha pasado a otra nave con una misión interesante, sí, pero desde el primer momento no olvidemos que era casi «de saldo», estoy contigo Joaquin.

  13. Bueno,resuelto el misterio.Yo creo que no hay que dramatizar tanto,la Beagle 2 sólo es una sonda fracasada más.Creo que si contamos todas las sondas que hasta ahora se han enviado a Marte serán más las que han fracasado que las que han tenido éxito.Lo bueno de todo esto es que de lo errores se aprende y han nadie se le ocurrira mandar una sonda a Marte si que esta pueda mandar telemetría cosa que a mí me parece fundamendal para poder monitorizar la nave e intentar corregir errores .

  14. ¡Qué pena!
    Pero por poco; aunque sea 12 años después ahora el equipo del Beagle2 puede estar orgulloso de haber hecho aterrizar la sonda intacta y funcionando. Evidentemente, el sistema concebido para que la sonda se comunicase con la Tierra era muy frágil y ahí falló.

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Por Daniel Marín, publicado el 17 enero, 2015
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