Uno de los factores que más influyen en la posible habitabilidad de un planeta extrasolar es, junto con la inclinación del eje de rotación, la duración del día. Hasta ahora se pensaba que un periodo de rotación corto favorecía la habitabilidad planetaria al reducir los contrastes de temperatura entre la noche y el día. Sin embargo, es posible que la naturaleza vaya contracorriente y que las exotierras con días muy largos sean más habitables que las ‘tierras rápidas’ como la nuestra.
¿Cómo es esto posible? La respuesta viene de la mano de un grupo de investigadores liderados por Jun Yang, de la Universidad de Chicago. El quid de la cuestión es que un planeta con un periodo de rotación lento sufrirá fuerzas de Coriolis de menor intensidad y, obviamente, una prolongada iluminación diurna. Dicho así no parece un dato especialmente espectacular, pero el resultado es que se crea una amplia región de la superficie cercana al ecuador con nubes muy gruesas. Por contra, un mundo que rote rápidamente como la Tierra presentará un cinturón de nubes ecuatoriales mucho más estrecho (las famosas células de Hadley).
¿Y qué tiene que ver esto con la habitabilidad? Pues que una capa de nubes más extensa refleja una mayor cantidad de luz solar, o sea, aumenta el albedo medio del planeta, bajando su temperatura media. De acuerdo con las simulaciones numéricas, un mundo como la Tierra situado en la órbita de Venus pero con un periodo de rotación como el de Venus (el ‘gemelo infernal’ de la Tierra tarda 243 días en girar sobre sí mismo)… ¡sería habitable!
Este estudio podría tener implicaciones radicales en el análisis de la habitabilidad de planetas extrasolares hasta la fecha considerados demasiado calientes para permitir la presencia de agua líquida en su superficie. El periodo de rotación no afecta en líneas generales, al igual que el tamaño planetario, al límite externo de la zona habitable, pero sí que amplia el límite interior. El efecto es más pronunciado en estrellas más grandes y calientes que el Sol, cuya zona habitable podría aumentar drásticamente para las ‘tierras lentas’.
El análisis tiene implicaciones muy interesantes a la hora de estudiar el pasado de Venus. Y es que el efecto invernadero descontrolado tuvo que aparecer cuando Venus giraba más rápidamente que en la actualidad, porque, de no ser así, todavía ahora sería habitable. Se cree que el anómalo periodo de rotación retrógrado de Venus es el resultado de un enorme impacto, pero hasta ahora se suponía que este suceso tuvo lugar hace varios miles de millones de años y que, como resultado del mismo, se produjo el efecto invernadero masivo. Si la hipótesis de las ‘tierras lentas’ es cierta, quizás ambos sucesos no estén relacionados. O sea, Venus se convirtió primero en un infierno cuando giraba rápidamente para luego sufrir un choque con algún objeto del Sistema Solar que frenó su rotación.
Ahora bien, esta teoría solo nos vale si los planetas terrestres también pueden formarse con periodos de rotación muy largos. Afortunadamente, ése parece ser el caso. Según varios modelos, en el momento de su formación los planetas terrestres poseen días con un periodo comprendido entre las 10 horas y los 400 días. Además, las fuerzas de marea pueden frenar aún más los periodos de rotación planetarios, especialmente en el caso de estrellas enanas rojas. Dicho con otras palabras, puede que la Galaxia esté repleta de ‘exotierras lentas’.
Referencias:
¿Entonces la Tierra dejaría de estar en el límite de la zona de habitabilidad y el nuevo límite estaría más cerca de Venis más o menos?
Como dice el articulo, solo si «frenamos» la rotación. Para nosotros no ha cambiado nada.
¿No sería al revés? ¿Cuanto más cerca, mejor una rotación rápida?
La luna a frenado y contunia frenando la rotacion de la tierra, tal vez este fenomeno de algunos millones de años mas de habitabilidad cuando el sol envejesca
Que campo facisnante el de la habilitabilidad, si esto se confirma ¿venus seria terraformable? , no digo que se pueda lograr sino que al menos en los papeles podriamos soñarlo.
Venus en mi opinión es interesante ya que tiene una gravedad similar a la Tierra, el problema sería la densa atmósfera …
Siempre me ha parecido más viable la terraformación de Venus que la de Marte, y ahora con este notición, más todavía.
Aquí hay un artículo en dos partes sobre posibles métodos de terraformar Venus:
http://www.cosmonoticias.org/deberiamos-terraformar-venus-primero-parte-1/
Y aquí dos viejas entradas de Daniel muy interesantes sobre Venus:
https://danielmarin.naukas.com/2007/01/25/los-misterios-de-venus/
https://danielmarin.naukas.com/2007/01/28/vida-en-venus/
Excelente artículo!!!
En el artículo de la habitalidad de Kepler-186f me pregunté como era posible que Venus estando fuera de la zona habitable hubiese tenido agua líquida en el pasado. Está puede ser la respuesta.
Una teoria muy interesante
No se yo. Venus tiene un albedo altísimo.
Según ese modelo, Venus entonces es terraformable, ya que si retiráramos el CO2 y agregáramos agua, su lenta rotación seguiría manteniendo su enorme capa de nubes, por tanto su albedo, y por tanto podríamos llevar las condiciones de temperatura de la alta atmósfera de Venus (que está dentro de los rangos de habitabilidad) a la superficie.
Ojalá tengan razón, porque disfrutar algunos millones de años de otro planeta terraformado, de gravedad prácticamente terrestre, lleno de islas y clima tropical (aunque una noche «eterna») sería bastante atractivo. Y quizás con el desarrollo de un anillo artificial, que por el lado diurno bloquease luz, y por el lado nocturno generase bastante luz, podría hacer las noches más viables.
No solo terraformar será un reto formidable. También diseñar especies capaces de adaptarse a un día tan extremadamente largo.
Pero si Venus no tiene un campo magnético que nos proteja de la radiación, puede que sea un poco mas dificil hacerlo habitable…
Eso es algo que no consigo entender, ¿como es posible que la tierra tenga un campo magnético activo y venus no? se supone que venus es también geológicamente activo pero no tiene ni el mas mínimo campo magnético, algo que tubo incluso marte antes de enfriarse, se dice que el terrestre proviene del hierro extra que nos proporciono el impacto que creo la luna ,pero venus recivio también uno bien grande,¿podría ser que este impacto detuviera la rotación del núcleo?
Es lo que se supone, y tuvo que haber sido la madre de los impactos para no sólo detener en seco la rotación sino encima darle momento retrógrado.
http://es.wikipedia.org/wiki/Venus_(planeta)#Geolog.C3.ADa_de_Venus
que yo sepa el campo magnetico terrestre es resultado de la rotación diferencial entre el nucleo y el manto. El interior de venus esta frio, no hay tal rotación y no se genera el campo; ademas no se de donde sacas que Venus es un planeta geologicamente activo, mis conocimientos me dicen lo contrario; ni volcanes activos ni tectónica de placas. La distinta composicíon geologica de Venus añadido a su tidal locking bien podria ser la explicación que buscas.
Algunas precisiones, kastior:
Venus no está tidal locked. Rota lentamente, como dice Antonio más abajo. Pero sí, ahí hay que buscar la explicación de su escaso campo magnético.
El mecanismo de geodínamo no se debe a que el núcleo gire más rápido que el resto del planeta. En el caso de la Tierra la diferencia es de apenas un giro extra cada 400 años aproximadamente:
http://es.wikipedia.org/wiki/N%C3%BAcleo_de_la_Tierra
Lo que sabemos del interior de Venus es por lejos menos de lo que sabemos acerca del interior de la Tierra, que tampoco es gran cosa. Pero el interior de Venus no puede estar frío, no como el de Marte, por ejemplo. Debería ser tan o más caliente que el de la Tierra.
Mira el enlace que le pasé a martín. Venus no parece tener tectónica de placas, o por el contrario, podría tener una tectónica de placas monstruosa. Como sea, su superficie basáltica es muy reciente. Esto podría haber borrado de momento las huellas de las fallas tectónicas si las hay, o podría ser que el calor interno emerja por vulcanismo extremo, es decir, enormes coladas de magma en vez de placas y volcanes puntuales.
Saludos.
Venus no tiene una noche eterna. Rota despacio pero no al mismo ritmo que gira alrededor del Sol.
Cada vez más y mejores escenarios exóticos para novelas hard…
Me ha parecido un artículo interesantísimo.
Siempre he pensado que un planeta de lento giro (eso si, con agua y una atmósfera relativamente ligera, como la nuestra) debería ser más habitable que si tuviera un giro rápido. El motivo es el famoso teorema de Bolzano (o de los valores intermedios). Si el planeta tiene un giro lento y la cara que da al sol tiene temperaturas muy altas y la cara opuesta tiene temperaturas muy bajas, tiene que haber una zona intermedia con temperaturas adecuadas para el agua líquida y la vida. Y el lento giro del planeta crearía un ciclo del agua (quizás a cámara lenta).
Dicho ciclo del agua además haría variable la posición del centro de gravedad del planeta al ir solidificando y evaporando la capa de agua helada en la zona oscura cambiando el reparto de las masas de agua y ello favorecería que nunca se llegue al acople de marea.
Saludos y muchas gracias al autor por traernos estos estupendos artículos.
Es curioso ver como como las bandas «sin nubes» de las «Tierras rápidas» como la nuestra coinciden con las zonas desérticas de nuestro planeta.
De acuerdo con las simulaciones numéricas, un mundo como la Tierra situado en la órbita de Venus pero con un periodo de rotación como el de Venus (el ‘gemelo infernal’ de la Tierra tarda 243 días en girar sobre sí mismo)… ¡sería habitable!
Peo es que ya existe un mundo como la Tierra situado en la órbita de Venus pero con un periodo de rotación como el de Venus, SE LLAMA VENUS, y no tiene precisamente un clima habitable. A no ser que la pequeña diferencia de tamaño sea determinante, o que cojamos la Tierra habitable tal y como es ahora y la pongamos en la órbita de Venus, pero eso sería ignorar la evolución del planteta desde su orígen. Por ejemplo, la cercanía al Sol parece que fue la causa de la evaporación del agua de sus oceános y el desencadenante del enorme efecto invernadero que hace que su temperatura superficial sea demasiado alta para la habitabilidad.
http://antonioheras.com/sistema_solar_interno/formacion_atmosfera_venus.htm
Lo que dice el artículo es que Venus se convirtió en «un infierno» ANTES de que su periodo de rotación sea lento como el actual, en un pasado en el que Venus rotaba rápidamente como la Tierra. Pero si Venus siempre hubiera rotado léntamente, como en la actualidad, es posible que la mayor cantidad de nubes causada por la lenta rotación hubiera evitado que con el tiempo se transforme en «un infierno».
Cierto, se me pasó la última parte, vamos, que no la leí. Pero pasa una cosa: o damos por infalible la simulación numérica, que no deja de ser una simulación, o encontramos pruebas de si Venus ha tenido siempre una rotación lenta o no. La deducción a partir de la simulación de una rotación rápida de Venus no es una prueba de que ocurriera así. Aunque para mí la hipótesis de la que parte el trabajo sobre la fuerza de Coriolis es bastante verosímil.
Por otra parte, Daniel dice que se suponía que el efecto invernadero descontrolado había sido causado por el impacto que enlenteció al planeta, pero yo siempre había leído que fue la cercanía al Sol y la ausencia de campo magnético lo que provocó la evaporación del agua de Venus y el paso a la atmósfera del carbono disuelto hasta entonces en el agua. Ahora podemos considerar ese otro factor: la rotación rápida inicial y la ausencia de una capa amplia y espesa de nubes que reflejasen la radiación solar.
Por supuesto, todo son hipótesis.
En cualquier caso, Venus solo es un ejemplo de lo que a lo mejor podría haber sido.
Lo importante del asunto de las «tierras lentas» es que ahora sabemos que una zona que hasta ahora considerábamos «no habitable», sí es «habitable» si se cumplen ciertas condiciones, con lo que las probabilidades de encontrar exoplanetas habitables son mayores de lo que creíamos.
¿No resulta curioso que tres de los planetas terrestres presenten signos de impactos enormes? La Tierra tiene a la Luna, Venus rota despacio en sentido contrario al resto de planeta y Marte presenta lo que podría ser la mayor cuenca de impacto del sistema solar; cubre una buena parte del norte geográfico del planeta. Lo curioso del caso, es que en todos ellos hace falta un objeto de masa comparable pero con una velocidad relativamente lenta. ¿Cuerpos formados en los puntos de Lagrange de los protoplanetas originales, quizá?
Es que estamos viendo los sobrevivientes de un juego de billar cósmico de 4.500 millones de años de duración 🙂
Y ha sido todo un juego de ligas mayores:
https://danielmarin.naukas.com/2011/07/04/la-historia-del-sistema-solar-o-de-como-saturno-salvo-a-la-tierra/
También se dijo que los exoplanetas más aptos para albergar vida eran los que mostraban siempre la misma cara a su estrella, los de tipo «globo ocular». Ahora las «tierras lentas» también!!! Pues yo estoy encantado. De todas formas el tema de la habitabilidad siempre peca un poco de chovinista. ¿No deberían abrir un poco la mente?
Por cierto, que gusto sería vivir en una tierra lenta!!! yo le pegaría un frenazo a la nuestra…. necesito un par de horas más al día para ver mis series.
Lo comentado en esta entrada depende de dónde se crea la vida: si ésta surge en los océanos, lo que pase en la atmósfera tal vez no tenga tanta importancia.
De todas formas buena investigación de Yang y otros y buena divulgación de Daniel.
No, si la cuestión de que tenga que haber agua en estado líquido, sigue ahí. Por lo que oceanos o grandes masas de agua habría en estos planetas, lo que pasa que la composición atmosférica y la rotación son determinanted para que no la pierdan.
Exacto. Tengamos presente que la atmósfera es la intermediaria entre los océanos y el espacio. Lo que pase en la atmósfera puede tener una importancia crucial a largo plazo, según sea la atmósfera y otros factores.
Pongamos como ejemplo lo que pasó en Venus. Se supone que el «planeta gemelo» tuvo tanta agua como la Tierra. El efecto invernadero del dióxido de carbono aumentó la tasa de evaporación. El escaso campo magnético no filtró el viento solar y éste disoció el vapor de agua en la alta atmósfera. El liviano hidrógeno escapó al espacio y el pesado oxígeno se quedó.
El ciclo del carbono depende en gran medida de los océanos, y a medida que éstos menguaban, el ciclo fue interrumpiéndose. Por su parte, el oxígeno libre es tremendamente reactivo. Enseguida empezó a combinarse con el carbono, creando más dióxido de carbono, más efecto invernadero… un círculo vicioso que literalmente secó al planeta.
Por eso de que la «vida surge en los océanos», me refería a las chimeneas hidrotermales de los fondos oceánicos terrestres. Que, hasta ahora, parece ser la teoría más plausible para explicar el origen de la vida en la Tierra.
Es lo más plausible teniendo en cuenta las condiciones de la Tierra primitiva. Primero la quimiosíntesis, luego la fotosíntesis, y ésta cambió la atmósfera.
Si uno lo piensa detenidamente, los organismos extremófilos somos nosotros. Vivimos en condiciones muy cercanas al vacío y muy cercanas al punto de congelación del agua. Vericuetos de la vida 🙂
¡Hay, si todo se explicara introduciendo solo dos parámetros en una computadora y pulsando enter…!
C:\Programs\Biohazard\GSP>gsp.exe
Welcome to GodSim Pro v2.1
Do you want to start a Big Bang?
WARNING: This will delete everything, including you.
[Yes] / [No] … and press Enter
Y luego te sale un pantallazo azul 😛
O rojo, según qué versión de Micro$oft Window$ 😉
Daniel gracias por turn patina y feliz crumple.
El «pequeño gran problema» de habitabilidad que yo veo en una Tierra Lenta es que no tendría magnetosfera al carecer de efecto dinamo interno debido a su lenta rotación. Y una magnetosfera es condición prácticamente indispensable para el desarrollo de vida compleja, al menos en la superficie del planeta salvo que tenga una atmósfera muy densa.
Es que no se trata de VIDA. Por habitabilidad los astrofísicos se refieren a la condición de temperatura superficial en la que un planeta podría tener AUGA LÍQUIDA. Y la principal fuente de calor de un planeta es la estrella en torno a la cual orbita. Por eso son determinantes en el concepto de habitabilidad el tipo de estrella y la distancia a la misma. Pero hay otros factores que inciden en la temperatura superficial de un planeta. Jun Yang en su trabajo señala el período de rotación/densidad de nubes/albedo, Daniel ya mencionó la inclinación del eje de rotación. Pero se me ocurren también factores internos del planeta: contracción gravitatoria, decaimiento de elementos radiactivos, grandes impactos, fuerzas de marea, vulcanismo, movimientos tectónicos, etc. Pero esto solo para la condición «temperatura superficial». Luego habría que comprobar que efectivamente hay agua, porque según la teoría los planetas rocosos solo tienen agua por el bombardeo intenso de cuerpos ricos en compuestos volátiles…
Ojo, el debate sobre el origen del agua terrestre está que arde:
http://iopscience.iop.org/0004-637X/767/1/54/article
Es lo que tienen las simulaciones numéricas: te inventas unos valores apoyados en las simulaciones de otros outores, pruebas, pruebas y pruebas, y al final obtienes el resultado que pretendías de antemano… Yo hice referencia al modelo estándar, que supongo tiene mucho que ajustarse aún… Pero en el artículo que citas los autores ya hacen una serie de salvedades que -a mi modo de ver- restan valor a sus conclusiones. Además ellos mismos admiten que no consideraron la pérdida de volátiles por grandes impactos y yo creo que el modelo estándar explica satisfactoriamente cómo, por ejemplo, la Tierra tiene tánta agua a pesar de haber sufrido varios grandes impactos.
Has puesto el dedo en la misma llaga que he venido comentando en varias entradas previas. Se puede tener el mejor ordenador del mundo, PERO… la simulación valdrá lo que valen los datos con los que se alimente al ordenador.
El problema es que ninguna de las teorías es satisfactoria por sí sola. Todas tienen notorias discrepancias con los datos conocidos.
Las teorías del agua autóctona, presente en la Tierra desde su génesis, no explican cómo esa agua pudo haber sobrevivido a esto:
http://es.wikipedia.org/wiki/Bombardeo_intenso_tard%C3%ADo
Las teorías de aporte cometario no explican la enorme discrepancia de la relación Deuterio/Hidrógeno del agua terrestre versus la de los hielos cometarios. O sea que a lo sumo pueden explicar NO más de la mitad del agua terrestre. Y no pueden explicar por qué nuestros vecinos son mucho más secos. ¿Acaso los cometas prefieren caer en la Tierra?
A mitad de camino está la teoría de los grandes planetesimales húmedos, cuya relación Deuterio/Hidrógeno es correcta, y reemplaza/complementa el constante aporte «hormiga» de los cometas por/con «packs tamaño familiar» más puntuales y antojadizos. Por eso mismo no termina de gustarle a nadie, pues implica que no menos de la mitad del agua terrestre proviene de uno o unos pocos grandes impactos harto fortuitos.
O sea que la Tierra luciría cada vez más «singular», como si la rareza de una gran Luna no fuera ya suficiente. Todo es posible, pero… ¿TAN sesgada es la probabilidad de que se forme un planeta como la Tierra?
Y así estamos. Para zanjar la cuestión se necesitan más DATOS. Tan simple e insatisfactorio como eso.
Saludos.
Cada vez soy más patidario de la Hipótesis de la Tierra Rara. Nuestro planeta tiene la temperatura ideal, la excentricidad orbital ideal, la metalicidad ideal, el satélite natural ideal, el planeta gigante vecino ideal, el tipo de estrella ideal, una situación ideal dentro de una galaxia ideal, una magnetosfera y una rotación ideal, etcétera. No digo que la vida sea rara en el universo. Digo que la vida compleja probablemente lo sea. Venus es parecido a la Tierra y tiene machísimas nubes que aumentan su albedo paro aún así es un infierno y aunque fuera templado como la Tierra la posible vida de su superficia estaría expuesta a todas las radiaciones ionizantes del Sol. La rotación terrestre es parte fundamental de su magnetosfera.
Da que pensar, ¿no? Yo siempre he sostenido que Marte y Venus fueron los experimentos fallidos, antes de obtener éxito con la Tierra.
Sí, y nuestra nariz tiene la forma ideal para sostener las gafas. Mira que hemos tenido suerte…
¿Principio antrópico con crema o negro? 🙂
A ver, creo que la gente está cogiendo muy al pie de la letra el tema de Venus, el artículo original habla de la posibilidad de rotaciones lentas, que no tienen por qué anular el campo magnético, otra cosa es que Venus no tenga, también se hace referencia a estrellas más comunes en el cosmos con menos emisiones. Si le sumamos una capa de nubes densas, la protección sería muy parecida a la de la tierra.
Pienso que no existe impacto que pueda detener la rotación rápida de Venus y hacerlo girar en sentido contrario. Es mucho más probable que la rotación lenta y retrógrada de Venus se deba a su circulación general atmosférica. La atmósfera de Venus es como un inmenso océano que, al circular, genera un rozamiento continuo con la superficie, capaz tal vez de detener la rotación y acelerarla en sentido contrario, tras 4.500 millones de años.
4.500 millones de años es mucho tiempo, en efecto, pero…
Ten en cuenta que una presión atmosférica de 92 bares a nivel de la superficie es prácticamente VACÍO en comparación a la densidad del planeta.
Estamos hablando de una delgadísima película de cuasi vacío, la atmósfera, versus la imponente mole de la esfera sólida. Por si eso sólo no bastara…
¿De dónde sale el movimiento retrógrado de la atmósfera? ¿Inercia? La inercia dictamina que la atmósfera ha de acompañar la rotación del planeta, no lo contrario.
¿Fuerzas de marea? Básicamente influyen sobre toda la masa del planeta. Venus no tiene lunas. Su órbita es más circular que la terrestre y mucho más que la de Mercurio. Mercurio está casi justo a mitad de camino entre Venus y el Sol, siente mucho más las fuerzas de marea del Sol, no obstante rota más rápido que Venus y en sentido no retrógrado.
¿Circulación eólica por diferencia térmica entre noche y día? Eso sería aplicable para AHORA, que la rotación está casi detenida. Pero tu teoría arranca del caso opuesto, una antigua rotación rápida y no retrógrada. ¿Entonces?
No es mi teoría, es una de las hipótesis que se barajan. El impacto me parece que no puede detener la rotación de Venus, porque la mayor parte de la energía se pierde en forma de calor y en la formación del cráter. Tenemos el ejemplo de la Luna, un cuerpo que ha recibido más impactos en la cara oculta que en la que apunta hacia nosotros (porque la Tierra le sirve un poco de escudo) y, sin embargo, los impactos no han aproximado la Luna hacia nosotros (porque la energía se pierde en la formación del cráter y en forma de calor) ni han compensado el alejamiento progresivo de ambos cuerpos debido al efecto de marea gravitacional. Lo que comenta Sergio L. Palacios en la revista 3 de Naukas, de que un gran impacto contra la Luna podría despedirla de su órbita terrestre, me parece imposible (otra cosa es que la Luna fuese destruida, lo que me parece muy improbable a estas alturas, después de sobrevivir a los bombardeos iniciales y al resto de impactos).
La presión atmosférica en la superficie de Venus es más o menos la misma que a un kilómetro de profundidad bajo el agua, en la Tierra. Y, aunque los vientos son lentos en superficie (generalmente menos de 7 km/h y con un promedio de 1 a 3,6 km/h), tal vez pueden actuar de manera continuada y con un efecto acumulativo. No conozco las causas de estos vientos retrógrados (en un principio podrían haber tenido las mismas causas que los alisios, supongo), y me parece raro que se mantengan una vez detenida la rotación y anulado el efecto de Coriolis, pero la cuestión es si dichos vientos retrógrados han sido realmente una constante en la historia de Venus, por tal o cual razón, o no ha sido así.
Bueno, en primer lugar quiero aclarar que cuando dije «tu teoría» me refería simplemente a que tú adhieres a ella. No te estoy acusando de nada, ¿vale? 🙂
Más abajo urheimait también la menciona, porque efectivamente esa teoría anda suelta en el ruedo junto a tantas otras. En principio no me parece disparatada, sólo que yo todavía no me he topado con una formulación detallada y convincente de esa teoría. A falta de mayores explicaciones, le encuentro serias objeciones que son las que expuse en mi comentario.
Lo que dices sobre la presión atmosférica es cierto y sabido, pero compáralo con la presión del manto y del núcleo: 92 bares versus millones de bares. No tengo los datos, pero a grosso modo parece obvio que la masa atmosférica es miles de millones de veces menor que la masa sólida del planeta. A eso me refería cuando dije «una delgadísima película de cuasi vacío».
Gracias a Daniel tenemos aquí un espacio para conversar, debatir y aprender. No sería la primera vez (y espero que no sea la última) que alguien o algo me hace cambiar de opinión. Pero con fundamentos. Si sabes de algún enlace más o menos acreditado te lo agradecería en el alma, el tema me fascina.
Saludos.
Solo quería aclarar que la hipótesis no es mía. 🙂 No es lo mismo una teoría que una hipótesis, las teorías necesitan un fuerte respaldo empírico. Y no me parece tan importante la diferencia de densidad o de masa entre la atmósfera de Venus y el resto del planeta. La presión atmosférica en la Tierra es de unos 1000 mb (1 bar), y el viento moderado mueve sin problemas las pedazo palas y turbinas de los aerogeneradores, que tienen una densidad y una masa mucho mayores. Los tornados pueden llegar a hacer volar camiones de gran tonelaje y ganado vacuno, porque ofrecen mucha resistencia al viento. De este modo, las elevaciones del relieve en Venus facilitarían el empuje por el viento, al ofrecer mucha resistencia al mismo.
No tengo claro que Venus tuviera una rotación rápida en el pasado, puede que adquiriera la lenta rotación retrógrada en sus orígenes, con impactos casuales cuando era un simple planetesimal, un «pedrusco grande». Me parece, a priori, la explicación más simple.
Si encuentro información la pasaré, no te preocupes. Saludos.
Aquí tienes varios enlaces que espero sean de tu interés, aunque el artículo de Nature es de pago, aún siendo del 2001, una asquerosidad. Saludos.
http://digital.el-esceptico.org/leer.php?id=577&autor=67&tema=2
http://www.nature.com/nature/journal/v411/n6839/full/411767a0.html
También me parece interesante este enlace, y en concreto la respuesta de V’yaard, en la que se indica que el movimiento retrógrado de Venus es aparente o, mejor dicho, relativo, porque visto desde el polo norte tendría una muy lenta rotación en sentido antihorario, el mismo sentido de rotación del resto de planetas:
https://es.answers.yahoo.com/question/index?qid=20090218174140AAKoljr
Gracias, Francisco. Yo también estuve hurgando un poco.
Aquí está «el jugo» del paper de Correia & Laskar de Jun 2001 que Nature no liberó:
http://www.imcce.fr/Equipes/ASD/Venus/venus0_en.html
Y aquí, una revisión posterior del mismo trabajo, en dos entregas:
(Aug 2002) Long term evolution of the spin of Venus – I. Theory
http://www.imcce.fr/Equipes/ASD/preprints/prep.2002/venus1.2002.pdf
Alexandre C. M. Correia, Jacques Laskar
(Aug 2002) Long term evolution of the spin of Venus – II. Numerical simulations.
http://www.imcce.fr/Equipes/ASD/preprints/prep.2002/venus2.2002.pdf
Alexandre C. M. Correia, Jacques Laskar
Y aquí, papers muy relacionados y más recientes:
(Feb 2010) Rotation of rigid Venus: a complete precession-nutation model
http://arxiv.org/abs/1002.5010
L. Cottereau, J. Souchay
(Mar 2010) Accurate free and forced rotational motions of rigid Venus
http://arxiv.org/abs/1003.0626
L. Cottereau, J. Souchay, S. Aljbaae
(Sep 2010) Tidal Evolution of Exoplanets
http://arxiv.org/abs/1009.1352
Alexandre C. M. Correia, Jacques Laskar
(Apr 2011) About the various contributions in Venus rotation rate and LOD
http://arxiv.org/abs/1104.4009
L.Cottereau, N.Rambaux, S.Lebonnois, J.Souchay
Saludos.
Gracias por los enlaces, Pelau, te lo has currado. Lo que enlacé de Yahoo no era tan interesante como pensé, pues la rotación retrógrada de Venus no es aparente o relativa sino real. V’yaard se equivocó.
Parece ser que se está consolidando la hipótesis atmosférica, en los últimos años.
https://www.xataka.com/espacio/montanas-atmosfera-venus-parecen-tener-mucha-culpa-su-rarisima-rotacion-sus-dias-duracion-variable
En realidad la hipótesis de la Tierra Rara cada vez tiene menos credibilidad. Por un lado, el hecho de que las simulaciones (aunque hay que recalcar que son sólo eso, simulaciones por ordenador y por ahora no datos observacionales) de otras posibles configuraciones de exoplanetas revelen igual o incluso mayor habitabilidad que la Tierra. Por otra parte, las particularidades que se creía hacían tan habitable la Tierra no son tan relevantes para la habitabilidad como se pensaba:
La Tierra no tiene la metalicidad «ideal»; tiene una metalicidad dentro de un amplio muy rango que permite la existencia de planetas rocosos. Parece que hay estrellas con metalicidades muy bajas y aun así poseen planetas rocosos (la baja metalicidad si parece jugar en contra de la formación de planetas gaseosos gigantes).
Por otro lado, puede haber estrellas con proporciones de elementos radioactivos más elevadas que el Sol. Sus hipotéticos planetas serían más activos geológicamente y durante más tiempo que la Tierra, gracias al calor generados por la desintegración de dichos elementos.
La Luna, tanto tiempo defendida como estabilizadora del eje terrestre, parece ser que es irrelevante. Las simulaciones más avanzadas muestran que no es necesario un satélite de gran tamaño para estabilizar el eje de un planeta rocoso.
Se discute aún el papel de Júpiter en la habitabilidad, Unas simulaciones dicen que sin él nos bombardearían continuamente cometas y asteroides, otros que la Tierra estaría completamente seca sin aporte de agua cometaria, etc etc… y otras simulaciones indican que los grandes planetas gaseosos son más una amenza que una bendición para la habitablidad planetaria.
El Sol no es en absoluto una estrella «ideal». Dejando aparte la discutida habitabilidad de las enanas rojas, son las estrellas de tipo K, algo menos masivas y calientes que el Sol, las que más ventajas ofrecen: no tienen el peligro de las grandes fulguraciones de las enanas rojas, tienen una zona habitable más amplia (los planetas habitables no sufririan «tidal locking»), y sus periodos de habitablidad son mucho más prolongados (ver: https://danielmarin.naukas.com/2012/11/03/biosferas-del-canto-del-cisne-la-vida-alrededor-de-las-estrellas-moribundas/). Además son mucho más abundantes que las estrellas tipo G como el Sol.
Por último, el concepto de zona de habitabilidad galáctica también se está cayendo a pedazos; y las galaxias espirales no tienen por qué ser las que tengan mayor nº de mundos habitables. Las galaxias elipticas gigantes tal vez ya no produzcan nuevas estrellas, pero tienen metalicidades muy altas y posiblemente formaron en el pasado un nº muchisimo mayor de sistemas planetarios habitables (poblados hoy en dia por formas de vida muy antiguas) que las que formará la Vía Láctea en toda su historia.
Y habrá que ver el panorama en mundos habitables más exóticos: sistemas planetarios compactos, lunas habitables de planetas supergigantes… tal vez algunas variedades revelen ser mejores que la Tierra.
Ups, quería decir al principio «dentro de un rango muy amplio».
Por cierto, creo que hay una hipótesis que afirma que el lentisimo periodo de rotación de Venus se debe precisamente a su densa atmósfera, cuyo rozamiento con la superficie acabó frenando, e invirtiendo, la rotación del planeta.
Las leyes de la termodinámica postulan que ha de existir un equilibrio térmico en todo planeta. En el caso de la tierra, debido a su posición en el sistema solar, a la temperatura del sol y a su tamaño, recibe una radiación media de 1.366 w/m2, de las que refleja un 38% aproximadamente por el albedo, absorbiendo por tanto 847 w/m2. que debería radiar junto a su propio calor interno disipado, adoptando una temperatura de equilibrio en una esfera límite que no ha de ser necesariamente la superficie del planeta. En el caso de Venus, la radiación sería de 2.600 w/m2 aproximadamente, pero con un albedo de 0.65, la radiación absorbida es de 911 w/m2, muy parecida a la terrestre. Y no tengo que mencionar la diferencia de temperaturas existente en la superficie, que son debidas muy probablemente al calor interno del planeta y no a la radiación solar ni al tidal locking.
El comportamiento térmico de un planeta en Tidal Locking sin nubes o sin una atmósfera capaz de transportar el calor hacia el lado oscuro es sencillo. Si consideramos la ley de Stefan Boltzmann sobre el cuerpo negro, y estimamos que una parte de la superficie es negra y absorbe toda la radiación de un día interminable, podemos calcular la temperatura máxima. Si realizamos el cálculo con la radiación de 1366 w/m2, obtenemos una temperatura de 122ºC que es casi exactamente la máxima lunar, con mercurio (9.013 w/m2), 359ºC (350ºC pone en Wikipedia), y con un Venus sin atmósfera hemos calculado 190ºC. Esta sería la temperatura que en todos los casos puede alcanzar un cuerpo negro en el ecuador y sin atmósfera en un plano perpendicular al sol. Una vez alcanzada esa temperatura de equilibrio, la energía absorbida es igual a la irradiada y por tanto no se calienta más a pesar de recibir sol todo el día. En cuanto a las temperaturas mínimas de la cara nocturna, corresponden a la irradiación del calor interno.
Pero en el caso de que exista una atmósfera suficientemente densa como para calentarse de modo homogéneo, con un alto albedo y cediendo en la totalidad de la superficie esférica el calor acumulado por radiación al espacio, tomando el caso de Venus, encontramos una temperatura de equilibrio de -21ºC, que mas o menos coincide con la existente en la zona de la capa de nubes Venusianas, a unos 60 Km de la superficie. Por tanto, no es el sol, ni la baja rotación, ni la posición de Venus lo que hace de su superficie un infierno de casi 500ºC, sino el efecto invernadero que acumula el calor del vulcanismo.
Pero deberíamos indicar que en Venus existe una “zona habitable”, a unos 50 Km de altura en medio de un mar de nubes de ácido sulfúrico y agua, donde disponemos de 1 bar de presión y de 20ºC de temperatura. Un zeppelín relleno de oxígeno flotaría sobre la atmósfera de CO2. (El CO2 es más denso). El oxígeno podría ser extraído de la propia nube, o del dióxido de carbono de la propia atmósfera fijando el carbono mediante plantas. Ese podría ser nuestro hogar, una ciudad volante. No hay vestales ni lagos de cerveza helada, pero qué le vamos a hacer.
Venus es la prueba viviente de que las teorías se quedan en el limbo.
¿Nubes de agua en venus?
Efectivamente. Al parecer, en las las nubes de Venus se combinan el dióxido de azufre y el vapor de agua formando una disolución acuosa de ácido sulfúrico, o ácido sulfúrico mezclado con agua.
Según el siguiente paper sería 85% H2SO4 y 15% agua: (pg.25): http://plutoportal.net/~bullock/Homedocs/PhDThesis.pdf
Ese porcentaje de agua es lo que le permitió a Carl Sagan especular acerca de un posible método de terraformación venusina: sembrar en esa capa atmosférica algas aéreas microscópicas, resistentes y/o genéticamente modificadas.
Ahora bien… ¿no hay vestales, ni cerveza, ni llueven donas? ¡Oh, man! Dijera una torreta de Portal: no tienes corazón 🙂
Quiero aclarar que la Hipótesis de la Tierra Rara no es ningún concepto filosófico aunque se parezca al principio antrópico. La teoría del Big Bang también tiene un parecido con ciertas ideas filosóficas pero es muy científica. Para que una hipótesis sea científica debe poder ser refutada o confirmada mediante la experimentación y la experiencia. En el momento en el que se pueda hacer una estadística de la vida compleja en el Universo la Hipótesis de la Tierra Rara podrá ser refutada o bien pasar a llamarse Ley de la Tierra Rara. Por ahora no hay evidencia ni para refutarla ni para confirmarla. Es sólo que yo estoy a favor mientras aparecen pruebas. Nada más que eso. Es por la gran cantidad de situaciones que tienen que darse a la vez para que aparezca vida compleja. Este artículo me ha hecho recordar que la magnetosfera que nos protege de ciertas radiaciones ionizantes está relacionada con el efecto dinamo y la rápida rotación del núcleo terrestre.
El principio antrópico no pasa de ser una perogrullada tautológica, pero permite esbozar una línea de pensamiento y a la vez mantener vivo el escepticismo acerca de las razones últimas que fundamentarían dicha línea de pensamiento. Es útil para conectar causa y efecto sin ahondar en detalles, porque éstos justamente no son concluyentes de momento, hacen falta más datos.
Eso queda clarísimo, Morty. Dado que el asunto está lejos de poder ser dilucidado, las opiniones se reducen a preferencias personales. A mí y a varios más nos gustaría que la Tierra fuera no tan rara, pues implicaría mayores probabilidades de encontrar a alguien allá afuera. Mi propia opinión oscila entre uno y otro punto de vista a medida que se avanza en el tema. El futuro dirá.
Saludos.
Los deseos de que haya vida en el universo y en abundancia son muy fuertes, pero no hay que confundir deseos con realidad. En el pasado algunos querían creer que Marte y Venus estaban habitados, con plantas y animales y hasta seres inteligentes, pero al final nada de nada, quizás algunas bacterias escondidas en el subsuelo, o que existieron en el pasado. Eso, si es que hablar de bacterias en esos planetas no es más que aferrarse a un deseo.
Puede que haya muchos planetas con vida como la terrestre, por convergencia evolutiva, o porque la vida terrestre es LA vida en sí, la única posible, pero tampoco hay que esperar que aparezcan planetas habitados a la vuelta de la esquina. Nos podemos llevar el mismo chasco que con Marte y Venus. Y que como posiblemente nos lo llevemos con Europa, Ío y Titán.
Por cierto, Sagan escribió un artículo especulando con vida compleja en la atmósfera de Júpiter. Aunque queda alguna posibilidad de que haya bacterias, (siempre nos quedarán las bacterias) está claro que incluso eso son de nuevo deseos contra realidad.
Igual que los bestiarios exóticos que los antiguos cartógrafos dibujaban en sus mapas. Igual que la interpretación que Lowell dio a los canales que Schiaparelli creyó ver en Marte.
Es el «motor» que nos ha impulsado desde siempre. Una curiosidad insaciable que proyecta sus esperanzas y temores en la frontera brumosa de lo desconocido.
Inevitablemente eso nos depara chasco tras chasco… pero de vez en cuando lo que reluce ES oro. Hay que seguir buscando 😉
Floaters, hunters and sinkers! 😉