Kepler-186f, ¿la primera exotierra?

Por Daniel Marín, el 17 abril, 2014. Categoría(s): Astronomía • Exoplanetas • Sondasespaciales ✎ 42

Parece que no, que no es la primera exotierra, pero por muy poco. El equipo del telescopio espacial Kepler ha anunciado hoy el descubrimiento de Kepler-186f, un planeta del tamaño del nuestro situado en la zona habitable de su estrella, situada a 500 años luz del Sol. Pero, un momento, ¿no hemos dicho que tiene el mismo tamaño que la Tierra y que se halla en la zona habitable?¿Eso no es precisamente la definición de ‘exotierra’? Efectivamente, así es. Sin embargo, Kepler-186f está situado en el exterior de la zona habitable, así que incluso si suponemos que posee una atmósfera tan densa como la nuestra -algo que desconocemos-, su temperatura superficial media sería muy inferior a la de la Tierra, y eso si estuviese compuesta por dióxido de carbono en un 100%. Es decir, aún siendo optimistas, es difícil que Kepler-186f pueda soportar agua líquida en su superficie de forma permanente, lo que constituye precisamente una de las características de una exotierra. A no ser, claro está, que posea una atmósfera mucho más densa que la terrestre, en plan Venus, pero en ese caso la posible vida que surgiese bajo esas condiciones se enfrentaría a otros problemas para sobrevivir. Por otro lado, la órbita relativamente alejada de Kepler-186f lo protege de las fulguraciones tan características de las estrellas de tipo M y evita quizás que sufra acoplamiento de marea (o sea, que siempre muestre un hemisferio hacia su estrella).

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Representación artística de Kepler-186f (NASA/Ames/JPL-Caltech/T. Pyle).

Y es que, como era de esperar, Kepler ha descubierto su primera ‘casi-exotierra’ alrededor de una estrella enana roja (de tipo espectral M), más pequeña y fría que el Sol. Por eso, Kepler-186f gira alrededor de la misma a tan sólo 54 millones de kilómetros de distancia (0,34 UA), con un periodo de 130 días. Sea como sea, solamente conocemos su tamaño y, curiosamente, es casi idéntico al de la Tierra (un 10% superior). No tenemos ni idea de cuál es su masa, así que somos incapaces de estimar su densidad y naturaleza, por no hablar de otros parámetros como periodo de rotación o densidad atmosférica.

De todas formas, se trata de un gran hallazgo. Otros planetas habitables conocidos, como Kepler-22b o Kepler-62f, son mucho más grandes que la Tierra y posiblemente sean minineptunos o mundos océanos, quién sabe. Kepler-186f es el primer exoplaneta habitable probablemente rocoso, que no es poco, aunque lo más probable es que sea demasiado frío para ser una exotierra (recordemos además que dependiendo de la definición de zona habitable -concepto subjetivo donde los haya- Kepler-186f podría estar directamente fuera de la misma). El equipo de Kepler ha usado los datos de telescopios terrestres (Keck II y Gémini Norte) para estudiar el campo estelar alrededor de Kepler-186 y descartar posibles fuentes de ruido en la señal del tránsito.

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Comparación entre Kepler-186f y la Tierra y sus respectivos sistemas (NASA/Ames/JPL-Caltech/T. Pyle).

Kepler-186f forma parte de un sistema con otros cuatro planetas como mínimo, situados todos ellos más cerca de la estrella y que ya habían sido descubiertos con anterioridad. Vale la pena mencionar que además todos son planetas con un tamaño inferior a 1,5 veces el terrestre. Es decir, se trata de otro sistema planetario compacto similar a otros detectados por Kepler.

Kepler-186f puede que no sea la primera exotierra, pero bien podría ser el primer ‘exomarte’. En cualquier caso es un mundo rocoso en la zona habitable de su estrella. Y hasta ayer desconocíamos su existencia. ¿No es fascinante?

Referencias:

 



42 Comentarios

  1. Interesante.
    Supongo que dentro de pocos años iremos descubriendo cada vez más planetas en zonas que puedan tener agua líquida.

    Sería necesario un pique de potencias para acelerar el proceso, aunque parece ser que muchos recursos van a ser destinados a la minimización del impacto del cambio climático… a ver de donde salen recursos para todo.

  2. Para mí exotierra, o mejor dicho un planeta gemelo de la Tierra, incluye que su estrella sea lo más parecida posible al Sol. Si pones una enana roja cambian varias cosas importantes: la intensidad luminosa, el tipo de luz, la distancia de la zona habitable, la aparición de efectos de marea al disminuir esa distancia, y supongo que más cosas.

    1. Que encuentres un gemelo a la Tierra es 1 en mil millones. Con exactamente las mismas condiciones de distancia, tipo de estrella. Nada quita que por ser enana roja no tenga planetas habitables, Tanto sea un fogón como un cerillo los 2 queman por igual; solo depende de que tanto te acerques. Con las estrellas es igual todo depende hasta donde alcance su radiación y que en la ZH existan planetas.

      1. ¿De donde sacas lo de 1 en mil millones? ¿Por que no 1 en cien millones, o en un billón, o en un millón? Y no, no es lo mismo una estrella que otra. Una estrella gigante tiene una vida demasiado corta para que la vida en un planeta habitable pueda evolucionar, una enana marrón no emite suficiente energía para mantener la vida, una enana roja emite mucha radiación de partículas cargadas al comienzo de su existencia (dañinas para la vida), además no sabemos si la radiación de una enana roja permite la fotosíntesis, puede que sí o que no. El ejemplo de la cerilla es muy ingenuo.

  3. Pronto llegará el día que quedará grabado en la memoria como aquel cuando la humanidad descubrió un mundo gemelo al nuestro.
    Estamos viviendo épocas importantes.
    Gracias Daniel por la gran noticia.

  4. Siento haber nacido en esta época en la que nos tenemos que conformar con mirar tan desde lejos, la exploración humana del universo será una época fascinante.

  5. En mi opinión, su mayor gravedad facilitando la retención de la atmosfera, su posible mayor actividad geologica emando mas gases invernadero y durante mayor tiempo, y su proximidad al acoplamiento de marea exponiendo la cara diurna durante mucho tiempo, harían que no conociendo estos factores me preocupase más que fuese un análogo de Venus que uno de Marte. Un saludo, gran blog Daniel.

  6. Muy interesante como siempre tu blog, Daniel.
    Gracias por compartir estas noticias. Y como ha dicho Robert, yo también siento no haber nacido un poco más en el futuro para «ver» lo que hemos descubierto.
    Saludos.

  7. uuuuuy.. casi. habrá muchos más, ya queda poco.

    Pero de todos modos este planeta es un magnífico candidato para seguir siendo observado por otros medios, a ver si podemos caracterizarlo un poco más.

  8. Si inicialmente buscábamos sistemas solares como el nuestro, con planetas interiores rocosas y exteriores gaseosos, y nos hemos visto después lo que hay, que no se parece en nada a nuestro restrictivo modelo, ¿por qué no hemos de esperar que ocurra lo mismo con el fenómeno de la vida? Seguimos agarrándonos a lo que es como nosotros y a nadie se le ocurre explorar (al menos teóricamente) sobre la posible creatividad del cosmos. ¿Por que no sistemas cristalinos inteligentes? ¿Por qué no vida exótica en atmósferas gaseosas? ¿Por qué no vida en lunas de grandes planetas gaseosos) ¿por que no otros códigos genéticos y otros compuestos químicos sustentadores de la vida en la galaxia?, etc., etc.

    1. Por que para buscar algo, debemos saber que buscar, por que de no ser asi, todo lo que descubriésemos seria apto para la vida, o lo que es lo mismo, estaríamos perdidos buscando.

      Para buscar una aguja en un pajar (XD) hay que buscar eso, una aguja, que es lo que conocemos, y no nos bale la paja, no se si me e explicado bien lo que quiero decir.

      saludos.

      1. josetxary19 para realizar estudios teóricos y posteriormente simulaciones informáticas no es necesario plantear lo que tú dices, sino entender lo que racionalmente es posible. Por ahora sólo se puede hacer eso. Enviar sondas, sin ton ni son, para buscar vida exótica ni se hace actualmente ni se va a hacer, pero hemos de estar preparados intelectualmente para cualquier eventualidad y a eso es a lo que se refería mi intervención.

      2. ¡Es que el resto no es paja! La estrategia actual es como la del que está buscando pareja y sólo habla con gente que se llame igual que su ex, tenga la misma cara que su ex, sea del mismo pueblo que su ex y vista igual que su ex.

        1. Vale sí, todo esto está muy bien, pero. ¿Tenéis alguna idea de lo que puede ser un marcador de vida basada en cistales inteligentes? NO? vale pues sigamos buscando, que es lo que se está haciendo. Y si nos encontramos con algo fuera de lo que «por ahora» es normal y que seguramente no lo será cuando sigamos descubriendo el cosmos, pues lo estudiaremos. Pero el buscar donde se «cree» que es más fácil que haya vida en base a lo que «conocemos» es la única alternativa a «buscar sin ton no son por el universo».

          1. Pero si lo único que se busca es vida como la terrestre, entonces a nadie se le ocurrirá cómo buscar otros tipos de vida. Cuando un campo científico está tan en pañales, lo normal es estar lo más abierto posible a ideas nuevas.

            De todas formas, una buena forma de empezar a buscar otros tipos de vida es buscar un planeta en desequilibrio químico, sobre todo su atmósfera, que es lo más fácil de detectar.

          2. Según el criterio tan conservador y restrictivo que tenéis algunos, en nuestro sistema solar sólo debería haberse explorado la existencia de vida en los planetas que figuran (con buena voluntad) en la zona de habitabilidad, es decir, Venus y Marte, Sin embargo, los lugares donde todavía no está descartada la vida es en lugares como el satélite Europa o Encelado, que a todas luces están muy alejados de la zona de habitabilidad planetaria. Y no digamos ya nada de Titán, que constituye el sistema más parecido hasta hoy con la Tierra primigenia y allí todavía no hay nada descartado, pues los fondos que se dedican a su exploración son irrisorios.

          3. Vicenta: está claro que habría que explorar todos los planetas y lunas del sistema solar en busca de vida, menos Mercurio y Plutón que podemos descartar ya de entrada, pero lo cierto es que vida patente como la de la Tierra solo la hay en la Tierra. Si ya cuesta inferir que haya vida en Titán o Europa a partir de los datos que tenemos desde la Tierra, y están ahí al lado como quién dice, y hasta podemos mandar sondas, ¿cómo buscar vida en esas condiciones a decenas o cientos de años luz? Además, la vida que se supone que pueda haber en esas lunas sería como la extremófila de la Tierra, por tanto en realidad no sería vida distinta a la terrestre. Se pensaba que en Marte y Venus habría vida incluso como la de la Tierra, con animales y plantas, y ahora sabemos que si acaso la hay o la hubo es microscópica. Es decir, que de todo el Sistema Solar las condiciones de la Tierra son que sepamos las mejores para la vida, posiblemente lo mismo que en otros sistemas solares. Y de momento la vida fácilmente reconocible por sus marcadores atmosféricos es la terrestre, no la otros cuerpos de nuestros sistema solar.

          4. Daniel, ¿quien ha dicho que los marcadores atmosféricos sean los que determinen la existencia de vida en en planeta o satélite?. Acaso la vida anaerobia en las «chimeneas volcánicas», por ejemplo, se refleja en los marcadores atmosféricos terrestres. Y si existiese vida en los océanos interiores de algunos de esos astros cómo se iba a reflejar en los marcadores atmosféricos de los mismos, máxime cuando en en esos astros, excepto en Titán, no existe atmósfera. Lo mismo puede ocurrir en otros exoplanetas o exosatélites.
            «la vida que se supone que pueda haber en esas lunas sería como la extremófila de la Tierra, por tanto en realidad no sería vida distinta a la terrestre»: eso es completamente acientífico. Cualquiera que fuera su naturaleza ya nos daría una magnífica información sobre la «vida» y sobre nuestro sistema solar, pero para nada descarta «a priori» que sus fundamentos fuesen los mismos. Ni en Europa, ni en Encelado y mucho menos en el supuesto de que existiera en Titán. Siempre situamos el sistema de referencia del universo en la Tierra, pero no olvidemos que hasta hace unos 1200 millones de años en que las cianobacterias, que entonces eran extremófilos, «explotaron» e inundaron de oxígeno nuestra atmósfera la vida de la Tierra era muy diferente, plagada de vida anaerobia.
            Respecto a lo de enviar sondas y demás, para no repetirme me remito a mi segunda intervención.

  9. Realmente esntran mas ganas de que salgan adelante los proyectos que pretenden estudiar la composiscion de la atmosfera (no me acuerdo de los nombres). En principio no entendia bien porque se hacia tanta publicidad a este descubrimiento, pero ahora lo veo, muchas gracias Daniel por aclarar algunas cosas.

    De todas formas no pilla bastante lejos :(. Un parengunta, porque no s e estudian sistemas cercanos al nuestro y solo se estudian unos que se encuentran tan lejos.

  10. Pero es rocoso o no? Si no sabemos su masa difícil saberlo. Y lo de que tiene atmósfera, esta probado? Y podría haber agua líquida? Demasiadas incógnitas.

    Lo mejor puede ser darse cuenta de que hay sistemas planetarios al menos tan complejos como el nuestro. Lo cual es bastante esperanzador.

  11. Si no me equivoco hay mundo alrededor de Alpha Centauri… Me equivoco? Son gaseosos? Distancia a la estrella? Alguna lunita digna de mandar una sonda?
    500 años luz? Jolin es muy lejos… Yo los quiero mas cerca,

    1. No te equivocas, junto a Alpha Centauro B hay un gran mundo rocoso, pero demasiado cerca de su estrella.
      Pero también tienes otros, el sistema Tau Ceti a 11,9 años luz, Gliese 876 d, a 15 años luz, el sistema 82 G. Eridani, a casi 20 años luz, el sistema Gliese 581, también a unos 20 años luz… y unos cuantos más. En este último sistema se encuentra Gliese 581 d, una súper-Tierra que tiene un índice de similitud a la Tierra (ESI) de 0,69, frente a Kepler-186f cuyo índice ESI es de tan solo 0,64 debido a que se encuentra en el borde exterior de la zona de habitabilidad y su clima es potencialmente mucho mas frio.

  12. Vicenta: si en los exoplanetas no hay marcadores atmosféricos de vida ¿cómo quieres que busquemos vida? Si una civilización a 50 años luz mirara al Sistema Solar en busca de vida, ¿dónde crees que encontraría señales de vida: en la Tierra o en Encélado?
    Hablas de las chimeneas volcánicas: pues resulta que eso es lo que se supone que pueda haber en Europa, vida extremófila basada en el carbono. Las suposiciones sobre Encélado, Titán y Europa se basan en la vida en la Tierra: agua líquida, moléculas orgánicas como el metano de Titán, una fuente de energía como la geotérmica o energía de reacciones redox. ¿No te das cuenta de que si no hubiera indicios de que se dan condiciones como las que conocemos en la Tierra no hablaríamos de la posibilidad de vida en esas lunas? ¿Por qué te crees que no se habla de vida en Mercurio?
    En cuanto a la vida en la Tierra antes del oxígeno ¿cómo sabes que la atmósfera no tenía entonces indicadores de esa vida? Seguro que habría un desequlibrio debido a la bioquímica de los anaerobios. Y repito que en un cuerpo sin atmósfera situado a varios años luz, desde la Tierra sería difícil por no decir imposible detectar nada, porque de momento la atmósfera es lo único que nos permitiría detectar indicios de vida. Así que de momento no tiene sentido hablar de búsqueda de vida en esos casos.

    1. Se te olvida Daniel, de que yo no he hablado de enviar sondas a ningún sitio, sino de exploraciones teóricas sustentadas en posibles simulaciones informáticas (mi segunda intervención), para explorar lo que racionalmente es posible.
      Además, que la vida se base en la química del carbono no indica para nada que la misma sea similar a la nuestra. Puede ser completamente diferente, y en mi opinión entra dentro de lo probable. Bastaría que los nucleótidos que prosperaron en nuestro planeta fuesen ligeramente diferentes en otros lugares, o que en lugar de cuatro bases nitrogenadas éstos estuviesen formados por más o por menos de ellas. O que los codones estuviesen formados por por más o menos componentes que los nuestros, etc., etc., son tantas las variantes posibles que restringirse a nuestro modelo sería casi milagroso. Como todavía no existe información al respecto no puede decirse que en el resto de posibles lugares con vida ésta sería como en la Tierra. Y menos aún fuera de nuestro sistema solar. Y menos aún fuera de nuestra galaxia. Y eso dando por supuesto que la única forma de vida fuese la basada en el carbono.
      Me preguntas, que cómo sé que en la Tierra preoxigenada no había indicadores atmosféricos. Te devuelvo la pregunta, ¿y tú cómo sabes que los había?. Si una de las tesis que hoy se sostienen de que la vida comenzó en las «chimeneas volcánicas oceánicas» y en ese momento se hubiese visto nuestro planeta desde 50 años luz de distancia ¿qué crees tú que habrían detectado sobre esa vida? ¿De verdad crees que en esa época había un desequilibrio atmosférico provocado por los microorganismo que sólo podían vivir en el entorno de esos lugares suboceánicos de altas temperaturas?
      Estamos hablando de especulaciones, en todos los casos. Mi apuesta es que estas especulaciones se hallen fundamentadas en una mayor diversidad de modelos sobre la vida y que estos modelos sean lo más consistentes posibles desde el punto de vista científico. No estoy hablando de viajes por el universo para explorar planetas .

    2. Creo que mezclas dos cosas: la existencia de formas de vida totalmente distintas a la nuestra, como cristales inteligentes, que dejen sus propios marcadores en la atmósfera del planeta, y vida similar a la nuestra, basada en el carbono, pero con otros códigos génitos y otra bioquímica. La diferencia entre ambos conceptos es gradual, pero desde luego para mí hablar de cristales inteligentes es pura ciencia ficción. En cambio formas de vida basadas en el carbono con otros códigos genéticos es perfectamente posible, de hecho lo raro sería que tuviesen el mismo código que la Tierra. Pero ya entramos en campos demasiado específicos para la exploración exoplanetaria, porque que yo sepa lo máximo que se podrá hacer de aquí a un futuro próximo es analizar los espectros de las atmósferas de los exoplanetas, y con eso dudo que se pueda extraer información sobre los códigos genéticos por ejemplo. Es un tema apasionante: analizar una atmósfera e intentar extraer de ella información sobre el planeta.
      Pero te repito: si hay formas de vida que no dejan rastro en la atmósfera, poco podremos decir sobre si hay vida en ese planeta. Pienso que dependiendo de las moléculas que se encuentren en el espectro se podrán hacer modelos para explicar su origen, como deducir si hay reacciones de oxidación-reducción, que son la base de cualquier forma de vida.
      Si el rastro que dejan las formas de vida no se corresponde con lo que creemos que es vida, sólo podemos especular sobre si la hay o no, que es a lo que te refieres: hacer modelos sobre formas de vida diferentes a las de la Tierra. Hacer modelos antes de saber qué hay es arriesgado, aunque admito que si lo que se encuentra coincide con el modelo pues estará muy bien.

      1. En física, Daniel, se realizan continuamente modelos. Es una forma de avanzar. Como ejemplo, en otro contexto diferente al que hablamos, fíjate el Lisa Randall, la prestigiosa catedrática de Harvard, que se considera a sí misma en una investigadora de «modelos», en su intento de avanzar en la teoría sobre las «dimensiones extras» (Así lo manifiesta en su libro «Universos ocultos. Un viaje a las dimensiones extras del cosmos»).
        En cuanto a que hay propuestas que son ciencia ficción, efectivamente, pero si se quiere explorar eso resulta imprescindible. Todo nuestro mundo de hoy resultaría de ciencia ficción para Leonardo da Vinci, una cumbre del conocimiento de su época, pero sólo cinco siglos atrás. ¿Cuántas cosas de las que se admitan como normales en en año 2500 no serían ciencia ficción hoy?

      2. La cuestión es que la física de los modelos será siempre la física conocida, no físicas inventadas, o eso creo. Si Lisa Randall va más allá de la física conocida, al menos sus ideas serán matemáticamente consistentes para que se tengan en consideración. En biología tenemos una biología conocida, basada en el carbono que forma largas moléculas gracias a sus cuatro enlaces covalentes, el agua como disolvente gracias a sus puentes de hidrógeno, las fuentes de energía orgánicas e inorgánica (luz), los sistemas moleculares redox que aprovechan la energía para reducir compuestos de carbono. Es una biología que se basa en la física y la química, y la física y la química no se pueden cambiar, son las mismas en todo el universo. En el caso de la química me refiero a aquello que emerge de las propiedades de los elementos de la tabla periódica. Por tanto no hay «otras formas de química» en los exoplanetas. Entonces, imaginar «otras formas de vida» es un asunto espinoso. La química sería a la biología lo que las matemáticas a la física, marcan el límite de lo posible. Hay hipótesis sobre mundos basados en el silicio etc, pero personalmente no me interesan mucho esas ideas.
        http://es.wikipedia.org/wiki/Bioqu%C3%ADmicas_hipot%C3%A9ticas

        1. Con lo que dices en la anterior intervención no estoy para nada de acuerdo;» la física de los modelos será siempre la física conocida, no físicas inventadas»: si existe algún ejemplo de física «no conocida» es la que investiga Lisa Randall, la física de las dimensiones extra del universo. Para nada tiene que ver con lo conocido o desconocido?? el desarrollo de «modelos». Si lees el libro de Randall, aunque no es de lectura fácil, te darás cuenta de ello.
          También te darás cuenta de que lo que dices sobre la química tampoco es cierto. Des ser así no se hubiera producido la enorme sorpresa que surgió tras observar la química no de un exoplaneta, sino la que se produce espontáneamente en el el espacio interestelar ( o mejor decir cuasivacío intersestelar). Nosotros conocemos la química que se desarrolla en nuestro planeta, pero desconocemos bastante la que se despliega en el espacio, muchas veces en condiciones extremas. Si te lo propones no te resultará difícil encontrar la larga lista de compuestos orgánicos que espontáneamente se generan entre las estrellas. Continuamos situando el sistema de referencia encima de nosotros y eso no puede llevarnos demasiado lejos.

        2. Bueno, efectivamente la química interestelar es bastante orgánica, es decir, basada en el carbono. Sí, eso ya lo conocía. Una conferencia interesante de Juan Oró allá por 1975. Menciona ya entonces una larga lista de compuestos orgánicos encontrados en el espacio interestelar, mucho más numerosos que las moléculas inorgánicas:

          http://www.march.es/conferencias/anteriores/voz.aspx?p1=2633&l=1

          Pero precisamente eso refuerza la idea de que la biología orgánica, la nuestra, es espontánea tanto en condiciones planetarias como interestelares, y que otras biologías no basadas en el carbono son mucho menos probables, quizás imposibles.

    3. Vicenta, comparto tu espíritu y entusiasmo, pero no tu lógica. No se puede comparar la metodología de un modelo físico con la de un modelo biológico, no tienen nada en común.

      Por ejemplo, el modelo de Randall-Sundrum (propuesto en 1999 por Lisa Randall y Raman Sundrum) no es más que una nueva manera de matematizar (o sea, de explicar) la física que YA conocíamos.

      Es uno más de los numerosos modelos basados en branas, que a su vez derivan de los aún más numerosos modelos basados en cuerdas, todos ellos más o menos hermanados en la teoría de supercuerdas (teoría M).

      Ninguno de esos modelos es satisfactorio a la fecha. Son un intento de hermanar la relatividad general (que describe muy bien la gravedad y el universo en la macro escala) con la mecánica cuántica (que describe muy bien las restantes fuerzas y la realidad a escala subatómica).

      El primero de ellos fue el modelo de Kaluza-Klein (propuesto por Theodor Kaluza en 1919 y refinado por Oskar Klein en 1926). El objetivo de todos esos modelos es hallar una teoría cuántica de la gravedad que funcione tan bien o mejor que la relatividad general (que es una teoría geométrica). Dicho hallazgo sería la base de una TOE (Theory Of Everything, Teoría Del Todo), una nueva física hermanada y expandida.

      La matemática que «mueve» a todos esos modelos necesita considerar más dimensiones de las 4 ordinarias (de 5 a 27 según el modelo, tan pequeñas y/o curvadas sobre sí mismas que sólo percibimos 4), pues es la única manera de «explicar» las peculiaridades de la gravedad (por ejemplo, la extrema debilidad de la gravedad sería consecuencia de que atraviesa todas las dimensiones del modelo mientras que las restantes fuerzas están localizadas en, o más próximas a, las dimensiones que percibimos).

      Un nuevo «modelo físico» merecedor de tal nombre debe ser capaz de realizar predicciones concretas. Por ejemplo, debe ser capaz de explicar mejor ciertos fenómenos astrofísicos y/o debe ser capaz de explicar mejor las interacciones entre partículas ya observadas y/o debe ser capaz de predecir la existencia de una nueva partícula con propiedades bien definidas que todavía no ha sido descubierta.

      Si las observaciones astronómicas y/o los resultados experimentales en los colisionadores de partículas NO confirman las predicciones del modelo… el modelo NO sobrevive y habrá que formular otro. O sea que validar un modelo físico es relativamente «sencillo» dado que hay UNA sola física que rige en TODO el universo.

      En cambio la biología… ¿Cómo haces para validar un modelo exobiológico? No queda más remedio que viajar a otros planetas y confirmarlo in situ. Lo cual es un contrasentido, pues el verdadero orden de los hechos debería ser: llegas a otro planeta, descubres un nuevo tipo de vida, y ENTONCES formulas un modelo para explicarlo.

      Proceder en el orden inverso, o sea, formular un modelo a priori, es arriesgado. Mira lo que sucedió con las sondas Viking. A partir de la biología conocida se extrapolaron varios modelos exobiológicos. Para cada uno se ideó una prueba concreta capaz de identificar el metabolismo de la vida hipotetizada. ¿Resultado? Los experimentos in situ fueron contradictorios y ninguno fue concluyente. Y estamos hablando de Marte, el planeta vecino más parecido a la Tierra. Titán, Encélado o Europa son muchísimo más exóticos.

      La «comprobación» de un modelo exobiológico SIN viajar a otros planetas nunca puede ser concluyente. Puede ayudar a acotar las probabilidades de encontrar vida en tal o cual lugar, pero hasta que no viajemos allí siempre quedará la duda.

      Supongamos que el modelo predice un biomarcador bien definido capaz de ser detectado a distancia mediante espectroscopía o similar. El problema es que ningún biomarcador es realmente específico, su presencia puede deberse a fenómenos no biológicos.

      Por ejemplo, Carl Sagan especuló acerca de vida atmosférica en Júpiter. ¿Cómo podríamos detectar biomarcador alguno siendo que toda la atmósfera de Júpiter es una sopa de moléculas orgánicas? Para zanjar la cuestión hay que viajar hasta allí, no hay otro modo. Lindo negocio sería llegar ahí y encontrar NADA. Si la misión no es multipropósito sería un auténtico fiasco que ninguna agencia espacial se puede permitir.

      Supongamos que somos capaces de sintetizar vida exógena en el laboratorio. Eso NO demuestra, a prueba de toda duda, que dicho tipo de vida pueda surgir espontáneamente de manera natural. La ciencia es rigurosa o no es ciencia.

      Todo modelo biológico debe contemplar dos aspectos fundamentales de la vida: el hardware (la fisicoquímica) y el software (el instinto programado en algún sustrato equivalente al ADN).

      La bioquímica del carbono es la única conocida capaz de cumplir con ambos requisitos y que al mismo tiempo cumple con otros. Por ejemplo, el carbono es abundante y sus reacciones químicas no requieren condiciones exóticas, por el contrario, esas condiciones abundan en todo el universo, incluso en el vacío interestelar.

      El carbono es el único elemento conocido capaz de combinarse químicamente consigo mismo y con casi cualquier otro elemento, y que al mismo tiempo puede formar moléculas lo suficientemente complejas, largas y estables como para codificar software.

      Hay otras alternativas, y la más viable quizá sea la bioquímica basada en silicio: http://es.wikipedia.org/wiki/Bioqu%C3%ADmicas_hipot%C3%A9ticas

      Todas esas alternativas siguen siendo puramente hipotéticas, y hasta donde sabemos pierden por goleada ante la bioquímica del carbono. Eso NO descarta la posibilidad de vida basada en silicio, boro, etc., pero son bastante menos probables que la vida basada en carbono.

      ¿Cuál de todas esas bioquímicas buscarías tú si fueras presidente de la NASA y tuvieras que responder por cada dolar invertido en el proyecto? Cuanto más exótico sea el modelo biológico, más inútil resulta para la ciencia práctica.

      Supongamos que me empeño en concebir un modelo biológico basado en materia oscura. ¿Qué sabemos acerca de la materia oscura? Creemos que existe porque es la manera más razonable de explicar ciertas «discrepancias» gravitatorias. Creemos que es un tipo de materia exótica que interactúa con la materia ordinaria exclusivamente mediante la fuerza gravitatoria. Hay varias partículas candidatas para materia oscura, pero ninguna comprobada. En suma, no sabemos nada. Así las cosas, ¿cómo podemos especular acerca de una posible química de la materia oscura? ¿De qué «modelo» estamos hablando?

      Supongamos que me empeño en concebir un modelo biológico basado en cristales. ¿Por dónde empiezo? Por lo YA conocido, o sea, la cristalografía, y a partir de ahí empiezo a extrapolar. ¿Qué clase de «metabolismo» podría tener un cristal? ¿Cómo podrían circular «nutrientes» dentro de un cristal? Por ese lado empezamos mal. Veamos, quizá la estructura cristalina puede dar sustento a una estructura de «resonancias coherentes», o sea, algo así como una «vida» básicamente energética.

      Hum, interesante, pero por ese lado también puedo llegar a concluir que la electricidad está «viva». He ahí un flujo, un dinamismo, una diferencia de potencial capaz de realizar trabajo, una compleja interacción de campos, en suma, una «estructura» que tiene muchas de las características que definen la vida orgánica.

      Con ese criterio ni siquiera Plutón estaría descartado, pues cabe imaginar «vida» eléctrica basada en un sustrato superconductor de baja temperatura. ¿Y qué hay de Mercurio o el propio Sol? Cabe imaginar «vida» basada en plasma supercaliente, es donde más energía hay.

      Después de todo, las teorías de campo de gauge más extremas postulan que las partículas no son más que excitaciones localizadas de los campos. No hay partículas ni nada parecido a la materia, sólo hay campos. El cuerpo humano no es más que un montón de campos. ¿Y qué es un campo? Es el concepto más etéreo y ultraterreno que hay.

      Ya lanzados a fondo en la especulación acerca de «vida» puramente energética, su comprobación podría ser bastante sencilla. Simplemente habría que estudiar con pleno rigor científico algunas de las reconocidas mansiones embrujadas.

      No me estoy burlando, estoy siguiendo tu razonamiento hasta sus últimas consecuencias. En algún punto hay que poner el límite que separe a la ciencia de la ciencia ficción. Si perdemos el foco terminamos buscando fantasmas. Ese foco es «la aguja en el pajar» que mencionó josetxary19. Hasta que no encontremos OTRO ejemplo de vida, otra «aguja» referente, el resto de momento es «paja». La suerte ayuda, pero el único método seguro es ir paso a paso.

      Saludos.

      1. Estoy en parte de acuerdo con lo que dices y en parte no. Pienso que, en la investigación astrobiológica, se deberían examinar las atmósferas exoplanetarias buscando en general cualquier cosa extraña, cualquier cosa que no encaje, no sólo los marcadores de la vida terrestre. Pienso que la investigación actual está demasiado obcecada con la vida terrestre actual como para poder detectar vida extraterrestre. Es muy improbable que la vida extraterrestre sea como la actual de la Tierra, pero ésa es la única que se busca, con lo que las probabilidades de encontrar vida son minúsculas.

        También pienso que, aparte de la observación, es bueno que se hagan modelos teóricos para explorar las posibilidades. No sé de qué tipo deben ser, pero pienso que debe hacerse algún tipo de investigación teórica.

        1. Pelau, me atribuyes cosas de perogrullo y después me la rebates. ¡Hombre, por favor! Esto parece como en el psicoanálisis que te muestran las conocidas “láminas de Rorschach”, asépticas, y cada paciente vuelca lo que tiene en su cabeza para interpretarlas. Disculpa, pero con esto no quiero decir que te considere paciente de psicoanálisis.
          Los comentarios los empecé por la manida frase que los exoplanetas hallados “se hallan en la zona de habitabilidad”. Me parece bien que se indique por la posibilidad de encontrar agua líquida en los mismos, aunque eso no suponga ninguna garantía sobre la existencia de vida. Sin embargo, sí se indica como una especie de acotación a la misma, aunque la realidad es que ni en Venus, ni en Marte (por lo que ahora sabemos, después de tantas exploraciones) existe vida. Sin embargo, en Encelado, en Europa, existen océanos internos y no está descartada la existencia de microorganismos, pues aún no han sido explorados. Y no digamos de Titán, del que apenas sabemos nada (sólo lo que nos ha contado Casini). Esto es el origen del debate para mí y después he extrapolado a otras posibilidades.
          Cualquiera que conozca un poco de ciencia sabe que la metodología en física es diferente de la que se utiliza en biología, sobre lo que habría mucho que hablar. Pero sólo se trataba de indicar, ante la objeción que presentaba un interviniente, que se pueden desarrollar modelos independientemente de la naturaleza de los fenómenos sobre los que se apliquen. ¡Lo vemos todos los días! Y puse el ejemplo de Lisa Randall. Y ahora no me vengas a denostar el modelo de Randall-Sundrum, en lo que yo no he entrado, con una valoración particular tuya que es muy diferente a la de otros prestigiosos físicos. Claro, si la experimentación no lo avala un modelo se tiene que sustituir por otro, siempre que se obtengan datos que los rechacen, pero tú te adelantas a la experimentación. En el LHC no se han detectado hasta ahora evidencias de “dimensiones extras”, pero tendrías que haber dicho que el LHC, cuando llegó al parón de mantenimiento en que se encuentra, sólo trabajaba con haces a 8 TeV y que aún le quedan unos diez años de investigaciones. Además al mismo le seguirá la construcción del ILC y después, probablemente, habrá otro… Y mientras los datos no los inutilicen los modelos pueden quedar “aparcados”, pero no invalidados. Es decir, me parece que utilizas interesadamente las informaciones para apoyar tus suposiciones.
          En cuanto al orden en la investigación de fenómenos extraterrestres tú ya lo tienes decidido:
          “No queda más remedio que viajar a otros planetas y confirmarlo in situ. Lo cual es un contrasentido, pues el verdadero orden de los hechos debería ser: llegas a otro planeta, descubres un nuevo tipo de vida, y ENTONCES formulas un modelo para explicarlo”. Según lo que dices jamás sabremos nada sobre lo que es posible que exista, ni siquiera en nuestro entorno del universo.
          Sin necesidad de viajar, con los datos que podamos recabar por los diferentes medios, sí podemos construir modelos de lo que es posible y después realizar simulaciones en los grandes superordenadores para observar su coherencia. Aunque a ti no te guste.

          “La “comprobación” de un modelo exobiológico SIN viajar a otros planetas nunca puede ser concluyente. Puede ayudar a acotar las probabilidades de encontrar vida en tal o cual lugar, pero hasta que no viajemos allí siempre quedará la duda.”
          En ciencia, hay pocas cosas concluyentes y eso no significa nada anómalo, sino todo lo contrario: ¡Una garantía de avance en el conocimiento! Entre tantas cosas que se podrían citar, no fue concluyente, en física, la “teoría de Newton”, ni lo es ahora la “teoría de la relatividad” ni tampoco la “mecánica cuántica”, como todo el “modelo estándar”, por las incompatibilidades entre ellas, pues todo físico informado sabe que más tarde o más temprano tendrán que ser sustituidas por otra que las englobe.
          Ya este debate me aburre, pues en definitiva se reduce a una cuestión de «cerrazón» intelectual.

  13. Me parece bien eso de que este a 500 años luz y todo eso…
    Si hay que ir allá me apunto, ¿o no tenemos aparatos que sean capaces de recorrer tan largas distancias..?. ¿habrá que hacer algo no? ¿o solo nos limitamos a espucular como siempre?
    Aunque tb cabe la posibilidad de enviar un v.a.n.t. que saque fotos y videos… aunque tb podriamos haber tirado un van por un agujero de gusano…
    Bueno que eso que muy bonito, esperaremos a que vengan ellos, si es que hay alguien…

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