La NRO (National Reconnaissance Office) ya tiene un nuevo juguete en el espacio. El 10 de abril de 2014 a las 17:45 UTC despegó un cohete Atlas V 541 desde la rampa SLC-41 de la Base Aérea de Cabo Cañaveral en la misión AV-045. La carga era el ultrasecreto satélite espía NROL-67 (USA-250). Se desconoce su naturaleza, pero los analistas creen que se trata del primer ejemplar de una nueva serie de satélites Mercury de inteligencia electrónica dotado de una gran antena para espiar las comunicaciones del enemigo. Este ha sido el segundo lanzamiento de un Atlas V en la versión 541 (el primero mandó el rover Curiosity a Marte).
NROL-67
El NROL-67 es un satélite militar geoestacionario a cargo de la NRO con una masa estimada de entre 3400 y 3900 kg. Puesto que es la primera vez que se emplea un Atlas V 541 en un lanzamiento de la NRO, se especula con que podríamos estar ante un nuevo tipo de satélite espía. Probablemente sea el primer ejemplar de la familia Mercury 2, una versión avanzada de la serie Mercury de los años 90 dedicada a la inteligencia electrónica (ELINT/SIGINT). En concreto, se cree que los Mercury podrían servir para recabar datos sobre los sistemas de radar y telemetría de sistemas procedentes de naciones rivales (China y Rusia principalmente).
El Pentágono mantiene otras dos constelaciones de satélites militares en órbita geoestacionaria. Por un lado están los Quasar (SDS, Satellite Data System), el equivalente militar del sistema TDRSS de la NASA que sirve para mantener una comunicación permanente entre los satélites espía situados en órbita baja (Topaz, Onyx, Crystal, etc.) con las estaciones de tierra. Por otro están los satélites Orión (antes conocidos como Mentor), dotados de gigantescas antenas de más de cien metros de diámetro y muy probablemente dedicados al espionaje de comunicaciones (COMINT) y señales (ELINT/SIGINT). Los Quasar son lanzados mediante cohetes Atlas V 401, con menos capacidad de carga que la versión 541, mientras que los enormes Orión -quizás los mayores satélites en servicio- necesitan del Delta IV Heavy, el lanzador más potente de los EE.UU. Teniendo en cuenta además que en los últimos años hemos visto lanzamientos de satélites correspondientes a las constelaciones Orión y Quasar, todo indica que el NROL-67 debe tratarse de un nuevo tipo de satélite. ¿Pero cuál?
En los años 90 la NRO también mantuvo una familia de satélites espía geoestacionarios dedicados al espionaje electrónico denominada Mercury (o Advanced Vortex). Hasta ahora se pensaba que los nuevos Orión habían sustituido tanto a los antiguos Orión (también denominados Magnum) como a los Mercury, pero quizás el NROL-67 sea una prueba de la resurrección de la serie (sin duda, con un diseño parcial o totalmente modificado). Las observaciones de aficionados apoyan esta hipótesis e incluso hay expertos que se atreven a señalar que estos nuevos Mercury 2 podrían ser muy parecidos a los nuevos satélites Trumpet de espionaje electrónico y alerta temprana situados en órbitas excéntricas de tipo Mólniya. Es decir, los Mercury 2 serían la versión geoestacionaria de los nuevos Trumpet. Ciertamente, las pruebas de las que disponemos son muy poco sustanciales y de hecho no puede descartarse de que el NROL-67 sea en realidad algún tipo de modificación de la serie Orión.
Otra opción más interesante es que pudiera tratarse de una serie de satélites hasta ahora desconocida. Gracias a los documentos del Pentágono filtrados el año pasado por Edward Snowden pudimos conocer los verdaderos nombres de los satélites militares estadounidenses (por eso sabemos que los ‘Mentor’ son en realidad ‘Orión’, por ejemplo). En los documentos de Snowden se habla de tres tipos de satélites militares geoestacionarios propiedad del Pentágono. Además de los ya mencionados Quasar y Orión también aparece una misteriosa referencia a un satélite llamado Némesis 2. ¿Podría ser el NROL-67 el Némesis 2? Poco probable, puesto que ya hemos visto que se trata del primer ejemplar de una nueva serie de satélites. O sea, en todo caso sería el Némesis 1. Entonces, ¿qué es la familia Némesis? Nadie lo sabe, pero puesto que los satélites geoestacionarios son difíciles de ocultar, la única explicación lógica es que se trate del verdadero nombre del satélite Prowler, una curiosa nave espacial lanzada en 1990 durante la misión STS-38 Atlantis cuya misión era estudiar -¿y destruir?- satélites geoestacionarios enemigos. La existencia de Prowler nunca ha sido reconocida por el Pentágono, pero todavía hoy puede ser observado. En este sentido, otro punto en contra de que el NROL-67 sea un Némesis/Prowler es que el Pentágono anunció recientemente su decisión de desarrollar el sistema GSAP, una especie de Prowler 2.0. Sea como sea, lo que está claro es que la NRO dispone de otro nuevo satélite que amplía su ya de por sí impresionante capacidad.
Atlas V
El Atlas V es un cohete de dos etapas que puede incorporar aceleradores de combustible sólido. La primera fase es un CCB (Common Core Booster) de 3,81 m de diámetro y 32,48 m de longitud. El CCB está fabricado en aluminio y tiene una masa inerte de 21277 kg. Emplea oxígeno líquido y queroseno (RP-1) con un motor de dos cámaras de combustión RD-180 construido en Rusia por NPO Energomash. El RD-180 tiene una masa en seco de 5400 kg, un impulso específico de 311,3 (nivel del mar) – 337,8 s (vacío) y un empuje de 390,2 toneladas (nivel del mar) – 423,4 toneladas (vacío).
La primera etapa puede incorporar entre cero y tres cohetes de combustible sólido (SRB) de 1,55 m x 19,5 m, con 1361 kN de empuje cada uno (y un Isp de 275 s). Las toberas de cada SRB están inclinadas 3º. La segunda etapa es la última versión de la clásica etapa criogénica Centaur (oxígeno e hidrógeno líquidos). Tiene 3,05 m x 12,68 m y hace uso de uno o dos motores RL 10-A-4-2 (Isp de 450,5 s) que proporcionan 99,2 kN de empuje en la versión con un sólo motor (SEC) o 198,4 kN en la de dos (DEC). Tiene una masa inerte de 2,086 toneladas y está fabricada en acero. Posee además 8 propulsores de hidrazina de 40 N y cuatro de 27 N para el control de actitud de la etapa.
Las versiones de los Atlas V se identifican mediante un número de tres dígitos: el primero (4 ó 5), indica el tamaño de la cofia (4 ó 5 metros de diámetro respectivamente). La cofia de esta misión se denomina LPF (Large Payload Fairing), ya que era la cofia de mayor tamaño usada en otras versiones antiguas del Atlas. El segundo dígito señala la cantidad de cohetes de combustible sólido empleados (entre cero y tres para el Atlas V 400 y entre cero y cinco para el Atlas V 500). El último dígito indica la cantidad de motores que lleva la etapa Centaur, uno o dos (actualmente no existan Centaur de dos motores). En el caso de este lanzamiento, se trataba de un Atlas V 541, es decir, incluye una cofia de cinco metros, cuatro cohetes sólidos y un sólo motor en la etapa Centaur.
La carga útil es integrada con el lanzador:
El cohete listo para el despegue:
Lanzamiento:
Vídeo del lanzamiento:
Supongo que como en casos anteriores el emblema de la misión tiene la clave de que es el NROL-67
Y… fijate donde está pisando el pegasus y después contame, saludetes.
En la tierra. tampoco hay que ser paranoico con todo
Sí pero… para el emblema de un satélite americano, lo más «natural» sería representar el continente americano. Y no es el caso.
«Casualmente» el emblema enfoca «esa» parte de la Tierra… «casualidad» que cuadra de maravillas con el «propósito» del satélite. A veces los conspiranoicos tienen sus buenos días 🙂
Los emblemas y el cohete molan, las intenciones de eeuu ya no tanto.
Leyendas en latín, colores melodramáticos, dragones con pocas pulgas, espectrales pegasos de ojos cabreados… estos chicos se creen que están jugando Dungeons & Dragons.
Un detalle Daniel: NRO son las iniciales de National Reconnaissance Office
Buff… La de información que debe manejar la NRO… Es una agencia cada vez más importante dentro del DoD.
Sí, no sé en qué estaría pensando 😉
Hola, Atlas 541 o 431… Mola tu blog, gracias.
Este lleva la cofia ancha y 4 aceleradores laterales, así que empieza por 5, y tiene 4 aceleradores laterales, asi que el segundo número es un 4.
Por cierto, a mi forest me había sonado mal pero iba a ver unos capítulos de ranma y no le he dado mayor importancia. Pero también había puesto la imágen en un foro y me ha dicho un forero de nick pipiolo:
forest?? yo juraria que es «fortes fortuna adiuvat»
Y lo he buscado y está claro que debe ser eso: ‘la fortuna ayuda a los fuertes’.
Mira que el año de latín que di en el instituto no me sirvió de mucho, pero leches si vas a poner algo en latín al menos asegurate de ponerlo bien. jajaja.
Supongo que el ‘error’ es intencionado. O eso o el autocorrector les jugó una mala pasada 😉
JOJO! Esa sí que sería buena. Otro «laurel» para la «Inteligencia» Militar 🙂
La de dinero que nos podríamos ahorrar con un buen tratado de paz mundial y el que no quiera firmarlo se le obliga.
Portaviones, submarinos, barcos, tanques etc etc etc etc etc y etc .
Todo para matarnos mejor.
Somos una especie eternamente en guerra y algún día de estos lo conseguiremos y acabemos con todo, animo muchachos asta el infinito y mas allá.
» el que no quiera firmarlo se le obliga.»
Nos armamos les tiramos unos buenos bombazos y luego nos volvemos a desarmar! Je.
Slds.
Efectivamente se les machaca y se les destruye por odiar la paz.
Hola a todos.
A mi lo que me ha parecido brutal es el estar (me imagino la escena) en la playa con la toalla, la cerveza, la tortilla, los picos, el ambiente, bañarme y ver esa impactante imagen de un cohete saliendo a toda pastilla a unos cientos de metros de donde estoy, con un estruendo de los de no te menees, lo dicho… brutal!!!… lo siento, soy muy primordial.
Gracias, Dani, por esta nueva entrada. Saludos.
Pues sí, eso es lo que pueden ver los habitantes de Cabo Cañaveral. Es toda una experiencia.
http://www.elcorreo.com/vizcaya/20140413/mas-actualidad/sociedad/mapa-completo-nuestro-vecindario-201404111738.html
El mapa más completo de nuestro vecindario cósmico
El astrofísico vizcaíno Txitxo Benítez lidera un proyecto para determinar la distribución de 500 millones de galaxias, a la caza de la energía oscura, supernovas y otros fenómenos
Los científicos del proyecto J-PAS quieren averiguar cuál es la distribución de materia en el Universo.
Así, mientras lo normal sería tomar medidas de 1.000 galaxias de una tacada, ellos abarcarán cada vez unas 60.000, aunque deberán ‘mirar’ 56 veces a cada conjunto con otros tantos filtros para conseguir los datos que buscan.
La cámara pesará unos 600 kilos y tendrá 1.200 millones de píxeles. Mientras el instrumental de otro de los proyectos en marcha está presupuestado entre 35 y 50 millones de euros, el de J-PAS rondará los 5 millones. Además, dado que la técnica es unas cinco veces más eficiente que la tradicional, pueden utilizar un telescopio más pequeño, el de Javalambre (Teruel) de 2,5 metros y su auxiliar de 80 centímetros, lo que también supondrá un importante ahorro.
Las observaciones comenzarán a mediados del año que viene, y el cartografiado se prolongará siete años. «Pero los resultados interesantes empezarán al cabo de dos o tres años, y a los cuatro o cinco tendremos, probablemente, los mejores datos sobre la energía oscura hasta esa fecha». El resultado será una especie de película en 3D que corresponderá al 20% del cielo nocturno, porque se van a tomar cuatro instantáneas distintas a lo largo de los siete años. Si algo cambia en brillo o en sus propiedades, lo pillaremos».
Y etc etc.
Por si os interesa.
Que lanzamiento más bonito, es que no me canso.
Otro gran desperdicio de ciencia y tecnología para servir a la guerra y la mafia política. Que repugnancia.
¿En qué afecta a los EEUU la cancelación de los acuerdos con Rusia y los RD-180?
espectaculares las imágenes como el montaje de vídeo,,, chapeauu!!!
¿Némesis? Que poco sutiles, ¿será una estrella de la muerte en pequeñito?
Ahora en serio, tengo una duda.
«Por otro están los satélites Orión (antes conocidos como Mentor), dotados de gigantescas antenas de más de cien metros de diámetro y muy probablemente dedicados al espionaje de comunicaciones.»
Cien metros? ¿Es un error o son una mole muy grande esos satélites?
Necesitas una «oreja» grande para espiar comunicaciones desde la órbita geoestacionaria (unos 35 mil km de altura sobre el ecuador).
No, no es ningún error… Antenas de 100m de diámetro en órbita GEO. En el blog hay algunas entradas que hablan de ellos. Para comparación, las antenas más grandes de la DSN son de 70m… Dichosos militares…
Pero las nuevas antenas no están hechas con materiales superligeros y son mazo finas.
Y en una que estaban sacando por la tele se veía comprimida dentro del cohete y cuando ya estaba en órbita de desplegaba y se volvía muy «grande» pero era muy fina.
Ahora que igual sí es un error porque a mi también me parece mucho.
Pues linda forma de celebrar el dia de la cosmonautica, lanzando un artefacto para la guerra. si hubiera un tratado que limite de alguna manera los satelites espia, para dejar mas espacio para los de comunicaciones, algo asi como hicieron con los misiles icbm en los tratados SALT, se evitaria el gasto de dinero y podrian al menos aprobar alguna sonda a europa, salvar el curiosity y la cassini, o al menos reducir el deficit. pero ya se que si lo lanzaron en 2014 fue encargado mucho tiempo atras.
Yo diria que es mas bien para defensa. hay una linea muy fina pero creo que son distintos.
El presupuesto de la NASA tiene una parte reservada para «colaborar» con el Pentágono? O es éste que paga y «subcontrata» a la NASA para que lo ayude en sus lanzamientos+investigaciones?
O el Pentágono por su lado tiene toda la infraestructura (material y humana) para hacer solo todo el espionaje espacial? Perdón por tantas preguntas, nunca me quedó claro el límite técnico y presupuestal entre ambas.
Tienen plena capacidad, la NASA es demasiado abierta para los cánones de seguridad del pentágono. Los presupuestos son completamente independientes.
Lo que no quita que hasta el 40% de los desarrollos de la NASA sean aplicaciones militares. Al menos ese fue el porcentaje en 2011.
Con razón quieren la cabeza de Snowden, si también filtro la información de los satelites de reconocimentos de EE.UU.
NO TIENE QUE VER CON LA NOTICIA PERO…
Hispasat reconoce que su nuevo satélite no funciona.
El Amazomas 4A, en cuya construcción se han invertido más de 140 millones de euros, fue lanzado al espacio el pasado 23 de marzo.
http://cincodias.com/cincodias/2014/04/14/empresas/1397491555_179936.html?frommsn=masnoticiashome
Esperemos que puedan arreglarlo porque es una pasta por mucho que digan que no.