Lanzando una bomba nuclear contra la Luna en los años 50

Por Daniel Marín, el 29 enero, 2014. Categoría(s): Astronáutica • Rusia • Sondasespaciales ✎ 34

«Durante miles de años el hombre ha soñado con ir a la Luna. Hoy ese sueño es casi una realidad. Gran parte de la gente de mayor edad y todos los jóvenes que lean esto estarán vivos cuando un ser humano aterrice en la Luna, algo que tendrá lugar en el año 2000 aproximadamente.»

Así comenzaba I.M. Levitt un famoso artículo publicado en Popular Mechanics en 1958 donde describía los pasos necesarios para llevar un hombre a la Luna. Solamente once años después de que Levitt escribiese estas líneas, Neil Armstrong caminaba por el Mar de la Tranquilidad. Todo un ejemplo de lo complicado que resulta predecir el futuro cuando la tecnología cambia muy rápidamente. Lo llamativo del caso no es que Levitt se equivocase, sino que fuese tan conservador cuando muchos de los científicos de la época ya hablaban de colonias en Marte para comienzos del siglo XXI.

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Proyecto A119 (Popular Mechanics).

El artículo de Levitt predecía que el siguiente paso lógico en la conquista de la Luna sería lanzar bombas nucleares contra la superficie lunar para marcar así el lugar de impacto de las sondas. De esta forma se podría verificar de forma más que directa el buen funcionamiento de los sistemas de guiado y navegación, que por aquella época se hallaban en pañales. Porque, claro, ¿cómo vamos a saber si nuestra nave ha alcanzado la Luna si no podemos verla desde la Tierra? Pues nada, le ponemos una bonita bomba de fusión al cacharro y asunto zanjado. Y aquí es donde el artículo de Levitt se pone interesante, porque justo en el momento de escribir esas líneas los militares norteamericanos estaban desarrollando un programa ultra-mega-secreto de esos que parecen sacados de una película de James Bond.

Se llamaba Proyecto A119 y tenía por objetivo… pues eso, mandar un artefacto termonuclear hasta nuestro satélite. Partes del proyecto siguen estando clasificadas y solamente se descubrió su existencia en los años 90 cuando el escritor Keay Davidson se propuso redactar la biografía del célebre astrónomo Carl Sagan. Pues bien, resulta que en 1959 el bueno de Sagan estaba interesado en una beca en la Universidad de California y había puesto en su currículum referencias a dos artículos clasificados que había escrito cuando formaba parte del Proyecto A119. No sabemos si Sagan fue o no consciente de que estaba violando la seguridad nacional simplemente con citar esos artículos (supongo que no, aunque también es cierto que por entonces no existían las cárceles de Guantánamo y demás tinglados), pero lo que cuenta es que a resultas de este ‘desliz’ se destapó el pastel y la opinión pública se enteró del asunto. Con más de treinta años de retraso.

Ah, y por si alguien se lo pregunta, pues sí, los soviéticos también tenían un ultra-mega-secreto proyecto similar denominado Ye-4, una sonda concebida por Mijaíl Tijonrávov y Gleb Maksímov siguiendo directrices del Ingeniero Jefe Serguéi Koroliov. La serie de sondas Ye-4 tenían una masa de 400 kg y estaban dotadas de un arma de fisión para que los yanquis supiesen que ellos también podían lanzar una cabeza nuclear a 380000 kilómetros de distancia. La cosa se vuelve en este punto un poco enrevesada porque existen indicios de que el Proyecto A119 pudo nacer como respuesta a las sondas Ye-4 después de que la inteligencia norteamericana se enterase de su existencia. A diferencia de las Ye-4, el Proyecto A119 serviría no tanto para marcar el lugar de impacto como para ‘elevar la moral del pueblo norteamericano’ y, ya de paso, estudiar la composición del regolito lunar en plan bestia.

Se suele decir que el tratado sobre la prohibición de explosiones nucleares en el espacio que firmaron ambas superpotencias en 1963 marcó el final de ambos proyectos, pero en realidad para entonces ya hacía años que se habían desechado. Por un lado, lanzar artefactos nucleares al espacio mediante misiles intercontinentales modificados era un juego demasiado peligroso en plena Guerra Fría. Pero más importante fue el hecho de que no se necesitaba un arma nuclear para marcar el lugar de impacto de una sonda espacial. Las técnicas de seguimiento desde la Tierra mediante radio y el uso de marcadores visuales -los soviéticos usaron nubes de sodio para medir la trayectoria de sus sondas de la serie Luna- eran más que suficientes para determinar si una sonda espacial iba a chocar contra nuestro satélite o no.

¿Y qué pinta el bueno de Levitt en todo esto? Pues nos deja muy claro que, aunque todos estos proyectos eran ultrasecretos, la idea de detonar bombas nucleares en la Luna era muy popular a finales de los 50. Por suerte nadie se la tomó muy en serio.

Referencias:

Artículo original de Levitt en Popular Mechanics.



34 Comentarios

  1. No comprendo que consecuencias políticas o sociales hubiese tenido lugar si una, o ambas potencias detonara un cacharro de esos en la luna, más allá de demostrar que podían mandar un arma termonuclear tan lejos.
    Quizás sea que no conozco el tratado que Daniel hace mención sobre detonar armas nucleares en el espacio, porque explotar bombines de esos ahí arriba (me refiero a la luna) ¿Qué daño hace? A parte del magullón que quedara marcado.

    1. Además, la explosiones nucleares en el espacio pueden provocar una lluvia de radiacción electromagnética sobre la superficie del planeta, con las graves consecuencias para los sistemas eléctricos y electrónicos. Ésto es un tema ampliamente estudiado con intenciones militares, ataque de pulso electromagnético (HEMP por sus siglas en inglés).

  2. No se sí estoy mal, pero me parece que hubiera sido mejor hacer pruebas nucleares en la Luna en vez de las cientos de pruebas que se hicieron en la superficie de la Tierra. Las potencias nucleares restantes se hubieran obligado por lo menos a imitar el logro de la Unión Soviética y Estados Unidos. Se hubieran desarrollado con el tiempo mejores cohetes capaces de transportar decenas de toneladas a la Luna.

    1. por no hablar de que el daño medioambiental hubiese sido muchísimo menor… o nulo más bien.

      Aunque nunca se sabe, un par que probaron y casi la lían parda con los cinturones de Van Allen.

      Todo esto me recuerda al relato de Asimov «Asnos Estúpidos»…

      1. El cuento de Asimov (maravilloso por cierto, aunque mi favorito es la Última Pregunta) vino a mi mente después de leer el artículo de Daniel, ya me imagino las complicaciones técnicas de mandar un bomba a la Luna, pero creo que hubiera sido espectacular ver una explosión nuclear durante una noche de Luna Llena.

        1. mmm no lamentablemente ( y según escribió Dani en uno de sus artículos que no he podido encontrar, los rusos desacrtaron la idea precisamente por eso, porque no sería más que un pequeño destello de luz, al no haber atmósfera no habría el gran hongo esperado…

  3. bueno, yo entiendo que el mayor problema de lanzar bombas nucleares a la luna es que antes tiene que salir de la atmosfera de la tierra montada en un cohete. si ademas tenemos en cuenta la situacion de extrema tension de la epoca por la guerra fria y los cohetes poco fiables que habia por entonces… me resulta lo mas normal, logico y coherente no arriesgarse a causar un desastre medioambiental o una guerra por hacer un agujero en la luna. saludos.

  4. El principal «problema» es que en la guerra templada y aun ahora, con dos docenas de actores nucleares mas en juego, el tiempo de reaccion entre detectar un misil y la ultima guerra mundial son minutos.
    Todas las «pruebas» era documentadas y aun hoy, cualquier lanzamiento ligeramente sospechoso, pongamos de corea, pone en alerta todos los silos de misiles y activa todas las comunicaciones para «demostrar» que «yo no he sido y no quiero hacerlo»
    Un simple descuido y un misil llegaria a Luna poco despues del intercambio maxivo de armas en la tierra dejandola esterilizada, nadie veria el impacto en Luna.

    Muchos piensan que no, que ya no hay peligro, pero en la guerra templada solo habia dos actores, y un par de comparsas al dictado suyo.

    Hoy, sin ir mas lejos, el submarino israeli podria lanzar en cualquier momento sus armas contra iran, afganistan o donde le dieran la gana por el gran estado israeli, con la misma fribolidad que lanzan misiles sobre poplcion civil porque hay «terroristas» emtre ellos.
    Paquistan e India.
    Corea, ambas.
    Las inestables republica exsovieticas.
    Etc.
    Y el gran mercano de «cientificos» y de armas «obsoletas».
    Comprar una bomba es cuestion de dinero o de suicidio, hacer uan bomba es facil, lo dificil es hacerlo sin contaminarte y morir.
    Es mas complicado contruir un motor diesel que una bomba atomica.

    Hoy a cincuenta veces mas riesgo de un itercambio masivo de armas nucleares que en la crisis de los misiles de cuba. La unica diferencia es que hay mucha menos sicosis mediatica.

    Asi que si, dejando a parte la estupidez de andar haciendo punteria con Luna, que es equivalente a hacerla con punteros laser e los aviones, que seguro que a alguno le hace gracia, y dejando a parte la estupidez de primero diseñar armas para destruir objetivos en Luna sin haber conseguido edificar tales objetivos, ¿bases?
    Lo de tirar el dinero en proyectos absurdos e imnecesarios es parte del motivo por el cual aun no hemso salido de casa al universo.

    Pero mientra pese mas la sicosis juguetera de un generalotes y sea mas importante el consorcio militar industrial que la ciencia, pues nada, asi nos va.

    1. Lo de las 50 veces mas probabilidad de intercambio de misiles que en la crisis de los misiles, ¿de dónde lo sacas? ¿Qué lógica tiene detrás?

      1. Claro, lo que pasa es que las bombas atomicas están diseñadas para no explotar por accidente, es decir, no detonan por casualidad.

      2. Bueno, no es lo mismo un cohete que va a una orbita terrestre, que a uno que va a la luna.
        Tampoco quiero decir que la bomba va a estallar… sino que pueda romper su protección, que si la resiste o no, no lo se.
        Pero de que existe riesgo de contaminacion, en mayor o menor medida, supongo debe existir.

        1. El problema es la contaminación que provocaría una eventual explosión. La dispersión en las capas altas de la atmósfera de micropartículas radiactivas tendría gravísimas consecuencias para los seres humanos y la vida en general. Hasta finales de los años 70 el mecanismo de ingnición de las armas nucleares no empleaba explosivo «insensitive» y un incendio o una colisión podía hacerlo explotar, no detonando el arma nuclear, pero sí dispersando su material «físil», altamente radiactivo, como ocurrió en los accidentes de Palomares (1966) y Thule (1968). Si ahora pensamos en los posibles fallos con consecuencias catastróficas que podían darse en el lanzamiento de un vector de varias etapas… pues no me extraña que abandonaran el proyecto.

      3. En el artículo que citas se menciona una explosión nuclear, con el nombre de código «starfish»…

        En el artículo siguiente se pueden ver un vídeo de la explosión, mas un segundo vídeo elaborado para explicaciones técnicas:

        http://www.huffingtonpost.com/2012/09/05/starfish-prime-nuclear-explosion-space_n_1847930.html?utm_hp_ref=fb&ncid=edlinkusaolp00000009&src=sp&comm_ref=false

        Según se colige de ambos artículos, el pulso electromagnético resultante produjo daños en equipamiento terrestre.

        ¡Y la idea fue estudiar los daños que se pueden producir a los escudos Van Allen!

  5. Sin haberme leído la biografía de Sagan , mediante, me he quedado un tanto pasmao con eso de que uno de los mayores antinucleares del siglo estuviese metido en su juventud en un programa atomico ultrasecreto…
    Sagan criticó mucho a Edward Teller , sobre todo por las aplicaciones civiles que este último le veía a su engendro «H» , sin embargo, leyendo este articulo parece que nuestro Carl ya se interesaba en la defensa de la Tierra contra asteroides.
    ¿Podría el proyecto A119 haber sido el germen de una futura defensa espacial contra deletéreas rocas cósmicas? ¿ O simplemente era joven , necesitaba dinero, y los militares ofrecían buenas instalaciones científicas?

  6. No deja de ser curioso el hongo atómico de la imagen. Me imagino que al no poseer atmósfera una detonación en la superfície de la luna sería parecida a una detonación en el vacío del espacio solo que lanzando muchos fragmentos de polvo y roca, pero imposible que con esa forma de hongo tan característica de una detonación en la atmósfera, dado que no puede haber convección.
    Y como antes se ha mencionado no hay mucho problema en que explote el lanzador; el mecanismo para crear una detonación nuclear tiene que ser tan preciso para crear suficiente energía antes de que la cosa se desintegre por sí misma que la bomba no estallará aunque explote el cohete, se le dispare con un cañón o se le pase por encima con una apisonadora , tan solo esparcirá el combustible (que no suele ser mucho más de 10-12 Kg de Pu239).
    Interesante entrada, una forma de pensar muy de los 50…suerte que no llegamos a liarnos a bombazos con nuestra única luna 🙂

    1. En el accidente de Palomares (1966) dos de las 4 bombas Mark 28 -termonucleares- cayeron sin paracaídas y el explosivo de ignición explotó. El resultado, según cuenta la Wikipedia, fue que «se formó un aerosol, una nube de finas partículas compuesta por los óxidos de elementos transuránicos que formaban parte del núcleo de las bombas, más el tritio que se vaporizó al romperse el núcleo. Dicha nube fue dispersada por el viento y sus componentes se depositaron en una zona de 226 hectáreas que incluía monte bajo, campos de cultivo e incluso zonas urbanas. La contaminación resultante (principalmente por Plutonio-239, también Pu-240 y Americio-241) superó los 7400 Bq/m² , con notables diferencias según el punto considerado, habiendo zonas con 117000 Bq/m², y hasta 37 millones de Bq/m² (o más, saturaron los instrumentos de medida) cerca de los puntos de impacto. A finales de los años 1980, la contaminación residual era de 2500 a 3000 veces superior a la de las pruebas atómicas.»

  7. Lo que nadi es capaz de decir es si realmente habia y hay para detonarla enbla.superficie lunar en un lugar predeterminado. Otra cosa queseria.interesante seria saber el efecto que tendria una posible.detonacion nuclear en los.polos de.marte para convertir en vapor de.agua y si con eso se pudiese terraformar el.planeta. Existe tecnologia para detonar una.bomba en.marte.??

    1. No tendría ningún efecto, pues de nuevo… volvería congelarse, la esparcirías un poco, pero… congelaría. Eso en el remoto caso de que la explosión fuese tan drmáticamente brutal del evaporar una cantidad apreciable de agua.

  8. mas de 2.000 BOMBAS ATOMICAS explotan en el PLANETA TIERRA
    (titular totalmente cierto, terrorifico … y grandilocuente 😉 )

    http://www.ctbto.org/specials/1945-1998-by-isao-hashimoto/
    http://en.wikipedia.org/wiki/List_of_nuclear_weapons_tests

    supongo q en la grerra fria una vez pasadas las 1000 explosiones, una bomba mas o menos ,seria como que…
    …como quien tira fuegos artificioles 🙂
    y no se si hago bien tomandomelo a cachondeo, pues tanta radiacion donde habra ido a parar… ? 🙁

    SALUTACIONES desde Chio

  9. Pero si una bomba nuclear estallara en la superficie lunar influiria algo en la rotacion, eje, traslacion de la luna? se veria desde la tierra la explocion? la gigantesca lluvia de escombros orbitaria la luna como un minusculo anillo o volveria a caer a la superficie lunar? los niveles de radiacion serian los mismos? muchas preguntas se me vienen a la cabesa…

  10. Dos claras intenciones 1- provar poderio armamentistico
    2- borrar toda evidencia de civilizacion extraterrestre acentada en la luna anterior a la llegada del hombre a la luna

  11. ….es que la prepotencia y la ignorancia humana no conoce límites, …. y si, de la Luna , se decide devolver el ataque o si esa explosión afectase el equilibrio de algunos asteroides, … y por qué destruir un ambiente para el cual el Universo no nos ha planeado la existencia?!…

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