Diarios de Baikonur II: el cosmódromo y las sombras del Energía

Por Daniel Marín, el 28 mayo, 2013. Categoría(s): Astronáutica • Diarios de Baikonur • Personal • Rusia • sondasesp ✎ 23

En una realidad alternativa, el primer viaje tripulado a Marte bien podría haber partido desde aquí. Hablamos, claro está, del cosmódromo de Baikonur, la joya de la corona del programa espacial ruso. Un paseo por las enormes rampas de lanzamiento del desaparecido cohete Energía te recuerda que este monstruoso lanzador era capaz de situar más de cien toneladas en órbita baja. Una pena, porque hoy en día, sus instalaciones no son más que ruinas que se deshacen lentamente bajo el duro sol de la estepa kazaja.

La Rampa de Gagarin en Baikonur.

Cuando uno cruza el puesto de control a la entrada del centro espacial es imposible no sentir la importancia histórica de este lugar. No en vano, los rusos y kazajos lo conocen como ‘el legendario cosmódromo de Baikonur’. Cada rincón, cada esquina, tiene sus anécdotas y sus historias, muchas de ellas aún por contar. La estepa en la zona del cosmódromo es plana y monótona -lo sorprendente sería lo contrario-, pero quizás por eso mismo las pocas colinas e irregularidades del terreno son más evidentes de lo que se pudiera pensar. El resultado es que muchos edificios y rampas no son evidentes hasta que están relativamente cerca. La mayor parte de carreteras son estrechas y están llenas de baches en muchas zonas, una forma de dejar claro que el transporte principal dentro del cosmódromo ha sido y es el ferrocarril.

El amanecer saluda al cosmódromo (foto tomada cerca de la entrada).

El cosmódromo nació hace más de medio siglo. Corrían los años de la Guerra Fría y la URSS necesitaba un nuevo lugar de lanzamiento para el nuevo misil intercontinental R-7 Semiorka, cuyo diseño corría a cargo de la oficina de diseño OKB-1 de Serguéi Koroliov. El gobierno soviético se vio obligado a buscar un lugar de lanzamiento para el nuevo misil, ya que la antigua base de Kapustin Yar no reunía las condiciones adecuadas. El 20 de mayo de 1955 el Consejo de Ministros de la URSS emitió un decreto ordenando la búsqueda de un emplazamiento adecuado para la nueva base. Eran tres los requisitos que debían reunir los lugares candidatos. Por un lado, toda la trayectoria de vuelo desde el lugar de lanzamiento hasta la zona de impacto de la cabeza nuclear -situada en la península de Kamchatka- debía sobrevolar en todo momento el territorio de la URSS. De este modo, se podría comprobar el funcionamiento del misil gracias a las distintas estaciones de telemetría (denominadas IP) y guiarlo usando las estaciones RUP que se hallarían a lo largo de la trayectoria. El segundo criterio era que la ruta no debía pasar cerca de ninguna ciudad de gran tamaño. Por último, el centro de lanzamiento no debía estar al alcance de las estaciones de espionaje electrónico norteamericanas.

La zona de la Rampa de Gagarin (17P325) del Área 1 del cosmódromo de Baikonur.

Con estos requisitos en mente, la Comisión Estatal a cargo de Vasili Voznyuk propuso tres lugares. El primero estaba en la República de Mari, en Rusia, mientras que el segundo se hallaba en la República de Daguestán, al lado del Mar Caspio. Mari fue desechada por estar rodeada por densos bosques, mientras que Daguestán no pasó el corte por culpa de las montañas de la zona, que habrían dificultado las comunicaciones con las estaciones IP y RUP. Quedaba la tercera zona, situada en Kazjistán entre el Mar de Aral y la ciudad de Kzil Ordil. Cuando la Comisión Estatal presentó los posibles lugares al Ingeniero Jefe Serguéi Koroliov, éste se decantó sin dudarlo por Kazajistán, principalmente debido a que era uno de los sitios situados más al sur. Ya por entonces, Koroliov pensaba en usar el R-7 para alcanzar el espacio, y cuanto más al sur estuviese situado el centro de lanzamiento, mejor que mejor.

Una de las complicadas carreteras de Baikonur, con la rampa del Área 250 al fondo.

Dentro de la región de Kazajistán se identificaron a su vez tres posibles emplazamientos: la orilla del Mar de Aral y las estaciones de ferrocarril situadas en Baykhozha y en Tyura-Tam. Finalmente, sería esta última el lugar elegido por la Comisión Estatal. La estación de Tyura-Tam se encontraba en medio de la línea Moscú-Tashkent, relativamente transitada por entonces y en las orillas del río Sir-Daria, una fuente de agua potable muy útil para las locomotoras de vapor… y para sobrellevar el asfixiante calor de la estepa kazaja en verano.

El edificio MIK-KA (Área 254) donde se montan las naves Soyuz y Progress.

La construcción de la primera rampa se inició inmediatamente. Y no fue nada fácil. No existía ninguna infraestructura civil y las temperaturas oscilaban entre los 45º C del verano y los -35º C del invierno. Hasta 1955, el centro fue conocido solamente por su nombre en código, Taigá. Si alguien quería ponerse en contacto con el personal que vivía allí debía dirigirse simplemente al código postal ‘Kzyl-Orda-50’, cambiado después a ‘Tashkent-90’. Durante la mayor parte de su historia, el nombre oficial del centro de lanzamiento fue Tyura-Tam, pero años más tarde las autoridades soviéticas decidieron llamarlo Baikonur para confundir a la inteligencia norteamericana, ya que este era el nombre de un pequeño pueblo kazajo situado a 280 kilómetros.

El cosmódromo de Baikonur es un lugar de contrastes. Junto a las instalaciones que están en servicio y que presentan un aspecto cuidado puedes encontrar numerosos edificios en mal estado o incluso abandonados. Sin lugar a dudas, el edificio más sorprendente es el edificio de montaje MIK-112 (Монтажно-Испытательный Корпус, МИК). Visto de lejos no parece nada del otro mundo: una nave industrial del montón. Y encima con la mitad del techo derruido. Sólo cuando te acercas puedes apreciar sus enormes dimensiones. Con sus 240 metros de longitud y sus 188 metros de anchura, el MIK-112 es un monstruo que impresiona. Nada más y nada menos que el equivalente ruso del VAB del Centro Espacial Kennedy. Y equivalente en todos los sentidos, porque este coloso se construyo a mediados de los años 60 para el montaje del malogrado cohete lunar N1. Posteriormente, sería remozado en los años 80 para albergar al conjunto Energía-Burán. El MIK-112 cuenta con tres enormes hangares (naves 3, 4 y 5) de 60 metros de altura, que resultaron parcialmente destruidos el 12 de mayo de 2002 cuando el techo se derrumbó por culpa de la acumulación de nieve. En el accidente resultó destruido el primer transbordador Burán, el único que alcanzó el espacio en 1988. Uno de los tres hangares destruidos ya se ha sido reparado, aunque el MIK-112 tiene otras dos naves laterales de 30 metros de altura que se usan en la actualidad para el montaje de los cohetes Soyuz-FG, Soyuz-U y Soyuz-2. La visión del amasijo de hierros del techo al lado de los ‘nuevos’ hangares es una auténtica metáfora del estado del programa espacial ruso.

El MIK-112 visto desde la Rampa de Gagarin.
Las puertas del MIK-112 por donde salía el cohete N1 y el Energía.
Los hangares derrumbados del MIK-112 (derecha) y el restaurado (izquierda).
Los hangares usado hoy en día para el montaje de los cohetes Soyuz. Desde aquí salen rumbo a las rampas del Área 1 y 31.

El cosmódromo está dividido en multitud de ‘áreas’, la mayoría de ellas abandonadas hoy en día. El MIK-112 pertenece al Área 112 -lógico, ¿no?- y, al igual que el resto de áreas, está a cargo de una empresa determinada. En este caso, TsSKB Progress de Samara, fabricante de los cohetes Soyuz. Que nadie piense que se puede vagar por el cosmódromo libremente de área en área. Cada zona está convenientemente rodeada de vallas, muros o alambre de espino y el acceso a las mismas se controla mediante los debidos puestos de seguridad. El visitante que se aleje demasiado de su recorrido no tardará en ser llamado al orden por algún vigilante o soldado.

Los transportes del N1 y el Energía.
Un detalle de la cabina del transporte.

Tras el MIK-112 se encuentran los dos gigantescos transportes del cohete N1, que luego serían reconvertidos para el programa Energía-Burán. Parecen dinosaurios mecánicos de otra era, listos para despertarse en cualquier momento y poner rumbo a las rampas de lanzamiento del Energía, situadas un poco más al norte. Las instalaciones del Energía se dividen entre el Área 110, donde están las dos rampas en las cuales se efectuaron los lanzamientos de los cuatro N1 y el único del Burán, y el Área 250 o UKSS, desde donde despegó por primera vez el cohete con la maqueta de estación militar láser Polyus. El Área 110 es una auténtica ruina y por motivos de seguridad no se puede visitar. Por contra, el Área 250 está abierta al público, que puede disfrutar de la experiencia de colocarse en la mismísima rampa de lanzamiento del que fuese el más potente cohete de la URSS. En teoría, esta rampa está siendo rehabilitada para lanzar cohetes Angará-5 dentro del marco del proyecto Baiterek entre Rusia y Kazajistán, pero viendo el estado de las instalaciones algo me dice que jamás volveremos a ver el despegue de un cohete desde aquí.

Rampa de lanzamiento del Energía en el Área 250 (UKSS).
Torre de servicio del Área 250.
El foso del Área 250.

Entre el Área 110 y el Área 112 se encuentran los edificios MZK y SDI, construidos para el programa Energía-Burán. Dentro del SDI todavía se puede admirar una maqueta del cohete Energía-M, mientras que en el MZK se halla la 2K, la segunda lanzadera del programa Burán que debía alcanzar el espacio. Mientras lees estas líneas, la 2K se pudre lentamente en el interior de su edificio sin que a nadie le importe. Todo un símbolo del destino del otrora grandioso proyecto Energía-Burán.



23 Comentarios

  1. Muchísimas gracias por traernos estas maravillosas fotos y enseñarnos lo que seguramente muchos de nosotros nunca veremos. Además, créeme que se disfruta mucho más leyéndote. Es como cuando haces una visita con un guía turístico, que sabe de lo que habla :))

  2. Cuántas historias podrían contarnos esos viejos hangares y estructuras si pudieran hablar?!!.
    Es una pena que los rusos sean tan poco amantes de preservar pedazos de su historia.
    Gracias por registrar y compartir esas imágenes de estos pedazos de la historia mundial!!!, que por desgracia creo que las futuras generaciones no conocerán porque terminaran podridas en la estepa kazaja.

    1. Me autocorrijo respecto al punto de que los rusos no conservan su hisoria porque esta entrada me dio curiosidad y googleando un poco averigué el porqué de esta aparente decidia en conservar la historia espacial de alguas instalaciones de Baikonur. Aparentemente tiene que ver con la transferencia de propiedad entre paises después de la desintegración de la URSS, ya que creo por ejemplo que el segundo Buran no es propiedad rusa sino de Kazajstan y muchas instalaciones son «tierra de nadie» porque luego del colapso soviético ya eran chatarra y a nadie le interesó hacerse con pedazos de basura (muy cara, pero estrictamente hablando, basura al fin). Por eso tampoco no hay quien pueda vender eso a algún excéntrico y rico coleccionista occidental interesado (que segurito los hay) en tener una rampa de lanzamiento del Energía o uno de esos transportes del N-1.
      Una pena que mis hijos no llegarán a ver en pie nada de eso :(.

  3. Interesantísimo también el segundo artículo, nos regalará una serie excelente, estoy seguro. Tengo algunas dudas: es posible visitar el cosmódromo como simple turista? Se necesita alguna visa especial? Hay visitas guiadas para los turistas? Hay algún lugar abierto al público general desde donde se pueda ver los lanzamientos?

      1. yo visitare uzbekistan este verano y quisiera saber si como turista se puede realizar un viaje hasta Baikonur y visitar el complejo. Un saludo. Antonio.

  4. Gracias por un nuevo episodio de tu estancia en este emblemático lugar. Sigo pendiente de su particular visión del lanzamiento.

    Y también querría que nos contaras algo de tu intervención en la conferencia del Instituto Cervantes en Moscú. Creo que compartirás la experiencia con Nadjejda Vicente, otra gran divulgadora de la astronomía y la exploración espacial, ¿no?

    Pensando ya en el futuro, ¿has visitado el centro de lanzamientos de Kourou que suele usar la ESA?

    1. Pues el próximo 5 de junio será lanzado desde Kourou, rumbo a la ISS, el ATV-4 ‘Albert Einstein’ impulsado por un Ariane 5ES… La Guayana Francesa es un pequeño país dominado por la selva amazónica, usa el euro, se habla en francés, tiene un montón de lugares paradisíacos para visitar… Tienes que animarte, hombre! 😉

  5. Interesante que segun muestra el mapa del cosmodromo, tienen muchas rampas de lanzamiento, segun me parece comparado con el de Florida que no tiene tantas.

    Si hicieran algo mas turistico, que permitan ver, interactuar con todo eso (lastima que lo dejaron que se dañara), estoy seguro que Baikonur tendria mucho que ofrecer.

  6. Anoche mientras estaba viendo el lanzamiento en directo en Nasa.gov sentí la mayor de las envidias, tiene que ser increíble estar en directo sintiendo las vibraciones y el sonido del despegue. Un par de curiosidades, ¿qué tal se ve en directo la cruz de Koroliov?, y una que me planteó mi hijo de 10 años, el cosmonauta de la derecha llevaba una vara para poder actuar sobre los paneles de la cápsula (lo que es la versión sofisticada del palo de escoba de la abuela para llegar a la tele) ¿tiene alguna razón técnica además de no llegar a la pantalla? ¿manejan los cursores de la pantalla con algún tipo de trackball?
    Un abrazo y me alegro muchísimo por tí.

  7. Felicidades por tu viaje Daniel! Respecto a tu descripción de la gente de Kazakstán, parece que ellos en nada se parecen al personaje de Sacha Baron Cohen(Borat Sagdiyev) de la pelicula Borat!

    Respecto a las minorías que trabajan en el cosmodromo ¿Acaso la mayoría no los ven como «nerds»? Saludos FG

  8. Даниэль, Вы неправильно написали название Республики Марий Эл. Вы написали Mari, а правильно по-испански будет Mari-El.

    С уважением,
    Олег Р.

  9. Excelente descripción del lugar. Muchos anos Baikonur era inaccesible, no se filtraba nada de que pasaba en su interior. Por fin podemos ver este gigantesco trozo de historia espacial rusa .Gracias, he disfrutado mucho.

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