Proyecto Raskat, el destructor de continentes

Por Daniel Marín, el 7 junio, 2012. Categoría(s): Cohetes • Historias de la Cosmonáutica • Rusia • sondasesp ✎ 26

A principios de los años 60 la Guerra Fría estaba más caliente que nunca y ambas superpotencias se dedicaron a desarrollar misiles intercontinentales cada vez más potentes y letales. Pero ninguno se podía comparar con el Proyecto Raskat de la Unión Soviética, el arma definitiva capaz de eliminar a los Estados Unidos en un primer ataque nuclear.

En realidad, el Proyecto Raskat (Раскат, «estruendo» en ruso) no es más que una de las denominaciones que recibió la versión militar del supercohete soviético N-1 (11A52, también denominado N-I o N1). El N-1 fue creado a finales de los años 60 por la oficina de diseño OKB-1 del Serguéi Koroliov con el fin de llevar a cabo misiones tripuladas a Marte. Con una capacidad de carga de 80 toneladas en órbita baja, sería el mayor cohete jamás creado, un verdadero salto cuántico con respecto al R-7 Semiorka que había lanzado al Sputnik. Pero construir un cohete gigante cuesta mucho dinero, algo que Koroliov sabía perfectamente, así que inmediatamente ofreció su criatura a los militares.

Cohete lunar N-1 con el complejo N1L3.

La versión militar del N-1 era impresionante. O mejor deberíamos decir versiones, porque Koroliov concibió el N-1 como una familia completa de lanzadores. Ya en los decretos del PCUS y del Consejo de Ministros de la URSS del 23 de junio de 1960 y del 13 de mayo de 1961 que autorizaron de forma oficial el desarrollo del N-1 se especificaba la posible aplicación militar de las versiones de este lanzador. El N-1 sería un cohete de tres etapas que debía emplear queroseno y oxígeno líquido, pero antes se construiría el N-111 y el N-11. El N-111 sería el cohete más pequeño de la familia, formado por la tercera etapa del N-1 (más una etapa superior) y tendría una capacidad en órbita baja de sólo 5 toneladas.

El N-11, formado por la segunda y tercera etapas del N-1, sería un lanzador mediano con una masa al lanzamiento de 750 toneladas y capacidad para situar 25 toneladas en órbita. El N-11 tendría tres fases y podría lanzar 6 o 7 cabezas nucleares con una potencia de 2,2 megatones cada una, o bien una única carga nuclear de 25 megatones (recordemos que la bomba de Hiroshima «sólo» tenía 15 kilotones, es decir, 0,015 megatones) con una precisión en el impacto de unos 2 kilómetros. En principio, las cabezas nucleares podrían situarse en órbita terrestre -lo que los soviéticos denominaban un «sistema global»-, para así poder atacar a los EEUU desde el flanco sur, por entonces el sector menos protegido por los radares norteamericanos. De hecho, durante los años 60 la URSS puso un empeño considerable en desarrollar un sistema de ataque nuclear desde el espacio, sistema que finalmente emplearía misiles R-36O de la oficina de diseño de Yangel y que en occidente sería conocido como FOBS.

Familia de lanzadores N-1. De izqda. a decha.: N-111, N-11 y N-1.


Versión militar del N-11 con seis cabezas nucleares orbitales (Mark Wade).

Sin embargo, el verdadero monstruo sería la versión militar del N-1, denominada en algunos informes como Raskat. Sus 2100 toneladas de peso al lanzamiento y sus 80 toneladas de carga le permitirían situar en órbita hasta 24 cabezas nucleares independientes con una potencia de 25 o 50 megatones (!) cada una, o bien varias decenas de cabezas nucleares menos potentes. El N-1 sería una auténtica arma del Armagedón, capaz de aniquilar el grueso de las fuerzas estratégicas de los EEUU en un primer ataque masivo.

Aunque parezca increíble, los militares soviéticos sopesaron seriamente la posibilidad de seguir adelante con el proyecto Raskat. No debemos olvidar que por entonces los super-ICBM estaban de moda y la oficina de diseño OKB-52 de Vladímir Cheloméi también propuso un misil gigante capaz de situar una cabeza nuclear de cien megatones a diez mil kilómetros de distancia. El misil, conocido como UR-500, no entraría en servicio, pero serviría de base para el lanzador espacial Protón, aún en activo.

Poco después, Koroliov decidiría renunciar a Marte para convertir el N-1 en un cohete lunar, la respuesta soviética al Saturno V. El cohete debía incorporar en su base 24 motores NK-15, creados por la oficina de Nikolái Kuznetsov, derivados de los NK-9 usados en el R-9, un proyecto de ICBM fracasado de la oficina de Koroliov. No obstante, la OKB-1 decidió a mediados de los 60, tras la muerte de Koroliov, que sería necesario aumentar la carga del N-1 por encima de las 95 toneladas para competir con el programa Apolo, así que el cohete terminaría por tener nada más y nada menos que 30 motores NK-15 en su primera etapa. El N-1 volaría en cuatro ocasiones, todas ellas fallidas, antes de ser cancelado para dar paso al proyecto Energía-Burán.

Afortunadamente para nuestra civilización, el Raskat nunca vería la luz. Como arma estratégica sólo podría usarse en un primer y devastador ataque, ya que un cohete como el N-1 era incapaz de mantenerse en alerta de combate durante mucho tiempo para responder a una posible agresión nuclear norteamericana (aunque se propuso utilizar una versión del N-1 con combustibles hipergólicos que podría permanecer en la rampa de forma indefinida). Además, la entrada en servicio de los satélites espía CORONA demostró que era realmente complicado situar en la rampa de lanzamiento* un monstruo como el N-1 sin que la inteligencia norteamericana se diese cuenta. Colocar un N-1 Raskat en posición de lanzamiento habría sido toda una invitación a un ataque nuclear preventivo por parte de los EEUU.

Resulta paradójico que el primer cohete soviético que no estaba basado en un misil militar -de hecho, un cohete creado originalmente para poner un hombre en Marte-, estuviese a punto de convertirse en la mayor arma de destrucción masiva creada por el hombre.

Cohete lunar N-1.


Versión del N-1 con combustibles hipergólicos y motores de Valentín Glushkó (Mark Wade).

*: el complejo de lanzamiento del N-1 en Baikonur con dos rampas para el N-1 recibió precisamente el nombre de Raskat.
Referencias:
  • S. P. Koroliov i ego delo, G. S. Betrov. Ed. Nauka (Moscú, 1998).
  • N1, Mark Wade.



26 Comentarios

  1. No se extrañe por lo de los 50 megatones. En otoño de 1961 en Nueva Zembla hicieron estallar una bomba de esa potencia. Quizá esa prueba tuvo que ver con los diseños para realizar este cohete

  2. Madre mía que brutos y exagerados eran los soviéticos ¡¡¡. Pero yo me imagino que ese monstruo volando alarmaría a cualquier radar y seria destruido en minutos.

    saludos jorge m.g.

    1. «Madre mía que brutos y exagerados eran los soviéticos» – y aun así los que se cargaron más 150.000 personas en los únicos ataques nucleares en toda la historia de la humanidad (Hiroshima/Nagasaki, te suena?) son los USA. America, fuck yeah!

    2. «Madre mía que brutos y exagerados somos los Humanos», Absurdo empeño por imponerse unos sobre otros por una ideología, como bien escribio Asimov: somos unos «Asnos Estupidos».

  3. Anda que si llega a funcionar el N-1…. a la par que hubiéramos visto a un cosmonauta sobre la Luna, se hubiera desatado una carrera entre los EEUU y la URSS por tener el ICBM más grande.

    Pero en efecto, era demasiado grande como para ocultarlo a los satélites espía y emplearlo para un ataque masivo y por sorpresa.
    Hubiera podido tener auténtico poder disuasorio solo con que se supiese que existe, como aquella «máquina del día del juicio final» (doomsday machine) que sale en «Teléfono Rojo».

  4. Inútil, pero hubiera sido verdaderamente soberbio. Por muy hermoso que seria para nosotros la exploración de otros mundos, son los intereses militares los que pagaron muchos de los programas espaciales tripulados. Hasta el elefante blanco de el Shuttle era de rigen militar.

  5. Genial artículo as usual!

    Hay algo que no entiendo, no veo riesgo alguno en colocar un coehete N1 en la rampa de lanzamiento, de hecho fueron varios los que se colocaron para pruebas (los 4 que explotaron) y fueron fotografiados por satélites espía de EEUU y no hubo ataque preventivo ¿Por qué hubiera sido diferente con un Raskat?

    1. Hombre, yo creo que es que básicamente sabían que era un cohete en pruebas, para meter cabezas nucleares en un cohete este debe de estar más que probado (si no imagínate que el N1 que explotó hubiese estado cargado con cabezas nucleares, estas se hubiesen esparcido por media estepa Kazaja… y eso no es bueno) supongo que si hubiesen detectado pruebas exitosas se hubiesen empezado a mosquear bastante…

  6. Todo esto es mentira.

    No hubo ninguna guerra fría, los soviéticos no estuvieron desarrollando armas gigantes ni proyectos megalómanos. La propaganda de la CIA en esta materia ha sido crucial y determinante, ya que que nos ha convencido de lo malos que eran los soviéticos, cuando en realidad, no presentaban ninguna amenaza para nadie. La bomba Tzar es un mito, jamás fue desarrollada ninguna bomba así por los soviéticos. F

    El peligro lo tenemos en el presente, en EEUU e Israel, que son las principales potencias imperialistas del mundo. No en los demás.

    1. A ver mentiras del mundo… te has venido a un blog poco sospechoso de rusofobia. Asi que contrasta tus fuentes porque creo que te estas colando UN POCO, que la cia hacia propaganda… sí, pero que intentaron convertir el N1 en un arma… también. Que no te quepa duda.

    2. «La bomba Tzar es un mito, jamás fue desarrollada ninguna bomba así por los soviéticos.» me gusto esta frase: ¿Acaso Nikita Khrushchev estaba pagado por la CIA para decir de la existencia de esa bomba? o sea que los soviéticos atentaban contra sus propios intereses… hay que ver las cosas que dice la gente cuando se dejan llevar por sus odios personales…

    3. ¡Jajaja! , Si Hombre, tu blog parece escrito por Hugo Chavez, despues de haberse metido una sobredosis de LSD y Redbull. «Todo es culpa de la CIA, del Imperio, del Capitalismo…bla,bla,bla»

  7. El N1 fue una maqueta, solo sirvió para asustar a los norteamericanos, llego al PAD de despegue con 500 problemas, su líder difunto y un gobierno más interesado en los misiles de humo toxico de Glushko que en el espacio. Un Kuznetsov asustado y desbordado (91 ingenieros, de los cuales muchos eran Nazis que habían participado en la construcción del V2, muertos en una prueba), un tipo con grandes conocimientos de motores, pero no de mecánica espacial.
    Koroliov era un genio, su país no lo apoyo.
    Lo que más me da bronca es que Glushkó sabía que Koroliov era bueno en su trabajo (misiles de largo alcance intercontinentales), a fin de cuentas fue Glushko el que lo ayudo a recuperar su libertad.
    Von Braun tuvo mucha suerte, Koroliov sin querer le ayudó mucho a despertar la ambición en el occidente.
    Lo mas paradójico es que todos murieron en el momento preciso: Koroliov murió justo antes de ver los desastres que ocasionaron los 36 NK-33 de Kuznetsov sonando al unísono en el N1 y Glushko murió justo antes de ver como la Unión Soviética se desintegraba junto a todas las maquetas de los Buran (habiendo puesto el primer Buran en el espacio con el gran cohete energía), la caída de la Mir y los miles de proyectos que quedaron en el papel como la Mir 2.
    Yuri Gagarin se estroló con su avión antes de que los 4 N1 estallen en el aire eliminando la posibilidad de viajar a la luna. Nadie supo lo mal que terminó la carrera espacial rusa.
    Si le reconozco a estos grandes genios, su talento, capacidad y los pioneros en todo el desarrollo espacial que hoy existe. Ellos tuvieron la chance de llegar al cielo y la aprovecharon todo lo que pudieron dentro de su alcance. Estos hombres deben ser recordados por siempre.
    ¿Porque los Rusos no llegaron a la Luna?
    Falta de dinero, iniciativa estatal, organización militar con objetivos claros y mucha mala suerte.
    Como siempre digo: gracias Daniel por tan buen Blog!! Todas las mañanas viajo al espacio leyendo!

  8. totalmente de acuerdo con lo que dices. Si hubiera habido mas suerte y planificacion las cosas hubieran sido muuuuy diferentes le duela a quien le duela. pero el reparto fue equitativo, el primer hombre en el espacio, la primera mujer, el primer satelite, el primer ser vivo, la primera estacion espacial, el primer vuelo con multi tripulacion, la primera nave en la luna entre otras por el primer hombre en la luna, el primer descenso lento, la primera en recojer muestras de otro mundo, las venera en Venus ¿como lo definimos? empate o en realidad la carrera Espacial la ganó la URSS?

  9. Есть такая шутка:
    СССР, США, холодная война… Надо было вместе с американцами вдарить по Франции!:)

    С уважением,
    Олег

  10. Gastón Trazo. Dices una serie de causas por las que no triunfaron los rusos en la carrera a la Luna, pero te falta la que yo considero la razón fundamental y que fue apuntada por Daniel.
    Paradójicamente en la centralista URSS faltó unidad de mando y de objetivos definidos. Hubo demasiada división y un peso excesivo de los militares.
    Por contra en EE.UU. en 1960 se plantearon un objetivo claro y decidido: poner un hombre en la Luna. Y además hubo unidad de criterios. Cuando se lanzó el primer cohete Saturno en noviembre de 1961 en la prensa española ya podíamos leer que con ese cohete pisarían la Luna. Mientras los rusos Se pasaron los años sesenta deshojando la margarita de que tipo de cohete y que modelo usarían. Frente la voluntad, férrea determinación y unidad para conseguir el objetivo, los soviéticos estaban instalados en la desunión y un cierto caos. Así era imposible.

  11. Daniel, sigo desde hace tiempo tu blog, y la verdad es que es espectacular. Todo un deleite de lectura. ¿Tenés pensado en algún tiempo sacar un libro? Son tantos los temas que podes tocar, uno más apasionante que otro. Sería muy interesante. Un saludo y felicitaciones!

    1. Jeje, gracias Txemary, pero digamos que como se suele decir en estos casos, «no eres tú, soy yo». Vamos, que la culpa no es de las editoriales con las que he contactado, sino mía 😉

      He pensado (y practicado) con el sistema Amazon para Kindle. Probablemente por ahí saque algo sí o sí.

      Saludos.

    2. jajaja «siempre las mismas excusas snif snif…» pues tampoco es ninguna mala idea, estaremos expectantes!

      Por cierto que una edición gratuita sería el summum de premio para un concurso Eureka (de esos que hace tiempo que no se ven… 😉

      Saludos!

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