Una sonda soviética descubrió agua en la Luna hace 36 años

Por Daniel Marín, el 30 mayo, 2012. Categoría(s): Astronáutica • Astronomía • Luna • Rusia • Sistema Solar • sondasesp ✎ 9

A principios de los años 70, los científicos que analizaron las rocas lunares traídas por las misiones Apolo habían llegado a la conclusión de que no existían cantidades apreciables de agua en nuestro satélite. La Luna era mucho más seca que el más seco de los desiertos terrestres. Estos resultados no serían revisados hasta la década de los 90 y sin embargo, ya en 1978 científicos soviéticos publicaron un artículo en el que demostraban la presencia de agua en la Luna a partir de las muestras de la sonda Luna 24. Desgraciadamente, nadie fuera de la URSS prestó atención a este histórico estudio.

Una sonda Ye-8-5 parte hacia la Tierra (A. Sokolov).

El 22 de agosto de 1976, una pequeña cápsula metálica de medio metro de diámetro reentraba en la atmósfera  la Tierra a una velocidad de casi 11 kilómetros por segundo. Se trataba de la cápsula de la sonda Luna 24 (Ye-8-5M nº 413), que había despegado el 9 de agosto de ese mismo año. En su interior viajaban 170 gramos de regolito, es decir, polvo de la superficie lunar. Tras sobrevivir a la fiera reentrada y desplegar su paracaídas, la cápsula aterrizó sin incidentes en Siberia, a unos 200 kilómetros de la ciudad de Sorgut. La Luna 24 sería la tercera y última nave de la serie de sondas Ye-8-5 que lograría la hazaña de traer muestras de nuestro satélite a la Tierra de forma automática (las otras dos fueron la Luna 16 y la Luna 20). Poco después, los científicos M. Akhmanova, B. Dementev y M. Markov del Instituto Vernadsky de Geoquímica y Química Analítica se dedicarían a la laboriosa tarea de investigar las propiedades de los tres conjuntos de muestras. Para su sorpresa, cuando se realizó un análisis espectroscópico en infrarrojo (3 micras) del regolito de la Luna 24 detectaron la presencia de agua. Solo el 0,1% de la muestra era agua, así que no descartaron que pudiese tratarse de algún tipo de contaminación, aunque habían tomado todas las medidas posibles para evitarla. Sus resultados fueron publicados en el número de febrero de 1978 de la revista Geojimiia en un artículo con el revelador nombre de «¿Agua en el Mare Crisium?». Era la primera vez que alguien detectaba de forma directa la presencia de agua en la Luna. No obstante, el artículo pasó completamente desapercibido y no sería citado ni una sola vez.

Cápsula de reentrada del Luna 20 (Novosti Kosmonavtiki).


Contenedor de muestras del Luna 20 (Novosti Kosmonavtiki).


La etapa de descenso de la Luna 24 vista por la sonda LRO (NASA).

El tema del agua en la Luna no volvería a discutirse hasta 1994, cuando las crudas observaciones de radar de la sonda norteamericana Clementine sugirieron la presencia de hielo en las regiones polares de nuestro satélite. En 1998, los resultados de la sonda Lunar Prospector confirmarían la posible existencia de agua en los polos al medir el flujo de neutrones procedente del regolito lunar. No obstante, se trataba de resultados indirectos y, por lo tanto, no concluyentes. El agua sería detectada de forma directa en la Luna gracias a la sonda india Chandrayaan 1, lanzada en 2009. Esta sonda transportaba el espectrómetro norteamericano M3, que confirmó contra todo pronóstico la presencia de agua en toda la Luna. Eso sí, en cantidades ínfimas: 0,07% cerca de los polos y 0,002% en las regiones ecuatoriales. La Chandrayaan 1 lanzó una pequeña subsonda denominada MIP (Moon Impact Probe) que chocó contra la superficie y también detectó agua de forma independiente (de hecho, antes que el instrumento M3, aunque sus resultados se publicaron más tarde). Además, un año antes, las nuevas técnicas de laboratorio permitieron detectar agua e hidroxilo en las muestras de rocas del Apolo, las mismas muestras cuyo análisis había descartado la tesis de la presencia de agua en la Luna tres décadas antes. Finalmente, en octubre de 2009 la sonda LCROSS impactó contra el polo sur de la Luna, levantando miles de toneladas de regolito calentado hasta mil Kelvin. Los resultados, aunque un tanto confusos, fueron demoledores: hasta el 5,6% de la superficie del polo sur está compuesta por agua. Hoy en día, prosigue la discusión sobre si este agua se halla en forma de hielo o en pequeñas cantidades dentro de las rocas (materiales hidratados).

Hemos necesitado tres décadas para confirmar la presencia de agua en la Luna. Quizá podríamos haber conocido la verdad antes si alguien se hubiese tomado la molestia leer un oscuro artículo publicado en la URSS en 1978.

Esta es la colaboración de Eureka en el XV Carnaval de la Química, organizado por el blog El cuaderno de Calpurnia Tate

Referencias:



9 Comentarios

    1. Aislamiento y posterior aprovechamiento. Recordemos que cuando la URSS desapareció estados unidos compro muchas de sus investigaciones. Fruto de ellas es por ejemplo el HAARP.

  1. No es de extrañarse que en la URSS hubiera un articulo de estas caracteristicas, a pesar de lo que pensamos tenian en algunos aspectos la mente más abierta con algunos temas cosmicos, luego de leer algunos libros sovieticos sobre la luna puedo afirmarlo. en algún lado, ya no recuerdo donde decía algo sobre el agua en estas muestras, aunque dudo que en occidente se le haya dado trascendencia porque recordemos que los sovieticos eran unos «barbaros asesinos, involucionados, sin computadoras (o las robaban) sin capacidades técnicas ni educativas entre otras animaladas» cuanta humildad le falta a occidente.

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Por Daniel Marín, publicado el 30 mayo, 2012
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