¿La Tierra propagó la vida por el Sistema Solar?

Por Daniel Marín, el 24 agosto, 2011. Categoría(s): Astronomía • sondasesp • Tierra ✎ 8

No por antigua, la hipótesis de la panspermia deja de ser interesante. No sabemos si la vida en la Tierra vino desde el espacio exterior -seguramente no-, pero resulta más sencillo comprobar si, por el contrario, la Tierra ha «fertilizado» el Sistema Solar con microorganismos. Obviamente, por ahora no hemos encontrado ningún otro lugar donde la vida haya medrado, de ahí el interés en realizar simulaciones para averiguar hasta dónde pueden haber viajado los microbios terrestres dentro de los trozos de corteza terrestre arrancados por impactos con cuerpos menores. No olvidemos que hace muchos años que sabemos que ciertas bacterias son capaces de sobrevivir a la fuerza de un impacto de un asteroide o cometa contra la Tierra y a la posterior travesía interplanetaria.

¿Distribuyeron los impactos de cuerpos menores la vida por el Sistema Solar?

A este respecto, un equipo de investigadores liderados por M. Reyes Ruiz, de la Universidad Autónoma de México, ha determinado recientemente mediante simulaciones numéricas que la vida terrestre podría haber alcanzado la órbita Júpiter. O lo que es lo mismo, los microorganismos terrestres pudieron llegar hasta Europa, un satélite que presenta a priori condiciones favorables para la vida. Parece increíble, ¿verdad?

Simulación numérica de las partículas eyectadas por los impactos contra la Tierra.

Dependiendo de la geometría del impacto, los trozos de corteza terrestre habrían alcanzado velocidades de escape de 11,22 a 16,4 km/s. La mayor parte de objetos volverían a colisionar con la Tierra en menos de 30 000 años, pero algunos podrían alcanzar otros planetas. De acuerdo con los modelos, hasta el 0,05% de los objetos lanzados en un impacto con una velocidad de escape de unos 15 km/s podrían haber llegado hasta Júpiter, aunque obviamente sólo una minúscula fracción de los mismos tendría posibilidades de colisionar contra Europa. Del mismo modo, el 0,01% de los restos de un impacto con velocidades de escape de 11-13 km/s podrían chocar con Marte en unos 30 000 años.

Porcentaje de partículas que alcanzarían distintos cuerpos del Sistema Solar en función de la velocidad de escape.

Número de partículas eyectadas de un impacto con la Tierra que colisionarían con otros planetas en función del tiempo y de su velocidad de escape.
Que nadie se llame a engaño. La probabilidad de que alguno de estos trozos de corteza terrestre albergasen microorganismos es mínima. Menor aún es la probabilidad de que alguno de estos microorganismos llegase con vida al subsuelo de Marte o de Europa, las únicas zonas habitables al alcance de este mecanismo de panspermia. Así que si alguien pregunta, «¿crees que los hipotéticos océanos de Europa están repletos de bacterias terrestres?», la respuesta es un rotundo no.

Pero lo fascinante del caso es que la probabilidad es minúscula, sí, pero no nula.

Referencias:



8 Comentarios

  1. Muy interesante, sobre todo el hecho de que las probabilidades no son nulas, muy improbable, pero al fin y al cabo, posibles. Muy buena entrada Daniel, gracias.
    Horacio de Argentina

  2. Es lo que siempre he echado en cara a la Panspermia, vale que en circunstancias excepcionales la vida en la Tierra pudiera haber surgido de esa manera, pero a mi entender es infinitamente más probable que la vida apareciese por si sola en la Tierra, donde las condiciones eran favorables, a que apareciera en otra parte, sobreviviera al impacto inicial, el viaje espacial, la reentrada y diese la casualidad astronomica de que llegase hasta este planeta.

    Donde esta la navaja de Ockham cuando se le da tanto bombo a la panspermia?

  3. Y Javi, ¿cómo sabes que las condiciones de vida en la Tierra eran más favorables en los inicios del Sistema Solar para el origen de la vida que las de los otros planetas? La Tierra es un pozo gravitacional más profundo donde por tanto es más fácil que caigan grandes meteoritos; Marte por ser más pequeño se enfrió antes, por lo que podría haber sido habitable incluso antes que la Tierra, que además sufrió el impacto que generó nuestra Luna; Venus tuvo probablemente océanos también en sus inicios…

    Pero además a todo esto se le une el que todavía no sabemos qué condiciones fueron necesarias para que la vida se originase. Creo que asignar el origen de la vida en algún planeta determinado como «infinitamente más probable» es aún bastante precipitado 😉

    Buena entrada, Daniel, hace tiempo que me venía preguntando cuál sería la probabilidad de que rocas terrestres se esparcieran por el Sistema Solar, aunque me vendría mejor una comparación de probabilidades con los otros planetas, la verdad 😛

    Un saludo!

  4. Ojalá lleguemos a ver misiones robóticas a los océanos de Europa y Encelado.

    Estoy bastante convencido de que si no existe vida nativa, sí que existe un entorno compatible con la vida. Si no hubo panspermia, nosotros podríamos ser quienes provocasemos la «siembra» ahora.

  5. Artículo interesante por cuantificar la repercusión que un impacto en la tierra puede tener en otros mundos, pero no deja de ser una rama más de la teoría del «efecto mariposa».

    Realmente, sabemos muy poco sobre la vida. ¿Es acaso una energía capaz de manipular la materia a su antojo para residir en ella? ¿Un ser vivo es una máquina orgánica producto del azar? ¿Es la vida un endemismo propio de nuestro planeta?. Si aún no conocemos estas respuestas, dificilmente podemos teorizar sobre la posibilidad de haber sembrado de microorganismos nuestro cercano universo, especialmente sin descartar si la vida en nuestro planeta fué también una siembra.

  6. Yo no veo imposible en modo alguno que vida terrestre haya colonizado Europa, Enceladus o Titán.
    La vida es resistente y persistente y capaz de sobrevivir en medios tremendamente duros como ya se ha demostrado.
    Por todo ello creo muy probable que si encontramos vida en otros mundos de nuestro sistema ésta sea terrestre. Emigrada a esos mundos hace cientos o miles de millones de años, embarcada en pequeñas «naves espaciales» de roca y una vez asentada ha evolucionado de forma diferente a la terrestre.
    Es más debido al periplo del Sol (y con el la Tierra) alrededor del centro galáctico es muy posible que haya muchas de esas pequeñas naves portando vida terrestre en muchos de los confines de nuestra galaxia.

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Por Daniel Marín, publicado el 24 agosto, 2011
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