50 años del primer vuelo espacial tripulado norteamericano

Por Daniel Marín, el 5 mayo, 2011. Categoría(s): Astronáutica • NASA • sondasesp ✎ 14

Hoy hace medio siglo que los Estados Unidos mandaron su primer astronauta al espacio. El elegido para la gloria sería Alan Bartlett Shepard Jr., un experimentado piloto de la Armada estadounidense de 38 años. Shepard se elevaría a los cielos dentro de su pequeña cápsula Mercury, apodada Freedom 7 para la ocasión. Pero no llegaría muy lejos. A diferencia de Yuri Gagarin, Shepard no alcanzaría la órbita terrestre y se limitaría a trazar un arco balístico de 187,5 kilómetros de altura. Durante la misión Mercury-Redstone 3 (MR-3), el primer astronauta norteamericano recorrería una distancia en horizontal de 488 kilómetros antes de descender en las aguas del Océano Atlántico situadas frente a Cabo Cañaveral. La máxima velocidad registrada sería de 8262 km/h, bastante lejos de los 28000 km/h propios de un vuelo orbital. Entre el despegue y el amerizaje habían transcurrido 15 minutos y 28 segundos.


Alan Shepard se convierte en el primer americano en el espacio durante la misión MR-3 (NASA).


Alan B. Shepard (NASA).

La misión MR-3 fue todo un éxito que devolvió el orgullo a unos Estados Unidos abatidos por el triunfo de Gagarin. Para Alan Shepard fue no obstante una victoria amarga. Él se había entrenado para ser el primer hombre en el espacio y, al igual que sus seis compañeros del programa Mercury, no era de los que se conformaban con un segundo puesto. Después de durísimas pruebas, en enero de 1961 Shepard había logrado ser seleccionado para el primer vuelo de la nave Mercury. Era el mejor entre los mejores, pero el destino quiso que un desconocido piloto ruso le arrebatase la gloria por tan sólo 23 días de diferencia. Si había alguien que hacía honor a la imagen arquetípica de los astronautas popularizada por Tom Wolfe en su famosa novela «The right stuff» , ése era Shepard. Arrogante, inteligente, trabajador, ambicioso y seductor, sin duda poseía lo «que hay que tener» para estar entre los primeros.


El vuelo de Shepard en la misión MR-3 (NASA).



Cápsula Mercury (NASA).



Cohete Redstone (NASA).

El cohete Redstone en el que viajó Shepard (MR-7) era un fiel reflejo de la incipiente historia de la astronáutica, puesto que se trataba de un lanzador modificado basado en el misil V-2 (A-4) nazi. De hecho, en su diseño había participado el mismísimo padre de la V-2, Wernher von Braun. Antes de la misión MR-3, cuatro cohetes Redstone habían despegado para comprobar la viabilidad del programa, incluyendo el lanzamiento del chimpancé Ham durante la MR-2 en enero de 1961. La decisión de llevar a cabo vuelos suborbitales antes de aventurarse en la órbita terrestre había estado motivada por el retraso en la adaptación del misil intercontinental Atlas para el programa Mercury. Por supuesto, la NASA pensaba que además de esta manera se aseguraba el éxito frente a la URSS. Los Estados Unidos habían dado lo mejor para ser los primeros en el espacio y estaba claro que la Unión Soviética no se les iba a adelantar como ya había ocurrido cuatro años antes con el Sputnik. Pero, contra todo pronóstico, lo hizo. La hazaña de Gagarin supuso un verdadero trauma para la conciencia colectiva de los Estados Unidos. Pocos días después del vuelo de Shepard, el presidente Kennedy anunciaba que la Luna debía ser el próximo objetivo para el programa espacial del país.

Tras su misión, Shepard se convertiría en un héroe nacional y posteriormente sería asignado al programa Gémini. En 1964 se descubrió que sufría la enfermedad de Ménière en el oído interno y fue retirado del servicio activo. Pero nunca se rindió y en 1969 logró ser readmitido en el cuerpo de astronautas después de pasar por el quirófano. Como resultado, el 5 de febrero de 1971 Shepard se convertiría en el quinto ser humano en pisar la Luna durante la misión Apolo 14.

Pero el 5 de mayo de 1961 la Luna aún quedaba muy lejos para Shepard y el resto del mundo. Cuando el veterano piloto estaba a punto de despegar, un destello de duda cruzó su mente, demostrando que ante el abismo de lo desconocido hasta el más valiente flaquea. Sus últimas palabras antes de viajar al espacio serían «don’t fuck up, Shepard…». Pero las dudas desaparecieron tan rápido como el cohete que lo lanzó a la historia. Ese día, Alan Shepard voló más alto y más rápido que cualquier otro piloto norteamericano antes que él.


Alan Shepard dentro de la Mercury (NASA).


Los «7 del Mercury» junto con un modelo de pruebas de la cápsula (Life Magazine).


Haciendo el molde para el asiento de Shepard (Life Magazine).


Antes del lanzamiento (NASA).


Despegue (NASA).


Monumento en Cabo Cañaveral a los 7 astronautas del programa Mercury (NASA).



14 Comentarios

  1. De verdad había que tener entre los requisitos a cumplir el estar un poco «chiflado» para pertenecer al programa Mercury. Lo digo porque viendo el tamaño de esa capsula 😉

  2. Viendo las fotos y diagramas de ese cohete y esa capsula, Dios, que valor había que tener para querer ir al espacio en eso. Hasta la Vostok se ve mucho mejor.

  3. A pesar de todo, el vuelo de Shepard y el que haya sido el segundo hombre en el espacio (lo que sea que eso en realidad signifique por aquello de alcanzar velocidad orbital o no) significó para la historia el que el hombre llegara a la Luna.
    Cuando los americanos apenas contabilizaban 15 minutos y 24 segundos en el espacio (y ni siquiera habían dado una sola vuelta a la Tierra) sale Kennedy a anunciar al mundo el compromiso de ir a la Luna en un plazo de tiempo bastante concreto.
    Como se ve en el primer capítulo de la serie de televisión «De la Tierra a la Luna» (una de mis favoritas por cierto), un acongojado James Webb le dice amargamente al Dr. Bob Gilruth luego del discurso de Kennedy ante el Congreso norteamericano: «si Sheppard hubiera sido el primero en el espacio, pum!, se hubiera acabado todo y nadie estaría hablando de ir a la Luna en los próximos 15 o 20 años», no se si eso sea un dialogo ficticio o si en verdad llegó a decir algo semejante pero quizás tendría algo de razón y si Sheppard hubiera subido antes que Gagarin para como se han venido dando las cosas quizás hoy en día aún estaríamos fantaseando con ir a la Luna puesto que la Unión Soviética no se planteó un programa lunar tripulado seriamente hasta que no vio que los americanos hablaban en serio, despúes de todo, los yankees fueron los que iniciaron el concepto de «carrera espacial», ¿que se puede esperar de un pueblo que hace de la competencia su modus vivendi y organizan torneos hasta de ver quien escupe semillas de sandía más lejos. El ser los «segundos en el espacio» los llevó a plantearse la ambiciosa meta de la Luna… lástima que despúes de eso dejaron de sentirse amenazados y ya no irían a ninguna otra parte (si la URSS hubiera contestado el desafío con un programa marciano tripulado estoy seguro que ahora un tal «Dave Bowman» estaría orbitando Saturno =) ). Creo que esa es la verdadera importancia en la historia del «salto de pulga» de Alan Shepard y su Freedom 7.

  4. El Redstone de veras era pequeño, no usaba instalaciones muy sofisticadas, por lo que se ve en las fotos, ni siquiera necesitaba pozo para los gases, sólo una línea de oxígeno líquido en el santo suelo y listo.

    De la Mercury, ni se diga, parece un barril. Creo que ya sé qué significa que Shepard tenía «eso que hay que tener» para meterse allí. 🙂

  5. Dios mio, que locura, fijaos en los tecnicos andando como si nada, imaginaos que hubiera explotado ¡¡
    Desde luego parece increible que no muriese nadie y que sin embargo el fallo se produjera en una capsula mas desarrollada.

    jorge m.g.

  6. Respecto al comentario de José Alfredo, es interesante pensar en las repercusiones de haber sido los segundos. Para mi tiene sentido porque en los EEUU, no solo el espíritu de competición está muy presente, sino que además viven en una mentalidad en que se sacan enseñanzas de los fracasos. Aun con todo, creo que se están estableciendo vínculos a posteriori de unos acontecimientos con otros, cuando desconocemos detalles, y además no podemos saber que hubiera pasado si….

    Yo creo que la meta de llegar a la Luna estaba muy presente, y aunque Shepard hubiera sido el primero en el espacio, la URSS hubiera devuelto el golpe con el primero en órbita, primer paseo espacial, etc. El desafío de la Luna hubiera estado presente, en mi opinión.

    Por cierto ¿se puede ver en algún lado la serie «De la Tierra a la Luna»?

    Mientras tanto, nada mejor para recordar a Shepard que volver a ver «Elegidos para la gloria». Es una pena que en la edición en dvd el metraje se acortase y se cargase una escena en que había una especie de striptease (con una versión orquestal del Claro de Luna de Debussy de fondo) y que se intercalaba con el momento de tensión creciente en que Chuck Yeager trataba de batir el record de altura en vuelo vertical en un F-104.

  7. Por cierto, yo he podido ver una réplica a tamaño natural de la Mercury y acojona bastante, es más pequeña que una cabina telefónica. Solo un piloto de combate, habituado a una cabina estrecha, podría meterse ahí dentro y volar en un cohete sin que le entrase claustrofobia.

  8. Es verdad no cai en eso, ya me extrañaba que se pudiera ir a órbita con eso. Vuelvo a pensar que un SSTO es muy dificil de hacer. Pensaba que podía no serlo tanto porque había un cohete de una fase como el Redstone de los 60’s.

    Salva

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Por Daniel Marín, publicado el 5 mayo, 2011
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